Algo llamado sumision (Hypnos & Lune)

Le observo llegar, siempre responde a mis llamados; he estado poniendo a prueba su paciencia y explorando sus acciones, es fascinante la manera en que a cumplido las tareas por extrañas que sean, y es tiempo de confirmar mis sospechas

— sígueme Lune tengo algo que mostrarte —

Dirijo mis pasos por un largo camino hasta una puerta al final de este, abro la puerta de doble hoja para dejar ver el interior de dicha habitación. Una cama de cuatro postes y dosel es el punto focal de dicho lugar, es amplia y cada poste es de madera maciza, firme y capaz de soportar gran peso, la ropa de cama era de un color oscuro, no definido si negro, azul o alguna otra tonalidad parecida.

espero que el juez entre y espero pacientemente la reacción que tendrá al entrar

— entra libremente —

Mi mirada se posa en su persona, las reacciones que puedo ver en él son encantadoras, aunque las ha disimulado muy bien en todo este tiempo, es por eso que he decidido explorar los deseos y expectativas del juez

─Quítate la ropa Lune, deseo ver tu cuerpo libre de ataduras─

Mis pasos son inaudibles al pisar por la habitación, es un pequeño truco que uso cuando quiero saltar sobre una presa, porque así no sabe en que parte del lugar me encuentro al salir de su campo de visión, y es justo lo que hago al ir hacía la espalda del juez lejos de donde pueda verme

su turbación y el color de sus mejillas ante mi mirada me dicen todo lo que necesito saber, es inexperto pero no le desagrada la perspectiva de lo que pueda pasar, tal vez pueda darle lo que ansia.

Me acerco por su espalda y toco su hombro con mis falanges se deslizan suavemente por la forma de su hombro y hasta su cuello

─Lune─ digo de manera tranquila y seductora cerca de su oído ─puedo ser tu amo y maestro, ¿deseas ser mío Lune? ─

mis manos tomas sus brazos firmemente

─hace siglos que no he tenido un sumiso que llame mi atención, pero tu lo has hecho mi dulce pequeño, ¿eso es lo que querías o no?, que mi atención recayera en ti─

lo giro suavemente, sin soltarlo de mis brazos

─Estás en libertad de rechazar o aceptar esta proposición pequeño─

Le sonrió ante este pequeño desliz, ser mío implica algo más que solo esto, pero aun es inexperto y no sabe lo que espero de él, así que le permito este pequeña infracción, tomo su rostro entre mis manos y atraigo su rostro para sellar este contrato con un beso profundo y demandante. dejo que mi lengua recorra mis labios después del beso, su sabor es único, acaricio su rostro con dulzura

─Escucha bien mi pequeño Lune, ser mío, implica que es algo más que pasión carnal, quiero tu total sumisión, tu total entrega, serás mío en todos los sentidos, en cuerpo, mente y alma, te enseñaré que es lo que espero de ti─

inclino su rostro para llegar a su cuello y besarlo

─no tomo un favorito a la ligera, y es por eso que han pasado siglos sin que decidiera tomar a uno, serás único en mi lecho, y saborearas el placer de mis manos, responderás a mis deseos sin dudar, te aseguro que ser mi favorito es un privilegio que pocos saborean, aun cuando has aceptado, te probaré para saber si puedes tomar ese lugar, dime Lune, ¿has sido poseído por alguien antes─

Toml su barbilla para poder admirar su hermoso rostro, sonrio complacido, y dejo que mi pulgar pase sobre sus labios

— no debes avergonzarte mi pequeño, esto hace que tu ofrenda sea mas tentadora, porque sabré que solo serás mio—

Me acerco para permitir que mis dientes atrapen su labio inferior y lo jalo con suavidad, mis manos bajan por sus costados delineando las suaves formas de su cintura

— debes aprender mi dulce pequeño, tengo reglas que debes cumplir en todo momento, la primera y mas importante, yo estoy al mando, las demás las iras aprendiendo poco a poco—

Mis ojos buscan los suyos para verlos con intensidad

— esta noche serás mio Lune, tomare tu virtud y con eso sellará tu destino como mío y yo seré tu amo, te daré placer como no lo has imaginado antes, después de esta primera vez te enseñare mis deseos y como deberás comportarte ante mi, por el momento solo disfruta —

Empujo suavemente su cuerpo hasta que quede contra uno de los postes de la cama, acorralándolo contra la madera y mi cuerpo

—Remueve mi ropa pequeño—

Mis ojos captan cada movimiento que realiza el joven juez, tímido y titubeante puedo vislumbrar el deseo latente en sus ojos, su inexperiencia es un respiro de brisa nueva, encontrar estas reacciones es un regalo que debe ser tomado con cuidado.

