Dejo salir una leve sonrisa mientras me acerco al joven
Veo que me recuerdas, pensaba que tus pensamientos estarían más difusos después de que tu yo consciente se separo de tu alma, como lo suponía eres fuerte
un paso más hacia el, sin afán de mostrarme amenazador, levanto mi manó para acariciar su rostro y baja para acomodarle mejor la capa
Mi capa te queda bien Saga, no quiero que tu estancia aquí sea incomoda, eres libre de recorrer mi templo y los alrededores cercanos, no trates de escapar, no tienes a donde ir, tu alma está en los Elíseos y de aquí ya no puede salir a menos que un dios te saque. Tienes un cuerpo solido aquí, porque este es el lugar donde las almas pueden tener una nueva existencia eterna, así que fuera del inframundo, no eres nada más que etéreo.
Tomo su barbilla obligandolo a verme, mi mirada es ligeramente amenazadora
Puedo ser bastante comprensivo Saga, siempre desee tenerte aquí para mi, y por eso tengo ciertas deferencias hacia ti, pero no me presiones porque entonces haré tu estadía aqui un infierno, piensalo bien, puedo ser un Dios muy indulgente y tal vez pueda darte la paz que siempre has deseado
deposito un suave beso en sus labios
siéntete cómodo podrás encontrar un lugar para ti aqui, descansa y recuerda, mis sirvientes estarán pendientes de ti, no hagas que te lastimen
lo suelto y salgo de mi templo para arreglar algunos asuntos pendientes