Umbral del Castillo

Fue el espectro de Minotauro el primer reclutado en cumplir puntual con su labor.
Postrándose con una rodilla y un pie sobre los escalones del umbral de aquel enorme castillo.

- Gordon de Minotauro reportándose... al servicio del señor de las tinieblas... Hades... - Mencionó alto y con claridad. Sabiendo que muy seguramente, no se encontraría solo a pesar del silencio y oscuridad presentes en el lugar.

Permanecio entre las sombras a la espera de que todos se reunieran.

-Bienvenido Minotauro, tendras que esperar a que llegue el resto...-No se dejo mirar por el espectro, simplemente permanecio rigido en un sitio incierto.

Llego un poco después que mi hermano, me escondo entre las sombras al igual que mi hermano aunque no estamos realmente alejados uno del otro, en algun lugar de esta estancia, sin embargo hago sentir mi cosmos, dejando una suave sensación de que son acariciados por un sueño.

Sus pasos eran firmes y podía escuchar el eco de cada uno disipando el silencio que existía habitualmente en Heinstein. Un silencio sinuoso y de una sensación propia de la muerte. En cuanto alcanzó el umbral de aquel antiguo y aún firme castillo, sintió una variación en el ambiente, además de un par de cosmos-energías que le resultaban bastante conocidas.

<Alguien como esos dos no tendría porqué descender hasta Heinstein> pensó Radamanthys, frunciendo el entrecejo y afilando su mirada, encontrándose únicamente con la figura de Gordon de Minotauro, a pesar de que podía sentir perfectamente la presencia de los dioses gemelos entre las sombras.

- Gordon, ¿qué se supone que esperas aquí afuera? - preguntó con la imposición característica, clavando sus pupilas mostaza sobre la robusta figura del Minotauro.

- Señor Radamanthys. -

Saludó el espectro del Minotauro al Juez Líder de la tropa a la que pertenecía.
Poco después levantó el rostro y contestó...

- Se ha solicitado la presencia de todos los espectros en el castillo... aunque aún, desconozco la razón. Esperaba usted pudiese indicármela... -

Gordon se levantó y miró al imponente castillo.
Hacía un rato, había sentido de nuevo el llegar de aquellos dos inmensas cosmoenergías que apenas y había conseguido conocer hacía poco tiempo en el templo del Dios del inframundo... ¿Tan importante entonces sería esta reunión como para solicitar la presencia de tan importantes invitados?

Volvió su mirada hacia Radamanthys.

- ¿Ha sido llamado usted también? - Preguntó Gordon curioso.

- Vaya, entonces ¿nadie sabe por que hemos sido llamados?.-
Dije, Mientras me acercaba hasta donde se encontraban Gordon Y Radamanthys.
- Es obvio que también le han avisado, Gordon.-
Podía percibir la presencia de dos individuos mas, era obvio de quienes se trataban.
- Deberíamos pasar, no creo que la reunión se lleve a cabo aquí afuera.