Departamento de Shaka Sabgani

Este es el departamento de Shaka =) se encuentra en una zona tranquila de la ciudad ^^, son bienvenidos cuando lo deseen =) es algo comodo, poco extravagante pero con clase xD. Tiene su sala, su cocina, su comedor, su estudio, 2 baños (uno completo y un medio baño), 2 recamaras y un cuarto de tv

La sala:



El comedor:



La cocina:



Baño incompleto: (ignoren la regadera a la izq)




Baño completo:

En un costado tiene esta linda y sencilla regadera



Y del otro este comodo jacuzzi



Su dormitorio: (él de el por logica es el más ostentoso >.>)



El otro dormitorio:



Su estudio:



Y el cuarto de tv:




Listo

Aún no entiendo por que no podemos vivir los dos en el mismo departamento. Ah si, lo olvidaba, la oportunidad que tengo para aprender a ser independiente, a construir mi propio espacio y más que nada a darle valor a mi intimidad. Que suerte que mi hermano sea Psicologo. Si de mi dependiera me ahorraria estos desplazamientos a mi juicio innecesarios.

En fin, ya maneje hasta aca y ahora solo espero que este en casa, supongo que si fuera mas listo habria llamado primero para no hacer el viaje en balde. Pero klo que queria era distraerme de tantas cosas que le dan vueltas a mi cabeza y...que no me dejan estar en paz.

La presencia de Pandora como una de ellas y la velada sugerencia de mi madre de que...ella seria la compañera perfecta para cualquier hombre.

Apenas el ascensor abre pego un salto felino al pasillo e inhalo profundo feliz de no seguir dentro del cubo, le temo a los espacios cerrados mas que a nada en el mundo. Detesto la sensación de impotencia y asfixia que me asalta cuando no consigo moverme mas allá de un metro, cuando siento que al aire no es suficiente.

Definitivamente cuando me vaya utilizare las escaleras, el elevador solo es para evitar el esfuerzo y el cansancio de remontar catorce pisos.

Camino mas sereno hasta su puerta y acciono el timbre dos veces, en espera de alguna respuesta.

La cual demora y me obliga a accionar el timbre nuevamente y pegar el oido por si algun ruido se produce como respuesta.


*************
Corazon...que bello depto tiene Shaka. que si es mas presuntuoso que mi bicho jijiji, no pero en serio que lindo, aunque muy grande como para una persona. Y el bichito es medio berrinches, aunque, si los malosos son observadores ya salio a la luz un punto con el que le pueden hacer maldades.

Aquella tarde la había tenido libre del trabajo, así que me lo tome para mi relajación personal, sentado en posición de loto sobre la alfombra de mi cuarto me deshice de todo pensamiento y dejé mi mente en blanco, respire profuntamente para después soltar el aire con calma.

La meditación era algo que siempre me ayudaba a mantener la cabeza serena y la mente centrada, liberaba el estress y como budista era algo que acostumbraba, algo que mi padre me habia enseñado y que mi madre había aprendido a odiar, tanto de él como de mi.

Concentrado como estaba me percate algo tarde de los constantes timbrazos a mi puerta, solo existía una persona capaz de tocar con tanta desesperación la puerta como para no esperar un par de minutos, suspire y me puse de pie, me fui caminado con los ojos cerrados para no perder la concentración, quite el seguro y abrí la puerta.

-Me preguntaba cuando vendrías Milo- Le sonreí a medias, aún sin verlo imaginaba aquella expresión en su rostro, enmarcando un puchero y ansioso por saber si le abria o no.

-Pasa, estas en tu casa- Camine al interior del departamento para que me siguiera hasta la sala, donde volví a sentarme en posición de loto en la alfombra a la espera de que comenzara a decirme algo al respecto.

-¿Eso va a ser todo?...- murmuro con un puchero en el rostro y los brazos cruzados aun en el umbral de la puerta. Para variar anda de aqui para aca con los ojos cerrados, comparto con mi madre el sentir de cuan molesto puede ser dicho habito; pues no me permite interpretar en sus pupilas si esta serio, molesto, preocupado, divertido o asombrado con lo que le digo. Me hace sentir que me ignora, aunque...procuro respetar su deseo, su necesidad de meditar que es usualmente lo que marca la diferencia entre su caracter y el mío.

