Mi mejor...¿amigo?

Me aferré a su cuerpo para moverme al mismo ritmo que él, y apreté aquél rincón en el para disfrutar un poco más de su calor y de aquella cercanía. Sus movimientos apasionados y violentos masturbaban mi propia erección, y aunque me concentraba en intentar controlar esta nueva adicción no podía hacerlo.

Gemí profundamente... Mi boca se abrió mientras mi espaldaba se arqueaba sobre el colchón, con el peso de Shura encima mío; apreté su mano y le miré a los ojos sumidos en deseo... Exhalé profundamente, y el cosquilleo que sentia en la parte baja me hizo reír, ahogado entre mis propios jadeos... La risa se cortó y dio paso a un gemido mucho mas ahogado antes de liberar mi cosmos como si se fuese un explisión, y soltar el resultado de esta pasión entre su cuerpo y el mio.

No podia mas... acelere mas mis movimientos y le senti venirse a el... mi orgasmo era poderoso, lo sentia por lo que senti cuando lloego cuando gemi mas profundo..

-ya.....es.....aaahhh.... mmmmhhh dioses...

Lo bese y una estocada mas y...

-AAAAAHHHHH....

Explote en su interior vaciandome... habia marcado a Camus al amo del hielo como mio... mio.... era un placer mexclado con dolor exquisito.. bañado en sudor, me recuesto sobre su pecho agitando igual que el mio mientras sigo dentro de su cuerpo...

Sentí un profundo alivio tras desprenderme de aquél enorme placer. Tomé una bocanada de aire, y recuperé el control de mi poder encerrándolo nuevamente en mi cuerpo.

Él aún estaba dentro de mí, ante mis ojos, podía verle gemir y aquella pasión que marcaba las facciones de su rostro.

Finalmente sentí su escencia caliente bañando mi interior, y solté una exhalación entrecortada mientras me aferraba a él para que esta se virtiera por completo en mi carne.

Él se dejó caer sobre mi cuerpo, y yo sonreí mientras soltaba su mano y la llevaba hacia la cabeza para acariciar sus cabellos mojados y besar su mejilla impregnada en sudor.

Se sentía extraño... No dolía, pero tenerlo dentro era excitante, sentía que podía hacerlo todo otra vez, y disfrutarlo; aunque ahora sólo quería pasar la noche a su lado.

Fuimos uno durante algunos momentos y eso nunca lo olvidaria.

—¿Puedo quedarme?— Pregunté tras unos momentos de silencio, mientras trataba de recuperar mi respiración y los latidos acelerados de mi corazón.

Deslicé mi lengua por su mejilla y esperé su respuesta.

-si...si quédate

Lo abrazo y me acomodo a su lado, le atraigo a mi pecho y cierro los ojos un momento.

Se ha quedado silencioso, después de todo los sonidos que emanamos y estaba feliz por que terminamos de hacer el amor.

Se escucha ahora el sonido de los grillos y el viento que entra, pero es un breve descanso solo eso.....

Tras nuestro acto me siento somnoliento. No creí que tocar, gemir, y ser amado fuese una tarea que requiriera tanto esfuerzo, pero finalmente me siento bien... Me siento feliz, satisfecho y pleno por ser suyo, por ser enteramente del hombre que amo.

Su calor me envuelve, y su aroma es irrestible a mi nariz; exhalo profundamente y me abrazo contra su cuerpo para sentir el mar de emociones que Shura es capaz de brindarme.

Mis ojos se cierran, y me venzo lentamente en los brazos de Morfeo.

La oscuridad es mi compañera. Mi cuerpo se queda sin movimiento y me pierdo completamente en un sitio apacible del que no quisiera salir; sin embargo, al abrir los ojos me doy cuenta que todavía no amanece, pero que el sol en unas horas está por emerger.

Me siento desnudo e intranquilo. Su calor me gusta, su olor me endulza, pero siento como si las cosas estuviesen fuera de lugar.

Lentamente me separo de su cuerpo, y decido huir, vistiéndome apresuradamente, pero dejando mi boxer en alguna parte de la habitación.

Salgo de la camara privada y finalmente me dirijo hacia el templo de Acuario, donde pretendo prerarme para una audiencia con el Patriarca.

