Este fic si no mal recuerdo se lo di a Patito O.o
Rosas, rosas en la casa y muertos en la entrada..
Era un día como cualquier otro en el santuario de Athena o al menos eso pensaba, caminaba sin rumbo fijo, solo caminaba, pensando.. Hasta que su mirada se detuvo en cierto caballero de ojos y cabello celeste, le decían el caballero más hermoso entre los 88, pero él lo encontraba vanidoso y presumido.
Lo observo por un momento y después desvió su mirada y continuo su camino, sin rumbo ni idea de adonde iba.
El caballero antes mencionado le observo alejarse, consternado se preguntaba por que tan bella y sádica criatura se le negaba, después de todo él era Afrodita de Piscis su belleza era incomparable, era inaudito que no consiguiese la atención de ese caballero en particular, así que se propuso que de una u otra manera el guardián de cáncer seria suyo.
El tinte rojo de la sangre , se compara a la belleza de mis rosas..
Ese día Afrodita se levanto muy temprano, se baño con sus esencias de rosas, desayuno y salio a su preciado jardín, corto las mejores rosas de la mañana y las envolvió en un hermoso arreglo, para después pedirle a Kiki el discípulo de Mu que las dejase en la entrada del templo de cáncer junto con una pequeña nota, Kiki aun no muy convencido fue y dejo lo que Afro le había mandado, justo cuando deposito las rosas en el suelo de cáncer escucho a su guardián acercarse lentamente y el niño asustado salio corriendo del lugar escaleras abajo hasta donde estaba su querido maestro quien seguro le protegería de DeathMask.
-Quien esta ahí?- grito desde dentro, pero al salir ya no había nadie, sin embargo escaleras abajo divisaba al pequeño infante corriendo hasta la casa de Aries. -Que ha venido a hacer ese mocoso aquí- Fue entonces cuando bajo la vista y las encontró, junto con la nota -Y esas rosas.. Rosas? Serán acaso de él- Las levanto y vio la nota que caía como siendo llevada por el viento hasta llegar al cafesino suelo de su templo, se volvió a agachar tomando la nota en sus manos y la leyó.
La nota decía, con una perfecta caligrafía:
Hola mi querido DeathMask, he notado que casi nunca conversamos y me gustaría charlar contigo alguna vez, te mando las rosas más hermosas de mi jardín especialmente para ti y descuida estas son inofensivas.
Si aceptas mi propuesta te espero hoy por la tarde en punto de las 6:00 PM para tomar un café o un té como lo prefieras, espero que no declines mi propuesta Maski.
Con cariño Afrodita.
-Pero que se ha creído este sujeto, más aun llamarme Maski? Con que derecho, iré.. Será interesante molestar un rato a la rosita esa jaja si será muy divertido creo que debo de llevarle un obsequio después de todo él me regalo sus rosas no es así? Jajaja- Rió sin pena alguna, visitaría a Afrodita y le daría una muy buena sorpresa.
Lo lúgubre de tu presencia solo es opacada por la belleza de mis ojos..
Ya era casi la hora en la que había citado a su presa y acomodaba los últimos detalles antes de su llegada, tomarían el té en la sala de estar así que como buen anfitrión y amante de la belleza todo lucia excelente, la salita limpia, impecable adornada por floreros finos de porcelana y claro las hermosas rosas de su jardín, como sabia que Death era conocido por sus gustos mortuorios adorno el jarrón de porcelana del centro de la mesita con rosas negras, bañadas ligeramente por uno que otro pétalo rojo.
Todo estaba listo solo faltaba que el invitado de honor llegara, se fue arreglarse, escogió ponerse unos pantalones ajustados de color azul cielo y una camisa blanca le hacia perfecto juego, se peino y se admiro en el espejo, tan hermoso como siempre, la voz de su invitado lo saco de sus pensamientos y le aviso que pronto saldría a su encuentro.
-Afrodita??-Le llamaba desde el interior del templo de piscis.
-Si en seguida estaré contigo, por favor ponte cómodo- Acto seguido DM se sentó en la pequeña pero hermosa sala de estar y algo en el centro de esta atrajo su atención, eran las rosas negras que Afro había puesto y al verlas de cerca descubrió que tenían encima pequeños pétalos rojos, la idea le agrado bastante, parecían gotas de sangre esparcidas en la oscuridad de la muerte, ante ese pensamiento se dio cuenta que quizás después de todo Afrodita no era tan malo, en ese momento el guardián de Piscis hacia acto de presencia frente a él.
-Que bueno que has podido venir eso me alegra mucho- Le sonrió a su acompañante aunque este ultimo ni noto su gesto.
-Esas rosas las has puesto tu? Y así?-
-Si, acaso no te gusta?-
-Bromeas, tienen un aroma a muerte que me encanta, hablando de muerte, te traje un obsequio, toma- Reía burlonamente.
-Gracias no lo esperaba, veamos que podrá ser- Un emocionado Afrodita habría el paquete con emoción, sin esperar lo que habría dentro de la adornada cajita, y era bien observado por DM, quien esperaba que el ojiceleste brincara del susto.
