Este fue un regalo para Princess n.n de su cumpleaños hace algun tiempo =)
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
Resulta extraño, pensar que alguien como tu o que alguien como yo pudiesen amarse de esta manera, podría resultar hasta toxico, pero cada vez que lo pienso, descubro que no es tan imposible como lo pinto y aun que tu hayas tomado mi vida, mientras me abraces en ese silencio del que te haces preso, en esa profunda oscuridad, en la dualidad tu ser, yo seguiré ahí para ti, por que no hay nadie más a quien yo pueda amar.
Saga… ¿Alguna vez piensas en mí?
Tu voz aun resuena en mi cabeza, los latidos acelerados de tu corazón, rítmicos al compás con los míos, solo dos niños destinados a ser caballeros podrían entender aquel sentimiento de miedo y decisión que se alojaba en nuestros corazones en aquellos momentos, pero estando juntos nunca fue tan difícil.
¿Lo sabes verdad?
<< Flash Back >>
- Saga, de ahora en adelante la tercera casa de géminis será la que tu custodies como caballero de oro, lo has entendido? – Una mascara cubría su rostro, sus verdes cabellos era lo único que se dejaba ver de su figura cubierta por la túnica patriarcal, tan majestuoso, tan único.
- Si, maestro – A su lado un muchacho de su edad, sus cabellos castaños y sus ojos llenos de una bondad mágica e irreal, lo miraba sin perderle la vista, había algo en él que le resultaba fascinante.
Shion miro al chico frente a sus ojos, era tan solo un niño, pero siempre había sido así, aun pequeños estaban destinados a tener el peor de los destinos, su mirada se poso en el otro griego que sostenido de su túnica tenia puestos sus ojos en las esmeraldas del otro.
- El es Aioros, su destino al igual que el tuyo es el de convertirse en caballero de oro, cuidando la séptima casa, Sagitario, Aioros él es Saga – Los miro por un segundo, ambos inmóviles, captando una a una sus palabras pero sin moverse, comenzó a desesperarse su paciencia era limitada.
- Pero vamos, es que no piensan darse al menos la mano? – Ambos niños salieron de su encantamiento, afirmando suavemente con la cabeza, sus pies aceptaron las indicaciones de su cerebro y comenzaron a moverse, al quedar frente a frente solo hubo que estirar la mano y tomar la del otro y entonces… sucedió.
Un contacto simple, sencillo y vano, eso había bastado para que sus corazones palpitaran al unísono, esa suave caricia, acompañada por el choque de sus ojos había sido suficiente para marcar su destino para siempre.
<< End >>
Remember
When your dreams have ended
Time can be transcended
Just remember me
Pero… No todo es felicidad.
<< >>
- Saga, Saga!! – Le gritaba, agitado bajando las escaleras como si la vida se le fuese en ello, al escucharlo el peliazul giro su rostro esperándolo.
- ¿Aioros? Que pasa, por que vienes corriendo? – Habían pasado dos años, dos largos años disfrutando de su compañía, de sus sonrisas, de sus palabras de aliento.
- Saga, mi…- Jadeaba por la falta de aire, sus manos apoyadas en las rodillas y su torso inclinado hacia abajo. – Mi hermano… él… viene al santuario – Y entonces se levanto, poniendo esa sincera sonrisa que siempre le caracterizaba.
<< >>
Y el hechizo termino Saga, quien iba a pensar que la presencia de mi pequeño hermano desatara en ti, algo más que simples celos.
Pero, como iba a yo a saber que tenías un gemelo, tú nunca me lo dijiste, sus palabras debieron herirte mucho.
<< >>
- Aioria, recuerda que debes entrenar muy duro – Su mano acariciando la pequeña cabeza adornada con cabellos castaños, cuanto se parecían, pero a la vez, como los gemelos eran sumamente diferentes.
- Me volveré tan fuerte como tu hermano? – La sonrisa inocente, tierna, dulce, admirada, perdido en ser tan bueno como el ser que más amaba en el mundo.
- Por supuesto – Exclamaba sonriendo satisfecho por aquellas palabras pronunciadas de sus infantiles labios.
En las sombras que rodeaban el coliseo, les observaba, afligido, melancólico, su hermano no era nada parecido a Aioria aquel que se convertiría en el león dorado, parecía perfecto, es doloroso pensaba, muy doloroso.
