Día de campo (Shaka&Saga)

muerdo su labio con suavidad, disfrutando de este travieso toque

─Sabes que tus labios son adictivos─

suavemente pongo uno de los cojines entre nosotros, para que el siguiente beso sea profundo, pido permiso para explorar su boca, y que mi lengua pueda jugar con la suya por un rato

─no quiero separarme de ellos─

un suspiro escapa de mis labios ante la mordida juguetona que le da a mi labio con sus palabras, si mis labios son adictivos los suyos son una droga.
Mi boca se abre dando paso a su lengua, la mia sale a su encuentro jugando con ella, enredandose en una pequeña batalla placentera.
-No quiero separarme de ellos-
Escucho sus palabras y no puedo evitarlo le beso explorando su boca, disfrutando la exquisites de su sabor, definitivamente yo tampoco lo deseo, es el pensamiento que inunda mi mente.
Me separo suavemente y paso mis labios jugetonamente por los suyos apenas rozándolos y succionando para después alejarme.
Le devuelvo la mordida traviesa que me ha dado y le susurro. -Yo tampoco.- Sabiendo que comprenderá.

Sonrió al sentir sus dientes en mi labio, es un cosquilleo muy agradable

─no tenemos que hacerlo─

mi mano va a su cuello y me deslizo a su nuca para atraerlo y mantenerlo atrapado, vuelvo a explorar su boca y me enfrasco en una danza suave y sensual con su lengua.

Sus besos son una delicia y no puedo separarme de él, aunque me acerco un poco, puedo sentir el cojín entre nosotros, lo acomodo mejor para que no se mueva.

Sus palabras me sorprenden un poco pero al sentir su beso no lo dudo y respondo con la misma intensidad, mi lengua se enfrenta con la suya en una danza excitante, la sensación es maravillosa.

El cojín entre nosotros impide un mayor contacto entre nuestros cuerpos y por una parte me alegra o no se si podria contenerme ese cojin se ha convertido en mi cable a tierra.

Disfruto de nuestro beso un poco mas acariciando su mejilla, mis labios sienten un hormigueo delicioso ante el contacto de los suyos.

Me separo suavemente con un suspiro de felicidad y le sonrio acariciando sus labios pues se que de seguir así quizás ni mi meditación ayude.

Suspiro al igual que él, mi mente esta llena de deliciosas sensaciones que aquel beso, acaricio sus labios con mis dedos

─debemos concentrarnos en algo más, o terminaré devorándote a besos─

beso su cuello antes de separarme un poco y poder ver sus ojos nuevamente

─y nuestra ropa aun no está seca del todo─

enredo mis dedos en sus dorados cabellos tratando de distraerme de sus labios

Concuerdo con sus palabras, se que debemos detenernos, sin embargo; el beso que da a mi cuello me hace temblar, y sus palabras no me ayudan en nada, yo quiero que lo hagas quisiera responder pero no quiero perder el control.
Muerdo mi labio para evitar dejar escapar un gemido ante la sensación de sus labios en mi cuello y endrento su mirada tratando de enmascarar mis más profundos deseos.
Sus caricias en mi cabello me relajan un poco pero la sensación persiste. -¿Que se te ocurre?- cuestiono ante la verácidad de su afimación sobre nuestra ropa.
-¿Hay algo que quieras hacer?- Le cuestiono esforzándome por cumplir con llevar las cosas tranquilas.
Mi mano acaricia su mejilla evitando perder el contacto con su piel.

Me pierdo en sus labios por un momento

─Devorar tus labios, pero esa no es una gran idea en este momento─

le sonrió y presto atención a su larga cabellera, la tomo en mis manos y lentamente la trenzo, eso podría distraerme unos minutos, pero que haremos el resto del tiempo

─no tengo muchas ideas, ¿Qué te gustaría hacer a ti?, hablar, jugar matatena─

me pongo serio ante mi ultimas palabra en un afán de aliviar un poco el momento

-Devorar tus labios, pero esa no es una gran idea en este momento.-
Sus palabras me sonrojan debido a que quiero que lo haga, pero tiene razón, no es buena idea, sus manos en mi cabello me relajan pero no lo suficiente para olvidarme de mis deseos.
-Si queremos hacer otra cosa, será mejor que no me hagas esas insinuaciones.- Le hablo sonriendo después de escuchar sus ideas y con mis mejillas encendidas por mis pensamientos.
-Jamás he jugado matatena, pero... podriamos disfrutar del atardecer, ponernos a meditar o hacer un juego de preguntas.- Le sugiero acariciando su mejilla, evitando mirar sus labios.

Juego un poco con la trenza que he hecho con su cabello

— trato de no insinuar ese tipo de cosas pero es díficil—

Dejo su cabello y tomo sus manos y jugar con sus dedos

— un juego de preguntas parece algo interesante, así que siendo tu idea porque no empiezas —

Me separo un poco tratando de no pensar en sus labios a los cuales me encantaría besar

Una risilla nerviosa escapa de mis labios ante su respuesta. -Lo sé, para mi también es dificil no hacer nada.- Respondo sintiéndolo jugar con mis manos.