Mi cuerpo ha sido despojado de toda tela que le cubría, el cambio de temperatura en mi piel me hace consciente de mi piel desnuda, y seguramente al juez le pasa lo mismo, pequeños detalles que sirven a mis propósitos

Me inclino para apoderarme de los labios rosados del joven de cabello pálido, mi beso es categórico y demandante, exijo entrar a aquella cavidad para apoderarme de ese espacio y marcarlo como mío.

Mis manos recorren su cuerpo, cada falange explora su piel milímetro a milímetro, marco mi camino poseyendo ese cuerpo, todo me pertenecerá y todo tendrá mi escencia. Tomo sus hombros y lo giro, muevo su cabello para besar sus hombros, tomo sus manos y las coloco en lo alto del poste de la cama, mis manos bajan a sus muslos y lo hago separarlos para que quede parado con las piernas abiertas, le hablo al oído.

─dulce Lune, tus manos deben quedarse donde están y tus piernas bien abiertas, si las bajas te castigaré─

una bella vista de una hermosa criatura, su cuerpo de alabastro se contrasta con el tono oscuro de la decoración de esta habitacion, dejo que mis manos vaguen por su cuerpo con lentitud, quiero sentir la textura de su piel bajo mis yemas, suave como imagine en un principio, sigo hablando con suavidad

—eres hermoso, quiero que este día sea especial para ti, hoy sentirás placer de muchas maneras y será proporcionado por mis manos y mi cuerpo, aunque no siempre será así —

Mis labios vuelven a su piel, besando su cuello, mis manos bajan por su espalda, su cintura, y se atreven traviesas a acariciar la parte interna de sus muslos, muerdo el lóbulo de su oreja con suavidad

Me alejo de su cuerpo, hay un mueble en las cercanías el cual abro para dejar a la vista algunos frascos, tomo uno de ellos y dejo que sobre mi mano se esparza un liquido espeso de dulce aroma. Observo a la distancia a quien pronto se entregará a mi por completo y unos minutos después regreso a su lado

—mi dulce pequeño — froto aquello sobre mis manos antes de colocar mi diestra sobre su hombría, dejando que esta sustancia sea absorbida por su piel e intensifique cada sensación — será una delicia poder tomar tu virtud— mi mano libre frota suavemente la sustancia en su entrada, con movimientos circulares antes de dejar que mi dedo índice empezara a invadir aquel espacio, mis labios recorren su cuello — no debes moverte hasta que yo lo diga— un beso en su garganta, y una mordida en su hombro en el momento que un segundo dedo entra en su cuerpo, su miembro también es estimulado lentamente, sus piernas abiertas me permiten mayor acceso a sus partes intimas sin problemas.

Me apodero de su boca cuando un tercer dedo entra travieso a su cuerpo, mi lengua invade aquella cavidad, mientras mis manos se dedican a preparar su cuerpo en todos los sentidos

Su boca refleja sus deseos, apoderarme de ella me deja percibir el dulce sabor de su entrega, mis dedos se han esmerado en abrirlo y prepararlo lo suficiente para recibirme sin problemas, mi mano trabaja tanto en su miembro como en su entrada, sintiendo en mis manos como pronto no podrá contenerse, me separo lentamente de él para poder admirar todo su cuerpo.

Mis pasos le rodean admirando la palidez de su piel contrastada por el rubor ocasionado por mis atenciones, su apariencia en si es una tentación y un placer que pronto disfrutare, siendo su primera vez es necesario que comprenda que estará seguro en mis manos, siempre y cuando obedezca lo que le indique, espero varios minutos, sabiendo que su cuerpo esta a un limite que está causándole cierta incomodidad

─Recuéstate en la cama mi dulce Lune y abre tus hermosas piernas para mi ─ le digo con voz suave pero autoritaria