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~Aventuras en el Inframundo~

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1~Aventuras en el Inframundo~ Empty ~Aventuras en el Inframundo~ Vie Jul 17, 2009 4:07 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

Era un día cualquiera para una chica común. Levantarse temprano, desayunar, ir al colegio, volver a casa… estaba aburrida de siempre la misma rutina.
Se llamaba Amatista, era una chica de 16 años, tenía el cabello rojizo y largo, los ojos color miel y era muy bonita.
_¡Amy! ¡Acordate que hoy tenés ballet!- le dijo su madre desde la cocina.
_Si, ma- contestó la chica mientras subía con desgano las escaleras.
Se arrojó en su cama, no daba más, ya se había cansado de ir a la escuela para sacarse notas pésimas.
_Vieja de mierda, me tenía que poner un 1 una vez que me olvido de llevar las cosas ¬¬
De repente le sonó el celular. Era un mensaje de su amiga Mely: “Che Amy, hoy vamos a la casa de Dany, ¿Te prendés?”
Pero hoy tenía todo su día ocupado. Le hubiera gustado salir, pero su madre no la hubiera dejado faltar a sus deberes.
“Sorry Mely, pero hoy es un bajón, no puedo, decile a Dany que me perdone”- le escribió desde su celular.
Tiró el celular a un lado y se volvió a acostar. Se durmió unos minutos hasta que escuchó la estridente voz de su madre que la llamaba.
_¡Amy! Dale nena, se te hace tarde.
Eran cinco menos cuarto y se tenía que ir a las cinco. Se cambió desesperadamente y salió corriendo de su casa. Corrió tanto que llegó a las cinco y un minuto. Luego de todo una clase de ballet (algunas me entenderán) y de comprar las cosas que debía para el colegio, y alguna que otra cosa para ella, pudo regresar a su casa a “descansar”.
Tenía que estudiar para el otro día, entonces se la pasó con los apuntes hasta la cena. Bajó a comer con su familia, su madre, su padre y su pequeño hermano, y cuando terminó estaba tan cansada que se despidió de ellos amablemente y se fue a dormir.
_Hasta mañana mamá, papá, niichan^^
_¡Hasta mañana Amy!
Se durmió pensando en que le gustaría tener una vida más emocionante, como en un animé, como en su serie favorita, Saint Seiya. “¿Qué sería si fuera real?” pensó mientras sus ojos se fueron cerrando hasta quedar profundamente dormida.
A la madrugada, unos ruidos en la casa la despertaron. “Oh no, ¿Será un ladrón? ¡Nos quieren afanar!”. Le dio tanto miedo que comenzó a temblar, ni loca iba a bajar como en las películas de terror, a ver si estaba el espíritu y esas cosas. Se tapó la mitad de la cara, sin cerrar los ojos. De pronto, oyó pasos que venían desde la escalera. Se sentía como ruido a… ¿Metal? “¿Podría ser?... nah, en que pavadas estoy pensando”.
De repente vio una sombra que se dibujaba en la puerta de su cuarto. Esto le dio mucho miedo, pero aún así dijo: ¿Quién sos?- con la voz temblorosa. Parece que el hombre no podía entrar, solo escuchaba ruido a metal que chocaba contra la puerta.
_Mierda, en este lugar hacen las puertas tan angostas- le escuchó decir.
Hasta que por fin el hombre pudo pasar. Se acercó hasta ella que lo miraba con los ojos muy abiertos. Los rayos de luna iluminaron su rostro, que se le hizo muy familiar a la chica.
_Amatista- dijo con una voz que sonaba como del más allá.
_¿Quién sos? ¿Cómo sabés mi nombre? ¿Qué venís a hacer acá?- preguntó aterrada la chica.
_Já- acomodando su largo cabello negro- no tantas preguntas, tú deberías conocerme más que nadie. Soy Hades, el dios del inframundo y vengo a llevarte conmigo.
_¿Hades-Sama?- observando la figura imponente del dios, mientras se levantaba- ¿Por qué querés llevarme?
_Mira niña, un poco más de respeto. Levántate y arrodíllate ante mí.
_¡Ni en pedo!
_¿Qué dijiste? Bueno, voy a hacer como que no oí nada- acariciando su rostro- eres la mujer más hermosa que he visto- con una voz muy seductora.
La chica tragó saliva, ese hombre de verdad inspiraba miedo, pero era sumamente hermoso, sus ojos tenían la profundidad de un océano y su piel era tan suave y blanca que parecía un ángel.
El dios acercó sus labios al oído de Amy y le dijo:
_Si vienes conmigo puedo darte el cielo, las estrellas y todo lo que tú desees- en un susurro.
Ella se había quedado anonadada ante esas palabras, fue como un flechazo a su corazón. Él sonrió al ver la forma en que esos cálidos ojos lo miraban. La tomó de la cintura y la cargó entre sus brazos.
_Sostente fuerte de mí, si no quieres despedirte de este mundo.
La ventana de su habitación se abrió sola y ambos se echaron a volar por los cielos.
_¡Ahhhh!- escondiendo su cara en el pecho de Hades para no mirar hacia abajo.
_Silencio, no pasa nada.
_¿Podés volar?
_Es obvio que sí. Soy Hades, puedo hacer lo que yo quiera.
Amy estaba un poco molesta por las contestaciones de ese tipo. Cómo podía ser tan dulce un momento y ser insoportable al otro. Después de varios minutos de estar volando –eso ya era fantástico- con Hades, la chica rompió el silencio.
_¿A dónde vamos, Hades?
_¿Y en dónde te crees que vivo? ¿En el palacio de Versalles? Vamos al Inframundo.
_Dejá de contestarme así, yo te hablo bien.
_ ¡Jajaja! –Sarcástico- ahora una pequeña humana va a decirle a un dios como tiene que hablar. Mejor cállate.
_A mi no me callás –desafiándolo.
_¿Ah no? ¿Quieres que te deje caer entonces? –haciendo un amague en soltarla.
_¡Ay! ¡No, no, no! –Aferrándose a su cuello- Me cayo, me cayo >.<
_Ya vamos a llegar. No te asustes, este lugar es muy diferente de donde tú vives.
La pequeña pelirroja pudo divisar un tenebroso castillo en una pequeña isla. El lugar le daba escalofríos, era un lúgubre castillo rodeado de varias prisiones, por donde tenían que pasar los que habían cometido pecados en su vida.
Cuando aterrizaron, Hades la soltó suavemente. La chica estaba sorprendida al ver todo eso. De la entrada se veían todos los rincones de la pequeña y lúgubre isla.
_Esto es idéntico que en Saint Seiya –con los ojitos brillantes.
_¿Y qué demonios es eso?
De adentro del castillo salió una mujer de vestido negro y se acercó hasta ellos.
_Querido hermano, por fin has regresado
Ambos se besaron de una forma tan apasionada que la chica, sorprendida, se les quedó mirando. La mujer termino ese beso para mirar a la pequeña, que se sonrojó y miro hacia abajo.
_Pandora, quiero presentarte a mi ninfa Amatista.
_¿Qué yo qué? o_O
_Oh, es realmente bella –acercándose a ella y observándola de arriba abajo.
_Gracias Embarassed
_Hermana, prepárale un baño, ropa y una habitación.
_Si, mi señor.
Hades se dispuso a entrar a su castillo, pero como vio que la chica aún seguía observando ese extraño paisaje, la tomó de la mano, a lo que Amy reaccionó dando un salto.
_Sígueme.
Entraron al castillo. Por dentro era más impresionante aún que por fuera. Tenía varios pisos con muchas habitaciones, todo era gris, tenía cortinas de terciopelo rojo y al final de una gran alfombra, por donde ellos estaban caminando, se encontraba el trono de Hades. El pelinegro se sentó e invitó a la chica a hacer lo mismo.
_¿Pretendés que yo me siente en ese banquito de porquería?
_¿Puedes dejar de quejarte, Amatista? Te estás aprovechando de mi buen humor el día de hoy.
Ella pensó “si está así cuando está de buen humor, como será cuando no lo está…”
_Hades-Sama, ya está listo el baño de Amatista –dijo Pandora con una reverencia.
_Gracias mi bella hermana. Amatista ve con Pandora que ella te llevará.
Amy asintió con la cabeza y fue con Pandora a tomar un baño.
_Pequeña, toma esta bata y ve a dejar tu ropa allí –señalándole un vestidor.
_¿Hasta las batas son negras acá? –inocentemente.
