Mas que un fic... es mi guión literario del cortometraje que realizé, llamado "Porque es mi culpa"... (El cual ya les dejo el link... espero les agrade...
LINK: https://ssmyu.forosactivos.net/peliculas-f22/cortometraje-porque-es-mi-culpa-hecho-por-mi-t364.htm
Porque es mi culpa
GUION LITERARIO:
(1) CASA DE LIDIA. INT. DÍA.
Primeramente se observan juguetes, muy de cerca y difuminados, poco a poco se van alejando, y se pueden vislumbrar tazas de juguete, cocinitas, sillas, mesas junto a otros, entre ellos una niña de juguete, parada en una cuna… pasa una Barbie moviéndose, está uniformada y con un maletín, llega hasta donde está la mesa, donde se encuentra un Ken leyendo el periódico, Barbie se mueve hablándole y Ken se levanta, deja el periódico y la oye, Barbie señala que va a un sitio, luego a la niña, da dos besos al Ken, y se va. Ken voltea hacia la niña y la saca de la cuna.
En eso la niña que jugaba con esos juguetes, detiene el juego y voltea hacia atrás, su mamá sale del cuarto uniformada y con un maletín.
LILIAM:
(Hablando por teléfono y luego a Lidia)
...No Natahalia, si el niño juega a beber y estar borracho es porque lo ha visto. Ok, está bien. Hasta luego… ¿Ya tu estás lista?... Ve a bañarte…
LIDIA:
(Por lo bajito)
No.
LILIAM:
¿Cómo que no Lidia?, debes oler muy feo, no puedes salir así nadie se te va a acercar…
La niña le da la espalda y se mantiene jugando callada pero oyendo todo.
LILIAM:
(Suspirando por paciencia)
Anda a bañarte…
LIDIA:
¡No!
Entonces su madre se ve obligada a reprenderla y la obliga a meterse al baño.
(2) BAÑO DE CASA DE LIDIA. INT. DÍA.
Liliam deja a Lidia en el baño y le cierra la puerta. Lidia abre la ducha para fingir que se baña, pero realmente no lo hace, se sienta en el inodoro un rato a esperar.
(3) CARRO. INT. DÍA.
Camino en el carro, ambas van calladas, sin hablarse, la niña mirando por la ventana, la mamá conduciendo echándole un ojo ocasionalmente.
LILIAM:
(tranquila)
¿Por qué tienes que ser tan terca?... de verdad, yo no te pido que hagas las cosas por mal Lidia, no entiendo por qué te comportas así.
La niña no contesta, pero la mamá continúa preguntándole cosas.
LILIAM:
Tu profesora me ha comentado que casi no intervienes en clases, que no te interesas por los demás y que no te llevas bien con ninguno… además de eso, tu abuelo también me dijo que has dicho mentiras…
LIDIA:
No quiero ir donde el abuelo.
LILIAM:
¡Y ahora te va a dar por eso!... Discúlpame, pero no puedo complacerte en todo… además, el abuelo se ha portado muy bien con nosotras desde que papá se fue… él siempre ha estado dispuesto a cuidarte, él te quiere mucho. ¿Por qué ahora no quieres ir a su casa?
La niña no contesta. Y ésta vez si molesta a Liliam, quien ya sin paciencia, comienza a hablarle alto y molesta, de ahí hacia el resto del camino. Su voz y gritos van perdiendo el volumen poco a poco, mientras Lidia, comienza a recordar…
…Luego del recuerdo, mamá la saca de sus pensamientos.
LILIAM:
¿Ves de lo que te estoy hablando?... Vas a tener que aprender a oír muchachita… así sea por las malas.
Sin más que decir, continúan en camino hacia casa del abuelo.
(4) CASA DEL ABUELO - SALA DE ENTRADA. INT. TARDE.
El abuelo llega cansado de cargar unas cajas, y se limpia el sudor. La mira fijamente, ella le mira un momento pero luego trata de voltear la mirada hacia otro lado, haciéndose la indiferente, el llega y la abraza juguetón por la espalda y le da un beso.
BORIS:
(En tono juguetón)
Fosss…. Alguien como
Que no se ha bañado hoy… Bueno… yo tampoco estoy muy limpiecito. Estoy cansado… mejor jugamos otro día…me voy a dormir…
El abuelo se da media vuelta dirigiéndose agotado hacia su cuarto. La niña voltea solo para verlo alejarse, confundida.
