Bueno hola n n aquí yo Silence Soul, Lucy, Syd xDD!! escribiendo mi primer fic para este foro espero que lo lean y lo disfruten.
El Tatuaje
Después de la guerra contra el Dios Hades todo había vuelto a la normalidad y Athena junto a su padre Zeus revivieron a los caballeros dorados, dioses guerreros y generales marinos para que vivieran en una total armonía. Un buen día en el palacio Valhalla al nuevo y estrenado dios guerrero Bud de Alcor se levantó como siempre temprano a correr por la periferia del palacio a pesar de tener un cuerpo delgado estaba muy bien definido y estaba en buen estado físico a pesar de las carencias que tuvo de niño. Después de darse un buen baño se perfumó y salió a las calles a mirar el pequeño pueblecito que estaba más poblado de gente pronto sus ojos se fijaron en una tienda que tenía un nombre aunque común para el resto de personas que habitaban otros países y por ende tienen una cultura diferente en Asgard no eran muy comunes ese tipo de negocios.
En fin el nombre del establecimiento tenía la palabra "Tatuajes y más" El muchacho se impresionó mucho por el nombre ya que el no conocía tal palabra; su curiosidad lo llevó a entrar a aquel lugar mirando como un niño los dibujos raros de aquel lugar y fotos de gente hombres y mujeres con extraños adornos en la piel. Un hombre grande cubierto en su totalidad por tatuajes excepto por su cara Alcor miró extrañado a aquel sujeto señalando con la boca abierta lo que había en su cuerpo.
- ¿Qué demonios son esas cosas en su piel? -
- Estos niño, son tatuajes ¿Te gustan? -
- Pues... -
- Anda te voy a hacer uno no te cobraré nada por ser el primero que entra aquí ¿Cuál es tu nombre, muchacho? -
- Yo me llamo Bud de Alcor. -
- Pues Bud yo me llamo Andree mucho gusto dime ¿Cómo quieres que te haga el tatuaje?. -
- Es que no se como se hace y si me da fiebre o tal vez me muero...-
- ¡Hahahaha! No te a va pasar nada anda ve hazte no te vas a arrepentir. Mira tengo este de una garra de tigre lo dibujaré en tu hombro derecho ¿Qué dices? -
- Trato hecho quiero ese pero ¿Puede hacerme uno en cada hombro?-
Andree sonrió. Ordenó a Bud a despojarse de la camisa y a acostarse boca abajo en un diván mientras preparaba los instrumentos para hacer su trabajo. Mientras esto ocurría en el Palacio Valhalla Hilda recibía a Saori junto a sus caballeros de oro y de bronce; fueron Seiya y los demás que presentaron a los dorados con los guerreros de Odín. Ikki se dio cuenta que faltaba uno de ellos.
- Oigan ¿Qué no eran ocho ustedes que pasó con Bud?-
Hilda Respondió.
- Pues… no se salió muy temprano de aquí ¡Qué manías de salir y no avisar!-
- Discúlpelo, Srta. Hilda es que mi hermano es así suele desaparecer y después está donde menos uno se lo imagina. Dijo Syd muy afectado.
- Bueno – Dijo Kanon - Ese chico debe de estar por ahí ¿Por qué no lo buscamos?-
- Cuando no tú y tus ideas locas. -
- Ah, Saga… vamos espabílate aunque sea aquí no estamos en una situación de riesgo. –
- Esta bien, vamos Kanon. –
Es así que ambos jóvenes salen del recinto sagrado en busca del mayor de los gemelos Mizar Alcor recorren el pueblo de tienda en tienda preguntando si vieron al jovencito. Un niño les dijo que vio a Bud en una tienda que decía “Tatuajes y más” los hombres se miraron entre si y fueron a aquel establecimiento seguido del niño hasta que la encontraron. Entraron y lo que vieron los dejó helados: Bud estaba en un viejo diván de cuero negro con el torso desnudo siendo tatuado por un hombre ya mayor; los dos en especial Kanon no podía despegar la mirada de aquel perfecto cuerpo en especial miró con descaro el bien formado trasero de Alcor Zeta. Saga se dio cuenta de que su hermano prácticamente estaba baboseándose y le tiró un codazo suave para que guarde las formas.
Andree se dedicaba a hacer los últimos toques se podría apreciar dos medianas garras de tigre en cada parte de la parte trasera de los hombros de Bud. Él se levantó y miró a ambos hombres con la ceja levantada riéndose levemente al ver que Syd y él no eran los únicos gemelos que habitaban este mundo se puso la camisa, agradeció al viejo Andree y salió de la tienda enseguida salieron los gemelos Géminis detrás de Alcor.