Se puso la bata y dejó su pijama en el vestidor. Era un lugar místico, lleno de estatuas que largaban agua hacia una gran piscina. La pelinegra seguía ahí y a Amy le daba un poco de vergüenza quedarse desnuda ante ella.
_Amatista, no tengas vergüenza, somos mujeres, no debes preocuparte –la tranquilizó la mayor.
_Está bien –algo apenada.
Se quitó la bata y se metió al agua. Estaba tibia y llena de burbujas, además de tener un perfume encantador. Al fin la pelirroja pudo relajarse. Pandora se había sentado en una silla cerca de ella.
_Dime niña, ¿Cuántos años tienes?
_¿Yo? 16…
_Oh, el pervertido de mi hermano esta vez trajo a una menor…
_¿Qué? ¿Cómo “esta vez”?
_Te explicaré. Hades siempre ha sido un niño consentido, yo tengo gran parte de la culpa, y siempre hizo lo que quiso. Un día se le ocurrió que ni las ninfas ni los espectros podían satisfacer sus deseos. Entonces decidió buscar a la humana más hermosa de la tierra por sus propios medios. Ya han caído varias, después de un tiempo las deja regresar a la tierra, parece que ahora te tocó a ti.
_Pero… yo no soy ni la más linda de mi escuela, voy a ser la más linda del mundo. Me parece que tu hermano se equivocó…
_Ten la plena seguridad que él jamás se equivoca. Ni tampoco lo subestimes, porque puede ser el peor de los psicópatas. Además de ser bonita, seguramente vio algo en tu interior que le pareció diferente de las demás.
_Pero… entonces… ¿Para qué me quiere?
_Linda, ja, ¿Para qué crees que te quiere?
En ese momento se dio cuenta del por qué Hades la había traído a su castillo. Ahora de verdad estaba aterrada de lo que podía pasarle.
_No tengas miedo, será el dios del Inframundo pero aún así tiene sentimientos. Si no te resistes no te hará ningún daño. Voy a retirarme así te dejo sola con tus pensamientos.
Al salir, la semidiosa cerró la puerta de ese lugar. La pelirroja no sabía qué hacer, trataba de mantener la calma. Cuando terminó de bañarse, tomó una de las toallas que se encontraban a un lado. Se sentía extraña, como purificada, su piel se veía más blanca y suave. Se colocó la bata y secó su largo y lacio cabello. “Pandora se olvidó de decirme donde estaba mi habitación… bue, voy a tener que buscarla”. Salió de aquel lugar y caminó por los pasillos.
Mientras caminaba, algo perdida, vio una luz que provenía de una de las habitaciones. Caminó hacia allá y oyó unos gemidos provenientes de ese lugar. La curiosidad pudo más en ella y se asomó a ver lo que pasaba.
Lo que vio la dejó helada. Hades estaba besando a un muchacho rubio por todo su cuerpo desnudo. Lo llevó hacia la cama, se colocó encima de él y continuó besándolo de la misma manera, recorriendo su torso hasta llegar a su entrepierna. Metió en su boca el miembro hinchado del rubio y comenzó a succionarlo intensamente. El joven echaba su cabeza hacia atrás y gemía descaradamente. Tenía los ojos cerrados y las mejillas enrojecidas por el placer que el dios le provocaba. En un momento, el rubio abrió los ojos y se percató de la presencia de la chica. A pesar de ello no se inmutó y continuó como si nada pasara, mirando a Amy.
Al ver que el joven se había dado cuenta de que ella estaba allí mirándolo todo, Amy se corrió rápidamente a un lado de la puerta y se apoyó contra la pared. Estaba totalmente roja, además de sorprendida. “¿A Hades también le gustan… los hombres?”. A pesar de todo, ver a esos dos en una situación como esa despertaba algo en sus hormonas.
Siguió caminando por ese pasillo intentando descubrir cuál era su habitación. De pronto vio salir a Pandora de otra de las habitaciones con una botella de algo en la mano y un vestido muy diminuto. Estaba tan borracha que no se podía mantener en pie, pero era a la única que conocía en ese lugar.
_Pandora –tocándole el hombro.
_Si… ¿Qué quieres Aiacos?
_¿Eh? Soy Amatista, quería saber donde está mi cuarto… aunque veo que no es el mejor momento…
_Em… eh… -agarrándose de ella para no caerse- me parece que está… ¡Si!... está al lado de mi cuarto que está… por allá –señalándole el lugar.
_¿Querés que te acompañe a tu habitación?
_Te lo agradecería pequeña… hip…
Así las dos muchachas fueron hasta sus habitaciones. Amy dejó en su cama a Pandora que se durmió al instante, luego de dejar la botella a un costado. La pelirroja entró a la suya y cerró la puerta. Abrió el armario para ver qué ropa tenía que ponerse. Lo único que había era lujosos vestidos negros, muy bonitos pero bastante incómodos. Aún así se cambió y se puso uno de ellos. Como no sabía que era lo que debía hacer, se acostó en su cama a pensar. “¿Cómo estará mi familia? ¿Me extrañarán? ¿Se habrán acordado de mí?”. Esas preguntas inundaron su mente durante todo ese tiempo.
Mientras tanto, nuestro señor Hades seguía pasándola bomba con su rubio espectro. Tocaba su piel de una manera muy sutil, saboreaba con sus labios cada rincón de su cuerpo.
_Oh… Hades-Sama… hazme tuyo –con la voz entrecortada.
_Haré lo que me pidas, mi fiel Radamanthys.
Comenzó a penetrarlo intensamente, haciéndolo gemir muy fuerte, debido al dolor que sentía al principio. El pelinegro lo silenciaba con sus besos, lo que calmaba su dolor de a poco. Cada vez se hacía más placentera esa sensación de las embestidas de su dios. El momento de mayor éxtasis llegó, haciendo que culmine ese momento de lujuria que ambos estaban viviendo.
_La paso muy bien contigo –dijo el pelioscuro con una voz muy sensual.
_Yo también, mi señor. Yo estoy para cuando me necesite.
_Te lo agradezco. Ahora me retiro. Que tengas buenas tardes.
_Igualmente para usted, Hades-Sama.
Hades se vistió y se retiró de la habitación del juez dejándolo solo. Luego de acostarse con él, Radamanthys sentía asco de su cuerpo, odiaba que lo use de esa forma, sin embargo no podía negarse a cumplir las órdenes de aquel chico consentido. Después de todo eso se quedó pensando quién podía ser esa chica que los estaba observando. “Nunca antes la había visto” pensó.
Amy se había dormido de tanto pensar. Estaba soñando que la perseguían, sentía que la tocaban, estaba teniendo una horrible pesadilla. Sin que ella lo sintiera, el pelinegro se había metido en su cuarto, se había sentado a su lado y estaba acariciando su cuerpo muy despacio para no despertarla.
_No, no, no –dijo en un susurro la pelirroja.
El dios observó que la chica se quejaba y se movía un poco. Se inclinó para mirarla más de cerca, hasta que de repente, la chica abrió los ojos y dio un grito tan fuerte que asustó a hades.
_¡¡Ahhhhhh!!
Se aferró al pelinegro, abrazándolo por la cintura y escondiendo su rostro en su pecho.
_¡Amatista! ¡Me asustaste con tus gritos! ¿Qué es lo que te sucede?- enojado.
La pequeña no contestó. El joven se dio cuenta de que estaba temblando y le sudaba la frente. Nunca había sentido un abrazo tan cálido como ese, por eso no sabía como actuar. Correspondió ese abrazo, apretándola fuerte contra él, lo que hizo que Amy dejara de temblar.
_Ahora, ¿Puedes decirme qué es lo que te sucede?- en un susurro.
_Tuve una horrible pesadilla, soñé que me perseguían y me asusté.
_Bueno entonces ya, tranquilízate.
Amy estaba empezando a entender a Hades. No sabía lo que era tratar bien a las personas, por eso cuando intentaba ser amable le costaba expresarse de buena manera. Tomó ese “ya, tranquilízate” como un “no te preocupes, yo estoy aquí”, junto con ese abrazo tan reconfortante. Se separaron suavemente mientras Hades la miraba directamente a los ojos, lo que la hizo bajar la mirada.
_Bueno, entonces te dejo tranquila por hoy- levantándose.
_No –tomando su mano- quería pedirte si… me llevarías a recorrer el castillo? Es que como no conozco a nadie.

