Una suave sonrisa sale de mis labios antes de tomar la taza de nuevo y tomar un poco más de té, antes de colocarla de nuevo en la mesa y tomar una de esas pequeñas galletas, la observo un momento antes de permitir que mis papilas gustativas se deleiten con el suave y dulce sabor de aquel bocadillo
─En eso te equivocas mi pequeña niña, el amor y el odio ambos son tan puros que conforman las dos caras de la misma moneda, incluso uno puede guiar al otro, el odio al igual que el amor puede surgir simplemente, pero otras veces es el resultado de otra serie de sentimientos que van creciendo con el tiempo hasta convertirse en su esencia. Ambos sentimientos se manifiestan igual en el cuerpo humano, para tu cerebro, las reacciones de amor y odio son similares por no decir idénticas, son dos fuerzas que aunque opuestas siempre se presentan en el mismo espacio, sino la posibilidad de diferenciar la esencia de la vida seria casi imposible, como sabes, no puedes disfrutar de la calidez del sol sin antes haber pasado una noche oscura─
La pregunta de la joven Pandora me hace reflexionar un poco, el amor alguna vez a tocado mi puerta, tal vez no de la manera que ella puede concebir, pero de alguna manera lo ha hecho
─En una época lejana, cuando mi amada Pasitea aun se encontraba a mi lado, ahora se ha ido aunque su esencia permanece conmigo en las hermosas plantas que crecen en mis dominios─ un suave suspiro sale de mis labios al recordar a la mujer amada, y una sonrisa traviesa aparece en mi rostro
─Supongo que es una respuesta que no esperabas, cuando todos en el inframundo piensan que no tengo corazón. ¿o me equivoco dulce Pandora?─