-Veamos.- Respondo pensando por un instante. -Si siguieramos en este lapso de paz por un tiempo, ¿Que te gustaría hacer?- Pregunto lo primero que viene a mi mente haciendo un gran esfuerzo por mantener mi vista en sus ojos y no en sus labios que me llaman como droga al adicto.

Desvio mi mirada al cielo, veo algunas nubes pasan lentamente

—que haría?. Ayudar a la gente, poder tener un perro. Siempre quise tener uno. Y claro una pareja y adoptar un niño. ¿ te gustaría tener un bebé ? —

Digo inocente sin pensar mucho en mis palabras

Mi mirada se enternece ante sus nobles deseos, pero un fuerte sonrojo aparece en mis mejillas ante su pregunta, no he podido evitarlo, escucharle ha hecho que mi corazón se acelere y quiera salirse de mi pecho.

-Son muy bellos deseos Saga.- Respondo sonriendo desde lo profundo de mi ser.

-Tres, siempre he querido adoptar tres niños para que no se sientan solos y ayudar a más pequeños.- Hago una pequeña pausa. -He llegado a imaginar a uno tranquilo meditando a mi lado, mientras otro hace travesuras sin cesar y mi pareja con el tercero en sus brazos y su cabeza en mi regazo.-

Mi mirada es soñadora seguramente pues hacía mucho tiempo que no recordaba que tenía este sueño.

Acaricio su mano sin alejar mi mirada del cielo
— serias el mejor padre. ¿ y quieres puros niños?. Me gustaría tener una niña. Seria un papá sobre protector —

Me giro a verlo y beso sus manos una por una

— eres celoso?—

Curioso me enfoco en sus ojos

Mi mirada se enfrenta con la suya, observándolo con ternura. -Serias un gran padre Saga, yo amaria tener una niña pero al igual que tu la sobreprotegería, supongo que muchos andarian sin sentidos en mi caso o en otra dimensión en el tuyo.- Comento divertido.

-No se si soy celoso, creo que no me considero así porque me entrego por entero cuando amo, pero, supongo que no estoy excento de sentir celos.- Respondo a su pregunta acariciando su mentón.

-¿Tu lo eres?- cuestiono jugando distraidamente en su mejilla y observándolo con ternura.

frunzo un poco el ceño pensando, tratando de recordar si soy celoso o no

─Realmente no lo se, no lo había pensado, creo que no, siempre quiero la felicidad de las personas a mi alrededor, y aunque supongo que en algún punto lo sería, no lo se, confieso que es algo difícil pensar en mi situación primero que en la de los demás, es un poco tonto no crees─

acaricio su mejilla suavemente

─Supongo que debería aprender un poco de Shura en ese aspecto─ suspiro pesadamente

Escucho atentamente sus palabras, mi ceño se frunce ante ellas. -¿Qué consideras que debes aprender de Shura?- Le cuestiono, pues desde mi punto de vista el es mil veces mejor.

Mis ojos se enfocan en los suyos y acaricio su frente retirando algunos mechones sueltos. -Para mi, tu forma de ser es mejor Saga, careces de egoismo y vanalidades, eso no es algo que cualquiera pueda hacer.- Le explico lo que pienso abiertamente pues es algo que amo de él.

─tal vez ser más celoso, tal vez eso es lo que falto en el pasado para que entendieran que me importaban, aunque eso no lo puedo saber─

Siento sus dedos sobre mi piel y cierro mis ojos para disfrutar de ese breve contacto

─tal vez, esos atributos sean buenos para un guía y protector, pero ¿realmente son suficientes para un amante?, ¿el sacrificio y el amor puede satisfacer esa necesidad de ser amado sobre todas las cosas?─

abro mis ojos para verlo con esa interrogante

─¿Será suficiente está forma de amar para alguien?, puedo pelear hasta la muerte por quienes amo, pero si veo felicidad en sus rostros en otro lado, soy incapaz de interferir ¿eso es realmente tan malo?─

Escucho sus palabras y mi seño se frunce, no me gusta que no se vea con claridad, me levanto un poco para que mi cara quede por encima de la suya pidiéndole que me escuche en silencio.
-Aunque los celos son alagadores en dosis pequeñas, no dejan de ser desconfianza Saga, lo bello del amor es amar por completo, confiando plenamente, sintiendo como tu corazón es uno con la persona y estas dispuesta a todo por su felicidad.-
-Es sacrificio y desición,- Tomo su mano y beso cada uno de sus dedos. -Las manos son una expresión de amor y pasión, yo solo beso las manos de alguien que considero capaz de ser un amante completo.-
Le sonrío suavemente mientras desciendo con mi mano en una caricia suave desde su frente hasta su corazón, mis mejillas se tiñen ante mis siguientes palabras.
-Tienes todo lo necesario para ser un amante de los mejores Saga, eres capaz de amar por completo y cuando lo hagas esto...- señalando su corazón. -Se negará a dejarlo ir, quedrás tenerlo aunque sea como amigo.- Finalicé .

tomo su mano para mantenerlo en mi pecho, mi otra mano pasan de nuevo por su nuca y lo atraigo para besarlo, sus palabras me hacen sentir tan tranquilo, me hace sentir amado.

