De cuernos y colmillos

Mi ceja se eleva cuando le escucho decirme "sexy", pues no creí que mencionara eso ahora. Particularmente ese calificativo no significa nada, sin embargo, una parte de mí no puede serenarse, aunque intento ser paciente y esperar cualquier cosa que desee y quiera decirme. Le doy al menos una oportunidad de hablar, pues su respuesta no me gusta.

Termino por soltarle y hacerme a un lado.

—Veo que a ti solamente te gusta jugar, cornudo.— Le dijo serio, y me alejo un poco más. —Si quieres esperar a mi hermano está perfecto, elije otra zona del templo para esperarlo, yo voy a su habitación.

Le veo Alejarse un poco y solo camino detrás suyo.

-Aioria...por que te vas? No me huyas, además explícame una cosa.

Lo encaro

-porque me dices cornudo? Qué te pasa? ...no te gusto que te dijera sexi?

Sonrío de lado

Me encanta que me traten mal...es una forma sadica de saber que les gusto o me gustan.

No es sólo su voz la que me persigue por el templo noveno del santuario, es el propio Shura quien tiene el descaro de seguir mis pisadas. Verle nuevamente y observar esa sonrisa solamente me provoca el deseo de borrarsela del rostro.

—Tu casco, normalmente llevas un par de cuernos.— Le explico, aunque dudo que se haya dado por ofendido. —Y no, no me importa si me llamas sexy, no soy tan narcisista como tú...— Le empujo a un lado e intento retomar mi camino. —si yo te gusto o no tampoco es mi problema, tú no eres mi tipo.

-no soy tu tipo? Pues de nadie amigo, las cosas son así nada más, no intento conquistarte...conóceme gatito

Lo sigo y voy detrás de el a donde va, solo quiero estar con el

-de verdad tan malo te parezco? Un asco de caballero? No soy sexi ni guapo? Mi digno de ti? Eres malito Aioria

Sonrío a sus ojos

—Yo no dije eso.— Le aclaro, sintiéndome tenuemente culpable por lo anteriormente dicho. No estaba seguro si había herido su ego, aunque esa no era la intensión después de todo, y sé que no debería sentirme mal pero es que él por si mismo me crispa los nervios.

Si no fuese propiedad de Aioros y si no hubieran sucedido tantas cosas en medio de nosotros, tal vez consideraria...

No, ¿qué estoy pensando?

He detenido mis pasos y he mirado a Shura directamente.

—Mira, sólo quiero llevar las cosas en paz contigo, ¿De acuerdo? Ya es muy tensa la situación por si sola. ¿Te importaria dejar tu disfraz del mejor amante del Santuario y hacer las paces conmigo?— Le ofrecí la mano. —De alguna forma eres mi cuñado, no es cierto?

Me había sorprendido muchísimo...esto no me lo esperaba Pero aún así sonrío

-me has dejado sin palabras gatito

Tomo su mano y la estrecho para luego darle un beso e ir besando su brazo hasta quedar detrás de el y susurrarle.

-es un bonito gesto sabes, solo quiero aclarar algo, cuñados así tal cual no creo...no tenemos una relación tu hermano y yo para llamarme así, solo somos amantes ocasionales, pero aún así....no seria mala idea pertenecer a la familia...

Sonrío y muerdo el lóbulo de su oreja

Una corriente electrica azotó mi espalda, y una sensación de vacío se apropio de mis entrañas. Me estremecí a su contacto, y lo único que pude hacer fue retirarme prontamente antes de que aquello se tornara mucho más peligroso.

—¡Eres imposible!— Coloqué la mano en mi oreja y caminé apresuramente hacia la habitación de Aioros para escapar de él, mientras sentía como el corazón se me había acelerado y el rostro se encontraba marcado por un cúmulo desmedido de sangre.

Aquello no estaba bien... Mi cuerpo reaccionaba, aunque mi cabeza se negara a ello; y si no interponia distancia, terminaria dejándole ganar.

Camino despacio detrás de el pero no lo sigo...me quedo recargado en uno de los pilares observándolo huir, solo sonrió y le hablo

-no tienes porque irte Aioria, soy inofensivo, me vas a dejar aquí así nada más, Aioros te regañara por tu falta de cortesía

Observo por todo el templo, yo no venia a nada pero este chico me ha alborotado mucho...

-Aioria... Ven

Sonrío y le extiendo la mano a su dirección para que acuda a mi

Entrecierro los ojos y me voy la vuelta molesto.

—Claro que no eres inofensivo!— Le señalo la oreja que él acababa de morderme de esa forma tan... Extraña que aún siento el movimiento de mi sangre en el estómago. —Y para que te quede claro, no tengo porque ser amable contigo... Tampoco soy tu mascota para que me llames como si fuese tu gato.— Me cruzo de brazos y le miro con molestia cuando estamos nuevamente cerca. —¿Qué quieres?