-¡No es justo sabes!. Tu pobre hermano maneja hasta aqui, soporta el trauma latente de tomar el ascensor, llama a tu puerta y espera paciente a que atiendas y no recibo ni un abrazo o un como estas me da gusto verte, nada por el estilo.- Continuo quejandome mientras entro y cierro la puerta, asegurando cada cerrojo posible en su sitio. cualquier precaución es poca en este tiempo.

-No se si alguien ya te lo ha dicho, me parece que si, que yo mismo he sido...pero, una causa común de que se generen accidentes domésticos es ir de un lado a otro sin fijarse en el camino. De ojos cerrados ¿Si me entiendes?.- Me tumbo en el sillón a su lado, me descalzo y sin mas miramientos subo los pies a su mesita de centro.

Sonrio de lado, curveando ligeramente la linea de sus labios, abria reido abiertamente pero al escuchar sus quejas se imagino que de hacerlo seria peor. Al escuchar el sonido de sus pies sobre la mesita giro levemente su rostro en dirección al escorpión.

-Ponte comodo hermanito...-Suspiro, era obvio que no podría seguir meditando con Milo en su sala de acompañante, se puso de pie y se sento en el sillón cercano al otro.

-Pensaba saludarte cuando terminara mi meditación...-Abrio sus ojos y dejo que las celestes pupilas le observaran, con cierta diversión. -Siempre puedes usar las escaleras si le temes al ascensor, pero aún así lo elegiste, lo que me dice que tu fatiga o es mucha o solo es fingida por tu falta de condición física...-Sonreia sarcasticamente mientras le hablaba, era su manera sutil de molestarle y reprenderle en silencio por algunas cosas, siempre había sido así desde niños, él era visto como el tranquilo y su hermano como el inquieto.

-Solo cierro los ojos cuando medito Milo y conozco lo suficiente mi casa como para preever cualquier tipo de accidente-Con ayuda de mis pies movi sus zapatos de forma que los hubiqué bajo la pequeña mesa, para que no estuvieran en el camino a seguir por la sala.

-Si aún quieres tu abrazo sera mejor que vengas a sentarte de este lado...-Me cruce de brazos y lo observé antentamente, imaginando su reacción y divertido por verla cumplida.

-que remedio no...Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma que se levante y vaya caminando al otro lado.- Suspiro aunque sonriendo contento de que me conceda eso. un abrazo y sus bellos ojos celestes abiertos. Me levanto y camino evadiendo la mesa hasta situarme a su lado, una vez ahi, simplemente de un salto me encaramo al sillón y me dejo caer de golpe en él envolviendolo en mis brazos. Estos contactos siempre me han hecho feliz y ultimamente me hacen una falta enorme.

-Te he extrañado mucho Shaka. No te imaginas cuanta falta me hace tu consejo a veces hermano.- Perdido en mis recuerdos de niño, cierro los ojos tratando de detener por más tiempo las imagenes felices de nuestra infancia juntos. la Primera vez que trepe a un árbol del cual ya no pude bajar despues y el tuvo que rescatarme. Mi experimento loco con las finas botellas de champaña de la cava que el no solo encubrio sino fue sustituyendo de su mesada y tantas otras. A veces me pregunto si...

-Espero haber sido un buen hermano para ti Shaka, al menos en igual forma que tu lo eres para mi. Creo que mas alla del parentesco eres tu quien siempre ha sido mi familia.- Y esto a pesar de la adoración que siento por mi madre y mi afan casi excesivo en complacerla. salvo en lo de vivir con ella, eso creo que no seria sano para ninguno. Evocar a mi madre trae a mi mente la imagen de alguien más que...me perturba, me hace dudar sobre cosas que hasta hace poco parecian claras.

-Por hablar de la familia...¿Sabes que ella...? Pandora esta de regreso.- Afirmo más que preguntarle, casi como si la sola mención de su nombre fuera a materializarla frente a nuestro ojos.