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2~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Vie Jul 17, 2009 4:08 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

_Dile a Pandora.
_Pero… yo quiero que me acompañes vos- mirándolo tiernamente.
_Mmm… está bien, vamos.
Se levantaron y el pelinegro extendió su brazo para que ella lo tomara, como todo un caballero. Comenzaron a recorrer ese inmenso lugar, lleno de pasillos y habitaciones, con grandes escaleras y ventanales cubiertos por oscuras cortinas. Espectaculares arañas de techo con luces, candelabros con velas por todas partes. En cierto punto parecía el castillo de Drácula. En uno de los pasillos, encontraron al rubio juez del infierno, ya con la armadura puesta.
_Radamanthys, ven.
_Si, Hades-Sama.
_Te presento a Amatista, mi ninfa.
El juez hizo una reverencia y la observó de arriba abajo como si quisiera devorarla. Amy recordó aquel incidente y se sonrojó al sentir esa mirada penetrante.
_Un gusto conocerla Amatista-San, estoy para lo que usted necesite –besando su mano sutilmente.
_Gracias Radamanthys –contestó tímidamente.
Al ver esto Hades se molestó un poco. No le gustó para nada la actitud de su sirviente. Tomó de la mano a la pelirroja y se dispuso a seguir caminando.
_Ok, ya basta de presentaciones. Sigamos con el recorrido –llevándola rápidamente de aquel lugar.
El rubio se quedó sonriendo, por fin tendría una forma de vengarse del sometimiento de su dios. De repente llegó Pandora y notó que el juez estaba tramando algo.
_Oye Rada, ¿Por qué estás tan sonriente?
_Pandora-San, ¿Te he dicho que hoy estás más hermosa que nunca? –tomándola por la cintura.
_Ya, no sigas. Nos llega a ver mi hermano y nos matará a los dos –tratando de zafarse de los besos de Radamanthys.
_Entonces quieres que vallamos a mi habitación, ¿Verdad?
_No, hoy no. Estoy preocupada por saber a donde lleva a esa chica.
_¿Estás celosa?
_¡No! –con una mirada fulminante- solo quiero saber que va a ser de la pobre Amy-Chan.
_Con que Amy-Chan, eh? Muahaha…
Mientras estos dos seguían discutiendo, Hades y Amy seguían hablando amenamente. En la planta baja se encontraron con un espectro que caminaba como modelo, echando brillos y mariposas por todo el camino.
_Myu, ven acércate.
_Con gusto, señor Hades ¡Ahh! ¿Quién es esta chica tan linda?
_Es mi ninfa Amatista.
_Oh –mirándola detenidamente- sería perfecta para mi agencia de modelos “dark Butterfly models”
_Olvídalo, ella no irá a ese antro de perdición.
_¡Ay, que malo! Bueno, fue un gusto conocerte pequeña. Señor Hades. Bye bye!
_Lo mismo digo Papillon. Bye!
_¿Cómo sabes que se llama Papillon?
_Ya te lo dije, toda mi vida vi Saint Seiya.
_Y yo te repito que no se que demonios es eso. Bueno, no importa, sigamos.
Mientras los chicos seguían recorriendo el castillo y hablando, en otro de los rincones del castillo unos jueces traviesos buscaban diversión…