- Al menos tu eres feliz – “Calla, eso es acaso lo que en verdad quieres? Ese crió es más feliz que tu, su hermano es perfecto, tu, tu no eres ni la mitad de lo que él es, por eso será él y no tu quien herede tan preciado puesto”. Se sostuvo con ambas manos la cabeza, esa voz lo sacaba de quicio, no era cierto, el amaba a sagitario sería incapaz de envidiarle y dañar a Aioria, jamás.
Se retiro entre las sombras, alejándose.
<< >>
Ese día tu lo mataste, te decidiste de él como quien tira un trapo viejo, yo nunca lo note, jamás vi ese profundo dolor en tus ojos y hasta hoy, me siento sumamente culpable, te robe cada una de tus sonrisas, te regale cada una de las mías, pero jamás te devolví el amor.
Y esa noche, en la que morí en tus manos, te entregue mi vida.
I am the one star that keeps burning
So brightly
It is the last light
To fade into the rising sun
<< >>
Sus pasos resonaban por la tercera casa del zodiaco, tenía varios días sin verle y comenzaba a preocuparse, entro en silencio hasta sus aposentos, entonces diviso su esbelta figura postrada sobre la cama, su cabello cubría su rostro y el pequeño temblor de su cuerpo denotaba su silencioso llanto.
Se acerco a él, paso su brazo por su espalda lo acaricio con dulzura y le susurro al oído “Saga que tienes?”, el nombrado reacciono levantándose de golpe y escondiéndose en su pecho, abrigado por los brazos del moreno acomodo su rostro bajo su cuello y continúo su llanto.
¿Como decirle que en su cabeza existía otra persona? ¿Cómo explicarle que quería matar al patriarca? ¿ Aioros como te explico que quiero matarte?.
Aparto su rostro del pecho que lo acunaba con tal cariño, lo miro aun con los ojos llenos de lagrimas, él le dedico una calida sonrisa, tan calida que hasta sus pupilas parecían querer contener su llanto y arrebatar el dolor que había en su corazón, no pudo más y le beso, la caricia fue suave, tanteando los labios del otro, sagitario miraba atontado sus ojos cerrados las lagrimas que escurrían aun costado y bañaban sus mejillas y después estaba la calidez de esos labios sobre los suyos, le abrazo y correspondió su caricia.
I'm with you whenever you tell
My story
For I am all I've done
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
Remember me
Las palabras sobraron de Nuevo, como aquel entonces cuando eran pequeños.
Las manos de Saga se movían colándose por entre sus ropas, sintiendo la suavidad de la piel del otro, el beso dejo de ser la suave caricia, para ser demandante, apasionado, dejo sus labios y bajo por su cuello, la habitación estaba a oscuras y la luz de la luna llena era la única que hacia brillar sus siluetas.
Las caricias continuaron a medida que ropa cedía representando un problema menos, sagitario sobre la cama, géminis sobre él, los labios del peliazul quemándole la piel, recorriendo cada palmo, memorizando cada marca, cada pliegue quedaba guardado en su memoria.
El moreno ya no era dueño de si mismo, su cuerpo le pertenecía al otro, su vida misma se la había entregado en las manos, y Saga tomo cada suspiro de ella.
Ambos yacían sobre la amplia cama, Aioros dormido sobre su torso, despertó a media noche, le dolía la cabeza, lo tomo sutilmente y lo separo de su cuerpo, sus pies descendieron al suelo quedando a un costado de la cama, de nuevo, ahí estaba torturándolo como cada noche y entonces el llanto lejano de aquel bebé le hizo perder el control.
Ares se levanto de aquella cama sin mirar el cuerpo que descansaba a su lado, tomo la ropa que robo al tomar su vida, se la puso, tomo la mascara y subió las escaleras.
Al llegar aquella torre de su mano escapaba un brillo dorado, la daga maldita que terminaría con su vida, con el ultimo estorbo para ser el único que gobernase el santuario.
I am that warm voice in the cold wind
That whispers
And if you listen
You'll hear me call across the sky
As long as I still can reach out
And touch you
Then I will never die
Despertó al sentir el frió y el vació a su lado.
- Saga…- Se vistió tan rápido como pudo y le busco por todo el templo, entonces la sensación de peligro le recorrió la espina dorsal y como un llamado de auxilio el bebé volvía llorar.
- ¡Athena! – Corrió escaleras arriba, encontraría a Saga después.
Horror, eso era lo que sus ojos mostraban al ver al sumo sacerdote con el brazo alzado, la mano apunto de empuñar la daga sobre el sagrado bebé, corrió tomando a la infante en sus brazos antes de que el cruel destino le arrebatase al mundo su única salvación.
