El testamento de los Dioses [Camus & Shaka]

Cargaba tras la espalda una mochila repleta de libros, mapas, objetos de escritorio, proviciones y objetos para ayudarme con mi estudio, en vez de la enorme y orgullosa armadura de Acuario, mientras descendia pausadamente desde el onceavo templo.

Para muchos pecaré de ingenuo, atrevido y orgulloso, pero prefiero ser un hombre precavido antes que emprender esa misión en son de guerra, y las cosas que traigo en la espalda son mas necesarias que el ropaje sagrado; de cualquier forma si un espectro nos atacara quiero pensar que el Patriarca ha encontrado esa razón para enviarme como compañero de Shaka, antes de hacerlo con algún otro.

Honestamente pensar en ello me molesta, pero tengo que anteponer la misión antes que cualquier lio de cama.

Shaka presume de ser un hombre iluminado, y yo de ser uno cauto.

Espero podamos dejar a un lado nuestras diferencias, después de todo, ambos somos compañeros de armas y anteponemos el deber antes que cualquier asunto personal; sin embargo, todavía me resulta incómodo pensar que pasaré todas aquellas semanas viajando con él.

Finalmente, ya en la entrada del templo dejo que el cosmo emerga de mi cuerpo y le comunique que estoy listo para partir.

Meditaba sobre la orden que me ha sido dada, se que he sido elegido para esta misión por mis cualidades al igual que Camus, lo mejor será no llevar mi armudura, conociendo al guardían de acuario se que debe haberlo previsto, independientemente de nuestras diferencias reconozco que es una persona confiable, analítica, recta e inteligente, los problemas entre nosotros no tienen porque afectar la misión.

Mi rosario se encuentra listo por si llegaramos a ser atacados por algún emisario de los dioses, uno de los dos deberá completar nuestra misión, me siento incómodo por nuestro pasado en común, algo mundano que carcome mis entrañas haciéndome caer en sentimentalismos inecesarios, llevo las provisiones necesarias incluyendo un par de cosas que podrian sernos de utiliadad.

Milo de escorpio no dañará esta misión, siento su cosmos en la entrada de mi templo y expando el mio invitándole a entrar, camino al centro de la estancia, le analizo con atención, hago un breve asentimiento de cabeza en reconocimiento a su persona; una pequeña ola de molestia me invade, tomo las cosas que necesitaremos y me dirijo a la salida sin esperarle como debería.

Sera una larga misión.

A sentir su cosmo cual invitación a entrar, la ligera molestia en mi pecho se extiende hasta convertir mi calma en fragmentos afilados que no duraré en el futuro a usar.

No puedo evitarlo: le detesto y estoy seguro que el sentimiento es reciproco.

Mis pasos me acercan pausadamente hacia el centro de la sala, mientras el virgiano se sale a nuestro encuentro. Tomo un poco de aire y saco la brujula y el mapa para marcar nuestro punto de arranque mientras le siento avanzar hacia la salida sin mencionar ningún tipo de palabra; lo cual reconozco que me alegra porque así mis oídos y yo descansamos en paz. Ojalá el viaje sea completamente en silencio.

Camino en dirección a Leo, sin molestarme en levantar la vista por arriba del mapa y la brújula, manteniendo el ritmo de mis pasos en todo momento.

El Patriarca nos dio una pequeña pista del primer sitio donde podríamos encontrar los pergaminos, se trataba de un poema en antiguo griego que hablaba sobre el testamento de los dioses dividido en tres diferentes partes, y cada parte custodiada por un guardian y un poderoso ejercito. Gracias a mi minucioso estudio e interés por la lectura, rapidamente (a comparación de Shaka) entendí el mensaje: el guardian eran las ciudades y el ejercito el propio pueblo, y la fe que poseían, el arma más poderosa.

No es dificil saber que la religión en esas diversas ciudades representa un peligro para los Dioses griegos, y me hace preguntarme si Shaka ha descubierto cual es el primer sitio a donde iremos o si es necesario decirselo.

