Recogiendo los pedazos rotos.

Mi mano libre va inconsciente a su cabeza para acariciar suavemente mientras siento el peso sobre mi mano, su cabello es tan suave que no puedo dejar que mi mano se mueva. Tengo una idea de lo que pudo haber pasado, pero por más que me esfuerzo no puedo recordarlo-

─Camus─

El aroma me relaja y el tenerlo cerca también, mis manos se encuentran tan cerca que hacen que me sienta algo inquieto.

─Recuerdo que me dijiste que me amabas en el pasado, ¿que sientes por mi ahora?, se que no es la manera de decirlo, me siento intranquilo al pensar que pueda lastimar a alguien─

Me muevo un poco para depositar un beso en su cabeza, aun sintiendo el agua moverse a mi alrededor

No importa si mi nombre en sus labios no suena del modo en que yo espero, el simple hecho de poder escucharlo cierra mis ojos y me orilla a relajarme en mi posición tanto como él se encuentra.

Su caricia me toma por sorpresa, aunque eso no me orilla a abrirlos, sino más bien a seder a lo que siento.

No deberia... Pero no puedo evitarlo....

—Yo lo sé Saga, sé que no quieres herir a nadie, sé que no pretendes lastimar a los demás; y créeme, conmigo no pasará.— Una suave exhalación abandona mi boca, y mis labios tocan con gentileza su piel. —Lo que siento lo conozco y para mi basta, pero si quieres escucharlo no voy a arriesgarme a perderte en ese avizmo de oscuridad otra vez.

No quiero dejar la calidez que me brinda con ese contacto, pero me temo que no hacerlo es perjudicial para mi, asi que elevo mi cuerpo y voy hacia la botella de vino para servirle una copa y ofrecérsela, con un pedazo de queso fresco y las fresas cortadas en otra mano.

Me giro un poco para poder descansar mi pecho en la orilla de la tina y evitar tirar cosas dentro del agua, tomo la copa en las manos y me quedo en esa posición

─quisiera poder estar tan claro de lo que pasa en mi cabeza como tu, no se como darte las gracias por todo lo que estas haciendo por mi─

de repente me doy cuenta que estoy en una posición demasiado "infantil", pero no se que hacer ahora, me siento un poco nervioso ante la situación

Quiera o no dársela, mis labios adoptan una sonrisa suave cuando le veo voltearse. Mis manos quieren acariciar su cara para que mi boca pueda apropiarse de la suya, pero no quiero hacerlo, no quiero aprovecharme nuevamente de su condición.

Tomo la otra copa y bebo con él del vino, mientras le ofrezco una rebanada de queso cortado, con un pedazo de fresa encima; mis dedos la toman con delicadeza y la acerca a su boca.

Esto me provoca una extraña sensación que aceleración mi corazón.

—Hay muchas cosas que podría pedirte a cambio de esto... Pero no sería justo, Saga.— Vuelvo a ofrecerle otra rebanada de queso y fresas. —Volveria a abusar de tí, y perderia el sentido de mi acción... Intento que estes bien, y pedirte algo a cambio seria egoista.— Sincerarme con él es un arma de dos filos, pero estoy dispuesto a ser atravesado por uno de los dos.

Como un poco de lo que me da, pero mi estomago después de haber pasado demasiado tiempo sin suficiente comida, protesta, así que no como mucho. Pero si tomo un poco más de vino. Cuando dice aquellas palabras estiro mi mano libre y humeda para acariciar el rostro de Camus.

─Tu no podrías haber abusado de mi, si algo paso seguramente fue porque perdí el control y quien debe cruzado esa linea y abusar de tus sentimientos─

No puedo creer que el diga que ha abusado, cuando ha sido tan considerado conmigo y está haciendo todo esto por mi

Su caricia me obliga a cerrar los ojos y a perderme en ella, unos instantes. Mi mano deja la copa a un lado, y sostengo con las dos la que acaricia mi mejilla, besándole suavemente con mis labios y restregándola contra mi piel.