En medio de la noche medio despierto y sonrio, puedo aun oler su aroma en mi cama aquel aroma del que me he echo adicto y del que ahora puedo decir que es mio, me muevo para abrazarlo pero... NO ESTA!!!

Me siento en la cama y enciendo una pequeña lampara, me asusta saber que no esta, salgo de la cama y recorro la habitacion, la segunda planta, la cocina, el templo entero y.. nada.

-CAMUS NO HAGAS NADA ESTUPIDO.

Grito mientras corro a vestirme de regreso en mi habitacion, mientras lo hago encuentro su boxer arrojado a un lado, me recuerda cosas hermosas pero tengo miedo aun que haya hecho algo tonto...

Corro a Acuario

Fui muy estúpido.... Pero no sé qué me hace sentir mas lerdo, si haber pasado la noche con Shura o no haberme quedado hasta el amanecer.

Ahora que he sido suyo, y que aún siento su miembro en mi entrada, me doy cuenta que no podré olvidarlo facilmente, y que él me ha marcado para siempre, que dificilmente podré olvidarlo, y que mi intensión de huir a Siberia será interrumpida.

Ni siquiera puedo bañarme, no quiero borrar sus caricias de mi piel sin la promesa de que habrá nuevas para sustituirlas.

No sé qué hacer.

Tal vez, deberia volver a Capricornio o quizá sea mejor usar el ropaje sagrado y hacerle esa visita al Patriarca... Finalmente, no importa qué haga, terminaré perdiendo.

Llegue como pude a acuario...no podía más tenía que detenerlo antes que se fuera de todo, del santuario y de mi vida.

-Camus....Camus....

Entre al templo y de inmediato encendí mi cosmos para darme a notar y que vea que me importa.

Corro por el templo y espero que aún este aquí.

-Camus donde estas?

Mi pecho dolía... Aunque pusiera la mano sobre mi órgano cárdiaco, la sensación no aminoraba. El dolor era devastador y la agonia que sentía amenazaba con hacerme flaquear.

Estaba en la parte trasera del templo, muy cerca a las escaleras que conducían a Piscis... Venía de vuelta. Mi actitud era seria aún cuando todo amenazaba con venirse abajo.

Bajé los escalones restantes y en cuanto pisé la casa de Acuario, me di cuenta que Shura estaba aquí. No tenía cara para verlo, aún cuando necesitaba hacerlo y explicarle un montón de cosas, mi cabeza estaba completamente en blanco.

Penetré en la sombra de Acuario y decidí enfrentarlo, poniéndome al alcance de su vista.

Observe que estaba frente a mi y cuando le vi algo en mi se puso inquieto, solo quería saber que rayos están pasando...

-camus? Que haces aquí? Tu deberías estar conmigo y no aquí... O hay algo que yo no sepa y que no me hayas dicho?

Le dije al verlo no se...triste, frustrado, quería abrazarlo pero no sabia que estaba pasando. Se me ocurrió algo para ver si funcionaba.

Yo no traía armadura, entonces abrí mis brazos y lo llame.

-ven aquí...

Para todos en el Santuario soy el hombre de hielo, así que mantenerme en mi posición a pesar de sus palabras no es tan complicado como parece.

Acepto que tiene razón, y que hasta hoy, no había tenido un lugar a donde ir que no fuese mi templo o Siberia, y que ahora puedo decir que mi lugar es junto a Shura; al menos esta noche... Pero no me siento cómodo con esa idea... No sé qué me sucede.

Suspiro suavemente y ladeo la vista de la suya.

—Tenia algo qué hacer... Por eso me puse mi armadura, porque pensé en hablar de inmediato con el Patriarca.

Bajo los brazos cuando veo que no viene a mi y solo habla de sus estupideces... Más y más...

-entonces que???... Si te iras? Serás tan egoísta para irte??? Sin pensar en lo que yo quiero? Cuando te vas? No te fui suficiente o que?

Le observo enojado y mientras lo hago comienzo a caminar en su dirección de forma amenazante

Pensé en algo qué queria decirle, pero todas las palabras que venían a mi cabeza sonaban pálidas excusas.

No queria lastimarlo... No creí que tuviera esa capacidad.

—No es eso, Shura... Perdóname.— Traté que mi voz sonara sobria y estable, pero el dolor que sentía en mi pecho lo impedía.

