Mi mejor...¿amigo?

Me encontraba solo en el templo, de esos días que no puedes hacer nada mas que descansar y pensar por nada mientras avanza todo como cual rutina diaria de un dorado

La noche pasada, acompañado por un buen trago de vino, habia decidido ausentarme del Santuario durante una temporada; solo el tiempo suficiente para pensar claramente lo que deseaba a futuro, y lo que sería de mi con ese tiempo de paz en el que mi corazón no podía estar tranquilo.

Sali temprano a dar una vuelta por el coliseo y refrescarme en la rivera sumergiendo mi cuerpo en las frias y deliciosas aguas del profundo río.

Aquella tarde regresaba a mi templo dispuesto a portar el ropaje sagrado para dirigirme al templo superior del pontifice; sin embargo, al llegar a Capricornio, tuve el deseo de detenerme un poco y usar mi cosmo para anunciarme y pedir la presencia de Shura a mi lado.

Tal vez lo mejor seria despedirme ahora y no después, cuando el tiempo apremie y las palabras sobren entre nosotros. No quiero eso.

Simplemente dejo que mi cosmos se libere y me quedo a la mitad del templo, esperando.

Distraído estaba cuando sentí a Camus, sonreí y baje a su encuentro, encendí mi cosmos y baje a su encuentro

-hola amigo, como estas? A donde te diriges?

Sonreí y me acerque a el

El sol de Grecia había secado de mi piel las particulas gráciles de la rivera, dejand mi cabello solamente un poco húmedo, al igual que mi ropa.

Sentí a Shura y me dirigí a su encuentro con calma; al verlo asentí una vez en forma de saludo, sin atreverme a sonreir.

—Buenas tardes, querido amigo, espero no interrumpirte.— A pesar de los años y la confianza que existe entre nosotros, no puedo romper mi personalidad y evitar en cierta forma la etiqueta. —Vengo de la rivera, y voy camino a mi templo. Después iré a hablar con el Patriarca. ¿Ya has comido algo?

Acudi a su encuentro y al verle le sonreí.

-amigo mío

Me acerco a abrazarlo

-pues no apenas lo haría, tu que tal, como estas? A donde vas?

Camus era mi mejor amigo, lo quería mucho era importante que lo cuidaba mucho aunque fuera un hombre y muy fuerte.

Es normal abrazar a tu mejor amigo, y demostrarle el cariño y la importancia que tiene para uno mismo; sin embargo, para mi es un poco dificil ser afectivo de esa forma; pero no rehuyo al encuentro de nuestros cuerpos, aún cuando sienta una sensación electrizante recorrer mi estómago.

—Si quieres puedo prepararte algo, y comemos juntos.— Le ofrezco correspondiendo su contacto y palmeando suavemente su espalda. —No tengo prisa en ir a hablar con el Patriarca.

Rio un poco y respondo

-ir a ver al viejo shion? Espero no sea nada grave, y por otro lado será un honor cenar contigo

Le invito a pasar, el es de los únicos hombres que pueden pasar aquí, lo quería mucho a pesar de ser un hombre de pocas palabras y muy serio sabia como estar conmigo y que me gustaba y que no, me conocía bien.

-entonces pues sabes que puedes cocinar lo que gustes, me gusta todo lo que haces.

Aún cuando quisiera abrirme completamente con Shura sabia y entendia que el momento para hacerlo no era precisamente ese, así que evité tocar el tema del Patriarca entrelazando su brazo y el mio para andar como un par de cortesanos, al interior del templo.

—Saga me enseñó a cocinar cuando era muy joven. Tú sabes que fue él quien me encontró en Francia y me trajo al Santuario. Fue él quien me enseño Griego y quien además me hizo valerme por mi mismo para estar listo para mis años en Siberia. Debo decir que ademas el alumno superó al maestro y que puedo hacer mejores cosas que él.. ¿Qué te gustaria comer Shura?

Su conversacion y forma de actuar me extrañaron pero... no preguntare nada aun me dejo guiar y solo respondo.

-Pues lo que sea esta bien, si lo pones igual que tu fascinacion por Saga estara bien.. creo.

Sonrio y solo hace que las dudas vengan a mi.

-Camus...casi anochece seguro que el patriarca te recibira aun? es tarde entonces deduzco que es un tema delicado no? porque no me has contado nada? sabes que te puedo ayudar no quiero dejarte solo.

Le veo preocupado.

Sonreí discretamente con sus palabras, y palmeé su brazo suavemente mientras continuabamos adentrandonos en el templo.