—Oye...— Mi voz rompe el silencio y el sonido de nuestros pies golpeando la piedra bajo el calzado. —¿En qué dirección deseas ir primero?— Claro que mi pregunta no es por cortesía sino más bien, es un intento por tentar el terreno.

Como ya hemos llegado a Leo detengo el mapa sobre la pared del templo, y saco un lápiz para marcar la cruz y el sendero sobre el camino que tomaremos.

Una mueca molesta se hace ligeramente presente en mis facciones por escucharle hablar, habría preferido traer un peso muerto que a esta persona a mi lado, si su presencia me irrita su voz me agravia.

Regreso mi semblante a la normalidad porque no voy a darle el gusto de dedicarle mi tiempo, normalmente jamás me rebajaria a pelear con alguien de menor rango astral, mi iluminación me lo impoide, pero este hombre es una excepción y eso me irrita aún más el no poderlo hacer a un lado como a los demás por muy líos de cama que hayan sido.

Analizo un momento su pregunta, son tres los lugares que debemos visitar y el mas cercano de ellos es Creta, lo recomendable sería comenzar por ahí, sin emabrgo; precisamente cerca de allí reside el motivo de nuestros problemas, pero creo que sigue siendo la mejor desición.

Ambos tenemos el suficiente honor como para no abandonar o arriesgar nuestra misión, por lo cual decido responder a su pregunta.

- Creo que Creta sería la mejor poción al ser más cercana, a no ser que prefieras comenzar por otro lado. -

Explico con mi voz parca, daondo pie a que el también decida, al final es una misión y debemos ponernos de acuerdo por donde comenzar a actuar.

-Iniciemos por donde inciemo, la misión debe cumplirse.- Finalizo dándole a enteder que será mi prioridad, observo como va trazando algo en el mapa, probablemente la mejor ruta a seguir y por esta ocación aunque me irrite deberé tomarle en cuenta, por ello decido detenerme a esperarle.

Aún de cara contra el mapa mis labios muestran un pequeño gesto más parecido a una sonrisa sordónica, que a una fingida felicidad.

Pareciera que es simple elegir el camino, pero su respuesta solamente me hace pensar que Shaka prefiere las cosas faciles antes que esforzarse realmente por algo. Quisiera chasquear la lengua y menear la cabeza, pero el viaje es de por si tenso para aumentar la sensación con un maleducado modo. Debo ser cauto, y darle pocos motivos de queja ante el Patriarca, pues no quiero que mi reputación sea manchada por alguien como él.

Marco con el lápiz los puntos donde debemos dirigirnos, y dejo la columna para acercarme al virginiano y mostrarle el mapa, sin dejarselo.

—Creta está bien si quieres llevar el pergamino a dar una vuelta por el mundo, pero si no, en todo caso, como maestro de maestros, yo sugiero dirigirnos a Francia primero, luego avanzar al Tibet y finalmente a Creta para volver al Santuario.— Durante mi pequeño monologo tracé con el dedo las rutas ya marcadas a lápiz en el mapa, esperando que no fuese necesario regresar sobre mis palabras y explicarle punto punto, silaba a silaba, por qué elegía hacerlo de este modo.

Sus palabras me molestan en demasía, no cabe duda que el y yo jamás nos llevaremos bien, observo la ruta que ha trazado, aunque el sea la ultima persona con quien deseo emprender este viaje deberé aguantarme y moderarme.

Asiento con mi cabeza ante su indicación pero no puedo evitar que mis palabras salgan algo secas. - ¿Por algo te enviaron no?. - Respondo dándole a entender que es su trabajo saberlo. -Estoy de acuerdo con el camino que traces, lo importante es terminar la misión sin errores.- Explico mi punto de vista con paciencia finjida.