Con el hecho que se haya regresado me ha demostrado algo...le gusto.

-bien hecho pequeño gatito, ahora se que debo hacer contigo y bueno no te descompensarse.

Camino a su alrededor para ver su reacción.

-Aioria... -digo cerca de su oído- tu eres malo verdad? Eres tosco y serio, fuerte y decidido...entonces oprime no me muestras con esa fuerza que según tu tienes que te provoco yo?

Me coloco de nuevo detrás de él atacando esta vez si otro oído

—¿Y ahora qué? Eres una cabra buitre?— Me rio de lo que acabo de decir, aunque el sonido es mas bien nervioso.

¿Pero qué le pasa? A estas alturas no sé quien es más idiota, si él por su traje de conquistador nato o yo por seguir aquí. Tal vez por soy mas necio de lo que nunca admitiré es que no me marcho.

El ataque contra mi oreja me obliga a cerrar el puño, sin estamparlo contra él. La sangre vuelve a moverse en mi vientre y mi rostro se llena de ella al mismo tiempo.

Vuelvo a repetir el proceso de interponer mi distancia, esta vez mordiendome el labio para que el pequeño jadeo que Shura me arrancó no se repita.

—Ya te dije que no eres mi tipo. Espera a que vuelva mi hermano, él es tu prostituta personal, no yo!— de alguna forma creo que estoy celoso, aunque no quiero estarlo.

Sonrío cuando le robe un jadeo...eso quiere decir que voy por buen camino...

Lo atrapo entre mis brazos pero de frente ahora y con mis manos en sus mejillas

-mentiroso...tu hermano no es ninguna prostituta...mía no, lo gozo pero no he llegado a eso aun...

Muerdo su cuello para lamerlo un poco

-quieres el puesto?

Aquella parte sensible y la humedad de su lengua sólo provoca que mi piel reaccione, y mi cuerpo se estremesca con esta caricia que es un descubrimiento para mí. Nunca he permitido que nadie se acerque tanto, y aunque no quiera que Shura lo haga, él sigue insistiendo, y mi cuerpo poco a poco cediendo.

—Eres un idiota...— Murmuro entre un quedo gemido, intentando zafarme, pero sin oponer mucha resistencia. —No voy a tener sexo contigo... Nunca, nunca...— Aquellas palabras son más para mi que para él.

No puedo ceder, no puedo caer en esto y menos con él.

Nuevamente trato de alejarme poniendo mi mano sobre su rostro para que me quite los labios del cuello.

Me encanta que luche...que se resista, que me rechace

Lo tomo de los hombros y azoto contra uno de los pilares cerrándole el paso...

-ya deja de jugar al no quiero...tu cuerpo me llama a gritos y tu boca no... Pero mejor hay que convencer a los dos no?

Voy a su cuello para morderlo y lamerlo, paso a sus adictivos labios...quiero que se de cuenta de como beso y que es lo que enloquece a su hermano....

Mi cabeza rapidamente me dice que si no hago algo para detenerlo terminaré cayendo...

Sin embargo, entre más lucho, menos fuerza posterior tengo para resistirlo. Su aliento golpea y cosquillea contra la carne de mis labios, y aquello termina realmente por enloquecerme cuando me prenso de su cuello y soy yo quien lo besa con arrebatadora e insana pasión. Mi boca se mueve entre la suya, dejandole espacio para que la tome y la recorra.

Pero no voy a dejarle el camino sin piedras; voy a aferrarme a lo que sea por voltearle las cosas de alguna forma.

Me separo con la respiración agitada.

—Ya me cansé de esto... Si quieres tomarme tendrá que costarte.— Muerdo sus labios con violencia, sintiendo como la sangre se mezcla con mi saliva.

Jugar...me gusta jugar así...solo quiero estar con él y si será de esta forma mucho mejor.

Lo beso sintiendo el sabor de mi sangre por lo que hago lo mismo con el, es un beso muy salvaje y sensual, meto mi pierna entre las suyas mientras giramos por todo el pilar.

Me separo un momento y jadeo frente a sus labios

-así será exquisito cariño...muérdeme, rasguñarme...bésame...aaahh

No sé si lo dice enserio o es otra de sus formas de jugar conmigo.

Acepto su beso y el movimiento que ambos realizamos por el pilar... No quiero seguir con esto, no quiero darle gusto, y no le dejaré tomarme aunque lo desee.

Mis dientes vuelven a aferrarse a su labio y mis manos arañan su espalda sobre la tela. Mis rodillas intentan pegarse y me fricciono contra su pierna intentando estimularlo pero con la intensión de escapar en la primera oportunidad.