—Yo era consiente que tú no estabas bien y aún así...— Mis ojos se abren y buscan aquellas pupilas esmeraldas con cierta añoranza y deseo de algún día verme reflejado en ellas. Me pregunto si eso será posible, aunque no quiero pensar demasiado en ello, pues esto que él me regala es suficiente, el que me toque sin que yo se lo pida y sin que sienta culpa o desazón. —¿Me dejarias entrar a la tina contigo? Esta vez no voy a abusar de ti.—Digo en tono de broma, aunque realmente espero poder cumplirlo.

Su mirada me atrapa por la forma en que me mira, de repente pienso que no podría negarle, así que no me cuesta trabajo aceptar su ofrecimiento

─Se que no lo harías, además siempre es bueno que alguien te ayude a lavar tu espalda─

le sonrío, y tal vez no sea la mejor broma que pude haber hecho, pero parece que podría relajarme para disfrutar de lo que ha preparado para mi, me muevo un poco para que pueda entrar en la tina conmigo

─Camus, de verdad muchas gracias por hacer esto por mi─

El que acepte mi propuesta me alegra, aunque atrae pensamientos a mi cabeza que no deberia tener, no al menos con él. Deberia decir que lo sucedido anoche seria suficiente, pero no lo es... Fue el principio del incendio, como si fuese la mecha y yo la polvora.

Me pongo de pie y me retiro a un lado de la bañera para comenzar a retirarme la ropa, quedandome con el boxer para no incomodar demasiado a Saga. Extrañamente me siento mas nervioso...

Noto el espacio que me hace en la pila y sonrío en forma de agradecimiento mientras me meto con él dentro de ella.

El agua aún está tibia y la fragancia a lavanda y geranio es deliciosa; yo usé en la mañana la de vainilla.

—Ya no agradezcas Saga, el mejor pago para mí es verte asi... Acabas de sonreir ¿no es asi? Con eso me doy por bien servido.— Me acerco hasta donde dejé la copa y bebo el vino para lejarme. —Además... Me siento responsable de lo sucedido anoche. No me mal entiendas, lo disfruté mucho, pero sé que tú no quedaste bien.

vuelvo a sonreír con cierta tristeza

─No he sonreído mucho últimamente ¿verdad?. creo que estaba olvidando como hacerlo, simplemente todo lo que ha pasado ha sido demasiado abrumador─

Puedo sentir como el agua se desplaza cuando él entra a la tina conmigo, lo miro con atención porque no puedo negar que es muy atractivo.

─No debes sentirte mal por lo que paso anoche, no se realmente que paso y por lo tanto no puedo juzgarte porque aunque perdí parte de mi atención, seguramente alguna parte de mi debío haber estado de acuerdo en lo que paso─

Con la vista concentrada en la copa de cristal, meneé el recipiente sobre la palma de mi mano con un movimiento circular, negándome a elevarla hacia aquellos hermosos iris.

—Muy posiblemente estabas de acuerdo... Pero...— Bebí un trago y dejé el recipiente de cristal a un lado. —... Yo sabia que necesitabas afecto, sabía que tenias hambre por sentir el contacto de otra persona y por eso no me detuve, ni te detuve a ti o a Shura... Los tres tuvimos sexo aquella noche, y aunque lo disfruté, y lo deseaba con todas mis fuerzas, me siento culpable...— El sonido de mi voz bajó en escala. Apoyé la frente sobre la pileta, hundiendo mi boca bajo el agua y mirando distraídamente lejos del contacto con sus ojos. Mi cabello flotaba sobre el agua y rozaba sin desearlo el cuerpo de Saga.

No puedo verlo de esa manera, el que se sienta culpable por algo en lo que también soy responsable, lo veo acomodarse, siento que debo quitarle esa carga de encima, y me acerco a él para tocar su mejilla

─No quiero que te sientas culpable de eso, quiero que dejes de pensar en eso─

tomo su rostro para que me vea y beso con suavidad su frente

─Camus, ¿que puedo hacer por ti para que no recuerdes más eso?─

Sentir su toque sobre mi frente me llevo a cerrar los ojos, y a disfrutar por breves momentos de aquella calidez que sólo sus labios podían inyectarle a mi cuerpo. Mis manos no pudieron soportar la cercania y enseguida buscaron tocarle, cuando me giré en el agua.

