¿Cumpleaños Olvidado?
Un atractivo hombre se paseaba triste por la sala de su departamento que compartía desde hace ya varios meses con su pareja Radamanthys. Habían pasado ya 5 años desde la Batalla en el Inframundo, más sin embargo, llevaba 4 años de relación con el Juez Radamanthys de Wivern, desde que lo vio por primera vez supo que era amor a primera vista, sólo que sabía que la paz de la Tierra estaba primero.
Pero eso había quedado atrás, ahora vivía feliz al lado de su pareja, pero ¿cuál era la razón de encontrarse triste? Era un 30 de Mayo, si, el día de su cumpleaños, se había despertado al escuchar la puerta del baño abrirse y ver que Radamanthys estaba totalmente cambiado para irse a la oficina.
-Ya te vas Radamanthys?- Exclamó con un gran bostezo el geminiano estirándose en la enorme cama que compartían.
-Si amor, ahora tengo una junta muy importante con el dueño de la empresa, nos citó a las 7 de la mañana.
Y con un beso en la frente a su amado, se retiro de inmediato como alma que lleva el diablo.
-Bueno, a lo mejor era muy importante su junta y se le olvido, pero no importa, igual y me llama en el transcurso del día.
Y así pasaron las horas, eran cerca de las 6 de la tarde y aun no sabía nada de Radamanthys, se sentía bastante deprimido, sabia que parecía un chiquillo de 10 años, pero aun así no podía dejar de sentirse mal, y empezó a recordar el día en que Radamanthys le declaró lo que sentía por él.
Flash BackShun, el Santo de Andrómeda, aceptó tener dentro de sí mismo el alma de Hades, siempre y cuando conservara su propia personalidad, este sacrificio se debió a que sin alguien que reinara en el Inframundo se podría hacer un caos y el cuerpo de Hades estaba sumamente lastimado debido al enfrentamiento con Athena.
La primera vez que lo vio y su vida cambió fue 1 año después de la batalla en el Hades. En una ocasión, acompañó a su Diosa a la Mansión Kido, donde lo primero que sus ojos vieron fue al imponente Juez del Inframundo hincado frente al que aún consideraba el Santo de Andrómeda.
Sonrió de medio lado, al ver como el todopoderoso Radamanthys obedecía al que antes peleara en contra de Hades y que también estuvo dispuesto a matar.
-Shun!!!, que alegría verte!- Exclamó Saori completamente sonriente, no solo por la alegría de ver a Shun después de mucho tiempo, sino también por ver la forma en que respetaban y le hacían reverencia.
Radamanthys solo miró de reojo hacia atrás y sus mejillas se tornaron un poco rojas al ver el estado en que se encontraba, pero su sorpresa fue mayor al momento en que pudo reconocer al que acompañaba a Athena, Kanon de Géminis, la persona contra la que fue su última batalla y que lo pudo vencer aún sin su armadura dorada, sin duda lo admiraba, admiraba la fortaleza que poseía ese hombre, y no solo eso, Kanon tenia algo en sí, que no podía dejar de admirar su rostro, una combinación un tanto ruda y amigable, eso era una combinación rara en cualquier persona, ¿cómo podría ser rudo y amigable al mismo tiempo?, eso tendría que descubrirlo.
-Saoriii!- Shun corrió hacia Saori y se dieron un fuerte abrazo. -Pero, ¿qué haces aquí?
-Shun, esta también es mi Mansión! – Dijo Saori sonriente, sabiendo el impacto que causaría en el ahora Dios del Inframundo.
-Sa … Saori, yo lo siento, no quise decir eso, sino que, pues, es muy…- Dijo totalmente apenado, sin embargo no pudo seguir ya que se vio interrumpido por Saori.
-Shun, tan solo era una broma, se que es raro que venga por acá!, lo que pasa es que necesito revisar como van las empresas de mi Abuelo, y como algunos Santos Dorados son algo sobre protectores ¬¬’, decidieron que viajará en compañía de Kanon.
-Qué tal Shun! – Dijo un muy sonriente Kanon, al ver que Shun no había notado su presencia del todo.