(5) CASA DEL ABUELO – SALA DE ENTRADA. INT. MAÑANA.
Lidia se encuentra viendo la televisión acostada en el piso junto a otro niño.
(6) CASA DEL ABUELO – COCINA. INT. MAÑANA.
BORIS:
Se entretendrá un poco con él… El niño de la vecina es un buen niño. Varias veces me lo han dejado para cuidarlo.
LILIAM:
La verdad es que me preocupa un poco… Lidia, me refiero…
BORIS:
Lo más probable es que sea una etapa… No hay que darle mucha importancia…
LILIAM:
Si fuese una etapa talvez los niños del colegio estarían igual, tienen su misma edad… talvez debería llevarla a terapia…
BORIS:
Nah… no lo veo necesario… solo dale tiempo, seguro se le pasa…
LILIAM:
Es que la veo tan callada… se me hace casi imposible hablar con ella. Está tan cohibida, tan retraída, tan porfiada con algunas cosas, esta mañana me dijo que no quería venir…
BORIS:
Mm…. Puede estar queriendo llamar la atención. Yo lo había pensado desde hace un rato, debido a las mentiras…
LILIAM:
¿Qué mentiras son esas?
BORIS:
Ah bueno… yo mismo le he atrapado algunas pero, una vez por ejemplo, llegó a decirme que tú le pegabas…
LILIAM:
¿Yo?... ¡Si yo jamás…!
BORIS:
Yo sé hija yo te conozco, sé que tú no serías capaz de eso… yo sé, pero… ¿no te digo?, quiere atención. Y mientras mas se la demos, mas seguirá mintiendo, mejor será ignorarle esas cosas…
El abuelo le pone una mano en el hombro a Liliam quien luce bastante consternada y preocupada.
BORIS:
Estáte tranquila… éstas cosas pasan… y se pasan solas…
Le da un beso en la mejilla y ambos salen de la cocina.
(7) CASA DEL ABUELO – SALA DE ENTRADA. INT. DÍA.
Lidia se levanta cuando los oye venir y mira fijamente a su mamá.
LILIAM:
Bueno… ya me voy, te paso a buscar en la tarde.
Le da un beso a la niña y luego un beso a su papá, sale por al puerta y allí se da media vuelta para saludar con una sonrisa y moviendo la mano a su hija, quien la mira desde adentro inexpresiva. El abuelo cierra la puerta lentamente. Luego, él voltea a ver a Lidia, y ella trata de ignorarlo, volviendo a acostarse a ver televisión. Él se acerca y se sienta en un sofá no muy lejos.
BORIS:
Y entonces no te quieres bañar…
La niña no contesta.
BORIS:
La última vez que viniste no pudimos jugar como siempre porque tampoco te habías bañado, ¿recuerdas?
Ella sigue sin contestar.
BORIS:
Lo lamento Lidia pero… no puedo pasarte malos hábitos como ese. Así que, si no te vas a bañar tú… voy a tener que bañarte yo…
La niña cambia de postura, ahora está conflictuada. El abuelo le regala una sonrisa que aparenta ser comprensiva. La niña se levanta dispuesta a ir al baño. El abuelo la ve ir.
BORIS:
Que bueno que te decidiste….
( CASA DEL ABUELO- BAÑO. INT. DIA.
La niña entra al baño y abre la ducha como hizo en su casa con mamá, sin embargo se queda reflexiva observando el chorro de agua por unos momentos y allí comienza a recordar el motivo por el cual no se quería bañar. Luego de recordar, el abuelo se mete a la ducha a bañarse con ella mientras la toca y le habla.
BORIS:
Yo sé que tú eres una niña buena… lo sé. Por esa misma razón, no me gustaría que te regañasen o echasen la culpa de nada… Seria bueno que no le contases de nuestros juegos a los demás, te echarían la culpa y bueno, de cierto modo tu lo empezaste, yo sé que no con mala intención pero… lo hiciste… bueno, está tranquila que yo no diré nada.
Le da un beso y sale de la ducha.
La niña se mantiene aún inexpresiva y luego de unos instantes, comienza a lavarse con el jabón.
(9) CUARTO DEL ABUELO. INT. NOCHE.