_Oigan… ¿Esto no es demasiado? –dijo un muchacho de cabellos grises que se encontraba encadenado.
_No querido Lune, yo sé que lo disfrutarás al igual que nosotros –respondió uno de los jueces acercándose hacia él.
_¿Nosotros? ¿Hay alguien más además de ti, Minos? –preguntó con un poco de miedo.
_Ajá… aquí llegué yo Cool
_Aiacos…
Minos abrió la camisa de Lune y comenzó a lamer todo su torso, mientras Aiacos le bajaba los pantalones.
_Ahh… chicos… yo… -con la voz entrecortada.
_Shh… dijo Minos continuando con su recorrido.
Aiacos terminó de desnudarlo y pudo ver la excitación que tenía el espectro. Tomó con sus manos el miembro erguido de Lune y comenzó a masturbarlo. El chico solo cerraba los ojos y se mordía los labios para no gemir más fuerte. Minos lo besaba y lo acariciaba suavemente. Cuando supieron que era el momento, lo desataron y lo arrojaron en su cama.
_¿Y… ahora qué? –sonrojado.
_Ahora nos toca a nosotros, ¿No es así Aiacos?
_Así es –pasando su lengua por sus labios.
Justo cuando estaban por arrojarse encima del chico como dos leones hambrientos hacia su presa, alguien tocó la puerta.
_¡¡Lune!! ¡¿Qué son esos gritos?! –se escuchaba a alguien enojado.
_Oh no, es Radamanthys, ¿Cómo salimos de aquí? –preguntó el pelioscuro.
_Váyanse por la ventana, seguro va a entrar –contestó Lune vistiéndose rápidamente.
Ambos jueces tomaron sus cosas y se fueron por la ventana, cuidándose de no caer de semejante altura.
_Tanto escándalo por un poco de diversión ¡Mira como tenemos que andar por culpa de ese Radamanthys!
_Mejor deja de quejarte Aiacos, y fíjate en donde pisas.
En tanto, Lune tomó su siempre elegante vestimenta lo más rápido que pudo, se acomodó el cabello, agarró un libro y, haciéndose el que leía, dijo:
_Puede pasar Radamanthys-Sama.
_Bien, por fin, ¿Puedes decirme donde rayos se metieron Minos y Aiacos? –con una ira terrible.
_No los he visto, ¿Para qué los necesita? –con absoluta seriedad.
_A ti no te importa –saliendo rápidamente de allí dando un portazo.
_Qué simpático…
El rubio salió a las afueras del castillo a buscar a los ‘tranquilos’ jueces. Estuvo largo rato buscándolos hasta que por fin los encontró a los dos, muy campantes caminando por las orillas. Se acercó a ellos con toda la furia a decirles:
_¿Quieren decirme donde han estado? ¡Los estuve buscando por todas partes!
_Ya Rada, tranquilízate –exclamó Minos.
No me tranquilizo nada, va a matarme sino cumplo sus órdenes –echando chispitas de los ojos.
_Bueno y para qué nos quieres –dijo Aiacos.
_El señor Hades me pidió que los llamara, así que vamos.
Los tres jueces se dirigieron al castillo de nuevo. Entraron tranquilamente a la sala donde se encontraba Hades y, a un lado y al otro, Amy y Pandora.
Se arrodillaron en señal de respeto hacia su dios.
_Muy bien, aquí están los jueces restantes, Minos de Griffon y Aiacos de Garuda –indicándole cuál es cada uno- ella es Amatista, mi ninfa.
_Buenos días Amatista –dijo Aiacos.
_Gusto en conocerla –siguió Minos.
_Bueno pueden retirarse.
_¿Los estuve buscando todo este tiempo para eso?
_Si, Radamanthys. Y veo que tardaste bastante ¿O quieren que Pandora les de un concierto privado de arpa?
_Suena interesante… -susurró Aiacos.
_No, no gracias. Ya mismo nos retiramos. Buenas tardes –exclamó el rubio llevando a empujones a los dos jueces afuera otra vez.
Hades le había presentado a todos y cada uno de sus más fieles espectros, tal como Amy se lo había pedido. Ella se sentía extraña al ver como un dios, y más ese dios, le había consentido en todo, la trataba muy bien. Lo que no se había dado cuenta es que ya se hacía de noche y la chica no había comido nada en todo el día. De repente su estómago se quejó ante eso.
_¿Qué es ese ruido? –dijo Hades.
_Creo que es mi estómago, es que no comí nada hoy –contestó la pelirroja tímidamente.
_¿Y como es que no me has dicho nada? ¿Eres idiota o qué? Pandora prepárale algo a Amy.
_Si, Hades-Niichan –con desgano
La chica estaba sorprendida. “Me dijo Amy” pensó. Aunque no era muy amable para decir las cosas, se preocupaba por ella. Él estaba despertando un sentimiento más profundo en Amy.
Hades se levantó y la tomó de la mano para que lo siguiera. Juntos se dirigieron al comedor. Tenía una mesa larga con varias sillas con tapizado de terciopelo rojo. Como centro de mesa, tenía un candelabro rodeado de rosas negras. Efectivamente, la mansión del conde Drácula era menos lúgubre. La invitó a sentarse mientras esperaban la cena. Si creen que Pandora la iba a preparar, están muy equivocados, tenían servidumbre para eso.
Mientras esperaban la comida, el silencio se hizo presente. Como se sentía un poco incómoda, decidió romper el hielo.
_La verdad que tus espectros son re buena onda –con una sonrisa.
_¿Te parece? Para mi son unos miserables.
_Ay Hades, ¿No ves que están todo el tiempo tratando de complacerte?
_Si… con halagos y sonrisas falsas…
_Deberías darte cuenta que si a vos te pasa algo, ellos no sabrían qué hacer. Aunque a veces seas un poco autoritario…
_¿Qué dijiste? ¿Yo autoritario? Así deben ser los líderes –con estrellitas en los ojos.
Amy reía ante los delirios de ese extraño dios. De verdad no parecía el hombre que quería provocar un eclipse solar permanente y aniquilar a la raza humana. Tampoco la trataba como un objeto para su propia satisfacción. Después de un rato de hablar de todo un poco, llegó Pandora con la cena. Era como la comida japonesa que se ve en la televisión, algo que la pelirroja desconocía. Aún así empezó a comer, se moría de hambre.