-Kanooon! Que lindo verte de nuevo! –Dijo Shun al momento en que se vio librado de la penosa situación que había pasado y percatándose de que Radamanthys estaba a su lado pasó a presentarlo –Chicos, les presento al Juez del Inframundo: Radamanthys de Wivern.
Radamanthys ya colocado al lado de Shun, hizo una pequeña reverencia hacia los dos ahí presentes.
-Que sorpresa verte de nuevo Radamanthys – Exclamó Kanon sin duda muy nervioso por volver a ver al Juez.
-Lo mismo digo Kanon –Dijo Radamanthys con la misma cara de frialdad y tono serio que siempre lo ha caracterizado.
Después de ese suceso, permanecieron en la Mansión Kido por un largo tiempo, no se querían separar de sus Dioses solo para verse ambos más seguido, aunque Radamanthys sabía que su Dios Hades mantenía una relación con el Santo del Cisne y sabía que este no dejaría que le pasara nada, y si fuera así, siempre estaba el Fénix, hermano mayor de Shun para protegerlo, aunque Shun ya no era más un niño cualquiera, sino un Dios. Kanon aún sabiendo que Saori sería protegida por los Santos de Bronce que se encontraban en la Mansión, tampoco dejaba a Saori por obvias razones: Radamanthys de Wivern.
Se fueron conociendo, hablaban de todo y hasta de sus cosas personales, buscaban cualquier pretexto para hablarse y convivir, para ambos la compañía del otro era muy agradable, hasta que surgió un sentimiento muy raro para Radamanthys: el Amor. Nunca había conocido a una persona como Kanon, siempre teniendo que hablar, de sus ocurrencias que lo hacían sonreír, siempre sonriente y radiante, había tenido otras relaciones, pero solo eran de paso, solo era sexo y esa necesidad de satisfacer sus necesidades.
En cambio para Kanon, ese sentimiento ya lo traía dentro de él, desde la primera vez que lo vio, quedo prendado de ese rubio altanero que estaba dispuesto a matarlo a como diera lugar, todo por tener satisfechos a Pandora y Hades.
Hasta que un día de Otoño, Radamanthys estaba a pocos días de irse al Inframundo por un tiempo indeterminado junto a su Dios, el Inframundo necesitaba del cosmos de Hades para seguir con sus actividades normales y Shun necesitaba estar ahí.
Parados, a punto de ocultarse el sol, entre los árboles cafés por la estación otoñal y un viento que hacia mecer sus cabellos, Radamanthys no pudo más y lo confeso:
Manteniendo sus pupilas fijas en Kanon comenzó a hablar -Kanon, te hice a venir aquí por que necesito decirte algo muy importante-
El corazón de Kanon estaba palpitando con mucha fuerza, sentía que se le iba a salir, presentía lo que Radamanthys estaba a punto de decirle- -¿Si, qué pasa Radamanthys?
-Kanon, yo ya no puedo seguir manteniendo este sentimiento dentro de mí- Abrazó a Kanon por la cintura con una mano atrayéndolo hacia él y con la otra guió su cabeza para recargarla a su hombro y susurrándole al oído le confesó: Te Amo Kanon!
Kanon no sabía que hacer, sus mejillas estaban ardiendo y sintió explotar cuando Radamanthys lo abrazó por la cintura, se sentía en el cielo, y más aun sintió desfallecer cuando escuchó las palabras de Radamanthys en su oído: Te Amo Kanon!
-Yo, yo se que es algo raro- Habló Radamanthys, estaba nervioso ya que Kanon no le respondía nada, estaba casi seguro que le correspondería, pero ¿y si ese sentimiento llamado Amor lo cegaba y solo le dejaba ver lo que él quería?- Si tu no me correspondes yo…-Ahora fue él quién guardo silencio, Kanon había levantado su cara para verlo directo a los ojos con una sonrisa sumamente amplia y sus mejillas ruborizadas debido al momento vivido.
-Radamanthys, yo también quiero decirte que te amo, y antes de que digas algo más, déjame hacer esto-
Y sin más, Kanon se fue acercando a Radamanthys con sus ojos cerrados dispuesto a besarlo, simplemente la escena era hermosa y más para Radamanthys que veía el rostro hermoso de Kanon queriendo un beso de él.
Fin Flash Back