Perdida en sus pensamientos, recuerda una de las veces que se quedó donde su abuelo, después de haber cumplido seis años. Estaba acostada en la cama del abuelo, viendo televisión con él. Estando allí casi se queda dormida, a lo que el abuelo le hace cosquillas para que no se duerma en el estómago., ella se ríe y le hace cosquillas también, él no se ríe.
BORIS:
Ah… yo no tengo cosquillas… ¡Pero tú si!
Le sigue haciendo cosquillas a ella, mientras ella se mantiene privada de la risa. Luego le hace cosquillas en otros sitios mientras los señala.
BORIS:
(Cosquilleándole cada sitio)
Tú tienes cosquillas en la barriga…en las axilas…En el cuello… En los piecitos.
La niña se ríe mucho por cada sitio, luego el la deja en paz y entonces ella habla.
LIDIA:
¿Tú no tienes cosquillas en ningún lugar?
BORIS:
Bueno… si….
LIDIA:
¡¿Dónde?!
El abuelo la mira y finge que le avergüenza.
BORIS:
¡Me da pena!
LIDIA:
¿Dónde?, ¿Dónde?, ¿Dónde?
BORIS:
Bueno… ¡te daré una pista!...
Es una parte del cuerpo que…
es diferente entre tú y yo,
una parte que tú no tienes…
Luego de pensarlo un rato y algo avergonzada pero aún divertida por el juego, Lidia le hace cosquillas en el entrepierna a lo que el abuelo finge reírse mucho y ella lo hace con mayor seguridad. Luego de un rato riéndose el abuelo se alza en la cama, poderoso pero aterrador y dice en tono travieso.
BORIS:
¡Voy a ver si tú tienes cosquillas en el mismo lugar…!
La voz grave de su abuelo resuena en la cabeza de Lidia, mientras sale poco a poco del recuerdo.
(10) CARRO. INT. TARDE.
En el camino de regreso, en el carro con su mamá, el silencio anterior persiste, ella sigue mirando la ventana. La mamá quien ante la anterior acusación del abuelo se siente mas alarmada y seria, ve necesario hablar con su hija y sacarle las palabras a como de lugar.
LILIAM:
Entonces sigues sin querer hablar... Veo que el abuelo logró que te bañaras al menos... Seguro por eso es que no querías volver. ¿A él si le haces caso verdad?
La niña sigue sin contestar, Liliam detiene el carro en un sitio seguro y voltea a verla aunque Lidia trata de esquivarle la mirada.
LILIAM:
Mírame. Mírame.
Lidia voltea a verla.
LILIAM:
Estoy cansada ya de sentir que le hablo a una pared. ¿Qué es lo que te pasa?. ¿Te he hecho algo acaso? Dime porque… de verdad ya no sé que hacer contigo… ¿Es por papá? ¡Habla! ¡¿Es por mi?!... ¡¿Te he hecho algo Lidia?!, ¡Dímelo de una buena vez!
Mamá se desespera y comienza a llorar, el rostro de la niña se arruga y ella también comienza a llorar. Lloran un rato cada una por su lado, hasta que vuelven a cruzar la mirada y entonces mamá la abraza.
LILIAM:
Nunca te haría nada malo… Lidia… nunca… ¿Por qué no me quieres decir?
La niña lo piensa un rato.
LIDIA:
Porque es mi culpa…
LILIAM:
¿Tu culpa?... ¿qué es tu culpa?... ¿Acaso…?
LIDIA:
No me gusta el abuelo.
Mamá se consterna un poco notando que el tema no va por donde ella creía.
LILLIAM:
¿Por qué?
LIDIA:
No me gusta jugar con él…
LILLIAM:
¿Jugar?
La niña asiente.
LILLIAM:
¿Por qué?
LIDIA:
Él… no me gusta como me toca…
Mamá se extraña ante esa respuesta.
LILLIAM:
¿Cómo…?
La niña se lleva una mano al pecho mostrando como él le toca el pecho y finalmente, va bajando la mano para demostrarle cómo, a lo que mamá se espanta y se tapa la boca, quedándose en shock. Permanece así unos instantes, hasta que finalmente rompe el silencio pegándole una cachetada a la niña.
LILLIAM:
No quería creer que eras mentirosa…
La niña arruga el rostro comenzando a llorar mientras mamá toma la palanca de velocidades, y arranca hacia la casa.
11. CASA DE LIDIA (ENTRADA). INT. TARDE.
Ambas Lidia y Lilliam llegan a la casa. Lidia pasa primero y luego mamá.