- Pero que es lo que hace? – Los ojos del sumo sacerdote giraron hasta posarse en la insensata figura, reconociéndolo al instante, dentro de él otra persona moría de miedo.
- Aioros, que es lo que haces aquí – Exclamo casi furico.
- ¿Yo? Que hace usted aquí, acaso intentaba matarla, pero ella es Athena es la salvación de este mundo, ella renace cada 100 años para proteger la vida del hombre – No lo entendía, que pretendía aquel hombre al matarla.
- Eso no es de tu incumbencia, entrégamela – Lo ataco, sin embargo el santo de sagitario se defendió descubriendo así la identidad de su atacante.
La mascara cayo, los cabellos grises se movían agitadamente y aquellos penetrantes ojos rojos le rompían el corazón.
- Tu eres… no.. imposible… -
- Lo has descubierto y por eso debes morir – Pero sagitario fue más rápido y salio por la ventana con la bebé en brazos, con las lagrimas escurriendo por su rostro, le entrego todo ¿y para que?.
Las campanas sonaban, la sonora voz del patriarca alertaba del traidor que había querido matar a athena y encima robaba el ropaje dorado.
Dentro de Ares, el alma de Saga moría lentamente, Aioros moriría, y todo seria su culpa, jamás le dijo que lo amaba, y ahora moriría creyendo que solo jugo con él.
<< >>
Tu tristeza se dejo ver días después, cuando recobraste el control de ti mismo y te confirmaron mi muerte, te vi llorar, te vi sufrir y como el calido viento que acariciaba tus mejillas y secaba las lagrimas de tu rostro, me acerque y te estreche entre mis brazos, te bese hasta el amanecer y te susurre cuanto te amaba y que jamás podría odiarte.
Saga, si tan solo pudieras entender, que mientras pienses en mi, mientras te aferres a tu corazón, a mi recuerdo, a lo calido que es tu cosmo, a tu amor por la gente que amas y amaste alguna vez, yo jamás moriré y viviré para siempre cerca de ti y algún día juro que vendré a curarte las heridas y a hacerte feliz.
Remember
I'll never leave you
If you will only
Remember me
Todos los días pienso en aquella canción, si aun que no lo creas, los muertos pensamos, sentimos y de cierta forma vivimos, ¿recuerdas esa canción? La dulce melodía que se dejaba escuchar por las noches en las que subidos en el techo de algún templo mirábamos hacia el pueblo, con las estrellas como único testigo, aun pienso en una frase que quisiera dedicarte “ I’ll never leave you, If you only remember me”.
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
La inminente batalla se acerca, una vez más ha querido tomar su vida, ¿te has dejado morir amor? Cuanto has sufrido, cuanto has llorado, pero eso pronto terminara, ella se a salvado y ahora frente a tus ojos, hará que Ares que se detenga y te traerá de vuelta.
Remember
When your dreams have ended
Time can be transcended
I live forever
Remember me
Remember me
Remember me
Tu sueño ha terminado, la pesadilla tuvo su final cuando dejaste que níquel te atravesara el torso, no te culpo por suicidarte, por morir en sus brazos, yo se que tu jamás podrás perdonarte.
¿Los escuchas?
Son los latidos de mi corazón, despiertos que he venido por ti, abre los ojos, encuentra de nuevo los míos, yo no te odio, ya no llores más, yo estoy aquí.
Me miras de nuevo, con los mismos ojos llenos de tristeza, las esmeraldas brillantes pero apagadas, pareces sorprendido, ¿creíste que te dejaría caer al infierno?, yo no puedo odiar lo que amo Saga, ya deberías saberlo.
Entonces sonríes, como hace tanto no lo hacías y me abrazas, te acunas de nuevo en mi pecho, abrazado por mis brazos, y lloras mostrándome tu alegría y la intensidad de tus emociones.
Ahora entiendes que yo nunca te deje, que yo jamás morí, que mientras me siguieras recordando yo viviría para ti.
Tus ultimas palabras, son lo más hermoso que escuchado jamás.
- Aioros… te amo – Y ya no hay necesidad de abrir los ojos, ya no hay por que sufrir más.
- Y yo a ti Saga, y yo a ti – Y terminare este sueño a tu lado, en un rincón entre el cielo y el infierno, pero juntos, sin que nada ni nadie pueda separarte de mi.