Estaba tan delicioso que no podía evitar comerlo con tanto empeño, mientras que Hades la miraba de costado algo extrañado. Cuando Amy se dio cuenta de las miradas del pelinegro, no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza que sentía. El joven no se inmutó y logró abstenerse de algunos comentarios. Tiempo después, Pandora trajo el postre, era una copa helada que se veía deliciosa.
_Hermana, a mi tráeme champagne.
_Pero tienes 17 años, aún no cumpliste los 18.
_Basta de sermones, hazme cazo por favor.
La pelioscura no muy convencida fue a buscar una botella. Mientras, la pequeña no sabía si comer el postre o esperar a que Hades tenga el suyo.
_Mejor toma tu helado porque va a derretirse.
La pelirroja sonrió amablemente y se dejó caer en la tentación de ese delicioso helado. La hermana mayor del dios llegó con la botella y le sirvió en una copa muy fina. Después de un rato, la que miraba de reojo a Hades era Amy. Se había tomado casi toda la botella de champagne y se lo veía bastante borracho, pero aún así conservaba la solemnidad y omnipotencia que lo caracterizaba.
_Hades… no te parece… ¿Un poco mucho? –preguntó la chica
_No… yo se cuando será suficiente –tomando la copa otra vez
_Mejor te acompaño a tu habitación.
_Espera, otra copa más y ya… hip
_¡Las pelotas!, vos venís ya conmigo –tomándolo del brazo y obligándolo a levantarse.
El pelinegro estaba tan mareado que no podía ni oponer resistencia, a penas podía levantarse, así que Amy tuvo que hacer mucho esfuerzo para llevarlo a su habitación. Cuando llegaron, ella lo hizo sentarse en la cama, mientras se sentaba a su lado.
_Tu eres… hip… mi ninfa.
_Me gustaría que me expliques que carajo es eso…
_¿Quieres que te explique lo que hacen mis ninfas?
La tomó de los brazos bruscamente y la acostó en la cama, quedando encima de ella. La pelirroja intentaba soltarse pero no podía. El pelinegro comenzó a lamer el cuello de la chica. Intentó desabrochar su vestido con una mano, mientras que con la otra le impedía escaparse.
_¡¡Ahh!! ¡Dejame Hades! ¡Salí! –gritaba asustada intentando zafarse de él.
_Es hora de que cumplas con… ¡Ay!
De pronto sintió que se le nublaba la vista. Cerró los ojos y de un momento a otro se desmayó. Cayó sobre Amy, quien no pudo sacárselo de encima por más que lo intento. En realidad no era que ella no quería estar con él, solo que no se sentía lista para lo siguiente. El torso de la pelirroja estaba desnudo, el del dios solo estaba cubierto por una suave prenda, así que podía sentir el calor de su varonil cuerpo sobre el suyo. Además la suave respiración del pelinegro daba en el cuello de la chica, provocándole un leve cosquilleo.
Al tener esa sensación tan linda no le dieron ganas de irse de allí, así que se acomodó, lo abrazó aún y se dejó vencer por el sueño.
A la mañana siguiente, los rayos del sol que daban en el rostro de la pequeña lograron despertarla. Se movió un poco un poco y ya no sintió el peso del cuerpo del pelinegro sobre ella. Se estiró dando un gran bostezo, se sentó en la cama. Se sentó en la cama. Se frotó los ojos y sintió que alguien abría la puerta del baño de la habitación. Era Hades con unas ojeras hasta el piso y más blanco que de costumbre (eso es demasiado).
_Ni los dioses se salvan de la resaca –exclamó en voz baja.
_Te oí –acostándose devuelta en la cama.
_¿Te sentís muy mal?
_No, mírame estoy de maravilla –sarcástico.
_Vení.
La chica lo abrazó tiernamente, haciendo que apoye su cabeza en su regazo. El joven suspiró pesadamente y la abrazó también.
_Perdóname si ayer intenté hacerte daño, no recuerdo nada. Te juro que no vuelvo a beber.
_Si… si no te hubieras desmayado me habrías violado –expresó enojada.
_¿Qué tengo que hacer para que me perdones? –con una voz que sonó muy dulce.
A Amy cada día le sorprenden más las actitudes de Hades. “¿Un dios suplicándome a mí perdón?”. Había cambiado totalmente.
_¿El grandioso Hades pidiéndome perdón? No lo puedo creer.
_No hagas que me arrepienta.
_Esta bien, esta bien –pensando “regresó”- lo que quiero es que me dejes dar unas vueltas por afuera del castillo.
_¿Por fuera? Es peligroso.
_Sino no te perdono –cruzándose de brazos como una chiquita.
_Bueno, bueno. Pero regresa antes de que oscurezca.
_¡Ay, muchas gracias! –besándolo en la mejilla tiernamente.
Saltó de la cama y se fue a su cuarto a arreglarse. El pelinegro quedó en la misma posición, pensando en ese inocente beso, lo había sentido tan cálido, más que un beso en los labios.
La pequeña se puso otro de esos vestidos negros. Este era un poco más corto, le llegaba por las rodillas. Se peinó su largo cabello y se puso un broche. Bajó rápido las escaleras y la vio a Pandora.
_Hola Pando-San –abrazándola- me voy a caminar un rato.
_Hola Amy-Chan ¿Te vas sola? Es peligroso.
_Vuelvo antes de que se haga de noche ¡Chau! –yendo hacia la puerta.
_Adiós linda –preocupada por ella.
Salió del castillo. El cielo tenía varias nubes pero no amenazaba con llover. Caminó por donde se veía la primera prisión, siguiendo por ese sendero. Esperó encontrarse con algo menos tenebroso. De pronto, sintió que una sombra se deslizaba a su alrededor. Giró para ver si había alguien atrás, pero no vio nada. Sintió un leve escalofrío que le recorrió la espalda. Aún así siguió caminando. Cuando se dio cuenta, ya había oscurecido y en el cielo se veían algunos relámpagos. Aparecieron a su alrededor figuras oscuras que se iban acercando de a poco. Le dio tanto miedo que se echó a correr en dirección al castillo, con la mala suerte que comenzó a llover torrencialmente. Miraba para atrás y sentía que las sombras se acercaban más y más.