LILLIAM:
¡Vete a dormir!
La niña triste, va al cuarto bastante sin reprochar.
Lilliam quien lleva en manos varios objetos del trabajo, papeles, maletín, además de un suéter, se apresura a dejarlo todo sobre el sofá mas cercano, suspirando de obstinación, bastante cansada y molesta, y es dejando todas esas cosas sobre el sofá que nota en la mesa cercana los juguetes regados de Lidia. Y allí, su mirada se posa específicamente en dos juguetes uno sobre el otro. Se acerca no creyendo lo que ve, y allí puede ver perfectamente, a la niña de Barbie completamente desnuda, con el muñeco mayor con pantalón a medio quitar sobre ella en posición misionera. Se tarda mucho viendo esa imagen, percibiendo ahora frente a sus ojos, una verdad innegable. Vuelve a tomar las llaves del carro y sale de casa.
12. CASA DEL ABUELO (ENTRADA). INT. OCASO.
Lidia llega a casa de su padre, y tan solo al abrir la puerta observó una escena tan repulsiva como la de los juguetes, pues entonces vio como el niño de la vecina, salía corriendo completamente desnudo del cuarto del abuelo y luego de eso, con el pantalón abajo apenas con boxer, salía el abuelo detrás persiguiéndole, quien se quedó completamente inmóvil al notar que su hija estaba en la entrada. Ella permanecía igual. El niño se colocó tras la mujer. El abuelo dio un paso adelante, Lilliam se apresuró sacando un spray de ojos, el abuelo se detuvo.
LILLIAM:
Vámonos…
Le dijo al niñito haciéndolo salir desnudo de la casa. Omitiendo los balbuceos de su padre, mas sin darle atención la puerta trancando con cuidado y a la vez rapidez, para irse cuanto antes.
13. CASA DE LIDIA (ENTRADA). INT. NOCHE.
Se escuchan unos gemidos y sonar de nariz, alguien está llorando.
Lidia se asoma por el pasillo que lleva a la sala de entrada de la casa, y allá consigue a Liliam.
LIDIA:
¿Mami?
Lilliam se apresura a secarse la cara, se ve que sostiene una bolsa con algo en la mano.
LIDIA:
¿Qué pasa?
Mamá tarda un rato en recuperar la voz.
LILLIAM:
No es tu culpa Lidia… no es tu culpa…
Estando en ese silencio, sin mucho protocolo, Lilliam le pide que se acerque, Lidia lo hace y se abrazan. Entonces Lilliam toma la bolsa, y saca algo de él, un potecito normal pero colorido.
LIDIA:
¿Qué es eso?
LILLIAM:
Una cosa que me compré…
LIDIA:
¿Qué cosa?
LILLIAM:
Mmm… te diría pero a ti no te gusta bañarte…
Lidia se mantiene en silencio.
LILLIAM:
Aunque es una lástima ¿sabes? Éste jabón es mágico…
LIDIA:
(con interés)
¿Mágico?
LILLIAM:
(pausadamente)
Si… se dice que una vez te lo echas… Todas las cosas malas o … que no te hayan gustado… se limpian… y… nunca mas te vuelven a pasar.
La niña se queda sombrada, pero no dice nada realmente. Su mamá aún con el rostro algo lloroso le sonríe. Deja el jabón líquido sobre la mesa, y le da un beso en el cachete.
LILLIAM:
Voy a descansar un rato…
Le acomoda algunos cabellos, se levanta del sofá donde estaba y se dirige hacia su cuarto. No se ha terminado de ir, cuando la niña volteó a ver el pequeño pote recipiente de aquel jabón, lo mira durante unos instantes y finalmente lo toma.
14. BAÑO DE LIDIA. INT. NOCHE.
Abre la ducha.
Se moja el cabello y el cuerpo y toma un poco de ese jabón en su mano y comienza a regárselo por los brazos lentamente, luego por el pecho y el cuello y suspira sintiéndose mas relajada dejando que todo su malestar lo lavase ese jabón, pues esas zonas nunca más las volvería a tocar quien no quisiera. Sonrío. Volvió a echarse jabón en las piernas y en la barriga. Tomó mas jabón y se echó ahora en el cabello para lo cual cerró los ojos. Pero su rostro no era el mismo de antes… no… la Lidia alegre, contenta y tranquila de hacía un año atrás, acababa de regresar.