FIN
Remember Me, My Love, My Only Love
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
Resulta extraño, pensar que alguien como tu o que alguien como yo pudiesen amarse de esta manera, podría resultar hasta toxico, pero cada vez que lo pienso, descubro que no es tan imposible como lo pinto y aun que tu hayas tomado mi vida, mientras me abraces en ese silencio del que te haces preso, en esa profunda oscuridad, en la dualidad tu ser, yo seguiré ahí para ti, por que no hay nadie más a quien yo pueda amar.
Saga… ¿Alguna vez piensas en mí?
Tu voz aun resuena en mi cabeza, los latidos acelerados de tu corazón, rítmicos al compás con los míos, solo dos niños destinados a ser caballeros podrían entender aquel sentimiento de miedo y decisión que se alojaba en nuestros corazones en aquellos momentos, pero estando juntos nunca fue tan difícil.
¿Lo sabes verdad?
<< Flash Back >>
- Saga, de ahora en adelante la tercera casa de géminis será la que tu custodies como caballero de oro, lo has entendido? – Una mascara cubría su rostro, sus verdes cabellos era lo único que se dejaba ver de su figura cubierta por la túnica patriarcal, tan majestuoso, tan único.
- Si, maestro – A su lado un muchacho de su edad, sus cabellos castaños y sus ojos llenos de una bondad mágica e irreal, lo miraba sin perderle la vista, había algo en él que le resultaba fascinante.
Shion miro al chico frente a sus ojos, era tan solo un niño, pero siempre había sido así, aun pequeños estaban destinados a tener el peor de los destinos, su mirada se poso en el otro griego que sostenido de su túnica tenia puestos sus ojos en las esmeraldas del otro.
- El es Aioros, su destino al igual que el tuyo es el de convertirse en caballero de oro, cuidando la séptima casa, Sagitario, Aioros él es Saga – Los miro por un segundo, ambos inmóviles, captando una a una sus palabras pero sin moverse, comenzó a desesperarse su paciencia era limitada.
- Pero vamos, es que no piensan darse al menos la mano? – Ambos niños salieron de su encantamiento, afirmando suavemente con la cabeza, sus pies aceptaron las indicaciones de su cerebro y comenzaron a moverse, al quedar frente a frente solo hubo que estirar la mano y tomar la del otro y entonces… sucedió.
Un contacto simple, sencillo y vano, eso había bastado para que sus corazones palpitaran al unísono, esa suave caricia, acompañada por el choque de sus ojos había sido suficiente para marcar su destino para siempre.
<< End >>
Remember
When your dreams have ended
Time can be transcended
Just remember me
Pero… No todo es felicidad.
<< >>
- Saga, Saga!! – Le gritaba, agitado bajando las escaleras como si la vida se le fuese en ello, al escucharlo el peliazul giro su rostro esperándolo.
- ¿Aioros? Que pasa, por que vienes corriendo? – Habían pasado dos años, dos largos años disfrutando de su compañía, de sus sonrisas, de sus palabras de aliento.
- Saga, mi…- Jadeaba por la falta de aire, sus manos apoyadas en las rodillas y su torso inclinado hacia abajo. – Mi hermano… él… viene al santuario – Y entonces se levanto, poniendo esa sincera sonrisa que siempre le caracterizaba.
<< >>
Y el hechizo termino Saga, quien iba a pensar que la presencia de mi pequeño hermano desatara en ti, algo más que simples celos.
Pero, como iba a yo a saber que tenías un gemelo, tú nunca me lo dijiste, sus palabras debieron herirte mucho.
<< >>
- Aioria, recuerda que debes entrenar muy duro – Su mano acariciando la pequeña cabeza adornada con cabellos castaños, cuanto se parecían, pero a la vez, como los gemelos eran sumamente diferentes.
- Me volveré tan fuerte como tu hermano? – La sonrisa inocente, tierna, dulce, admirada, perdido en ser tan bueno como el ser que más amaba en el mundo.
- Por supuesto – Exclamaba sonriendo satisfecho por aquellas palabras pronunciadas de sus infantiles labios.
En las sombras que rodeaban el coliseo, les observaba, afligido, melancólico, su hermano no era nada parecido a Aioria aquel que se convertiría en el león dorado, parecía perfecto, es doloroso pensaba, muy doloroso.