Mis labios se apoderan de los suyos en un acto de ofrenda, entregando un poco de él, por hacerme hecho sentir tan amado, y comprendido, tal vez no sea mucho pero es una parte de mi que puedo entregarle solo a este hombre.

Si Shaka hubiera aparecido en mi vida antes, tal vez mi destino hubiera sido distinto, profundizo el beso, y me detengo dejando mis labios sobre los suyos, abro mis labios un poco y lo dejo como una invitación a este hombre de tomar esta pequeña ofrenda

Siento como me atrae para besarme, mis labios se entregan a él de inmediato, mi mano se posa sobre su mejilla mientras me pierdo en su beso que por alguna razón se siente diferente a los anteriores.
El beso se profundiza intoxicándome con su sabor, me encuentro perdido, cuando siento como se detiene, mis ojos se abren para fijarse en los suyos.
Recorro su rostro con mi mirada para detenerme en sus labios entreabiertos, no puedo evitarlo bajo un poco mi cabeza acortando la nula distancia que nos separa y tomo sus labios suavemente, succionandolos, deleitándome con ellos para posteriormente pedir entrada con mi lengua.
Recorro su boca a placer como sediento en pleno decierto, quizás parezco ansioso pero es que este hombre nubla por completo mis sentidos.
Mi mano permanece en su pecho sintiendo el pálpito de su corazón, mientras el mio retumba en mi pecho y mi boca toma todo lo que me es ofrecido.

Su lengua pide permiso para entrar y mis labios se separan para dejarle entrar, sentir esa ansiedad hace que mi corazón lata con fuerza, mi boca se abre para dejar que se apodere de ella a su gusto, esta sensación es extraña pero embriagadora.

Muevo mi cabeza un poco hacia atrás, permitiendo que mi cada rincón de mi boca este a su completa disposición, mi mano va a su hombro sosteniéndome ante la tormenta de emociones que significa sumirme en esta sensual danza, que difiere al ritmo que conozco.

Mi corazón se acelera, mi otra mano va a su nuca manteniendo sus labios sobre los míos, esperando que el tome todo lo que desee

Un suspiro placentero muere en su boca al sentirlo tan entregado, es una sensación única, no lo dudo ni un instante y recorro su cavidad con mi lengua, desde sus dientes hasta su paladar, mi órgano juguetea con el suyo disfrutando de su sabor, bebiendo su aliento.
No puedo evitarlo, me siento intoxicado por él, mi boca succiono su lengua con mis labios mientras sigo acariciando el contorno de su mentón y mejillas.
Se que debo parar, sin embargo; me es muy dificil, quiero continuar pero si lo hago perderé la poca licidéz que me queda.
Me voy alejando lentamente hasta quedar rozando apenas sus labios, mis ojos están cerrados intentando mantener el poco control que me queda.

Un largo suspiro sale de mis labios al sentir que se aleja, abro muy lentamente mis ojos para poder verlo, su cercanía es suficiente para que pueda sentir el calor de sus labios.

Mis manos acarician suavemente la piel de su espalda, me acerco para darle un beso en la comisura de sus labios, tranquilo y pausado, esperando que mi acelerado corazón empezara a tranquilizarse.

Suspiro nuevamente y hablo sobre sus labios

─Me alegra que fueras tú─

aunque pareciera que no es la gran cosa, para mi es algo muy importante

Suspiro suavemente ante sus caricias en mi espalda, mi piel se eriza al sentir sentir el contacto de sus tibias manos en ella.
Su beso tan pacífico y tranquilo que me hace soltar un suave suspiro, intentando que mi corazón se calme, abro mis ojos para enfrentarme a su mirada.
Sus palabras calientan mi pecho de una forma maramillosa.
-Me alegro que fueras tú.-
Una sonrisa que nace desde el fondo de mi alma se plasma en mi rostro.
Mi mano acaricia tiernamente todo su rostro con la llema de los dedos para detenerse en sus labios.
-Gracias, Saga.- Murmuro contra sus labios antes de depositar un suave beso en ellos. -Gracias por tan bello presente.- Finalizo acariciándolo de nueva cuenta.
-Quisiera tener un presente tan bello para tí.- Murmuro acariciando sus cabellos y recargando mi frente en la suya.

acaricio su rostro, llevando su cabello tras sus orejas, mis manos acunan su rostro mientras su frente está contra la mía

─me has dado tanto el día de hoy, que quería darte esta parte de mi, quería que solo fuera tuya porque creo que eres el único capaz de entender lo valioso que es─

respiro mas tranquilo, aunque puedo sentir el calor de la piel desnuda de su hombro sobre mi pecho al estar tan cerca uno del otro

─Quisiera poder darte algo mejor─