-- No te preocupes. Puedo ir mañana temprano, ahora sólo quiero pasar tiempo contigo. Eres mi mejor amigo y confio en ti demasiado, pero ya sabes que yo suelo decir lo que pienso en el momento oportunod.-- Me quedé pensando un momento´. --¿Qué deberiamos beber? Qué te gustaria? Este es tu templo.

Le escucho y se que es asi, cenaremos y mientras lo hacemos hablara.

-Pues tengo cafe, leche, o si queremos algo mas denso tengo hasta vinos amigo, se de tus gustos pero como es una cena rapida puedo tomar lo que sea, tu de que tienes ganas?

Me recargo en la mesita que hay para verle sonriente

-quiero que estes muy a gusto sabes, cuando me visitas es fiesta para mi, me gusta estar contigo tambien

Una sensación placentera llenó mi pecho con sus palabras, haciendome inflamarlo con orgullo y dicha.

Yo también amaba pasar tiempo con él, aunque admitia que su caracter a veces me sacaba un poco de quicio, eso no evitaba que le quisiera o me gustara estar cerca

Apenas llegamos lo solté.

—Yo amo el café, no puedo vivir sin mis cuatro dosis diarias.— Respondí nuevamente con ese gesto suave en mis labios. —Pero enserio, lo que tú prefieras está bien.

Dejé que Shura decidiera que era mejor para beber y comencé a preparar las cosas para nuestra cena; algo no muy elavorado como una ensalada con queso fresco usando las cosas que él tenía en la reserva.

—¿Y tú, cómo estás? ¿Has estado bien? No te había visto estos días.

-café será entonces.

Me dirijo a ponerlo mientras me coloco cerca suyo para hablarle.

-pues todo bien Camus, solo he estado algo aburrido y harto, me di cuenta de lo monótona que es mi vida, que no hay nada seguro mas que mi muerte pero pues eso no me preocupa, se que es mi deber morir así, solo, ya sea en batalla o con algún compañero.

Rio un poco

-quieres oír algo de música o solo con mi bella voz te basta?

Sonrío a su persona, me gustaba mucho que me visitara, me encantaba el tiempo que pasaba con el, era como...si no hubiera mañana, solo el tiempo que vivía con el, no lo entendía...

Asentí a la respuesta del café y comencé a cortar la verdura de forma diestra, como si el propio Shura estuviese empleando su tecnica, sin dejar de prestar atención a sus palabras.

Detuve mis movimientos un momento, y le miré con atención. No me extrañaba que él pensara eso, después de todo, yo estaba casi seguro que era una forma de pensar que muchos de nuestros compañeros compartían. Yo mismo tenia esa fiel creencia.

-- Si gustas podemos buscar un pasatiempo juntos, o separados.-- Volvi a sonreir con suavidad y retomé lo que hacia con las verduras, sirviéndolas en un recipiente amplio. -- Yo he tomado el hábito de correr todas las mañanas para despejar mi mente, y en las noches suelo leer algo distinto cada día y terminar ese mismo libro una o dos semanas después.

El comentario de su voz me hizo reír, tal vez no de una forma tan abierta como la suya, pero si de un modo que agradecia su hospitalidad.

--Dudo que exista algo mas placentero que tu voz-- continué la broma. --Pero si pones un poco de música quizá te enseñe algunos pasos...Eso si, te advierto que sólo me gusta la música clásica.

Verle sonreir hacia que todo el templo se llenara de luz, era algo raro pero no me desagradaba

-Esta bien, parece un desafio...

Voy a poner la musica que como dijo Camus es clasica, aunque la musica clasica se baila de forma elegante pero unido con tu pareja, yo no tengo problemas pero camus espero que tampoco.

-Me concedes esta pieza?

Sonrio y le extiendo mi mano.

Tomé las porciones de queso y las exparcí por el recipiente, moviendo las verduras recien cortadas y mezclándolas.

En otra situación habría hecho una vinagreta, pero me parecia que como estaba la ensalada era mejor. Era fresca, y la combinación con el queso exquisita.

--En otra ocasión me gustaria prepararte una de fresas.-- Comenté al aire y busqué algunos otros ingredientes con que aderezarla, en el momento que escuché la música y noté la invitación de mi querido amigo a acompañarlo.

Volví a sonreír, un poco más que las veces anteriores.

--¿Y quien llevará a quien?-- Pregunté arqueando la ceja. Me rendí y decidí que fuese Shura quien lo hiciera. Por curiosidad o porque era mas alto y mayor que yo... Simplemente tomé una de sus manos y coloqué la otra sobre su hombro.

-Tu solo dejate llevar.

Sonrei y mi una de mis manos se apodero de su cintura y la otra se unio a su mano.