Mamá sonrió en silencio, desde la puerta, trancándola en silencio.
FIN.
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Porque es mi culpa
GUION LITERARIO:
(1) CASA DE LIDIA. INT. DÍA.
Primeramente se observan juguetes, muy de cerca y difuminados, poco a poco se van alejando, y se pueden vislumbrar tazas de juguete, cocinitas, sillas, mesas junto a otros, entre ellos una niña de juguete, parada en una cuna… pasa una Barbie moviéndose, está uniformada y con un maletín, llega hasta donde está la mesa, donde se encuentra un Ken leyendo el periódico, Barbie se mueve hablándole y Ken se levanta, deja el periódico y la oye, Barbie señala que va a un sitio, luego a la niña, da dos besos al Ken, y se va. Ken voltea hacia la niña y la saca de la cuna.
En eso la niña que jugaba con esos juguetes, detiene el juego y voltea hacia atrás, su mamá sale del cuarto uniformada y con un maletín.
LILIAM:
(Hablando por teléfono y luego a Lidia)
...No Natahalia, si el niño juega a beber y estar borracho es porque lo ha visto. Ok, está bien. Hasta luego… ¿Ya tu estás lista?... Ve a bañarte…
LIDIA:
(Por lo bajito)
No.
LILIAM:
¿Cómo que no Lidia?, debes oler muy feo, no puedes salir así nadie se te va a acercar…
La niña le da la espalda y se mantiene jugando callada pero oyendo todo.
LILIAM:
(Suspirando por paciencia)
Anda a bañarte…
LIDIA:
¡No!
Entonces su madre se ve obligada a reprenderla y la obliga a meterse al baño.
(2) BAÑO DE CASA DE LIDIA. INT. DÍA.
Liliam deja a Lidia en el baño y le cierra la puerta. Lidia abre la ducha para fingir que se baña, pero realmente no lo hace, se sienta en el inodoro un rato a esperar.
(3) CARRO. INT. DÍA.
Camino en el carro, ambas van calladas, sin hablarse, la niña mirando por la ventana, la mamá conduciendo echándole un ojo ocasionalmente.
LILIAM:
(tranquila)
¿Por qué tienes que ser tan terca?... de verdad, yo no te pido que hagas las cosas por mal Lidia, no entiendo por qué te comportas así.
La niña no contesta, pero la mamá continúa preguntándole cosas.
LILIAM:
Tu profesora me ha comentado que casi no intervienes en clases, que no te interesas por los demás y que no te llevas bien con ninguno… además de eso, tu abuelo también me dijo que has dicho mentiras…
LIDIA:
No quiero ir donde el abuelo.
LILIAM:
¡Y ahora te va a dar por eso!... Discúlpame, pero no puedo complacerte en todo… además, el abuelo se ha portado muy bien con nosotras desde que papá se fue… él siempre ha estado dispuesto a cuidarte, él te quiere mucho. ¿Por qué ahora no quieres ir a su casa?
La niña no contesta. Y ésta vez si molesta a Liliam, quien ya sin paciencia, comienza a hablarle alto y molesta, de ahí hacia el resto del camino. Su voz y gritos van perdiendo el volumen poco a poco, mientras Lidia, comienza a recordar…
…Luego del recuerdo, mamá la saca de sus pensamientos.
LILIAM:
¿Ves de lo que te estoy hablando?... Vas a tener que aprender a oír muchachita… así sea por las malas.
Sin más que decir, continúan en camino hacia casa del abuelo.
(4) CASA DEL ABUELO - SALA DE ENTRADA. INT. TARDE.
El abuelo llega cansado de cargar unas cajas, y se limpia el sudor. La mira fijamente, ella le mira un momento pero luego trata de voltear la mirada hacia otro lado, haciéndose la indiferente, el llega y la abraza juguetón por la espalda y le da un beso.
BORIS:
(En tono juguetón)
Fosss…. Alguien como
Que no se ha bañado hoy… Bueno… yo tampoco estoy muy limpiecito. Estoy cansado… mejor jugamos otro día…me voy a dormir…
El abuelo se da media vuelta dirigiéndose agotado hacia su cuarto. La niña voltea solo para verlo alejarse, confundida.
(5) CASA DEL ABUELO – SALA DE ENTRADA. INT. MAÑANA.