Nos besamos de forma salvaje y apasionada, lo tomo de sus manos y las levanto pegándolas al pilar para inmovilizarlo.

Me separo un momento de sus labios...

-gatito....estas caliente por mi culpa....déjate llevar amor...

Ataco su cuello de la misma forma que el mi boca..

Jadeo al sentirlo de aquella forma contra mi cuello, y restriego mi piel sobre la suya para que prosiga con sus caricias. Mis manos y músculos se tensan y otro sonido placentero procede de mi boca.

—¡ah!— Mis manos tiran de su agarre con fuerza, intentando zafarse mientras lo empujo con el resto de mi cuerpo para hacerme del control.

Estoy complacido con todo esto, solo puedo sonreir de forma interna y pensar en mi proximo movimiento, le alejo unos milimetros de sus labios para susurrarle...

-Aio...ria...dejate llevar....vamos...lo pasaras...bien conmigo...dime que...si

muerdo mis labios para bajar a su cuello y con una de mis piernas estimular su hombria...

Siento una descarga apoderarse de mi vientre, provocando un revoloteo de mi sangre por todo mi cuerpo cuando incita a mi miembro con aquél roce... Y no sé si es sólo que estoy tan enojado con este tipo, o el hecho que mi respiración y pulso ya estan acelerados, que siento placer con su acción; sin embargo no dejo de luchar contra él intentando liberar mis manos.

—¿Intentas probar tu suerte, Shura?— Indago tratando de no gemir por sus acciones, aunque no puedo evitarlo completamente. Mi lengua sale de su resguardo y lame su frente, jabando mi rostro para poder hasta lo mismo con su mejilla y después morderla. —Siento decirte que esto te tomará mucho trabajo, cornudo.

-Pero voy por buen camino mi vida...

Sonrio y lamo sus labios, mi pierna se acelera mas para optar mejor por atrapar sus manos solo con una de las mias y bajar la que tenia libre para acariciar su viriñidad, pero... meti la mano entre su ropa

-bien gatito....yo te deseo...ahora...ya, dejame consentirte un rato..

Gemi a su oido para provocarlo.

El roce de su piel bajo mi ropa amenazaba con quemar hasta derretir mi piel. Mis dedos se apretaron con fuerza, al mismo tiempo que mis dientes trataban de mantener custodiados los suspiros entrecortados que él intentaba arrancarme.

—Estas realmente... Loco...— Pero su locura estaba a punto de devorarme, de un modo que no quería admitir, incluso me agradaba. —¿Quieres apostar, shura? No creo que puedas hacerme suplicar por tu cuerpo.

-Si...si quiero

Susurraba a su oido para estimularlo, el quiere jugar y lo voy a complacer..pero como no quiere cooperar a la buena sera a la mala.

Dejo libre sus manos para pasarlo de forma algo brusca a otro pilar y colocarlo dandome la espalda pegando mi pecho a el a su espalda...

-tengo las manos traviesas sabes...

Lamo su lobulo para hacer lo mismo con su cuello, mis manos acarician su pecho... sus gluteos y llegar a su sexo para masturbarlo...hacer intervalos... mi cuerpo esta caliente y creo se me nota en la piel...por lo que me pego lo mas que puedo a el mientras lo acaricio...susurro de forma sugerente y excitado su nombre a su oido..

-Aioria....gatito....aioria....quiero causarte un orgasmo.... -muerdo su oreja - un riquisimo orgasmo...junto a mi.... -aumento la fuerza de mi mano en su virilidad...dejame...quiero que me goces... no te resistas...un...orgasmo para ti...

restriego mi virilidad contra su hermoso trasero..

Al momento de pronunciar mi sentencia tenía la seguridad de no perder este encuentro bajo ninguna circusnctancia, pero cuando me acorraló de aquella forma, no pude evitar arrepentirme en medio de jadeos y suspiros entrecortados que él me estaba robando.

Intenté resistirme nuevamente, pero sus besos y roces eran tan deliciosos que no podía mas que aceptarlos y dejarme envolver por ellos, mientras pensaba que realmente sus manos eran traviesas y hasta cierto punto expertas... Cómo me molestaba...

Sentir su miembro en mi trasero me obligó a abrir los ojos, mientras ese cosquilleo se hacia presente en mi estómago.

Apreté las manos sobre el pilar y mordí mis labios con fuerza, quizá demasiada al sentir el sabor metálico de esta recorrer mi lengua.

Mis manos me ayudan a que mi cuerpo se mueva y restregar descaradamente mi trasero contra él. Una de mis manos toma la suya y llevo sus dedos contra mi boca, lamiéndolos y chupándolos como si fuesen su virilidad lo que toco con mi lengua.