Lo envuelvo de la misma forma atrayendolo hacía a mi, permitiendole que acomode su cuerpo sobre el mio y le rodeo con mis brazos, mientras su voz llena cada rincón de la habitación me permito hundir mis dedos entre sus cabellos en una suave caricia, Buda sabe que yo no suelo ser una persona muy cariñosa, pero con mi hermano siempre demostre un lado "dulce" que pocas personas conocen.

-Eres un buen hermano....-Murmure. -El mejor hermano menor que uno podría tener, si gusta de pequeños niños problematicos...-Reí suavemente, sin duda el apelativo correcto para él siempre sería el de un niño picaro e inquieto. -¿Porqué me preguntas eso?- Aquello me extraña un poco, él no suele hacer esa clase de cuestiones a menos que algo triste o preocupante ronde por sus pensamientos.

Casí de inmediato comprendó el porqué de su pesar, cuando el nombre de la bella chica de ojos violaceos se despide de sus labios y se convierte en pensamiento ante los ojos de ambos.

-Pandora.... si, la he ido a ver...¿Sabias que nuestra madre vivira con ella?- Aún no capto la esencia de su preocupacion por ella, pero algo en mi interior me dice que la preferencia de su madre hacia aquella chica tiene algo que ver. -Sigue igual de hermosa que siempre, se podría decir que te envia saludos, si un reclamo por sus zapatos vomitados de hace años se le puede considerar como saludo...-Baje la vista para poder ver en sus pupilas la mirada que pondría ante el recuerdo, y también espere que comenzara a contarme el motivo real de su visita.

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Corazón de mi vida =) princess en su post al preguntar por Milo me hizo recordar que cuando niños robaron unos panquecitos de ella y despues de comerlos tu vomitaste en sus zapatos favoritos >.>U

"...¿Sabias que nuestra madre vivira con ella?"

-No me digas eso...- Endemoniada suerte la mia que viene a coronar la presión que ejerce mi madre sobre mí con esto. -¡No me digas eso por favor!...no justo ahora.- Murmuro de ojos cerrados y sin querer aumentando la presión de mis brazos alrededor de su espalda. Pandora y mi madre juntas, y en el aire latente aquella velada "sugerencia".

Todo mi esfuerzo por relajarme, por dejar de lado mis inquietudes, mis temores se ha ido. Se disolvio del mismo modo que lo hace la luz matinal al caer la noche y ceder impedida para oponerse, su espacio habitual.

"Sigue igual de hermosa que siempre, se podría decir que te envia saludos, si un reclamo por sus zapatos vomitados de hace años se le puede considerar como saludo..."

-¡A ti tambien te lo parece así...¡- Exclamo molesto. -¡Eso no es posible, yo necesito de ti...!- Y me separo bruscamente, rompiendo nuestro abrazo al retraer mis brazos y envolver a mi cuerpo con ellos. -Necesito de tu apoyo...necesito un no de tu parte...un...un...un...- Balbuceo igual a cuando era un niño, incapaz de dar con la palabra, con la expresión exacta de lo que le estoy exigiendo o quizás no es eso, tal vez es simplemente que... - Ni siquiera se que es lo que necesito.-

Murmuro cabizbajo cerrando los ojos y dejando que mi aliento me abandone lentamente, susurrandole al silencio que se hace presente que aún no soy un hombre, al menos no uno capaz de enfrentar con valor, decisión y dignidad las implicaciones de ser Milo Mitropoulos. Las pretensiones ajenas a mi voluntad, las manipulaciones evidentes de la demas gente.

Arquée una ceja visiblemente confundido, baje la mirada y observé el vacio de mis brazos sosteniendo a la nada, los baje y suspire.

-¿Y ahora que es lo que te ocurre?.... Decir que Pandora es hermosa es una verdad, no veo en que te incomoda que le haga un cumplido... no estaras pensando en seguir diendole que no es linda como cuando eramos niños ¿o si?....-Espero varios segundos, pero al no recibir una constestación de sus labios me percató que sucede algo más, algo relacionado con un apoyo hacía ella que de alguna forma mi pequeño hermano malinterpreto.