-Vaya.. la cabeza de un muerto y es para colgarla en mi pared.. Que detalle!!- DM no supo que pensar, si bien la expresión de Afro fue de una profunda repugnancia, también parecía que le había gustado el gesto, es acaso que el tipo desataba loco? A nadie más que a él le gustaban esa clase de cosas.
-Pensé que te desagradaría florecita, así como eres..-
-A que te refieres con eso? Tu comentario me ofende, ser hermoso no es un pecado DeathMask y te aseguro que incluso tu me encuentras al menos un poco atractivo- le dijo acercándose lentamente hasta él. -O caso lo vas a negar?-
-Por supuesto que lo voy a negar de donde sacas tanta estupidez- Esquivo la mirada de Afrodita enfadado pero a la vez.. Intimidado por sus ojos.
Un amante los muertos, un amante de las rosas, de la belleza misma,
Tan diferentes y tan iguales..
Habrá rosas en mi cama cariño y tu serás una de ellas, roja como la sangre y marchita como la muerte, pero hermosa, desteñida como una rosa blanca.. O negra como la oscuridad..
-Estas seguro?, he visto como miras..- Se acerco aun más casi invadiendo la privacidad de Cáncer.
-Por que te interesa saber eso?- Estaba nervioso ante la cercanía del caballero y aun no terminaba de comprender por que, si bien era cierto que lo miraba, por cortos ratos pero lo hacia, la verdad era que ni el comprendía por que lo miraba.
-Por que tu me gustas Mask, me gustas desde hace mucho y no tolero que no sucumbas ante mi belleza..- Hizo un ademán con su mano y apareció una rosa roja. -Tienes que ser mió..-
-Me envenenaras con tus rosas Afrodita?-
-Claro que no, comienzo a pensar que no tiene caso que lo haga-
-Creo que acertaste florecita..- DM tomo suavemente el rostro de Afro y lo acerco a él, hasta besarlo suave pero apasionadamente, termino el beso y se separo de él. -Si que acertaste, ni si quiera yo puedo negarme a tu gran belleza, además, me gusta que te agrade la muerte..-
-Por ti me agradaría hasta el mismo infierno mi Maski chan- Se recargo en su pecho al tiempo que se sentaba sobre sus piernas.
-Afro.. Te gustaría?..- Afrodita sonrió.
-Ya están las rosas en mi cama corazón..-
-Perfecto, no hay que dejarlas solas no te parece?- Lo cargo suavemente y lo llevo hasta la habitación, en ese día y en esa noche, por toda la casa de Piscis habría rosas negras y rojas, pero sobre todo.. Había rosas en la cama..
***Fin***
Rosas en la Cama
One - Shot
One - Shot
Rosas, rosas en la casa y muertos en la entrada..
Era un día como cualquier otro en el santuario de Athena o al menos eso pensaba, caminaba sin rumbo fijo, solo caminaba, pensando.. Hasta que su mirada se detuvo en cierto caballero de ojos y cabello celeste, le decían el caballero más hermoso entre los 88, pero él lo encontraba vanidoso y presumido.
Lo observo por un momento y después desvió su mirada y continuo su camino, sin rumbo ni idea de adonde iba.
El caballero antes mencionado le observo alejarse, consternado se preguntaba por que tan bella y sádica criatura se le negaba, después de todo él era Afrodita de Piscis su belleza era incomparable, era inaudito que no consiguiese la atención de ese caballero en particular, así que se propuso que de una u otra manera el guardián de cáncer seria suyo.
El tinte rojo de la sangre , se compara a la belleza de mis rosas..
Ese día Afrodita se levanto muy temprano, se baño con sus esencias de rosas, desayuno y salio a su preciado jardín, corto las mejores rosas de la mañana y las envolvió en un hermoso arreglo, para después pedirle a Kiki el discípulo de Mu que las dejase en la entrada del templo de cáncer junto con una pequeña nota, Kiki aun no muy convencido fue y dejo lo que Afro le había mandado, justo cuando deposito las rosas en el suelo de cáncer escucho a su guardián acercarse lentamente y el niño asustado salio corriendo del lugar escaleras abajo hasta donde estaba su querido maestro quien seguro le protegería de DeathMask.
-Quien esta ahí?- grito desde dentro, pero al salir ya no había nadie, sin embargo escaleras abajo divisaba al pequeño infante corriendo hasta la casa de Aries. -Que ha venido a hacer ese mocoso aquí- Fue entonces cuando bajo la vista y las encontró, junto con la nota -Y esas rosas.. Rosas? Serán acaso de él- Las levanto y vio la nota que caía como siendo llevada por el viento hasta llegar al cafesino suelo de su templo, se volvió a agachar tomando la nota en sus manos y la leyó.
La nota decía, con una perfecta caligrafía:
Hola mi querido DeathMask, he notado que casi nunca conversamos y me gustaría charlar contigo alguna vez, te mando las rosas más hermosas de mi jardín especialmente para ti y descuida estas son inofensivas.
Si aceptas mi propuesta te espero hoy por la tarde en punto de las 6:00 PM para tomar un café o un té como lo prefieras, espero que no declines mi propuesta Maski.
Con cariño Afrodita.