-Debo advertir que no bailo bien.

Rei un tanto y comenzamos a movernos despacito, asi como la musica lo indicaba, mientras le veia sonriente.

-Te ves contento, ademas dejame decirte que acepto tu oferta de mi proxima ensalda de fresas eh, espero que se cumpla

nos movemos por toda la cocina, sonrio y la verdad hacer esto con Camus es muy interesante, me agrada bastante y me emociona mucho mas, en una de esas me tropiezo un tanto y casi me voy frente a él, quedamos muy pegados uno frente al otro.

-Lo siento tengo dos pies izquierdos.

No le tome importancia y seguimos bailando.

Dejarme llevar es realmente dificil, sobre todo considerando que soy una persona que piensa demasiado, incluso una persona que piensa antes de sentir; sin embargo, con Shura esa regla se rompe, esa cualquier otra...

Sentir la textura de su piel con mis dedos y los torpes pero seguros pasos que da mientas se mueve me hacen sentir fascionado y enserio perderme completamente en la melodia. Mis ojos admiran su expresión y no pierden detalle a sus palabras, asintiendo una vez.

Noto perfectamente que no sabe moverse a este ritmo y debo añadir que comprendo por qué. No es su tipo, sin embargo yo lo acepto con sus gustos y disgustos.

--Claro que estoy contento porque estoy contigo...

Las palabras salen solas de mis labios y sé que eso es sólo porque me dejé llevar. Ni siquiera tengo tiempo de reparar mi error cuando ya estamos muy cerca.... Me siento perdida y atolodrando, tanto que aunque él sigue como si nada, esta vez soy yo quien no puede reponerse completamente.

Intento pensar en algo que corte mi tensión.

--Muchos dicen que el baile es como el sexo, sabes? Si eres bueno con los pies lo eres aún´mas´en la cama... Pero eso es algo que nunca he comprobado.

Me siento abochornado... No tengo experiencia en las artes amatorias y ni que decir de haber pasado una noche con alguien.

Sus palabras me sorprendieron y extrañaron bastante, podia sentir que estaba algo... nervioso pero no entendia porque... lo que si entendia era me habia puesto muy alterado... no sabia que hacer, opte por calmarme y escucharle

-tambien me encanta estar contigo Camus, mucho.

Le sonrei y continuamos, habia formadoze ya una aura rara, que no me molestaba mas bien me inquietaba.

-Bueno eso dicen, pero yo no lo se, pero acabas de decirme tonto entonces - rio un poco- no hagas caso de eso, yo no lo creo sabes, el sexo es algo riquisimo que no creo que unos pasos de baile denominen quien es bueno y quien no, si asi fuera entonces yo creeria que tu amigo eres experto en eso.


Se veia asustado y no se la razon, se me ocurre lo que siempre hacemos cuando estoy tenso, me acerco a su mejilla para darle un beso.

-No pasa nada Camus solo soy yo... nada mas, no soy la gran cosa.

Aunque sabia que bromeaba, yo no evité mover mi cabeza en forma negativa y huir al hecho de insultarlo, pero definitivamente su forma de decir que yo era un experto me obligó a suspirar suavemente y a morder mi labio, mientras pensaba en lo lejano que estaba aquél comentario de la realidad.

Su cercania me hizo detenerme y ladear el rostro tempestivamente con nerviosisimo. Mis manos aunque siempre son frías sudaban.

-- Tal vez deberiamos continuar la cena... - Dije para tajar un poco la tensión, sin las ganas de soltarle pero sabiendo de sobra que debía hacerlo. Su piel y la mia tenian una combinación aldente y su olor aunque no estaba cerca de mi nariz, llenaba por completo mis sentidos.

-Vamos pues.

Nos sentamos en la mesa y como es costumbre me sente cerca suyo, solo queria estar con él, somos cercanos pero cuando estamos juntos me siento mucho mejor.

Empezamos a comer y estaba deliciosa

-Camus es exquisito, puedo decirte que casi puedo saborear el amor que le pusiste a esto, me gusta bastante

cenaba con gusto, la noche, los grillos, el viento, todo combinado daba un ambiente...como decirlo, romantico.. Sirvo dos tazas de cafe.

-Aqui esta el azucar, la crema y lo que gustes, tambien esta la leche, sabes...esta es de las mejores cenas que he tenido hasta ahora, podria decir que solo nos faltan las velas para que sea romantico no crees?

comienzo a reir un tanto divertido, pero estaba nervioso, no se porque o desde a que hora pero Camus me hacia ponerme nervioso, y tenia miedo porque jamas me habia pasado esto, es reciente y entonces opte por preguntar otra cosa para sacar eso de mi mente...