Ladeé la cabeza e intenté no pensar en lo que había hecho, o en el profundo arrepentimiento que sentía en ese momento.

—Tú y yo somos caballeros dorados, y tenemos una misión... Yo sólo... Estaba pensando en eso...

Ladeo mi cabeza en señal de desilusión.

-camus cállate, no quiero oír eso...al diablo eso por ahora, solo quiero estar ahora contigo y creí que tu conmigo pero veo que no es así...que te vaya bien entonces

Serio volteo y emprendo despacio mi salida de ahí, camus no me quiere ahí.

La sensación de vacío que sentía en mi corazón, lentamente se convirtió en un hoyo negro al verle marchar.

Apreté los puños a un lado de las piernas, y aunque intenté ignorar el modo en cómo me sentía, la sensación de su cuerpo hierviendo en placer junto al mio no me abandonaba.

Yo lo amaba... Demasiado; y eso me asustaba enormemente porque pensaba que no podría cumplir mi deber si me entregaba a ese amor.

—Shura... No fui a hablar con el Patriarca; lo intenté, pero ni siquiera pude llegar a Piscis...— Me sentí ridiculo caminando hacia a él, intentando rogar porque disculpara y aceptara mi estupidez.

Mis pies me llevaron cerca de él y lo abracé por la espalda para detenerlo.

—Yo te amo... Te amo mucho.

Me siento atrapado entre sus brazos...aun tengo su olor en mi piel no se si el tenga el mío...pero solo quiero estar con el ahora.

-si me amas porque me ocultas cosas? Porque no confías en mi...ábrete a mi camus, nadie mas te vera, si es cierto que me amas dímelo ya..házmelo sentir

Volteo para verlo de frente y sonreírle, le tomo del mentón y le beso despacio mientras lo atrapo de la cintura.

Y ahí estaba otra vez... Esa sonrisa que encandilaba todo cuando tocaba, que me hacia suspirar, sentir mas valiente y seguro, y saber que pasara lo que pasara todo estaria bien.

El ropaje sagrado me estorbaba para que nuestros cuerpos pudieran tocarse, así que lo expulsé de mi cuerpo para que retornara a la caja de Pandora.

Asentí en silencio y acepté el beso que Shura me brindaba y la petición de abrirme mas con él, de hacer algo para que ambos estuvieramos bien.

Mis manos se enredaron en su cuello, y mis pies me acercaron un poco más a él.

—Perdóname...— Dije entre nuestro beso. —No volveré a huir.

Suspiré entre sus labios, y senti la angustia lentamente escapar de mi cuerpo.

-te perdono tontito...

Sonrío y le beso como le gusta, lo llevo a uno de los pilares de acuario para ocultarnos ahí, para devorarlo para amarlo.

Me había echo adicto a ellos ya, besarlo era una oración a Zeus...su aroma todo todo de el..

Le atraigo a mi cuerpo con descaro y nos rozamos mucho, acariciarnos era algo que me encataba por ello mis manos van a su espalda y a sus glúteos

Aún era de noche, pero estaba por amanecer. Su cuerpo y el mio hacia no mucho acaban de conocerse en la intimidad, y mientras él me besaba y me acariciaba, mis deseos por llevarlo a mi cama estaban emergiendo.

A diferencia de la primera vez, intenté aprender de Shura hasta el más insignificantes de los detalles, pero en esta ocasión, quería dejarme completamente entre sus brazos y hacerlo diferente, siendo aún totalmente suyo pero mas apasionado, mas intenso y mas delicioso.

Lamí sus labios y permití que su lengua recorriera mi boca completamente; senti sus manos en mi trasero y lo único que hice fue apoyar el peso de mi cuerpo sobre sus hombros y trepar nuevamente sobre su cintura con mis piernas enredadas en ella.

—Vamos a mi cuarto.— Shura era mi amigo desde hacia mucho tiempo, así que conocia el camino a mis aposentos privados.

Muerdo sus labios mientras caminamos a su cuarto, empujo un poco la puerta sin violencia y opto por cerrarla con mi pies, llegamos y le recargo en la pared, mientras me como su cuello, sus labios y sus hombros...

-Me encanta saber que te vas a poner travieso..

Sonrio y me dejo hacer.. quiero saber que hara...