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3~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Vie Jul 17, 2009 4:09 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

Corría tan rápido que no se dio cuenta que había una rama en el camino y tropezó. Las sombras estaban cada vez más cerca y ella no podía levantarse porque se había enganchado el pie en la rama. Lo único que pudo hacer es lanzar un grito desgarrador.
Mientras tanto, en el castillo…
_¿Por qué la dejaste ir? –preguntó Pandora con enojo.
_Es que ella quería… pero yo debí darme cuenta… ¡Soy un idiota! –caminando por todos lados desesperado.
El tenía el presentimiento de que algo malo le pasaba y no se lo perdonaría si alguien le hiciera daño. De repente, se escuchó un grito que provenía del exterior. Ambos hermanos se miraron con preocupación.
_Voy a llamar a Radamanthys –exclamó la pelioscura levantándose de su asiento.
_¡No! Iré yo mismo.
Así como estaba Hades salió corriendo desesperado en busca de Amy. Se dirigió hacia el sitio más peligroso, el de las prisiones, porque presentía que estaría allí. A lo lejos divisó una figura que se encontraba en el piso rodeada de almas en pena. Se apresuró aún más por llegar aunque, debido a la lluvia, se le hacía más dificultoso.
_¡Salgan almas llenas de pecado! ¡Aquí está su dios! –exclamó mientras sus ojos se tornaban color rojo sangre.
Esto hizo que las sombras se desvanecieran, dejando en paz a la muchacha, que se encontraba temblando en el suelo. Enseguida se arrodilló ante ella y la levantó el piso para poder mirarla a la cara.
_Amy, Amy por favor contesta ¿Te han hecho algo? –desesperado.
La chica solo negó con la cabeza y continuaba temblando del susto. Hades recordó aquella vez que ella sintió miedo y que con un abrazo suyo se le había pasado. Entonces la rodeó con sus fuertes brazos, apretándola tiernamente, mientras la lluvia continuaba mojándolos. Ella ya había dejado de temblar, sentirlo de esa forma quitaba todo el susto que podía llegar a tener.
_¿Hades?
_Si.
_¿Podemos volver? Estoy helada acá afuera.
_Si, si. Ahora mismo, ven.
La tomó de la mano y juntos regresaron al castillo felices de haberse encontrado. En la puerta estaban Pandora y Radamanthys bastante preocupados. Al verlos ambos sintieron un gran alivio.
_¿Viste que sí se preocupan por vos?
_...no lo sé, no lo sé… tal vez tengas razón…
Al llegar donde ellos estaban, Pandora abrazó a su hermano y luego a Amy.
_¡Qué bueno que están bien! –tirándole de la oreja al pelioscuro- y tú que sea la última vez que la dejas sola.
_¡Auu! Lo que tu digas pero suéltame… -intentando zafarse.
_Me alegra que estén bien –dijo el rubio sonriendo indistintamente (que sonría ya es demasiado).
_Gracias. Sino fuera por Hades no se que habría sido de mí.
Todos sonrieron y, cuando Pandora soltó a Hades, se dirigieron adentro del castillo. La pelirroja y el pelinegro estaban completamente empapados, y la chica sentía bastante frío. El joven se dio cuenta de ello y se dirigió a su hermana:
_Pandora, nosotros vamos a cambiarnos, si quieren cenar háganlo.
_Está bien.
Mientras subían las escaleras, Amy buscaba alguna excusa para quedarse con él un rato más, ya no dudaba de sus sentimientos hacia Hades. Antes de llegar al último escalón se le ocurrió decirle:
_Hades… yo... no me acuerdo cuál era mi habitación, jeje!
_¿Quieres que llame a Pandora?
_No, no… no deberías molestarla –sonriendo.
El dios comprendió que lo que quería Amy no era encontrar su habitación, sino quedarse con él.
_Está bien, ven a mi habitación entonces –con una miradita lujuriosa que sonrojó a la pequeña.
Cuando llegaron, el dios abrió la puerta y le hizo una señal a ella para que pasara. La pelirroja se quedó de pie, ya que estaba toda mojada y no quería arruinarle la habitación al joven. Ella no se daba cuenta, pero desde que entraron Hades no había dejado de mirarla. La ropa mojada se había pegado a su cuerpo resaltando sus femeninas curvas. Él intentó pensar en otra cosa para no cometer una barbaridad.
Sin darse cuenta de lo que ella sentía, el dios se quitó su túnica negra que, aunque tenía pantalones abajo, dejaba al descubierto su trabajado torso. Era hermoso por donde lo mires. Además tenía su largo cabello todo revuelto y despeinado que, aunque no lo crean, lo hacía ver extremadamente sexy. Cuando sus miradas se cruzaron, Amy se sonrojó y miró hacia abajo. Al ver esto Hades sonrió y se acercó a ella. Tomó su rostro y lo subió para que pudiera mirarlo a los ojos.
_Ya no puedo ocultar lo que siento por ti, cambiaste mi forma de ser por completo. Siento que… ya no podría vivir sin ti –dijo con una dulzura inigualable.
Amy solo lo miró a los ojos, feliz de escucharlo pronunciar esas palabras, pero sin saber qué hacer. El acercó sus labios a los de ella, uniéndose en un beso interminable, tierno al principio pero que se fue llenando de pasión y deseo. Suavemente y sin dejar de besarla, la acostó en su cama quedando debajo de él. Lentamente, bajó su mano hasta la rodilla de la chica y comenzó a subir su vestido. Esto le dio un poco de miedo, lo que la obligó a separarse bruscamente de él.
_Lo siento Amy, yo no quería pasarme de esta manera –levantándose de encima de ella.
_No –tomándolo del brazo- yo quiero estar con vos, siento un poco de miedo, pero confío plenamente en vos.
Al escucharla decir eso no pudo más que dejarse llevar por el deseo y continuar con su recorrido. Besó su cuello suavemente, bajando por esa delicada piel. Comenzó a desprender uno a uno los botones del vestido de la pelirroja, que se estremecía al sentir el contacto de sus pieles mojadas por la lluvia. Poco a poco fue quitándole esa molesta prenda, para así poder contemplar la belleza virginal de ese cuerpo de diosa. Siguió besando todo su torso, dejando marcas, sintiendo su suave aroma. Esos estímulos erizaban la piel de la pelirroja, haciéndola emitir pequeños gemidos de placer.
_Ahh… Hades…
Escucharla pronunciar su nombre de esa manera excitaba aún más al dios, que ya no podía contener sus deseos de poseerla. Quería ser suave con ella, hacerla disfrutar al máximo este mágico momento que estaban viviendo. Ella bajó sus manos hasta el pantalón de Hades intentando quitárselo, pero el tomó su mano deteniéndola.
_¿Estás segura?
Amy asintió con la cabeza y le acarició el rostro lo besó tan dulcemente que él no pudo evitar continuar. Se quitó esa molesta prenda, quedando desnudo ante sus ojos, dejando ver ese cuerpo maravilloso tallado por los ángeles. Lentamente y sin dejar de besarla se adentró en ella, lo que al principio la hacía gemir de dolor. Poco a poco el dolor fue desapareciendo, hasta convertirse en puro placer. La pelirroja se aferraba a la espalda del pelinegro, sentir el peso de su cuerpo sobre ella, tocar su húmedo cabello enredado, eran sensaciones tan placenteras como sentirlo en su interior. Su ritmo aumentaba, sus deseos no cesaban, el tiempo se había congelado para ellos dos. El momento de mayor éxtasis llegó, llevándose el aliento de ambos en un gemido de inmensa pasión.
Hades quedó a un lado de ella, aún mirándola. Se dio cuenta que lo que sentía por ella era verdadero. Amy lo miró a los ojos, sonriente. Se abrazó a él fuertemente, a lo que el pelinegro respondió acariciando su rojizo cabello. Luego de un rato de estar así, Hades sintió unos sollozos por parte de la chica. Se preocupó mucho y levantó su rostro para poder mirarla.
_¿Qué sucede Amy? ¿Te hice algo malo? ¿No te gustó?
_No, no es eso –secando sus lágrimas- es que… extraño a mi familia.
Al oír esto, acarició su rostro mirándola con tristeza, la pelirroja no pudo contener su llanto y apoyó su cabeza en el pecho del pelinegro. Hades entristeció al creer que ella no lo amaba realmente.
_Pero… a la vez no quiero volver… no quiero alejarme de vos porque… porque te amo.
El dios sonrió y volvió a mirarla a los ojos, ahora estaba seguro de que lo que ella sentía era lo mismo.
_Yo también te amo… más que a todo, más que a mi vida… dejaría todo por ti.
El pelinegro secó sus lágrimas. Ella había logrado arrancarle una sonrisa de felicidad que hacía años nadie podía. A su vez Amy también sonreía, amaba y era correspondida, no podía pasarle algo más hermoso.
Mientras tanto en otro de los rincones del castillo, Aiacos había apresado contra la pared a Minos y estaba besándolo muy apasionadamente, mientras su mano bajaba lento por su cuerpo. Tomó con su mano el miembro endurecido del juez y lo apretó suavemente, haciendo que deje escapar leves suspiros. Continuó besando su cuello, haciendo que las mejillas de Minos se ruboricen. Radamanthys, que venía algo lejos, logró divisarlos y ver lo que hacían, así que se dirigió furioso hacia ellos.
_¡Aiacos! ¡Minos! ¡¿Me pueden explicar qué carajo están haciendo?! –sacando chispitas de los ojos.
_Ay Radita, es que no puedo dejar de comerme al bomboncito de Minos, ajajá! –dijo Aiacos burlándose de él.
_Bueno, si quieren hacer cochinadas como esa háganlo, pero justo en el medio del pasillo tiene que ser?
_Nos excita más, Radita –siguió Minos.
_¿Qué pasa si los viera la señora Pandora, o peor, el señor Hades?
_Ambos se unirían, si son los hermanitos “me voy de fiesta con cualquiera”, otro día con Pandora la pasamos muuuuy bien –contestó Aiacos mirándolo de reojo.
_¡¿Qué dijiste?! –tomándolo por el cuello y estrellándolo contra una pared.
_¿Qué pasa Rad, tú también quieres unirte? –casi ahogado por la fuerza con la que Radamanthys lo estaba ahorcando.
De repente, el rubio sintió unas manos que le acariciaban los hombros y la espalda. Sin soltar a Aiacos, corrió un poco el rostro pero unos labios femeninos en su oído lo detuvieron.
_Déjalos que se diviertan… ¿A ti no te gustaría divertirte conmigo? –susurrándole con una vos muy sensual.
Radamanthys soltó a Aiacos, quien tosía un poco mientras Minos trataba de ayudarlo. Se dio vuelta y se sorprendió al ver que era Pandora, que estaba sobria y le estaba haciendo propuestas indecentes. Ella comenzó a pasar sus manos por el rostro del juez, bajando por sus pectorales y tocándolo tiernamente. Acercó su rostro nuevamente a su oído y tomándolo de la mano le dijo:
_¿Vienes a mi habitación, Radamanthys?
_Será un honor, Pandora-Sama.
Dicho esto, se lo llevó de la mano hacia su cuarto y cerró la puerta con llave para que nadie pudiera molestarlos. En tanto, Aiacos siguió masturbando, torturando y poseyendo a Minos a su antojo, mientras este se dejaba hacer con gusto.

