Sus acciones estan creando una energía deseosa de salir, jadeo un poco al sentir su mano y nuevamente frustración al sentir que se aleja, veo como se despoja de aquella ropa dejando que su hermosa piel quede al descubierto, lamo mis colmillos con placer, y no hay que sopesar las alternativas, aunque no me gustaría que se quedara con hambre, pero eso podemos arreglarlo.
Así que veo a los dos que aún están aquí, estoy satisfecho y como parece que comeremos más seguido, no necesito tanta sangre en una sola comida, me lanzo contra el primero, mi uña filosa abre su yugular, morirá en pocos minutos, lo lanzo a los pies de mi amado. Al otro le salto encima y muerdo su cuello con fuerza, quitando una gran parte de su sangre, dejando al descubierto sus músculos, tendones y arterias, lo arrastro conmigo, escupo el pedazo de carne que aun llevo en la boca, y suelto aquel peso muerto junto al otro.
Rodeo a mi amado, una de mis manos acaricia con descaro sus hombros y me coloco a su espalda encantado viendo sus alas, pego mi pelvis a sus glúteos y me restriego un poco
--Creo que no podría dejarlo para mañana, que tal si te comes a estos dos y regresamos a portarnos mal a las montañas, los otros pueden morirse solos, después de todo siempre habrá almas corruptas que caritativamente quieran alimentarnos--
mi mano acaricia una de sus caderas, para después bajar y acariciar con sensualidad su miembro sobre la ropa mientras muerdo suavemente su hombro sin traspasar su piel