Entendia a la perfeccion el punto de Hilda, si, ambos teniamos el mismo rango, pero mis respetos no fueron solo los de un caballero, sino de un hombre que se siente honrrado de compartir un momento tan especial con ellas.
Me puse en pie, mientras las escuchaba, tambien con asombro y gusto, entendi bien, no reparatiamos en formalidades... igual que mi diosa hera.
"Ya que nuestra anfotriona a sí lo pide, yo no tengo ningún inconveniente en dejar tiradas las formalidades.."
-si dejaremos atras los formalismos- mire a mi alrededor, espere a que se fuera el joven guardia y sorprendiendolas quizas, las abrace, como hacia mucho tiempo no lo hacia, con respeto, y admiracion, tanto una como la otra eran aparte de sus respectivos rangos, mujeres extraordinariamente hermosas e inteligentes-
"Ademas, por lo general, somos un pueblo pacifico y hospitalario, a pesar de que quizas tanto vos como Shion encuentren que nuestras costumbres son algo toscas."
Despues de mi acto, escuchar sus palabras, me resultaban tiernas, le correspondi a hera su mirada y sin quitar mis ojos de sus pupilas, sonrei
-Hilda, no tengas cuidado, para mi tu y tu pueblo, merecen todo mi respeto, ha decir verdad, las formalidades sin sentimiento, me dan pereza, y si tenemos una imagen que cuidar, por mi no hay problema...tambien se comportarme- camine hacia ella escuchando con atencion lo que decia de su tierra, sus montañas, sus eternos hielos. estaba deseoso de visitar cada lugar dicho y sutilmente acaricie parte del abrigo de Hera...
"por cierto, si necesitan mas ropa de abrigo o cualquier otra cosa no tienen mas que pedirlo."
Asenti -No es costumbre de los caballeros, quejarnos por el frio, hemos soportado temibles batallas, en terribles condiciones... y tampoco he venido a darte molestias-tome su fina mano entre las mias- lo que aceptare de ti, es ese paseo por el magnifico asgard -me gire hacia Hera- y a quedarme con ustedes el tiempo necesario, para ver el sol de media noche.