Amy se encontraba mirando por la ventana de la habitación de Hades el lúgubre paisaje de aquella isla con melancolía. A pesar de todo lo malo, lo tétrico y lo loco que era aquel lugar, lo iba a extrañar mucho. El pelinegro la vio ahí, tan triste y sola que se acercó a ella, colocando su mano en su hombro.
_¿Estás lista?
_...Si.
La pelirroja le sonrió. Él le tendió su mano para que se levantara, y ambos se dirigieron hacia fuera. Iban de la mano, bastante tristes los dos. Amy miraba hacia abajo y no decía nada.
_Ya te lo dije, nuestro amor es inmortal –acariciando su rostro y propiciándole un suave beso en los labios.
_Hades… no quiero perderte.
Lo abrazó muy fuerte y se echó a llorar desconsoladamente. El pelinegro la abrazó también y dejó escapar una lágrima, algo que nunca le había ocurrido. Se separó suavemente de ella y volvió a mirarla a los ojos.
_Debemos hacerlo. Vamos antes de que me arrepienta y te encadene convirtiéndote en mi esclava – sonriendo y secándose las lágrimas.
Ella sonrió y volvió a tomarlo de la mano. Bajaron las escaleras, viendo que abajo los esperaban Pandora, Muy y los tres jueces.
_Adiós Muy, me hubiera gustado ser modelo de tu agencia –abrazándolo.
_Adiós Amy, algún día lo serás, ya verás –sonriéndole.
_Eso ni lo sueñes –con una mirada fulminante hacia el espectro.
_¡Hades! –lo cayó su hermana.
_¡¡Amy-Chan!! ¡Buaaaaaa! T_T –dijeron Minos y Aiacos abrazando a la chica hasta ahogarla.
_Los voy a extrañar, chicos.
_Adiós Amy, cuídate mucho –dijo el rubio juez.
_Adiós Rada –abrazándolo también.
Por último, Pandora le sonrió con lágrimas en los ojos. Amy la abrazó fuertemente también y dejó escapar algunas lágrimas.
_Nunca te olvidaremos Amy-Chan, que seas feliz con tu familia.
_Vos también, sé feliz con ellos que son tu familia y que ya forman parte de la mía. Te quiero mucho Pando.
_Y yo más ^^
_Bueno, basta de tantas despedidas que me van a hacer llorar –tomando de la mano a la pelirroja.
Ambos se dirigieron hasta la entrada del castillo, donde la chica se volteó a saludarlos agitando su mano por última vez. Estando solos frente a frente, todo comenzó a desvanecerse alrededor de Amy y Hades.
_¿Qué está pasando? –algo asustada.
_Amy, recuerda siempre que te amo.
Hades también desapareció y todo se tornó en negro. Solo se escuchaba muy lejana una voz que la llamaba en el medio de la penumbra.
_Amy, Amy…
Abrió sus ojos lentamente y las cosas fueron tomando forma en su espacio y tiempo.
_Se te hace tarde para la escuela.
_Hades –con una voz gutural.
_¿Hades? Esos dibujitos japoneses te están haciendo mal. Dale, levantate.
Se dio cuenta de que estaba soñando. Su madre era quien la estaba llamando para despertarla. No podía creer que todo eso que había vivido haya sido solo un simple sueño. Aún así, estaba feliz de volver a ver a su familia.
_Mami.
_¿Si?
_¿Sabías que te quiero mucho?
_Si ¿Y vos sabías que yo te quiero mucho más? –acariciando su cabeza.
_No, yo –como nena chiquita.
_Yo, yo y yo –besando su cabeza y dándole un cálido abrazo- arreglate y bajá a desayunar que se te va a hacer tarde, linda.
Amy se levantó y se dirigió hasta el baño. Se lavó la cara y se miró al espejo. Tenía puesto su pijama de siempre, no uno de esos lujosos vestidos negros. Aún así se sentía muy triste. “No puede ser… yo sentí… yo viví… no puede haber sido solo un simple sueño”. Se arregló con desgano y para ir al colegio y bajó a tomar el desayuno. Saludó a su padre y a su hermanito, se despidió de todos y salió de su casa para ir a la escuela. En el camino no dejó de pensar ni un momento en Hades y en lo que había vivido junto con él, Pandora y los espectros en el Inframundo. Al llegar, su amiga Mely la estaba esperando.
_¡Hola Amy!
_¡Hola Mely! ¿Cómo estás?
_Y bien, acá ando. ¿Y vos?
_...Bien…
_Si se nota… cambiá esa cara que tengo algo para contarte. ¡No sabés! ¿Te enteraste que viene un chico nuevo a nuestro curso?
_Ah ¿Enserio? –no muy entusiasmada.
_Si y parece que está re bueno. Creo que es extranjero o algo así.
_¿Y donde te enterás esas cosas? Yo no me entero nunca de nada… T_T
Sonó el timbre para entrar a clases. Mely estaba muy feliz de ir a su salón, al contrario de Amy, que aún seguía triste por lo que había pasado, o tal vez no había pasado. Se sentaron, y cuando entró la profesora los saludó y se dispuso a presentarles a su nuevo compañero.
_Chicos, les presento al alumno nuevo. Pasá Gabriel.
El joven entró caminando como todo un galán, arrancándoles suspiros a las chicas y risas a algunos chicos por su extraño peinado. Tenía los ojos tan profundos como un océano, el cabello negro y un rostro angelical, algo que se le hizo muuuy familiar a Amy que se quedó mirándolo anonadada.
_Es Hades –dijo apenas audible.
El chico caminó muy coquetamente, sintiendo la mirada de las chicas, hacia donde debía sentarse. Justo al lado de Amy, había un asiento vacío.
_¿Puedo sentarme? –dijo con un acento extranjero.
Ella asintió con la cabeza aún asombrada. Estuvieron un rato sin decirse nada, hasta que ella no se pudo contener más y le dijo:
_¿Hades?
_No, no. Yo soy Gabriel. ¿Y tu?
_A…Amatista.
Se sintió una estúpida preguntándole algo así, pero de verdad era idéntico. Todo fue producto de su gran imaginación, pensaba ella. No estaba prestando atención a la clase. De repente, el chico tocó su hombro y con una sonrisa le entregó un papel que decía:
“¿No te dije que dejaría todo por ti?”.
Ella subió la mirada sonriendo y con lágrimas en los ojos. Ambos se quedaron así, mirándose alegremente. Ella tomó el papel, le escribió y se lo volvió a entregar.
“Te amo”.