Mi misión practicamente es ir de guardaespaldas por cualquier contratiempo que pudiesemos tener y es en eso en lo que me enfocare aunque no desee protegerle a él en específico es mi misión y deber como caballero y como ser iluminado.

Retomo mis pasos para continuar con el camino, será largo y tedioso sumándole la peor compañía posible, cuanto antes marchemos mejor, quiero que esto dure lo menos posible.

Una vez que estoy a unos cuantos metros de su posición pregunto. -¿Nos vamos?-

"Tengo la seguridad que fue por eso..."

Pensé inmediatamente ante su respuesta. Él me había dado a entender que no se consideraba lo bastante listo para ello, pero si muy fuerte para afrontar cualquier situación de peligro. Era extraño que incluso yo pensara que Shaka tenía muchas mas cualidades que aportar a la misión, pero supongo que si esa es la opinión que tiene de su persona, no debo ser yo quien la contradiga.

No respondo, simplemente devuelvo el mapa al muro y analizo a fondo el trayecto a seguir. Lo he hecho antes en mi templo, pero habiendo tomado la desición y él dejado claro que no le interesa participar de los detalles, no volveré a preguntar.

Su insistencia por marcharnos eleva mi ceja taheña con curiosidad.

¿No se supone que Shaka es la persona más serena del Santuario? Mis labios adquieren un gesto irónico que oculto acomodando las cosas lentamente en la mochila, casi a aproposito para gastar un poco de tiempo.

Ya listo comienzo a caminar con él para empreder la misión lejos del Santuario.

Debo serenarme, mis emociones negativas intentan dominarme cuando no deben hacerlo, se que esta la misión mas desagradable con la que he tenido la desgracia de cumplir hasta este momento y no tanto por la misión en sí sino por la "grata compañía" con la cual debo cargar, me detengo unos instantes mientras inhalo y exhalo con fuerza.

No me interesa que ruta tomemos eso es lo de menos para mi en este momento, confió en lo que Camus decida y por eso he decidido no tomarme la molestia de pensar en ello, seria inecesario que ambos pensemos en una misma cosa si aunque deteste su compañía reconozco que es muy capás de hacerlo, prefiero enfocarme en otras cosas.

Le siento caminar hasta alcanzarme e intento llevar un paso que nos permita estar a una distancia cercana, no es que me agrade la idea pero es la mejor opción para evitar ser separados en caso de un ataque sorpresivo.

- Lo mejor será que permanezcamos juntos, lo mas cerca posible por cualquier ataque del que podamos ser blanco. -

Explico recuperando mi serenidad habitual decidido a no volver a dejarme llevar por emociones mundanas que no tienen cabidad en una persona como yo quien debe vivir conforme a las enseñanzas de buda.

- Te sigo. -

Afirmo mostrándole que pese a los lios que hayamos tenido y la tención existente estoy en la mejor disponibilidad de sacar adelante la misión.

Tomo una pulsera se madera de mi equipaje y la extiendo hacia él.

-Esta pulsera posee parte de mi cosmos, es mejor que la lleves para cubrirte con más facilidad en caso de un ataque, así si algún espectro nos ataca expanderé el campo de fuerza hacia ti y si lo matas no regresará. -

Creo que es lo suficientemente inteligente como para comprender que no es porque lo considere débil sino una precaución necesaria para tener el éxito asegurado.

Su paso se modera, y me permite sentir la nueva calma que rodea al virgiano.

- Lo mejor será que permanezcamos juntos, lo mas cerca posible por cualquier ataque del que podamos ser blanco. -

Mis ojos se elevan hacia el cielo de camino a Cancer, buscando encontrar en su inmensidad, la fuerza para no protestar.

—Si—. Dicen mis labios, pero mi corazón miente. Es muy notoria la incongruencia entre nuestras acciones y gestos y todo lo que Shaka o yo podamos decir. Ojalá esto se arreglará con hablar, pero eso ya se intentó infinidad de veces. La situación deberia incluso haber disminuido hace meses cuando la manzana de la discordia decidió que no queria estar con ninguno de los dos, y que muy por el contrario, preferia quedarse con Kanon, en quien no sólo había encontrado diversión, amor y comprensión, sino sexo "casual" y apasionado que lo había arrastrado a ese punto de elegir separarse de Shaka y también de mi.