Mis dedos palparon su torso, y ascendieron con una suave caricia para tomar las manos que tocaban mi rostro.

—No puedo, y no quiero olvidarlo, porque aún cuando tomé el baño esta mañana, todavía tengo la sensación de tu piel frotándose contra la mía... Y el hormigueo en mis labios cada vez que te tengo cerca...— Mis dientes acudieron a mis labios para intentar menguar la sensación que sentía en ellos; era como un metal atraído cruelmente por su imán. —Lo único que quiero es recoger lo que anoche rompí, y ayudarte a que olvides tu tormentoso pasado... Sólo eso.

Tomo su rostro entre mis manos y lo atraigo para besar sus mejillas, una a la vez; tal ve no sea consciente de la situación en la que estamos, pero quiero reconfortarlo

— tu no me rompiste, yo estaba roto des de hace mucho tiempo, lo que intentaste es rearmar un poco de esos pedazos que siguen por ahí dispersos y que ni siquiera yo puedo encontrar—

Mis brazos lo rodean tratando de alejar la carga que ele he dado, y que el agua se lleve la culpa que le he dejado

Aunque mi cabeza dice que debería estar acostumbrado a sentirle entre mis piernas, la otra parte pensante y conciente me provoca un breve aturdimiento que me congela sobre mi posición. A pesar de la tibieza del agua siento como su piel se roza tenuemente contra la mía, y como mi corazón se dispara y enloquece con el contacto de su piel desnuda muy pegada a la mía.

Mis labios tiemblan, mientras mi piel se calienta después de las atenciones que la dermis recibió de sus labios.

No puedo corresponder a su abrazo, aunque poco a poco mi sentidos regresan y mi boca decide cerrarse y dejar suaves marcas labiales sobre la que tengo más próxima. No intento regresar a lo que sucedió anoche, aunque soy debil y anhelo nuevamente repetir ese contacto solamente entre nosotros, es mi forma de decirle que está bien, que acepto lo poco que puede darme.

Estoy en deuda con Saga de muchas formas que él no puede imaginar, y si las cicatrices de su pasado fuesen exteriores, por muy hondas o desfiguradas a mi me gustaria besarlas todas.

—Quiero ayudarte a encontrar esos pedazos...— Susurro, envolviendo su cuerpo con mis manos, y haciendo mucho mas profundo el abrazo, incluso mis piernas se ciñen con mayor presión cerca de su cuerpo. Mis ojos se cierran de nuevo y me pierdo en ese abrazo, sin dejar de acariciar su piel tibia y desnuda con mis labios.

Solo quiero que se sienta liberado de esta culpa, y siento la forma en que transmite ese sentimiento de necesidad, de la misma forma en que yo lo necesite ayer y perdí la perspectiva, pero es que sentir este contacto es reconfortante de alguna manera, la tibieza de su piel y su cercanía le traen cierta añoranza y bienestar.

—solo no quiero herirte en el proceso de juntar mis pedazos—

Mis piernas me traicionan y por la posición termino dejando que la gravedad me gane, y quedo apoyado completamente sobre su cuerpo, puedo sentir la tela de su ropa interior y agradezco que no esté completamente desnudo. Aprieto su cuerpo contra el mío para poder transmitirle que esta ayudándome a sobrevivir a mi destino.

—Supongo que eso será imposible...— Hablo con voz opaca y muy queda, aunque soy consiente que él ha logrado escucharla debido al silencioso baño.

El peso de su cuerpo encima del mío trae a mi cabeza voces que no deseo escuchar ahora, porque sé que si preciono los puntos correctamente, obtendré algo que no quiero así. Soy consiente que él necesita tanto afecto como yo, y en esta situación no es correcto.

Suspiro suavemente, sin dejar de acariciar su ancha y varonil espalda, dejando los besos que antes prodigaba por su piel, para cambiarlos por mi respiración, la cual, intento acompasar.