-Por que cuando recien llegaste mencionaste a Saga? que te habia ayudado, enseñado y hecho no se que tantas cosas por ti?... y  yo??

No es que estuviera celoso...jamas.. yo no... deje de recriminarme a mi mismo para verle, comia con serenidad y no le habia gritado ni nada pero creo que parecia mas novio celoso que otra cosa.

Ademas que el aroma que despadia su piel estaba volviendome loco, me reprendia a mi mismo, Camus es mi amigo MI AMIGO, tenia que dejar esos pensamientos fuera, el me conoce ademas jamas me habia pasado por la mente..yo...no... jamas...camus...camus...o si?? dioses dioses dioses

"shura eres estupido"

Suspiré aliviado y resentido porque el contacto había terminado. Me sentía mas tranquilo lejos porque ya no tenía que lidiar con mis sentimientos y con mi nerviosismo, pero al mismo tiempo, mis manos cosquilleaban por repetir el contacto.

Me senté frente a la mesa, y servi las porciones de ensalada tras realizar algunos otros ajustes sobre ella. Intenté no dejarme llevar demasiado con Shura muy cerca y con el juego de palabras que estaba empleando.

Medio sonreí y evité que el tenedor resbalara de mi mano con la idea del romanticismo.

No dije nada, pero realmente deseaba poder tener un encuentro así, aunque sabia eso distaba demasiado de algo posible, porque somos amigos, y cruzar la línea de la amistad es peligroso..

¡Pero qué estoy pensado!

No, definitivamente no. Debo despedirme y marcharme a Siberia antes de claudicar.

--Me alegra que te gustara la cena... La hice con afecto porque somos amigos.-- Dije en voz alta, mas como una nota personal que otra cosa. --Me gusta el café solo, Shura. Sin azucar, sin nada más.

Avancé un poco mi ensalada y tomé un sorbo del café que Shura me habia ofrecido. Quise preguntarle de donde era el grano, y contarle una historia que me sabia por mi mero interés en el café; pero la mención de Saga me sacó un poco de concentración.

--Saga fue mi maestro Shura... Él fue quien me trajo al Santuario y me enseñó a valerme por mi mismo...-- Bajé la vista y sonreí con añoranza y un viejo sentimiento de afecto que parecia amor adolescente, aunque no lo era. --Le debo demasiado... Y estoy muy agradecido con él. Contigo por supuesto es muy diferente porque somos amigos y hemos compartido cosas distintas.-- Volvi a beber de mi café y le miré por encima de la taza.

Realmente estaba muy agradecido con Saga, pero tambien con Shura por abrirme las puertas de su templo y brindarñe su amistad.

Realmente no necesitaba explicaciones de su vida personal, pero creo que le obligué a hacerlo..."eres un estúpido Shura"

-tranquilo Camus sólo quería saber algo y ya, no tienes porque darme explicaciones sólo somos amigos

Le observe y sonreí, tomé del café y continúe cebando, estaba encantador todo y se formó un aire silencioso entre los dos, algo pasa pero no se que es, no le doy importancia.

-creo que bailar fue entretenido, me gusto mucho, ¿tu que piensas? pero bueno dejemos esocreo que te estoy molestando verdad?

Por alguna razón me sentí triste con eso, pero no entiendo nada de mi, nada.

-Camus...al final, puedo darte un abrazo? Es que necesito uno y los tuyos son los que amo...

¿por qué Shura pensaba que era entrometido? Realmente no importaba porque él era mi amigo y yo lo apreciaba demasiado. Tal vez porque realmente no suelo abrirme ante nadie es que para él es dificil aceptar que por un día pueda soltarme. No le dije nada pero me puse a terminar mi ensalada mientras sentia una ligera incomodidad que se habia instalado entre nosotros de la nada.

--¿Un abrazo?- Alcé la vista del plato. Me sentia un poco sorprendido, pero al mismo tiempo entendía su necesidad por el contacto.

Movi la cabeza en forma afirmativa y me levanté para ir con él y darle el abrazo... Tal vez era hora de decirle que me marcharia; pero no queria arruinar el momento.

Le abrazo fuertemente, percibiendo su aroma y la fuerza que ponia en el, sabia que en camus podia confiar a morir por que el lazo que tenemos es inmenso.

-Gracias por estar aqui conmigo pero mas por aguantarme tantas cosas.

Con nadie mas podia tener este tipo de contacto, nadie sabia esta parte de mi, solo el lo ha echo y yo tambien gestos suyos conozco nada mas.