- Al menos tu eres feliz – “Calla, eso es acaso lo que en verdad quieres? Ese crió es más feliz que tu, su hermano es perfecto, tu, tu no eres ni la mitad de lo que él es, por eso será él y no tu quien herede tan preciado puesto”. Se sostuvo con ambas manos la cabeza, esa voz lo sacaba de quicio, no era cierto, el amaba a sagitario sería incapaz de envidiarle y dañar a Aioria, jamás.
Se retiro entre las sombras, alejándose.
<< >>
Ese día tu lo mataste, te decidiste de él como quien tira un trapo viejo, yo nunca lo note, jamás vi ese profundo dolor en tus ojos y hasta hoy, me siento sumamente culpable, te robe cada una de tus sonrisas, te regale cada una de las mías, pero jamás te devolví el amor.
Y esa noche, en la que morí en tus manos, te entregue mi vida.
I am the one star that keeps burning
So brightly
It is the last light
To fade into the rising sun
<< >>
Sus pasos resonaban por la tercera casa del zodiaco, tenía varios días sin verle y comenzaba a preocuparse, entro en silencio hasta sus aposentos, entonces diviso su esbelta figura postrada sobre la cama, su cabello cubría su rostro y el pequeño temblor de su cuerpo denotaba su silencioso llanto.
Se acerco a él, paso su brazo por su espalda lo acaricio con dulzura y le susurro al oído “Saga que tienes?”, el nombrado reacciono levantándose de golpe y escondiéndose en su pecho, abrigado por los brazos del moreno acomodo su rostro bajo su cuello y continúo su llanto.
¿Como decirle que en su cabeza existía otra persona? ¿Cómo explicarle que quería matar al patriarca? ¿ Aioros como te explico que quiero matarte?.
Aparto su rostro del pecho que lo acunaba con tal cariño, lo miro aun con los ojos llenos de lagrimas, él le dedico una calida sonrisa, tan calida que hasta sus pupilas parecían querer contener su llanto y arrebatar el dolor que había en su corazón, no pudo más y le beso, la caricia fue suave, tanteando los labios del otro, sagitario miraba atontado sus ojos cerrados las lagrimas que escurrían aun costado y bañaban sus mejillas y después estaba la calidez de esos labios sobre los suyos, le abrazo y correspondió su caricia.
I'm with you whenever you tell
My story
For I am all I've done
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
Remember me
Las palabras sobraron de Nuevo, como aquel entonces cuando eran pequeños.
Las manos de Saga se movían colándose por entre sus ropas, sintiendo la suavidad de la piel del otro, el beso dejo de ser la suave caricia, para ser demandante, apasionado, dejo sus labios y bajo por su cuello, la habitación estaba a oscuras y la luz de la luna llena era la única que hacia brillar sus siluetas.
Las caricias continuaron a medida que ropa cedía representando un problema menos, sagitario sobre la cama, géminis sobre él, los labios del peliazul quemándole la piel, recorriendo cada palmo, memorizando cada marca, cada pliegue quedaba guardado en su memoria.
El moreno ya no era dueño de si mismo, su cuerpo le pertenecía al otro, su vida misma se la había entregado en las manos, y Saga tomo cada suspiro de ella.
Ambos yacían sobre la amplia cama, Aioros dormido sobre su torso, despertó a media noche, le dolía la cabeza, lo tomo sutilmente y lo separo de su cuerpo, sus pies descendieron al suelo quedando a un costado de la cama, de nuevo, ahí estaba torturándolo como cada noche y entonces el llanto lejano de aquel bebé le hizo perder el control.
Ares se levanto de aquella cama sin mirar el cuerpo que descansaba a su lado, tomo la ropa que robo al tomar su vida, se la puso, tomo la mascara y subió las escaleras.
Al llegar aquella torre de su mano escapaba un brillo dorado, la daga maldita que terminaría con su vida, con el ultimo estorbo para ser el único que gobernase el santuario.
I am that warm voice in the cold wind
That whispers
And if you listen
You'll hear me call across the sky
As long as I still can reach out
And touch you
Then I will never die
Despertó al sentir el frió y el vació a su lado.
- Saga…- Se vistió tan rápido como pudo y le busco por todo el templo, entonces la sensación de peligro le recorrió la espina dorsal y como un llamado de auxilio el bebé volvía llorar.
- ¡Athena! – Corrió escaleras arriba, encontraría a Saga después.
Horror, eso era lo que sus ojos mostraban al ver al sumo sacerdote con el brazo alzado, la mano apunto de empuñar la daga sobre el sagrado bebé, corrió tomando a la infante en sus brazos antes de que el cruel destino le arrebatase al mundo su única salvación.