Lidia se encuentra viendo la televisión acostada en el piso junto a otro niño.
(6) CASA DEL ABUELO – COCINA. INT. MAÑANA.
BORIS:
Se entretendrá un poco con él… El niño de la vecina es un buen niño. Varias veces me lo han dejado para cuidarlo.
LILIAM:
La verdad es que me preocupa un poco… Lidia, me refiero…
BORIS:
Lo más probable es que sea una etapa… No hay que darle mucha importancia…
LILIAM:
Si fuese una etapa talvez los niños del colegio estarían igual, tienen su misma edad… talvez debería llevarla a terapia…
BORIS:
Nah… no lo veo necesario… solo dale tiempo, seguro se le pasa…
LILIAM:
Es que la veo tan callada… se me hace casi imposible hablar con ella. Está tan cohibida, tan retraída, tan porfiada con algunas cosas, esta mañana me dijo que no quería venir…
BORIS:
Mm…. Puede estar queriendo llamar la atención. Yo lo había pensado desde hace un rato, debido a las mentiras…
LILIAM:
¿Qué mentiras son esas?
BORIS:
Ah bueno… yo mismo le he atrapado algunas pero, una vez por ejemplo, llegó a decirme que tú le pegabas…
LILIAM:
¿Yo?... ¡Si yo jamás…!
BORIS:
Yo sé hija yo te conozco, sé que tú no serías capaz de eso… yo sé, pero… ¿no te digo?, quiere atención. Y mientras mas se la demos, mas seguirá mintiendo, mejor será ignorarle esas cosas…
El abuelo le pone una mano en el hombro a Liliam quien luce bastante consternada y preocupada.
BORIS:
Estáte tranquila… éstas cosas pasan… y se pasan solas…
Le da un beso en la mejilla y ambos salen de la cocina.
(7) CASA DEL ABUELO – SALA DE ENTRADA. INT. DÍA.
Lidia se levanta cuando los oye venir y mira fijamente a su mamá.
LILIAM:
Bueno… ya me voy, te paso a buscar en la tarde.
Le da un beso a la niña y luego un beso a su papá, sale por al puerta y allí se da media vuelta para saludar con una sonrisa y moviendo la mano a su hija, quien la mira desde adentro inexpresiva. El abuelo cierra la puerta lentamente. Luego, él voltea a ver a Lidia, y ella trata de ignorarlo, volviendo a acostarse a ver televisión. Él se acerca y se sienta en un sofá no muy lejos.
BORIS:
Y entonces no te quieres bañar…
La niña no contesta.
BORIS:
La última vez que viniste no pudimos jugar como siempre porque tampoco te habías bañado, ¿recuerdas?
Ella sigue sin contestar.
BORIS:
Lo lamento Lidia pero… no puedo pasarte malos hábitos como ese. Así que, si no te vas a bañar tú… voy a tener que bañarte yo…
La niña cambia de postura, ahora está conflictuada. El abuelo le regala una sonrisa que aparenta ser comprensiva. La niña se levanta dispuesta a ir al baño. El abuelo la ve ir.
BORIS:
Que bueno que te decidiste….
( CASA DEL ABUELO- BAÑO. INT. DIA.
La niña entra al baño y abre la ducha como hizo en su casa con mamá, sin embargo se queda reflexiva observando el chorro de agua por unos momentos y allí comienza a recordar el motivo por el cual no se quería bañar. Luego de recordar, el abuelo se mete a la ducha a bañarse con ella mientras la toca y le habla.
BORIS:
Yo sé que tú eres una niña buena… lo sé. Por esa misma razón, no me gustaría que te regañasen o echasen la culpa de nada… Seria bueno que no le contases de nuestros juegos a los demás, te echarían la culpa y bueno, de cierto modo tu lo empezaste, yo sé que no con mala intención pero… lo hiciste… bueno, está tranquila que yo no diré nada.
Le da un beso y sale de la ducha.
La niña se mantiene aún inexpresiva y luego de unos instantes, comienza a lavarse con el jabón.
(9) CUARTO DEL ABUELO. INT. NOCHE.
Perdida en sus pensamientos, recuerda una de las veces que se quedó donde su abuelo, después de haber cumplido seis años. Estaba acostada en la cama del abuelo, viendo televisión con él. Estando allí casi se queda dormida, a lo que el abuelo le hace cosquillas para que no se duerma en el estómago., ella se ríe y le hace cosquillas también, él no se ríe.