- Disculpa… ¿Eres Bud de Alcor? –
- Si. ¿Quiénes son ustedes? –
- Yo soy Saga y él es mi gemelo Kanon –
- Ah… y qué ¿Les debo dinero o el saludo? –
- Oye no seas mal educado niño, Hilda te andaba buscando –
- Aaah… y yo que creía que Syd se había cortado con las tijeras –
- No, aún no ¿Qué esperas? ¡Vamos! –
Ambos en especial Kanon jalaron a Bud para caminar con él hacia el Valhalla. Bud prácticamente se dejó llevar por aquellos dos hombres jamás había sentido esa sensación ¿Acaso estaba enamorándose de los dos? Eso no podía ser estaba mal pero Bud decidió echar por tierra aquella moral y lanzarse a la conquista de ellos dos.
Continuara...
En fin el nombre del establecimiento tenía la palabra "Tatuajes y más" El muchacho se impresionó mucho por el nombre ya que el no conocía tal palabra; su curiosidad lo llevó a entrar a aquel lugar mirando como un niño los dibujos raros de aquel lugar y fotos de gente hombres y mujeres con extraños adornos en la piel. Un hombre grande cubierto en su totalidad por tatuajes excepto por su cara Alcor miró extrañado a aquel sujeto señalando con la boca abierta lo que había en su cuerpo.
- ¿Qué demonios son esas cosas en su piel? -
- Estos niño, son tatuajes ¿Te gustan? -
- Pues... -
- Anda te voy a hacer uno no te cobraré nada por ser el primero que entra aquí ¿Cuál es tu nombre, muchacho? -
- Yo me llamo Bud de Alcor. -
- Pues Bud yo me llamo Andree mucho gusto dime ¿Cómo quieres que te haga el tatuaje?. -
- Es que no se como se hace y si me da fiebre o tal vez me muero...-
- ¡Hahahaha! No te a va pasar nada anda ve hazte no te vas a arrepentir. Mira tengo este de una garra de tigre lo dibujaré en tu hombro derecho ¿Qué dices? -
- Trato hecho quiero ese pero ¿Puede hacerme uno en cada hombro?-
Andree sonrió. Ordenó a Bud a despojarse de la camisa y a acostarse boca abajo en un diván mientras preparaba los instrumentos para hacer su trabajo. Mientras esto ocurría en el Palacio Valhalla Hilda recibía a Saori junto a sus caballeros de oro y de bronce; fueron Seiya y los demás que presentaron a los dorados con los guerreros de Odín. Ikki se dio cuenta que faltaba uno de ellos.
- Oigan ¿Qué no eran ocho ustedes que pasó con Bud?-
Hilda Respondió.
- Pues… no se salió muy temprano de aquí ¡Qué manías de salir y no avisar!-
- Discúlpelo, Srta. Hilda es que mi hermano es así suele desaparecer y después está donde menos uno se lo imagina. Dijo Syd muy afectado.
- Bueno – Dijo Kanon - Ese chico debe de estar por ahí ¿Por qué no lo buscamos?-
- Cuando no tú y tus ideas locas. -
- Ah, Saga… vamos espabílate aunque sea aquí no estamos en una situación de riesgo. –
- Esta bien, vamos Kanon. –
Es así que ambos jóvenes salen del recinto sagrado en busca del mayor de los gemelos Mizar Alcor recorren el pueblo de tienda en tienda preguntando si vieron al jovencito. Un niño les dijo que vio a Bud en una tienda que decía “Tatuajes y más” los hombres se miraron entre si y fueron a aquel establecimiento seguido del niño hasta que la encontraron. Entraron y lo que vieron los dejó helados: Bud estaba en un viejo diván de cuero negro con el torso desnudo siendo tatuado por un hombre ya mayor; los dos en especial Kanon no podía despegar la mirada de aquel perfecto cuerpo en especial miró con descaro el bien formado trasero de Alcor Zeta. Saga se dio cuenta de que su hermano prácticamente estaba baboseándose y le tiró un codazo suave para que guarde las formas.
Andree se dedicaba a hacer los últimos toques se podría apreciar dos medianas garras de tigre en cada parte de la parte trasera de los hombros de Bud. Él se levantó y miró a ambos hombres con la ceja levantada riéndose levemente al ver que Syd y él no eran los únicos gemelos que habitaban este mundo se puso la camisa, agradeció al viejo Andree y salió de la tienda enseguida salieron los gemelos Géminis detrás de Alcor.
- Disculpa… ¿Eres Bud de Alcor? –
- Si. ¿Quiénes son ustedes? –
- Yo soy Saga y él es mi gemelo Kanon –
- Ah… y qué ¿Les debo dinero o el saludo? –
- Oye no seas mal educado niño, Hilda te andaba buscando –
- Aaah… y yo que creía que Syd se había cortado con las tijeras –
- No, aún no ¿Qué esperas? ¡Vamos! –
Ambos en especial Kanon jalaron a Bud para caminar con él hacia el Valhalla. Bud prácticamente se dejó llevar por aquellos dos hombres jamás había sentido esa sensación ¿Acaso estaba enamorándose de los dos? Eso no podía ser estaba mal pero Bud decidió echar por tierra aquella moral y lanzarse a la conquista de ellos dos.
Continuara...