Ladeo mi cuerpo y rodeandolo con mis brazos atraigo su cuerpo al mio, proporcionandole un lugar en el que pueda acurrucarse, sabiendo que se pondra duro y evitara mi contacto, intento relajar sus musculos presionando mis dedos contra sus costillas para hacerle cosquillas y permitir que se suelte lo suficiente para que se deje abrazar.

-Milo, si no me dices que es lo que ocurre yo no puedo ofrecerte el apoyo que estas pidiendo...-Retire los cabellos de su rostro con ternura para poder mirarlo directamente a los ojos. -¿Me lo diras?-

Me abraza nuevamente y aunque quisiera perderme en sus brazos libremente sus palabras anteriores aun retumban como presas en el eco de una cueva en mi cabeza.

"Sigue igual de hermosa que siempre...que siempre....que siempre..."

Quiero alejarme, quiero que me suelte y...no. Realmente no quiero eso, no quiero eso ahora menos que nunca, lo que quiero es que me permita seguir abrazado a su pecho, oir de sus labios que todo estara bien, que nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero. Ni siquiera ella...aún cuando siempre lo hace.

-No...no tú...no ella...como siempre.-

Quisiera decir algo más coherente, quisiera poder darle a entender las cosas en una forma mucho mejor pero...estoy en mi limite. Muy, muy cerca de claudicar una vez más en favor de su gusto y a demerito de mis propios sueños y voluntades.

Su mirada rehuye de la mia y lo único que hace es acurrucarse más contra mi cuerpo, como si quisera escapar de algo o de alguien, lo tomo por los hombros y lo hago enderezarce para después empujarlo hacia abajo y dejarlo recostado sobre el sillón quedando yo sobre él, con mi mano derecha acaricio su mejilla y me inclino hacia delante para dejar su rostro cerca del mio.

-Milo... escuchame...-Me quedó pensando desde que punto en la conversación se ha puesto de esa forma, al encontrar el motivo recapacito en mis palabras y aún sin hallar un motivo exacto dentro de ellas para su comportamiento decido cambiarlas.

-Pandora podra ser muy bella, pero solo eso...-Mordí mi lengua, imaginaba a alguien a mis espaldas diciendome que era mucho más... y que no debía menospreciarla, pero en ese momento debia ser lo menos posible. -Basta Milo... ¿qué es lo que sucede con ella? no es como si la estuviera aprobando para algo o diciendote que nadie....-Y entonces lo etendí. -Madre...- Murmuré, ¿habrá sido capaz?... -Milo, mi madre te pidio algo con respecto a Pandora, ¿cierto?, que fue lo que te pidio?...-Clavé mi mirada en la suya, esperando que me respondiera, pensando en que realmente si madre había hecho lo que pensaba se había extra limitado al pedir algo así.

Sus ojos chocan con los mios que aun se agitan inquietos a lo largo y ancho de la habitación. No consigo confrontar su mirada y mas aun despues de sus palabras.

"Milo, mi madre te pidio algo con respecto a Pandora, ¿cierto?, que fue lo que te pidio?..."

Entreabro los labios y no consigo decir nada, tan solo jadeo, una y otra vez sin conseguir pronunciar palabra. Presa de una angustia repentina que me impide emitir los sonidos, confirmar su sospecha. quizás es por la idea tonta de que si hablo, de que cada vez que la comento esta toma más fuerza.

Asi que solo asiento, en un mudo movimiento agitando la cabeza de arriba a abajo. Chocando mi barbilla contra mi pecho y mi frente contra el suyo.

Lo abrazo contra mi pecho, acurrucandolo en este, hundiendo mis dedos en sus largos cabellos, en un intento por calmarle y lograr que su voz consiga emitir sonido.

-Milo... puedes decirmelo...-Mi mano izquierda palmea su espalda con cariño, reconfrontandolo todo lo que puedo. -Sabes que puedes confiar en mi....-Aparte el flequillo de su frente y le hice levantar el rostro para que me mirara a los ojos.

-¿Qué te pidió?...-Acaricie su mejilla con mi mano esperando por que respondiera y a su vez reaccionara.

