Consortes a la fuerza
Titulo: Consortes a la fuerza
Resumen: Oliver Wood, Fred y George Weasley y Harry Potter son atrapados por el Dark Lord y obligados a cumplir con una misteriosa y peligrosa profecía.
Autora: Melanie Lupin Black, (La Dama Oscura de Piscis) La Oscura Reina Angel (the Dark Queen Angel)
Prólogo:
Oliver Wood, un joven de cabellos castaños, ojos color miel, piel cremosa y estatura alta, (aunque no demasiado) caminaba por las calles del callejón Diagon mirando las tiendas, muchas de ellas cerradas. La gente en la calle andaba en grupo, las familias juntas, y Oliver pensó con tristeza que todo eso lo causaba el miedo a aquel que no debía ser nombrado. Con una sonrisa vio la tienda de sus dos antiguos bateadores. Sortilegios Weasley, la tienda de los gemelos Fred y George Weasley. Entró con la intención de ver a sus dos amigos y hablar con ellos. Dentro estaban Fred y George, quienes al verlo le sonrieron y se acercaron a saludarlo.
- Que alegría verte por aquí, Oliver.
Le dijeron los gemelos con sendas sonrisotas sinceras.
- Yo también me alegro de verlos, chicos. ¿Qué cuentan?
Les preguntó el ex-portero de Gryffindor.
- Bueno, no nos podemos quejar, a la tienda le va bien.
Dijo George.
- ¿Y qué tal tú?
Preguntó Fred.
- Pues no me va mal. Trabajo en el quidditch, que es lo que me gusta, y al equipo no le va mal. Aunque sería mucho mejor si Kattie, Alicia, Angelina, Harry y ustedes estuvieran en el equipo. Apuesto que ganaríamos la copa mundial.
Fred y George sonrieron.
- Buenos tiempos aquellos.
Rió Oliver.
- Los nervios antes del partido.
Se rió George.
- Tus interminables y monótonas charlas.
Se burló Fred, recibiendo un coscorrón de su ex-capitán.
En ese momento la campanilla de la puerta de entrada sonó y por ella apareció Harry Potter.
- Vaya, ya sólo faltan Alicia, Kattie y Angelina, y hacemos una reunión del mejor equipo de Quidditch que haya tenido Hogwarts jamás.
Comentó Fred, provocando la risa de su gemelo y Oliver, y provocando que Harry lo miraba extrañado mientras saludaba a Oliver y a George. Los cuatro chicos se pusieron a hablar sobre Quidditch, y Oliver los intentó convencer de que entraran al equipo donde él estaba. Pero Harry alegó que ese año le tocaban los EXTASIS y no tendría tiempo ni de respirar, y los gemelos que la tienda los tenía a todo tren y sin tiempo libre. Oliver se estaba despidiendo para marcharse, cuando una explosión sonó en el callejón Diagon, por instinto todos agarraron sus varitas. Pero nada pudieron hacer, pronto los cuatros se vieron atrapados y noqueados por los mortífagos.
Al despertar Oliver se vio en un calabozo engrilletado de un pie al igual que Harry, Fred y George. Los cuatro tenían las mismas miradas de terror y ¿ahora qué pasaría con ellos? ¿Ahora qué les harían?
Continuará...
y aquí están los cuatro consortes.