—Saga, hay algo que me gustaria hacer contigo.— Aunque mi cuerpo no quiere hacerlo, me separo de su abrazo y le empujo suavemente por el pecho, sin mirarlo. Con mis manos busco acomodarlo mientras los dos estamos dentro del agua, dejando que su espalda quede apoyada en la pileta y sus piernas medio abiertas; y nuevamente, sin mirarlo, me acomodo entre ellas dejando que mi espalda quede apoyada contra su torso desnudo. Busco sus manos y las entrelazo con las mías a la altura del vientre.

—Perdona por esto.

Mis brazos se cierran sobre el pecho de Camus y recargo mi barbilla sobre su hombro, no puedo evitar suspirar sintiendo una añoranza que no puedo explicar

—no tienes porqué pedir perdón, es agradable estar así—

Me quedo en silencio por un rato, disfrutando de aquella cercanía y el agua tibia alrededor de nosotros

— tu templo es agradable, cualquiera lo encontraría muy cómodo como para que lo tuvieras aquí de invitado permanente —

Es inevitable que en esta situación me relaje y deje atrás un poco de mi melancolía

—muchas gracias por todo esto—

Quisiera pedirle a la alba piel de mi rostro que evite mostrar el calor que hormiguea en mi vientre con esta posicióń. Mi piel vuelve a reaccionar a su contacto, aunque yo no desee dar mayor muestra de ello, sin embargo, se eriza y me pongo ansioso al sentirlo así... Nuevamente así. La penetración fue justamente de este modo, y el que me abrace contr si y se apoye trae justamente aquél cuadro, aunque sea distinto porque no está Shura.

Sus palabras me provocan sonreir suavemete mientras deslizo mis dedos por la piel tibia de sus brazos como una amorosa caricia.

—Lo dices porque no te he puesto a fregar los trastos— Intento bromearle, aunque sé que no soy muy bueno con esas cosas.

Intento relajar mi postura y apoyarme completamente en su cuerpo.

—¿Sabes algo? No tienes que agradecer tanto, tu agadecimiento es doloroso... Siento que no he hecho lo que deberia por ti, y quisiera poder hacer mas que eso.— Mi rostro se gira a un lado, hacia el que se encuentra el suyo, mis labios buscan instintivamente los suyos y los rozan con un contacto fugaz y ligero.

Sentir su cuerpo me hace relajarme

─Es que has hecho tanto por mi─

el tocar sus labios me hace sentir que deseo sumergirme en ellos así que cuando los tengo cerca no lo pienso dos veces, esa sensación es tan placentera y tan familiar que no puedo más que rendirme a ese embrujo

Su contacto en un principio es ligero, pero yo quiero más de eso, así que ataco sus labios en un beso lleno de deseo, he sentido esto antes aunque no puedo definir cuando lo he sentido, pero se que siento una nostalgia profunda ante aquel contacto y del que deseo mucho más.

─Camus─

tomo su rostro para que no se aparte mientras me sumerjo en sus labios

Mi nombre en su boca provoca una descarga electrica que me hace suspirar entrecortadamente, y aunque al principio mi beso era suave, sentir su toque de aquella forma me hizo sentir como hacia algunas horas.

Es apasionado y posesivo su contacto, delicioso y adictivo para quien degusta de él, pero no quiero que vuelva a enajenarse, ni quiero hacerle sentir mal nuevamente.

—Saga...— Su nombre también abandona mis labios con un sonido de escocimiento que ni yo mismo reconozco, pero que sé perfectamente es resultado de su cercania y del encuentro entre nuestros labios. Mi piel se restriega contra la suya, y mi mano acaricia por debajo del agua una de sus piernas, mientras la otra se enreda contra su cabeza y mi boca profundiza el beso, dejándole profanarla con su lengua.

Acaricio su pecho mientras nuestras bocas están unidas por esos besos apasionados que se me hacen tan familiares y que no puedo recordar donde he disfrutado de ellos antes. Puedo sentir como sus pezones se encuentran duros, no se si por el aire que los golpea al moverse o por las caricias que le dedico, se que algo paso, y que no puedo recordar, pero esta vez estoy consciente de lo que estoy haciendo.

─Camus, no me siento digno de pedirte esto pero... quiero pasar la noche contigo─

se lo digo con suavidad al oído, queriendo compartir este contacto con él no porque me sienta sólo, sino porque deseo compartir algo profundo con el que me ha dado tanto