-Ella quiere que...- murmuro entre dientes trantando de evadir la intensidad de su mirada. Por supuesto que puedo confiar en mi hermano pero, en ocasiones como esta me siento algo avergonzado, supongo que el debe pensar que continuo siendo tan infantil como cuando eramos niños. Este solo pensamiento picotea mi orgullo y me obliga a levantar la cabeza hasta encararle, y hablar decidido.

-Ella como siempre quiere encarrilar mi vida en la dirección que sus prejuicios, su estatus y su educación considera la correcta. Y con la llegada de Pandora ha asumido que no podria encontrar mejor esposa que ella, asi que quiere que me comprometa con ella y la despose lo más rápido que me sea posible.-

Termino por confesarle sin poder evitar una muestra de enojo en mi rostro, y apretar hasta deformar un estilizado almohadon de su sofa.

-¿Verdad que es una locura? en especial porque yo....- Aspiro reacomodandome en el sofa y alisando nervioso mi cabello. - Shaka no me vayas a ver como a un bicho, como a un perturbado o algo asi por favor....- le pido con suavidad. -Tú eres realmente a la unica persona de mi familia a quien le puedo hablar con sinceridad de lo que siento. Ni loco iria con mi madre aunque la ame a decirle esto pues se que seguramente me abofetearia y me diria cuanto me repudia como su hijo.-

Me abrazo a mi mismo aun con el almohadon deformado entre mis brazos, y aspiro profundo tratando de no flaquear en mi decisión de confesarle a él, el descubrimiento reciente que me aterra.

-Shaka yo....no me veas mal por favor, te lo suplico pero...Shaka creo que...creo que...me gustan los hombres.- Termino apenas con un hilo de voz emitido por mi garganta.

Aflojo mis brazos para que pueda salir de ellos y moverse en la dirección que desee, sus manos alcanzan un almohadon que lo veo apretar con fuerza a medida que habla, al escucharlo suspiro con delicadeza para que él no pueda notarlo, siempre crei que ella haría algo así, pero nunca imagine que lo hiciera tan pronto.

-¿Verdad que es una locura? en especial porque yo....-

-Lo es....-Respondi por lo bajo, levantandome y llendo hacia la parte de atras del sofa, por una botella de vino tinto y una de vino blanco, abri ambas y me serví una copa de vino tinto y a él una de vino blanco, arquee una ceja, era un tanto dificil que le considerara de esa forma.

-Ya eres un bicho Milo....-Retomo mi asiento a su lado y coloco la copa frente a sus ojos, su mirada parece perdida en algun punto, por su forma de actuar me sorprende que no le tiemblen los labios.

-Shaka yo....no me veas mal por favor, te lo suplico pero...Shaka creo que...creo que...me gustan los hombres.-

-¿Crees?...-Sonrei. -Si se lo dices a nuestra madre, te obligara a casarte con mayor devoción de lo que lo hace ahora-Tome mi copa y bebi un sorbo, meneando ligeramente el liquido en su interior, entreteniendome en como el vino golpeaba las paredes de cristal y descendia dejando una leve estela de su presencia. -No pienso que estes perturbado Milo... si realmente te gustan los hombres y encuentras a alguien que te ame... sabre aceptarlo-Deje la copa y me gire para verlo. -Sin embargo, debes hacer algo respecto de Pandora, no puedes seguir con esto si nunca podras llegar a amarla...-Cerre los ojos unos instantes, podría sincerarme, pero no, no era el momento, los abri de nuevo y le lance otro cojin cercano que tenia a la mano.

-Te ayudare...-

Shiryu buscaba relacionarse con sus vecinos, por lo que se dirigio hacia uno de los apartamentos, esperando no molestar a los propietarios.

-Buenos dias. -Dijo tras hacer sonar el timble una vez, no muy fuerte, pues no deseaba para nada, hacer demasiado ruido- Soy Shiryu, su nuevo vecino. ¿Hay alguien?

Espero pacientemente durante un rato mientras observaba que realmente el exterior del apartamento era genial, sin duda alguna, era de alguien que le importaba mucho la apariencia, por lo que se miro un poco, sin saber bien que decir ni hacer cuando abrieran la puerta. Estaba algo nervioso, pero la unica manera de conocer a los vecinos, era presentandose.