BORIS:
Ah… yo no tengo cosquillas… ¡Pero tú si!
Le sigue haciendo cosquillas a ella, mientras ella se mantiene privada de la risa. Luego le hace cosquillas en otros sitios mientras los señala.
BORIS:
(Cosquilleándole cada sitio)
Tú tienes cosquillas en la barriga…en las axilas…En el cuello… En los piecitos.
La niña se ríe mucho por cada sitio, luego el la deja en paz y entonces ella habla.
LIDIA:
¿Tú no tienes cosquillas en ningún lugar?
BORIS:
Bueno… si….
LIDIA:
¡¿Dónde?!
El abuelo la mira y finge que le avergüenza.
BORIS:
¡Me da pena!
LIDIA:
¿Dónde?, ¿Dónde?, ¿Dónde?
BORIS:
Bueno… ¡te daré una pista!...
Es una parte del cuerpo que…
es diferente entre tú y yo,
una parte que tú no tienes…
Luego de pensarlo un rato y algo avergonzada pero aún divertida por el juego, Lidia le hace cosquillas en el entrepierna a lo que el abuelo finge reírse mucho y ella lo hace con mayor seguridad. Luego de un rato riéndose el abuelo se alza en la cama, poderoso pero aterrador y dice en tono travieso.
BORIS:
¡Voy a ver si tú tienes cosquillas en el mismo lugar…!
La voz grave de su abuelo resuena en la cabeza de Lidia, mientras sale poco a poco del recuerdo.
(10) CARRO. INT. TARDE.
En el camino de regreso, en el carro con su mamá, el silencio anterior persiste, ella sigue mirando la ventana. La mamá quien ante la anterior acusación del abuelo se siente mas alarmada y seria, ve necesario hablar con su hija y sacarle las palabras a como de lugar.
LILIAM:
Entonces sigues sin querer hablar... Veo que el abuelo logró que te bañaras al menos... Seguro por eso es que no querías volver. ¿A él si le haces caso verdad?
La niña sigue sin contestar, Liliam detiene el carro en un sitio seguro y voltea a verla aunque Lidia trata de esquivarle la mirada.
LILIAM:
Mírame. Mírame.
Lidia voltea a verla.
LILIAM:
Estoy cansada ya de sentir que le hablo a una pared. ¿Qué es lo que te pasa?. ¿Te he hecho algo acaso? Dime porque… de verdad ya no sé que hacer contigo… ¿Es por papá? ¡Habla! ¡¿Es por mi?!... ¡¿Te he hecho algo Lidia?!, ¡Dímelo de una buena vez!
Mamá se desespera y comienza a llorar, el rostro de la niña se arruga y ella también comienza a llorar. Lloran un rato cada una por su lado, hasta que vuelven a cruzar la mirada y entonces mamá la abraza.
LILIAM:
Nunca te haría nada malo… Lidia… nunca… ¿Por qué no me quieres decir?
La niña lo piensa un rato.
LIDIA:
Porque es mi culpa…
LILIAM:
¿Tu culpa?... ¿qué es tu culpa?... ¿Acaso…?
LIDIA:
No me gusta el abuelo.
Mamá se consterna un poco notando que el tema no va por donde ella creía.
LILLIAM:
¿Por qué?
LIDIA:
No me gusta jugar con él…
LILLIAM:
¿Jugar?
La niña asiente.
LILLIAM:
¿Por qué?
LIDIA:
Él… no me gusta como me toca…
Mamá se extraña ante esa respuesta.
LILLIAM:
¿Cómo…?
La niña se lleva una mano al pecho mostrando como él le toca el pecho y finalmente, va bajando la mano para demostrarle cómo, a lo que mamá se espanta y se tapa la boca, quedándose en shock. Permanece así unos instantes, hasta que finalmente rompe el silencio pegándole una cachetada a la niña.
LILLIAM:
No quería creer que eras mentirosa…
La niña arruga el rostro comenzando a llorar mientras mamá toma la palanca de velocidades, y arranca hacia la casa.
11. CASA DE LIDIA (ENTRADA). INT. TARDE.
Ambas Lidia y Lilliam llegan a la casa. Lidia pasa primero y luego mamá.
LILLIAM:
¡Vete a dormir!
La niña triste, va al cuarto bastante sin reprochar.
