La casa que se habia comprado Shiryu en la ciudad, era realmente preciosa, pequeña, pero muy acogedora y, como a el le gustaba, bastante iluminada, al fin y al cabo, su trabajo de escritor, asi se lo requeria. Aunque la casa tenia dos plantas, y eso, le facilitaba las cosas.
La planta baja contaba con una cocina, un cuarto de baño, un salon-comedor y una habitacion, ademas de un pequeño cuarto donde Shiryu guardaba todo lo que no era imprescindible para el dia a dia. La planta alta disponia de una habitacion, un cuarto de baño y una sotea. A el le encantaba aquella casa, era preciosa, y lo mas importante, era suya.
Cuando llego a la ciudad, lo hizo buscando inspiracion, un lugar tranquilo donde pudiera dedicarse libremente a lo que en la sangre llevaba, sin que los demas tuvieran la bondad de estar molestandole y humillandole cada paso que daba. Pero sabia que ese lugar era distinto, lo presentia.
La planta baja contaba con una cocina, un cuarto de baño, un salon-comedor y una habitacion, ademas de un pequeño cuarto donde Shiryu guardaba todo lo que no era imprescindible para el dia a dia. La planta alta disponia de una habitacion, un cuarto de baño y una sotea. A el le encantaba aquella casa, era preciosa, y lo mas importante, era suya.
Cuando llego a la ciudad, lo hizo buscando inspiracion, un lugar tranquilo donde pudiera dedicarse libremente a lo que en la sangre llevaba, sin que los demas tuvieran la bondad de estar molestandole y humillandole cada paso que daba. Pero sabia que ese lugar era distinto, lo presentia.