Privado número 15 - Saga & Aioros

No entiendo bien como es que termino todo este desastre, así que teniendo tantas citas al mismo tiempo, no me queda más que usar mis habilidades para estar en dos lugares al mismo tiempo, implica concentrarme en lo que pasa en ambos lugares, pero es mejor que salir corriendo sin control.

Lego a la habitación, está llena de rosas y el aroma se esparce por todo el lugar, no ha llegado nadie así que me siento a esperar.

Después de un rato veo que no han aparecido, así que dejo una nota en mi lugar que dice " vuelvo en seguida" y salgo un momento

No sabía de donde reuniría la energía para estar en tantas citas en una misma noche. Hubiera deseado que Athena le hubiera explicado con mayor detalle la situación, sin embargo no le quedaba más opción que manejar cada minuto disponible, escapando cada tanto para hacer tiempo a cada nueva cita.

Su acompañante por lo visto ya había pasado por allí. Podría irse también y aprovechar para ir a su siguiente reunión, pero decidió aguardar unos minutos, era posible que no tardara en llegar.

Observó la mesa dispuesta con tazas de café y tomó asiento mientras se dedicaba a degustar el amargo líquido en espera de su cita.

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Regreso a la habitación después del desastre en la habitación anterior, básicamente llego a este lugar huyendo de lo que acaba de pasar.

Cuando veo quien está aquí me paraliza la sorpresa, mi mano se va a mis labios marcando el pecado que acabo de cometer. Trato de parecer más tranquilo de lo que realmente estoy. Tomo la silla y la muevo para poder sentarme frente a el

—Siento la tardanza, me alegra verte de nuevo , Aioros—

Abrió los ojos con algo de sorpresa al ver entrar al geminiano, inclinando levemente la cabeza al verlo algo turbado.

Sonrió mientras dejaba la pequeña taza de café en su correspondiente plato.

- No te preocupes Saga, yo acabo de llegar. También me alegra verte. – Saludó. - ¿Te encuentras bien?. – Consultó arqueando una ceja, intrigado por su estado de ánimo.

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Dejo escapar un leve suspiro, no se si esto es mejor o peor, lo único que puedo hacer es seguir con esto al final. Tomo un poco de café de la taza supongo es para mi, mi boca se encuentra seca.

─Lo bien que puedo estar dadas las circunstancias─

deje salir esas palabras sin pensar, luego sonrió

─Ha sido una noche agotadora─ tomo mas café

─necesitaba hablar contigo─

Arqueó una ceja ante el extraño comportamiento del gemelo. Era más que notorio que algo le preocupaba.

Deseaba preguntarle qué era lo que lo tenía en aquel estado, sin embargo decidió esperar y otorgarle tiempo para que el otro quisiera compartir aquello por su cuenta.

- Claro Saga. ¿Sobre qué querías hablarme?. – Cuestionó mientras tomaba la taza nuevamente para beber otro sorbo, sin despegar su mirada intrigada del peliazul.


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Lo miro a los ojos y juego un poco con la taza que tengo en las manos antes de empezar a hablar

─sobre lo que paso, quiero pedirte perdón por todo─

estoy tranquilo por poder decirlo y pensar en lo que hubiera pasado si Arles no hubiera tomado el control del santuario

─Todos sufrieron por lo que hice, pero a ti te quite la posibilidad de vivir, me alegra que Athena te regresara a la vida, pero no puedo evitar pensar en el tiempo que te robe─

Mi mirada no se despega de los ojos del geminiano.

Puedo imaginar la culpa que deberá sentir al haberse visto responsable de sus actos.

Sonrío conciliador y me inclino ligeramente hacia adelante sobre la mesa para estirar un brazo y apoyar mi mano sobre la del gemelo, apretando ee manera suave.

- No guardo ningún rencor hacia ti Saga. Me alegra que te disculpes aunque, sinceramente, no es necesario. - Aseguro. - Lamento no haberme dado cuenta de lo que te sucedía.  Me habría gustado hacer algo para ayudarte entonces. - Confieso. Sólo cuando fue demasiado tarde logré notar cambios en la personalidad de mi compañero.

Respondo a su apretón de la misma manera, su agarre es calido y en otras épocas deseaba que esto sucediera

─Gracias por tu apoyo─ niego con la cabeza ─ hubiera sido difícil que notaras que él estaba presente, es demasiado inteligente y hábil, si yo hubiera hablado de el antes, nada de esto hubiera pasado, pensé que podría controlarlo pero fue inútil mi esfuerzo─

bajo la mirada para enfocarme en la mesa

─El es cruel Aioros, y le gusta hacer sufrir a todos─

Su ceño se frunció ante sus palabras.


- Tendrías que habérmelo dicho. De esa forma podría haberte ayudado. No tienes que hacer todo tú solo Saga, puedes confiar en mí. - Afirmó, afianzando aún más el agarre en su mano, acariciando la palma con su pulgar en confortantes círculos.


Sus últimas palabras lo confundieron.


- ¿ A quién te refieres?. – Inquirió, intentado observar los ojos del geminiano que se encontraban fijos en la superficie de la mesa.


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Sentir su mano me da algo de valor, es como si todo hubiera regresado a otros tiempos, como cuando éramos amigos, me atrevo a mirarle y contarle la verdad

—Areles, él es un hombre despiadado, nos odia a todos, se que suena como una locura, pero él es una persona diferente a mi, y tiene sus propios deseo. Y es ambicioso; él fue quien ordenó tu muerte y no pude hacer nada para detenerlo —

Busco en sus ojos señales de que me cree aunque tal vez solo piensa que soy loco que uierE justificarse