- Pero que es lo que hace? – Los ojos del sumo sacerdote giraron hasta posarse en la insensata figura, reconociéndolo al instante, dentro de él otra persona moría de miedo.
- Aioros, que es lo que haces aquí – Exclamo casi furico.
- ¿Yo? Que hace usted aquí, acaso intentaba matarla, pero ella es Athena es la salvación de este mundo, ella renace cada 100 años para proteger la vida del hombre – No lo entendía, que pretendía aquel hombre al matarla.
- Eso no es de tu incumbencia, entrégamela – Lo ataco, sin embargo el santo de sagitario se defendió descubriendo así la identidad de su atacante.
La mascara cayo, los cabellos grises se movían agitadamente y aquellos penetrantes ojos rojos le rompían el corazón.
- Tu eres… no.. imposible… -
- Lo has descubierto y por eso debes morir – Pero sagitario fue más rápido y salio por la ventana con la bebé en brazos, con las lagrimas escurriendo por su rostro, le entrego todo ¿y para que?.
Las campanas sonaban, la sonora voz del patriarca alertaba del traidor que había querido matar a athena y encima robaba el ropaje dorado.
Dentro de Ares, el alma de Saga moría lentamente, Aioros moriría, y todo seria su culpa, jamás le dijo que lo amaba, y ahora moriría creyendo que solo jugo con él.
<< >>
Tu tristeza se dejo ver días después, cuando recobraste el control de ti mismo y te confirmaron mi muerte, te vi llorar, te vi sufrir y como el calido viento que acariciaba tus mejillas y secaba las lagrimas de tu rostro, me acerque y te estreche entre mis brazos, te bese hasta el amanecer y te susurre cuanto te amaba y que jamás podría odiarte.
Saga, si tan solo pudieras entender, que mientras pienses en mi, mientras te aferres a tu corazón, a mi recuerdo, a lo calido que es tu cosmo, a tu amor por la gente que amas y amaste alguna vez, yo jamás moriré y viviré para siempre cerca de ti y algún día juro que vendré a curarte las heridas y a hacerte feliz.
Remember
I'll never leave you
If you will only
Remember me
Todos los días pienso en aquella canción, si aun que no lo creas, los muertos pensamos, sentimos y de cierta forma vivimos, ¿recuerdas esa canción? La dulce melodía que se dejaba escuchar por las noches en las que subidos en el techo de algún templo mirábamos hacia el pueblo, con las estrellas como único testigo, aun pienso en una frase que quisiera dedicarte “ I’ll never leave you, If you only remember me”.
Remember
I will still be here
As long as you hold me
In your memory
La inminente batalla se acerca, una vez más ha querido tomar su vida, ¿te has dejado morir amor? Cuanto has sufrido, cuanto has llorado, pero eso pronto terminara, ella se a salvado y ahora frente a tus ojos, hará que Ares que se detenga y te traerá de vuelta.
Remember
When your dreams have ended
Time can be transcended
I live forever
Remember me
Remember me
Remember me
Tu sueño ha terminado, la pesadilla tuvo su final cuando dejaste que níquel te atravesara el torso, no te culpo por suicidarte, por morir en sus brazos, yo se que tu jamás podrás perdonarte.
¿Los escuchas?
Son los latidos de mi corazón, despiertos que he venido por ti, abre los ojos, encuentra de nuevo los míos, yo no te odio, ya no llores más, yo estoy aquí.
Me miras de nuevo, con los mismos ojos llenos de tristeza, las esmeraldas brillantes pero apagadas, pareces sorprendido, ¿creíste que te dejaría caer al infierno?, yo no puedo odiar lo que amo Saga, ya deberías saberlo.
Entonces sonríes, como hace tanto no lo hacías y me abrazas, te acunas de nuevo en mi pecho, abrazado por mis brazos, y lloras mostrándome tu alegría y la intensidad de tus emociones.
Ahora entiendes que yo nunca te deje, que yo jamás morí, que mientras me siguieras recordando yo viviría para ti.
Tus ultimas palabras, son lo más hermoso que escuchado jamás.
- Aioros… te amo – Y ya no hay necesidad de abrir los ojos, ya no hay por que sufrir más.
- Y yo a ti Saga, y yo a ti – Y terminare este sueño a tu lado, en un rincón entre el cielo y el infierno, pero juntos, sin que nada ni nadie pueda separarte de mi.
FIN