Tome otro cojin dispuesto a lanzarcelo para reaccionara, en algunas ocasiones a mi pequeño hermano le tomaba tiempo pensar todas las posibilidades que tenia o no, sin embargo justo cuando mi mano estaba dispuesta a elevarse sono el timbre, pensando que podia ser importante y que él necesitaria tiempo, decidí ir a ver.

-Ire a ver quien es, mientras piensa que es lo que haras Milo...-Me levante del sofa y le acerque su copa. -Toma un poco, te hara bien...-Brinque sus pies y sali de la pequeña sala, camine por el pasillo hasta la puerta, al mirar por la mirilla me encontre con un chico de largos cabellos negros y ojos verdes, nunca antes lo había visto, quite el pestillo y los seguros que mi hermano había puesto. -Milo...- Los dos dentro de la casa y él la aseguraba como si fuese una fortaleza, por poco y no le pone una trampa, suspiro y abrió la puerta.

-Buenas tardes...-Le saludo cuando al fin su mano movio lo suficiente la madera y su cuerpo salió por el umbral de la puerta. -¿Puedo ayudarte en algo?...-Le hablo con gentileza, esperando su respuesta.

Sonrio, el chico era educado algo poco común de ver, ¿el nuevo vecino?, lo penso un momento hasta que recordó que efectivamente uno de los departamentos de su edificio estaba bacante hasta hace una semana cuando al volver del trabajo descubrió que el letrero había sido removido.

-No es un mal momento, no te preocupes...-Se sintió mentiroso, si bien el momento no era malo, su pequeño visitante estaba en un estado constante de shock, pero si conocia bien al escorpión algunos minutos más en soledad le harian calmarse. -Bienvenido, mi nombre es Shaka, Shaka Sabgani- Le extendió su mano para saludarle. -Es un gusto tener a un nuevo vecino, encontraras que el lugar es sumamente tranquilo..-Aprovechando que estaba en la puerta acomodo el tapete de bienvenida que se encontraba bajo sus pies, asi como una pequeña figura de Buda que colgaba aun costado de él en el muro interno, en ese momento el pobre Buda se afianzaba al clavo sobre el papel tapiz.

-Disculpa, en ocaciones mi hermano suele entrar con demasiada prisa...-Suponia que la escena se hubiese visto algo mal e incomoda si se dedicaba a acomodar las cosas sin dar un explicación del porque, tampoco queria que pensara que lo hacia por él, ya que sabia de sobra que cada que su sangre venia de visita movia las mismas cosas. -Si alguna vez necesitas algo, puedes contar conmigo Shiryu-Le ofrecio a gesto de buen vecino y persona que era, después de todo si algo le debia a la sofisticada madre que tenia, era su educación y hospitalidad. -¿Gustas pasar- Finalizo.

Sonrio, al ver que Shaka ordena las cosas, la verda, no me impora si esta desordendo o no, lo unico que deseaba era presentarme, nada mas... y... si vieran mi casa, seguro que se echaban para atras, aun esta todo desordenado

-No te preocupes Shaka, he venido sin avisar, asi que tranquilo- le miro. Es simpatico, sus largos cabellos y sus ojos combinan a la perfeccion, y la casa desde luego es genial, lo que veo desde la puerta es magnifico, me gusta- No deberia de entrar, tengo mucho que hacer, solo he venido para saludar y presentarme

Quiero entrar, sentarme un poco y charlar de cualquier cosa, conocer a los vecinos, pero no es buen momento, y ademas, estoy totalmente acobardado, seguro que les parezco un bicho raro... es extraño... antes no tenia estas sensaciones, sera quizas por el hecho de que no les conozco

-Es cierto, debes tener mucho que desempacar y acomodar-Termino de acomodar el tapete con los pies, mientras esuchaba si habia alguna reacción dentro del apartamento, pero tal y como lo pensaba, él continuaba hundido en sus pensamientos. -¿Necesitas ayuda? si llegaras a necesitar algo, no dudes en pedirlo....-Se llevo su mano al mentón recordando como fue el día que se mudo, aun con su ordenada forma de ser, aquello habia sido todo un reto a su paciencia.

