Be My Lover Songfic

Conteo…uno, dos , tres, cuatro… gente extasiada por la música, por las luces color neón y eufóricas por el alcohol…


Imposible no contagiarse de esa droga, de ese movimiento, de candeo y de sus bailarines que se movían al son de las tonadas y compases.

Movimientos cadenciosos, caderas y plexo siendo recorrido  hasta el más recóndito filamento nervioso guiado para que haga acrobacias que hechizan.
Pupilas dilatadas, sudor mojando las ropas pegándolas al cuerpo de una manera sensual...prohibida.

Estaba listo para seguir, siempre llamo la atención a donde quiera que voy, siempre orgulloso y selectivo en mis conquistas. Desde hace varias noches de antro en  Super Paradise en la Isla de Mykonos no dejé de frecuentarlo por uno de sus bailarines Griegos; cómo lo sé…pues sencillo yo también soy griego y sé  diferenciar a los extranjeros, pero esa es otra historia. Ahora solo deseaba llamar la atención de mi bailarín estrella de ojos felinos.

Ése chico me tenía bailando en la pista para él y sólo para él, desde que lo vi me encendió, sentía mi sangre hervir con una simple mirada, mi cuerpo le llamaba, era como sentir el séptimo cielo y nada más bailando; los bailarines estrellas solo bajaban cuando encontraban a uno de los clientes interesantes y hoy no dejaría que mi felino de talante prepotente se escapara, siempre obtenía lo que quería y el hermoso hombre de cuerpo sexy no se me escaparía. 


Y sucedió, la estrella fiera de la noche por fin se dignaba a bajar y bailar con uno de los del público.

Química instantánea  al mirarnos mas de cerca, sonrisas coquetas llenas de presuntuosidad luego…

-Maldito hijo de puta…

 Pronunciaron mis labios al ver cómo pasó a mi lado ignorándome para bailar con una mujer pelirroja asiática, la mujer se le ofrecía pegando su trasero en sus partes nobles; no lo negaría tenía buen cuerpo pero no era digna de él. Aún así no quitaba mi sonrisa provocativa  y yo me puse a bailar con una rubia de ojos azules que desde hace rato me tiraba el calzón.

A él no pareció importarle al contrario podría decir que tanto como él como yo nos excitamos.

-Desgraciado pervertido…

Sentí como una parte íntima de mi cuerpo se alzaba al ver ese gesto lascivo del bailarín, el muy infeliz sonrió sacando su lengua y relamiéndose lentamente sus carnosos labios sin quitar la vista de la mía para luego fijarse en mi anatomía, sabe que eso no lo causó la mujer.

-Maldito maricón tenías que ser jodidamente sexy

La mujer rubia me habló preguntando que si dije algo pero negué, esas palabras solo eran para una sola persona, la mujer pareció no creerme al parecer estaba atenta mi persona.

-Vamos a bailar o vamos a platicar – dije con fastidio chascando la lengua

Ella mejor cerró su boquita y seguimos en nuestro bailoteo caliente.

Apenas un minuto pasó de que aparto la vista de mi Feline Dancer y aquella acosadora pelirroja ya pasaba sus manos sobre su pecho. ¡Y qué cuerpo!!

Me quedé ahí parado viendo su perfecto abdomen con oblicuos bien definidos, esa piel dorada, esa sonrisa entre divertida y cómplice, de ahí esas manos femeninas fueron a sus nalgas.

-Maldita zorra

Mascullé y no pude evitar los celos pues a él le parecía de lo más normal. No evité dejar a la rubia bailando sola y jalar del brazo al Dacer.

-Ahora bailarás conmigo.

No le pedía su permiso era un orden que le daba. 

Su respuesta fue una simple y jovial carcajada.

-¿Celoso?

Me dijo, para mirarme de arriba a abajo, pegar su entrepierna a la mía para frotarse con la tonalidad y hacer crecer mi erección, pero un gruñido de enojo fue lo que recibió.

-Mhhmm …Estamos algo gruñones.
Malditos ojos nigromantes que me hacen sucumbir.

