Te amo únicamente a ti, no tengo nada; ni capacidad, ni inteligencia, nada, nada, tengo el amor. Es terrible. Y es por eso que si te perdiera me perdería a mí mismo y ya no sería entonces yo, sería una pobre hombre como hay miles y miles. Tienes que comprender que no tengo nada mío, tú me posees enteramente. Y si me amas cuidarás preciosamente tu vida, porque sin ti sería como un sobre vacío.
¿Qué más que estas palabras para dedicártelas a ti por completo?, ¿qué más puedo decir cuando corres peligros innecesarios? ¿qué más puedo decir para convencerte que sin ti ya no podría haber un yo o un lo nuestro?
No hay palabras Camus que puedan describir el horror de mi alma cada vez que te lanzas hacia la batalla, sé que eres un rey pero en mi reino únicamente existimos tu y yo, y sin ti todo terminaría ya que yo mismo me arrancaría la vida para evitar que desaparecieras. Así de grande es mi necesidad de ti y por ti. De igual forma es mi temor al verte arrojándote a los brazos del enemigo
¿Qué más necesitan decir mis labios para que comprendas que muero por ti? Eres mi rey, eres mi carcelero, mi droga, mi vida. Eres el manantial que me da de beber cuando tengo sed, mi esperanza cuando estoy por morir eres mi dios quien con una orden me vuelvo invencible para arrasar con tus enemigos.
¿Qué más necesitas de mí? Para comprender que te amo, que el aire de vuelve fétido sabiendo que estas muriendo, que me cortas las alas cuando me ocultas cosas y que en verdad me desgarras cuando sonríes como si nada sucediera ¿eres feliz torturándome? ¿Es eso? Disfrutas viéndome ser fuerte cuando sé que todo te pasa y callas, ¿quieres verme ensangrentado por ti? Si la respuesta es sí una simple orden basta para que te de todo lo que tengo, absolutamente todo. Mi vida, mi cuerpo mi alma, ya que todo te pertenece, cada célula de mi interior es tuya, hasta el aire que respiran mis pulmones es tuyo. Tu solo ordena y todo te lo entrego.
Así como te entregue mi ojo izquierdo todo mi ser te pertenece, porque eres mi dios, mi amo, mi verdugo, y tu fiel sirviente y amante que solo desea verte feliz, que te ama con lo poco que tiene pero lo suficiente para adorarte mi Dios. Amate como si me amaras a mí mismo ya que solo así corresponderás a mis deseos.
Amate, cuídate porque me estarás cuidando a mí y me estarás a mando solo a mí.
¿Qué más que estas palabras para dedicártelas a ti por completo?, ¿qué más puedo decir cuando corres peligros innecesarios? ¿qué más puedo decir para convencerte que sin ti ya no podría haber un yo o un lo nuestro?
No hay palabras Camus que puedan describir el horror de mi alma cada vez que te lanzas hacia la batalla, sé que eres un rey pero en mi reino únicamente existimos tu y yo, y sin ti todo terminaría ya que yo mismo me arrancaría la vida para evitar que desaparecieras. Así de grande es mi necesidad de ti y por ti. De igual forma es mi temor al verte arrojándote a los brazos del enemigo
¿Qué más necesitan decir mis labios para que comprendas que muero por ti? Eres mi rey, eres mi carcelero, mi droga, mi vida. Eres el manantial que me da de beber cuando tengo sed, mi esperanza cuando estoy por morir eres mi dios quien con una orden me vuelvo invencible para arrasar con tus enemigos.
¿Qué más necesitas de mí? Para comprender que te amo, que el aire de vuelve fétido sabiendo que estas muriendo, que me cortas las alas cuando me ocultas cosas y que en verdad me desgarras cuando sonríes como si nada sucediera ¿eres feliz torturándome? ¿Es eso? Disfrutas viéndome ser fuerte cuando sé que todo te pasa y callas, ¿quieres verme ensangrentado por ti? Si la respuesta es sí una simple orden basta para que te de todo lo que tengo, absolutamente todo. Mi vida, mi cuerpo mi alma, ya que todo te pertenece, cada célula de mi interior es tuya, hasta el aire que respiran mis pulmones es tuyo. Tu solo ordena y todo te lo entrego.
Así como te entregue mi ojo izquierdo todo mi ser te pertenece, porque eres mi dios, mi amo, mi verdugo, y tu fiel sirviente y amante que solo desea verte feliz, que te ama con lo poco que tiene pero lo suficiente para adorarte mi Dios. Amate como si me amaras a mí mismo ya que solo así corresponderás a mis deseos.
Amate, cuídate porque me estarás cuidando a mí y me estarás a mando solo a mí.