-Pero que se ha creído este sujeto, más aun llamarme Maski? Con que derecho, iré.. Será interesante molestar un rato a la rosita esa jaja si será muy divertido creo que debo de llevarle un obsequio después de todo él me regalo sus rosas no es así? Jajaja- Rió sin pena alguna, visitaría a Afrodita y le daría una muy buena sorpresa.
Lo lúgubre de tu presencia solo es opacada por la belleza de mis ojos..
Ya era casi la hora en la que había citado a su presa y acomodaba los últimos detalles antes de su llegada, tomarían el té en la sala de estar así que como buen anfitrión y amante de la belleza todo lucia excelente, la salita limpia, impecable adornada por floreros finos de porcelana y claro las hermosas rosas de su jardín, como sabia que Death era conocido por sus gustos mortuorios adorno el jarrón de porcelana del centro de la mesita con rosas negras, bañadas ligeramente por uno que otro pétalo rojo.
Todo estaba listo solo faltaba que el invitado de honor llegara, se fue arreglarse, escogió ponerse unos pantalones ajustados de color azul cielo y una camisa blanca le hacia perfecto juego, se peino y se admiro en el espejo, tan hermoso como siempre, la voz de su invitado lo saco de sus pensamientos y le aviso que pronto saldría a su encuentro.
-Afrodita??-Le llamaba desde el interior del templo de piscis.
-Si en seguida estaré contigo, por favor ponte cómodo- Acto seguido DM se sentó en la pequeña pero hermosa sala de estar y algo en el centro de esta atrajo su atención, eran las rosas negras que Afro había puesto y al verlas de cerca descubrió que tenían encima pequeños pétalos rojos, la idea le agrado bastante, parecían gotas de sangre esparcidas en la oscuridad de la muerte, ante ese pensamiento se dio cuenta que quizás después de todo Afrodita no era tan malo, en ese momento el guardián de Piscis hacia acto de presencia frente a él.
-Que bueno que has podido venir eso me alegra mucho- Le sonrió a su acompañante aunque este ultimo ni noto su gesto.
-Esas rosas las has puesto tu? Y así?-
-Si, acaso no te gusta?-
-Bromeas, tienen un aroma a muerte que me encanta, hablando de muerte, te traje un obsequio, toma- Reía burlonamente.
-Gracias no lo esperaba, veamos que podrá ser- Un emocionado Afrodita habría el paquete con emoción, sin esperar lo que habría dentro de la adornada cajita, y era bien observado por DM, quien esperaba que el ojiceleste brincara del susto.
-Vaya.. la cabeza de un muerto y es para colgarla en mi pared.. Que detalle!!- DM no supo que pensar, si bien la expresión de Afro fue de una profunda repugnancia, también parecía que le había gustado el gesto, es acaso que el tipo desataba loco? A nadie más que a él le gustaban esa clase de cosas.
-Pensé que te desagradaría florecita, así como eres..-
-A que te refieres con eso? Tu comentario me ofende, ser hermoso no es un pecado DeathMask y te aseguro que incluso tu me encuentras al menos un poco atractivo- le dijo acercándose lentamente hasta él. -O caso lo vas a negar?-
-Por supuesto que lo voy a negar de donde sacas tanta estupidez- Esquivo la mirada de Afrodita enfadado pero a la vez.. Intimidado por sus ojos.
Un amante los muertos, un amante de las rosas, de la belleza misma,
Tan diferentes y tan iguales..
Habrá rosas en mi cama cariño y tu serás una de ellas, roja como la sangre y marchita como la muerte, pero hermosa, desteñida como una rosa blanca.. O negra como la oscuridad..
-Estas seguro?, he visto como miras..- Se acerco aun más casi invadiendo la privacidad de Cáncer.
-Por que te interesa saber eso?- Estaba nervioso ante la cercanía del caballero y aun no terminaba de comprender por que, si bien era cierto que lo miraba, por cortos ratos pero lo hacia, la verdad era que ni el comprendía por que lo miraba.
-Por que tu me gustas Mask, me gustas desde hace mucho y no tolero que no sucumbas ante mi belleza..- Hizo un ademán con su mano y apareció una rosa roja. -Tienes que ser mió..-
-Me envenenaras con tus rosas Afrodita?-
-Claro que no, comienzo a pensar que no tiene caso que lo haga-
-Creo que acertaste florecita..- DM tomo suavemente el rostro de Afro y lo acerco a él, hasta besarlo suave pero apasionadamente, termino el beso y se separo de él. -Si que acertaste, ni si quiera yo puedo negarme a tu gran belleza, además, me gusta que te agrade la muerte..-
-Por ti me agradaría hasta el mismo infierno mi Maski chan- Se recargo en su pecho al tiempo que se sentaba sobre sus piernas.
-Afro.. Te gustaría?..- Afrodita sonrió.
-Ya están las rosas en mi cama corazón..-
-Perfecto, no hay que dejarlas solas no te parece?- Lo cargo suavemente y lo llevo hasta la habitación, en ese día y en esa noche, por toda la casa de Piscis habría rosas negras y rojas, pero sobre todo.. Había rosas en la cama..
***Fin***