-¿Sabes?, me pregunto si te gustaria venir a cenar- Se llevo su mano derecha a su muñeca izquierda revisando la hora. -Con tanto trabajo no quedan ganas de cocinarse algo...-Levanto el rostro y lo miro a los ojos. -Te invito a cenar, a mi hermano y a mi nos gustaria tener tan agradable invitado-a juzgar por la hora, tendria bastante tiempo de que él ordenara un poco su casa y de que él cocinara algo.

-Si, tengo bastante que hacer, pero me encantaria, como has dicho, no tengo ganas de cocinar, estoy algo cansado ultimamente, la mudanza ha sido rapida, sin darme tiempo de casi nada, y ahora que estoy instalado es como si estuviera en otro mundo que no es el mio

Callo rapidamente, pues no es justo decir esas cosas delante de los vecinos cuando lo que estoy haciendo es presentandome, ni por asomo, esta claro que me falta un tornillo, pero me siento bien con este muchacho, de hecho, hasta me entran ganas de sonreir

-Es la primera vez que me mudo y no se bien que he de decir cuando me presento a los vecinos... lo siento- sonrio algo avergonzado, de hecho, noto mis mejillas sonrojarse y eso no es tipico en mi.

Aquel sonrojo le recordo a su hermano, cuando hacia travesuras y después corria a contarle que ya no sabia como salir de ellas, rio ligeramente y nego levemente con la cabeza.

-No tienes por que disculparte, cualquier cosa que este bien para ti, estará bien para otros, expresamos muchas cosas al hablar... pero sobre todo, se nota cuando estamos felices con nosotros mismos...-El chico era agradable, la idea de tener un vecino que fuese sincero le gustaba, estaba por demás acostumbrado a los vecinos interesados que solo le buscaban por otra clase de intereses, los cuales para su desgracia muchos tenian que ver con sus padres.

-Ven a cenar con nosotros, me asegurare de tener algo delicioso para comer y que espero sea de tu agrado-Observo de nuevo su reloj y penso cuanto tiempo podría demorarse con Milo dando vueltas por la casa y calculo. -Me parece que todo estara listo en unas tres horas, podré presentarte a mi hermano entonces, a menos que decida dejar de pensar y venga a curiosear por la puerta, pero si eso no sucede, lo veras cuando vengas-Termino sonriendo de forma calida y sincera.

-De acuerdo, en tres horas estare aqui, gracias por la invitacion. -sonrio levemente mas tranquilo- me ire a recoger un poco y a prepararme,gracias de nuevo- me despido con un gesto de mano para dirigirme hacia mi hogar.

En tres horas pocas cosas voy a poder hacer, pero la verdad es que no me apetece hacer mucho, prefiero recoger un poco para poder dormir esta noche con la cama hecha y prepararme para la cena, lo demas ya no me importa, si me pongo a presionarme, sere como las personas que me han obligado a venirme aqui dejandolo todo atras, y realmente, no quiero.

Esos vecinos son amables, puede que tenga aqui las amistades que nunca he tenido, quien sabe, quizas incluso me comprendan, algo dentro de mi me dice que esto es genial.

Vestido para la ocasión, con un pantalón negro y un chaleco azul, Shiryu se presentaba de nuevo ante la puerta de Shaka, agradecía que le hubieran invitado a cenar, de ese modo podía conocer a los vecinos y comenzar a hacer relaciones con los demás. Era la ocasión perfecta, cuando además, cocinar no le apetecía, bastante tenía con ordenar toda su casa él solo, pues nadie le estaba echando una mano.

Llevaba para la cena una botella de vino, esperando que les gustara, si no era así, de verdad que lo sentiría mucho, pero ya compensaría de otra manera.

Llamó al timbre esperando que le abrieran. Lo había dejado todo recogido en casa,solo le quedaba por arreglar un poco el cuarto de invitados, lo demás estaba listo. En su rostro, sin que él lo deseara, se podía ver el cansancio acumulado de todo el día, aunque sus ojos brillaban de felicidad y eso, también era visible