Alguna vez leí que aquellos recatados son los peores en su especie porque aunque por fuera son fríos y distantes, cuando arden en pasión son fieras incontrolables.

Supongo que ahora que estuvimos juntos y que él sabe lo que siento puedo dar rienda suelta a cualquier cosa que desee hacer con él, y experimentar en su cuerpo todo lo que me he perdido durante este tiempo.

Siento sus besos, y jadeo al saber que me tiene acorralado una vez más.

—Somos amigos ¿verdad? ¿Confias en mi?— Mis dientes muerden sus labios mis dedos prodigan caricias por su pecho y cuello en busca de obtener su placer. —Quiero amarrarte a la cama...

Un gemido sale de mis labios cuando le veo acarciarme asi, esta encendido , el amo del hielo esta encendido a morir y solo puedo dejarme hacer lo que quiera.

-S...si Camus... los mejor...mejores amigos...ahhh...confio en ti...

Mis ojos se cierran para perderme en la sensacion de arder, le toco lo que puedo y en cuanto puedo, me sorprende su propuesta pero me encantaria saber que quiere hacer conmigo...

-mmmmhhh... si camus.. hazlo... hazlo

Aquella era la oportunidad perfecta para explorar y perderme en la piel de Shura, y demostrarle cuanto le amaba con mis caricias.

Sonreí suavemente y lo guié hasta la cama. Lo único que necesitaba encontrar era algo con que amarrarlo. Podría hacerlo con mi pantalón, pero si a Shura le ganaba el ansia, terminaria por romperlo. Consideré entonces usar unas cadenas de hielo, pero le lastimaria sin remedio.

Finalmente decidí amarrarlo con mi cinturón, saqué cuatro de uno de mis cajones y fui donde Shura. Le mostré una sonrisa seductora, como la que nadie había visto en mis labios todavía y besándole despacio, comencé a desvestirlo lentamente.

Conocía su cuerpo desnudo y su suavidad. Mi ropa también fue retirada en el proceso.

Tendí a Shura sobre la cama y me coloqué encima de su cintura con las piernas abiertas, rozando mi virilidad contra su vientre. Até sus manos, asegurándome de besar sus labios mientras lo hacia cada vez con mayor pasión.

Me giré déjandole ver si espalda y poniéndome en gatas, mostrándole mis gluteos y mi entrada mientras le ataba los tobillos.

Cuando terminé volví a escalar hasta sus labios y los mordí con lujuria.

—Eres todo mio Shura.— Mis manos lentamente acariciaron su costado; fue un toque lento y tortuoso, mientras mi boca tomaba sus labios y le besaba con pasion.

Me dejo hacer y solo observo impaciente todo aquello que hace con mi persona, me encanta conocer el otro lado de camus...el otro que nadie conoce más que yo...

-aaahhhh...si..

Jadeo sin control al verlo sobre mi cuerpo jugando y degustando cada parte de el.

Muerdo mis labios y la ansiedad comienza a hacerme su presa... Muevo mi cuerpo despacio para estimularlo aunque me tenía loco con su cuerpo desnudó sobre el mío.

-vamos Camus...aquí estoy...

Seguramente todos los amantes que Shura ha tenido hasta este momento, han deseado hacerse de esta forma con él... Tenerlo bajo su control sin que´pueda escapar.

A mi no me interesa profanar su confianza y abusar de ella, soy feliz con las demostraciones que hace por mí, al haber confiado y permitirme hacer esto.

Mis labios dejan su boca, terminando con aquél beso apasionado que disparaba mi deseo; y recorren cada centímetro de su rostro y de su cuello, pasando mi lengua por aquél tronco niveo, y mordiendo de vez en cuando su piel.

Mi torso se pega y se frotra contra el suyo, mientras nuestras erecciones chocan y se frotan una contra otra. Mis besos descieden y se extienden por su torso, dejando suaves marcas por donde pasan. Sus tetillas de rosado color llaman a mi boca a acariciarlas y lamerlas para ponerlas duras, sintiendo como su piel se estremece y se eriza a mi contacto.

Su erección se frota entonces contra mi vientre, y mientras desplazo mis besos por su figura, me aseguro de masturbarlo con la piel que rodea mi ombligo.

—Shura... ¿te gustaria hacer un sesenta y nuevo?