-Es hora de que bailes con alguien si te puede dar todo y no miserias, o es que temes de probar algo nuevo- mis manos fueron a sus perfectas nalgas griegas para apretarlas  con toda mi fuerza cosa que ese felino ni se inmuta, tan solo me sigue atrayendo con su cuerpo, con su manera de ser.
 
-JAJAJAJ…Ya te estabas tardando.

Maricón hijo de perra, si yo me consideraba un mal nacido este me ganaba por mucho, su descaro, su cuerpo , su boca , su manera de incitar eran divinas, era casi como yo o corregido y aumentado.

-En este momento eres todo lo que quiero mi Feline Dancer.

Otra vez esa carcajada, me jaló al centro de la pista de baile dirigiendo el espectáculo. 



Fue verdaderamente esquisto la forma en que nos pegamos al danzar, pegue mi frente a la suya, mis manos vagaron en su anatomía sin recato, fui lascivo e invitándolo a que me siguiera. Una sonrisa de satisfacción al ver que hace lo mismo pero de una forma más lenta, más sensual.

El sudor que transpirábamos juntos con su aroma con el mío hicieron una mezcla perfecta fusión, una especie de poppers que actuaba en Sistema Nervioso Central. Se aflojaron mucho mis músculos para  poder dar  las piruetas  que quería.

La elasticidad de ese rubio de ojos esmeraldas era increíble para el cuerpo fornido que posee, hubo un momento donde llego hasta abajo y ahí quedo girando sus caderas y esa cinturita desde mi altura se vio muy estrecha. 

Subió lento, paró a la altura de mi entrepierna el cual se distingue el bulto.

-Ahg ¡ carajo!!- gemí

El desgraciado abrió su boca para poner la punta de mi pene en sus labios con todo y tela, no vi su rostro pues mi cabeza de hecho para atrás por ese minúsculo tacto.

Para cuando regreso mi cabeza al frente ese gesto triunfante me desquició.

Su cara fue a mi cuello, esa lamida a mi cuello puso a mis piernas a temblar y peor fue cuando mordió dejando un chupetón.

-Me encanta el sabor que desprendes, la excitación es el elixir mas codiciado.

Esa voz varonil cargada de lujuria, si no estuviéramos en un lugar público lo cogería sin importar pero este juego de seducción me era un placer sin igual, que nadie, que ningún hombre o mujer me ha dado la satisfacción de experimentar, al menos no esta magnitud. 

Atraje su nuca para arrancar sus labios, no sería delicado, el me inspira ser como mi naturaleza masculina, agresivo, fiero sin delicadezas.

Nos encerramos en el beso, las lenguas luchaban por saber quién tenía el poder, su gemido me desbocó de un deseo inimaginable sin pensarlo estábamos teniendo un deleitoso faje.

-Serás mío esta noche – aseguré 



-Sé mi amante- dije delirando, preso de él.

-Tuyo por esta noche – me dijo entre apabullantes besos 

-Todas – demandé 


Nos pegamos tanto para bailar que nuestra epidermis se encontraba susceptible a cualquier roce, le hago ponerse de espaldas para que su perfecto trasero tocara mi erección, que sintiera lo que me provocaba.

-Ahhg … me fascinas… lo puedes sentir?

-Puedes tener todo lo que quieras, voy hacerte todo lo que quieras.

Su voz ronca y su respuesta era lo que esperaba.
Pongo mis manos en sus caderas para bajar lentamente hasta las híngles…

-Ahh..

Mordí su oreja con pasión, una sonrisa orgullosa aparece por ese gemido  que soltó mi Feline Dancer.

Mi mano derecha se quedó entre la hingle y la careta interna del muslo para masajear de forma circular, la izquierda ya estaba en su sexo haciendo lo mismo teniendo la satisfacción como cobra rigidez.

Su brazo izquierdo fue a mi cabeza para jalar mis añiles cabellos por la fogosidad que había creado para él.

Me cedió mas espacio en su cuello para hacerle lo que me plazca, simulé penetraciones impulsándome hacia adelante y hacia atrás para tuvieras un explosivo orgasmo y solo ¡bailando!; pero toda vía era pronto.