Lilliam quien lleva en manos varios objetos del trabajo, papeles, maletín, además de un suéter, se apresura a dejarlo todo sobre el sofá mas cercano, suspirando de obstinación, bastante cansada y molesta, y es dejando todas esas cosas sobre el sofá que nota en la mesa cercana los juguetes regados de Lidia. Y allí, su mirada se posa específicamente en dos juguetes uno sobre el otro. Se acerca no creyendo lo que ve, y allí puede ver perfectamente, a la niña de Barbie completamente desnuda, con el muñeco mayor con pantalón a medio quitar sobre ella en posición misionera. Se tarda mucho viendo esa imagen, percibiendo ahora frente a sus ojos, una verdad innegable. Vuelve a tomar las llaves del carro y sale de casa.
12. CASA DEL ABUELO (ENTRADA). INT. OCASO.
Lidia llega a casa de su padre, y tan solo al abrir la puerta observó una escena tan repulsiva como la de los juguetes, pues entonces vio como el niño de la vecina, salía corriendo completamente desnudo del cuarto del abuelo y luego de eso, con el pantalón abajo apenas con boxer, salía el abuelo detrás persiguiéndole, quien se quedó completamente inmóvil al notar que su hija estaba en la entrada. Ella permanecía igual. El niño se colocó tras la mujer. El abuelo dio un paso adelante, Lilliam se apresuró sacando un spray de ojos, el abuelo se detuvo.
LILLIAM:
Vámonos…
Le dijo al niñito haciéndolo salir desnudo de la casa. Omitiendo los balbuceos de su padre, mas sin darle atención la puerta trancando con cuidado y a la vez rapidez, para irse cuanto antes.
13. CASA DE LIDIA (ENTRADA). INT. NOCHE.
Se escuchan unos gemidos y sonar de nariz, alguien está llorando.
Lidia se asoma por el pasillo que lleva a la sala de entrada de la casa, y allá consigue a Liliam.
LIDIA:
¿Mami?
Lilliam se apresura a secarse la cara, se ve que sostiene una bolsa con algo en la mano.
LIDIA:
¿Qué pasa?
Mamá tarda un rato en recuperar la voz.
LILLIAM:
No es tu culpa Lidia… no es tu culpa…
Estando en ese silencio, sin mucho protocolo, Lilliam le pide que se acerque, Lidia lo hace y se abrazan. Entonces Lilliam toma la bolsa, y saca algo de él, un potecito normal pero colorido.
LIDIA:
¿Qué es eso?
LILLIAM:
Una cosa que me compré…
LIDIA:
¿Qué cosa?
LILLIAM:
Mmm… te diría pero a ti no te gusta bañarte…
Lidia se mantiene en silencio.
LILLIAM:
Aunque es una lástima ¿sabes? Éste jabón es mágico…
LIDIA:
(con interés)
¿Mágico?
LILLIAM:
(pausadamente)
Si… se dice que una vez te lo echas… Todas las cosas malas o … que no te hayan gustado… se limpian… y… nunca mas te vuelven a pasar.
La niña se queda sombrada, pero no dice nada realmente. Su mamá aún con el rostro algo lloroso le sonríe. Deja el jabón líquido sobre la mesa, y le da un beso en el cachete.
LILLIAM:
Voy a descansar un rato…
Le acomoda algunos cabellos, se levanta del sofá donde estaba y se dirige hacia su cuarto. No se ha terminado de ir, cuando la niña volteó a ver el pequeño pote recipiente de aquel jabón, lo mira durante unos instantes y finalmente lo toma.
14. BAÑO DE LIDIA. INT. NOCHE.
Abre la ducha.
Se moja el cabello y el cuerpo y toma un poco de ese jabón en su mano y comienza a regárselo por los brazos lentamente, luego por el pecho y el cuello y suspira sintiéndose mas relajada dejando que todo su malestar lo lavase ese jabón, pues esas zonas nunca más las volvería a tocar quien no quisiera. Sonrío. Volvió a echarse jabón en las piernas y en la barriga. Tomó mas jabón y se echó ahora en el cabello para lo cual cerró los ojos. Pero su rostro no era el mismo de antes… no… la Lidia alegre, contenta y tranquila de hacía un año atrás, acababa de regresar.
Mamá sonrió en silencio, desde la puerta, trancándola en silencio.
FIN.