Fin.

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4~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Vie Jul 17, 2009 4:11 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

Bueno, espero que les haya gustado y por favor comenten^^
Me costó bastante hacer esta historia. Ya sé que puede ser un poco pesada y que no sea del todo Yaoi (aunque no nieguen que hay y mucho Embarassed ).
Se aceptan tomatazos y criticas lol!

beshitoss!! cheers cheers cheers

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5~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Miér Jul 22, 2009 9:02 am

lily25

lily25

hola junet ya la lei esta rebuena , me gusto mucho y por supuesto que cuesta a mi tambien me cuesta mucho escribir .
cariñosssssssssssssssssssssssssssssssss

6~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Miér Jul 22, 2009 2:39 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

muchas gracias x leer Analucy!! Sii vos lo hacés muuy bien!! Tus fics me encantan!! lol! y son los más comentados del foro ^__^
Que estés muy bien!! Un beshitooo!
cheers

https://www.youtube.com/user/maggieluna22

7~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Lun Ago 03, 2009 11:39 am

PrincessofDark

PrincessofDark

Me gustó mucho tu historia, fue muy entretenida.

SALUDOS!!!! Very Happy lol!

8~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Lun Ago 03, 2009 3:23 pm

Princess_Shunny

Princess_Shunny

Muchas gracias x leer Jazmín!! Me alegra mucho que te haya gustado!!
^_^

Que estés re bien!! Kissu!
cheers cheers cheers

https://www.youtube.com/user/maggieluna22

9~Aventuras en el Inframundo~ Empty Re: ~Aventuras en el Inframundo~ Dom Jul 11, 2010 1:11 am

Guerrera 24

Guerrera 24

ME ENCANTO Wink ,eres buena en este tipo de cosas ok Twisted Evil

flower y saludos

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