Siento una imponente sombra sobre mi cabeza, y no es sólo el resguardo de Cancer lo que me hace sentir frío y conmoción, sino aquellos pensamientos propiciados por el escorpión.

La voz de Shaka provoca que mis ojos se abran, y que le presten la atención necesaria a aquél intercambio de palabras.

Tomo la pulsera, y me permito observarla sutilmente mientras la coloco en mi mano izquierda.

—Gracias.— Aquellas palabras fueron mas educación que sentimiento. —Espero realmente que no encontremos mayores problemas, y que podamos volver antes a Grecia.

Si, rápido, muy rápido. No suelo ser desesperado, pero en esta ocasión -me temo- desear que el tiempo pase a prisa no es una opción, es una necesidad propia.

Él intenta continuar la misión pese a todo, así que supongo que puedo respetarle un poco más; es decir, como Shaka de Virgo lo hacia ya, moderadamente, claro está; ahora puedo hacerlo un par de escalas más.

Creo que en esta misión veremos quien de los dos es más apto y maduro; es como si fuese un juego o una competencia, mas que algo que nos haga trabajar en equipo.

Yo no soy espiritual ni poseo elementos como los de Shaka, pero creo que habrá que compartir algunas cosas.

Saco una brújula de la bolsa pequeña que cargo a un lado, y se la extiendo.

—Nada como conocer hacia donde vamos y encontrar el camino si llegamos a perdernos. Pienso que podríamos elegir un punto de reunión en caso de que algún suceso nos aleje.

Sus palabras me suenan vacías es por compromiso que lo hace y dice pero es algo normal, por ambas partes es así y el motivo tiene un solo nombre Milo de Escorpio.

Se me hace tonto que estemos en esta situación tan tensa por un hombre de decisiones ligeras y volátiles pero los sentimientos nos han gobernado, es irrisorio que el caballero mas iluminado y el mas frío del santuario nos estemos llevando mal por problemas personales.

No vale la pena siquiera recordar ese nombre, lo he borrado de mi vida, no le amo ya pero su recuerdo prevalece y la situación actual no ayuda a mejorar eso, lo único que queda es desagrado por el vacío que ha quedado en mi alma y que espero se llene algún día, no reemplazándolo sino llenándolo tanto que se desborde.

- También espero que no haya contratiempos, gracias por la brújula. - Respondo tomándola mientras la observo para posteriormente guardarla en mi sari, estará mas segura y a la mano ahí.


Mi educación es algo que siempre me ha distinguido y no pienso perder los estribos ahora, menos con él, además, entre menos contratiempos haya mas corta será nuestra convivencia.

- Estoy de acuerdo con el punto de reunión, tu conoces Francia y yo el Tíbet podríamos elegir cada uno el del lugar que conoce y el de Creta... juntos. -

Esas palabras brotan de mis labios dejando un sabor amargo, pero muy verídico, juntos, aunque no me agrade la idea somos dos en esta misión y deberemos limar asperezas para poder trabajar en equipo y salir vencedores, no quiero ser quien de el primer paso pero de alguna manera es lo mejor.

- Camus... En algún momento deberemos limar asperezas, no es bueno para ninguno de los dos estar así por alguien que desde mi perspectiva no lo vale. - Aclaro deteniéndome solo un instante antes de continuar con mi camino.


Es lo mejor, a decir verdad yo respetaba al caballero de acuario, aún lo hago de cierta manera, han sido las circunstancias quienes nos han alejado, porque pese a que nuestra convivencia no era mucha no existía esta tensión.

Honestamente quiero recuperar la paz que he perdido y poder verle como lo hacía en antaño.