La cabaña de Tholl - Shamanistic - The last open door

Había decidido dejar el palacio ahora que todo estaba tranquilo, los niñatos de bronce ya no andaban por Asgard
fastidiando y queriendo buscar pelea, así que tomé mis cosas, saqué el antiguo letrero que había robado de
un pequeño pueblo llamado Silent Hill y me instalé en mi cabaña.





El tótem es un regalo de mis antepasados shamanes, la abuela Nao.

***

Esta es la cocina, no soy muy bueno en ello, así que abundan las sopas instantaneas, chetos bolita, los
cereales y las galletas.





Muchas veces decido ponerme a dieta para ver si Siegfried comienza a notar que existo, pero
siempre fracaso.

***

La estancia, uno de mis lugares favoritos porque puedo ver películas de terror, además están los
videojuegos, un tridente que pedí prestado a Poseidón y el cuál jamás regresé, ahora sirve para
cambiar el canal del televisor ya que no tengo ni idea de dónde está el control remoto, tengo una
bandana de Naruto y una excelente vista al palacio para cuando estoy en modo voyeur XD





***

Y finalmente, ta ta ta taaaan, mi habitación, mi mueble favorito es el sillón pera, tengo un montón de
pornografía de Siegfried, me ha costado siglos conseguirla así que, ahora estoy hasta la ñonga de deudas XD

El golpeteo de la puerta me distrajo. "Seguramente son las nuevas revistas y videos que pedí por internet" -
pensé, el chico que solía entregarlas era un adolescente que me recordaba a los niñatos de bronce, así que no le
di importancia a mi aspecto y salí con las fachas que me gustaba vestir cuando estaba en casa, con pantuflas y
un gorro casi navideño.

Pero cuando abrí la puerta me quedé helado.

- Siegfried... - musité apenas y por inercia me quité el gorro, el cual aventé al sillón más próximo. Se le veía serio,
su piel suave y pálida e inexpresiva - pasa... - dije finalmente después de unos cuantos minutos, cuando me
percaté del inmenso frío que hacía afuera.

Di un vistazo al interior de la cabaña, había algunas cosas comprometedoras, pero esperaba que el rubio no lo
notara.

Intenté localizar con la mirada todo aquello que pudiera ser comprometedor, aunque bueno, casi todo el
lugar estaba plagado de pertenencias ajenas. Siegfried observaba con curiosidad.

- Tan temprano y ya con pijama? - dijo mientras tomaba el gorro que segundos antes traía puesto, apenas
iba a responderle cuando su expresión me interrumpió - ¡No puede ser! Tholl cómo pudiste!! este cenicero
se parecen a los del palacio.

"Es que son los del palacio" - pensé antes de sonreír.

- Ya te había dicho que no tomaras nada... - siguió diciendo lo decepcionado que estaba, parecía un padre
regañando a uno de sus hijos, Siegfried siempre tenía esa actitud paternal hacia todos, o quizá tan solo
se trataba de la costumbre de tener todo bajo control.
- Hilda no lo necesitaba... - musité sin saber si me había escuchado, en eso el sonido de la puerta hizo que
ambos voltearamos de inmediato.
- ¿Esperabas a alguien? - miré con terror cómo se iba acercando a la puerta, seguramente ahora sí se
trataba del niñato de los videos.

Sin pensarlo demasiado corrí hacia donde estaba Siegfried para quitarle el paquete, aunque de haber sido
por mi, habría sido otro paquete el que le habría agarrado (XD). Él pareció no darle importancia.

- Bueno y en que estábamos, Así espero y ahora si sea la última vez que tomes algo ajeno, aunque te guste..

Sonreí antes de dejar el paquete en el sofá.

- Si pudiera tomar lo que me gustara - musité en su oído peligrosamente - no serían los cubiertos de Hilda.

Me causó algo de gracia su expresión, sabía que le fastidiaba que no me refiriera a Hilda como "señorita Hilda"
como él hacía.

- Ya vuelvo rubio, iré a cambiarme - dije separándome de él y dirigiéndome a mi habitación.

- Malo que trajeras puesta tu otra pijama rosita con conejitos - alcancé a escuchar.
- Ya sabes que tus pijamas rosas no me quedan - respondí en voz alta mientras me ponía una camiseta - la ñonga
no me cabría ni de chiste - musité aunque lo dije más para mi mismo y después me reía por mi propia estupidez.

Salí un poco más decente, incluso había acomodado mi cabello.

- ¿Qué crees que haces? - dije en cuanto vi que Siegfried hojeaba una de mis revistas, él portaba su típica sonrisa de
galán que tanto lo caracterizaba - Vaya, pensé que al niño bueno de Asgard no le entretenían estas cosas - dije para
llamar su atención - ahora dime, ¿qué crees que haces?

- Malo que trajeras puesta tu otra pijama rosita con conejitos - alcancé a escuchar

jaja si como no , maldito (pense)

-Vaya, pensé que al niño bueno de Asgard no le entretenían estas cosas - dije para
llamar su atención - ahora dime, ¿qué crees que haces?

Que!! estas loco ?, a mi no me gusta este tipo de material, y ademas yo solo tengo ojos para .. ah porque tengo que darte explicaciones,
(y en eso escuche que golpeaban la puerta)

-Abran la puerta, es la policia armada de Asgard-

(al escuchar eso , me puse demasiado nervioso, y lance las revistas lejos de mi,) Tholl!!! que demonios hiciste ? ahora que te robaste? (le dije algo asustado)ya que el solo hecho de tener un problema con la justicia mancharia mi nombre y yo no tenía nada que ver con lo que hizo tholl pero el estar con él me hacia su complice

Escuché el golpeteo de la puerta para después ver una de mis revistas de colección volando por los aires
mientras escuchaba al rubio preguntarme qué había hecho esta vez.

- Ahora qué te robaste? - preguntó.
- Nada... nada que no hubiese robado antes - luego mi mente vagó un par de segundos - Oh no... - musité y
el rubio me miró un instante - Shh... - le hice una señal de que guardara silencio mientras escondía algo
entre mi ropa, para después esconderme por las cortinas.