Un Nuevo jadeo…

Su agarre mas afianzado a mi cabello para no perder equilibrio…

Sus nalgas  mas invitantes a que siguiera las simulaciones…

Labios de fuego queriendo calcinar los míos…

Luego un pedido…

-Dame más, no dejes de bailar, en este momento es todo lo que quiero.

Su pedido me hizo perderme en el cielo junto con él, no quería que la canción terminara porque significa dejarle ir.

Sé que ese hombre no es mío, que sólo será mío al danzar, que me puede engañar con cualquier otro pero ya he marcado su cuerpo de mi propiedad así como él el mío.

-Sé mi amante 

Repito, quería oír la afirmación, será que él…

Apreté los ojos para alejar el pensamiento que su cuerpo era de otro porque ardería Troya, mejor me enfoco en el hoy, en el ahora.

Mis manos ya no quisieron solo acariciar por sobre la tela, ahora exigían por algo mas prohibido.

La oscuridad del lugar eran perfectas, me valió si había gente, lo giré para que quedáramos de frente otra vez y besarlo con vehemencia.

Mi  chico de ojos felinos pensó lo mismo que yo pues siento como sus manos se meten debajo de mis ropas tomando mi mástil. Lo sacó de su jaula para dejarlo expuesto a esmeraldina mirada, y de nuevo ese obsceno…

Me encanta todo de él, lo bueno, lo malo, lo libertino pero quería domar a ese león para que obedeciera a un solo amo… a mí. 

-Hazme tuyo.

Pidió con esa voz jadeante de placer, el que lo pidiera de esa forma, en ese lugar, con los instintos a flor de piel me prendió.

-Te quiero sólo para mí.


Ahí con toda la adrenalina, con la sangre hirviendo, con la calentura al máximo, el deseo y placer latentes lo tomé.

Cumpliría mi deseo, su deseo…

Gimió con su voz viril 

Su espalda se curvo de placer

Yo por el otro lado mis piernas me temblaron por la ricura de estar en su interior.

Crecí con mayor poder, por el estrujamiento que ejerce contra mi.

Una palabra Delirante 

Nadie se daba cuenta, parecía que bailábamos cuando en realidad fornicábamos como estando en celo.

¿En Dónde habías estado toda mi vida?   

Sus uñas se enterraban, su boca no paraba de besar, sus caderas no dejaban de sonar al son…

Todas sus acciones pedían por más…

Su corazón desbocado demandaba más…

Su recóndito clamaba por más profundidad…

Yo era su sumiso esclavo que probó de lo que su cuerpo me puede dar, que todas las noches serian pecado, que a sus palabras serían órdenes, que seriamos amantes clandestinos aunque no dijera con palabras que aceptaba. Estaba jodido y perdido por él y lo peor de todo es que me encanta. 


-Ahh..ahh ..ya casi

Gemí, ya todo estaba llegando a su fin… por esta noche.
Y el espasmo llegó, un espectacular orgasmo estalló dentro de él y fuera de mi…

Justo a tiempo.

Respiramos agotados, cansados, los pulmones pidieron oxígeno.

Nuevos besos pero esta vez mas pausados, él seguía agarrado a mi, yo seguí sosteniendo su cuerpo.

-No me has dicho tu nombre – mencionó mi felino.

-Kanon, Kanon Tavalas, ¿y tú mi amor?- me dio dulzura, después de todo la agresividad le hablaba con apego, acariciando sus mejillas sonrosadas.

-Aioria… Aioria Deliginnis

Me pareció que se apenó un poco.

-Sabes que seguimos pegados ¿no?

Ahora fue mi turno de sonrojarme , raro con este chico experimento de todo.

-Acaso quieres mas?

Esa maldita y desquiciante mirada embaucadora.
Lamió mis labios mordiéndolos este chico no se agotaba con nada!!!

[size=40]-Mejor dejemos un poco para mas adelante.[/size]


[size=40]Muy extraño, le seguí hablando con ternura.[/size]


[size=40]-Entonces… porque mejor no me invitas ahora a cenar.[/size]


[size=40]Se bajó, acomodó sus prendas y yo las mías.[/size]


[size=40]Salimos del club con una sonrisa, la mía de felicidad y la suya pícara, al parecer esta noche mi amante tendría muchas sorpresas para mi. [/size]


Fin.