Dentro de la novena casa del Santuario, se percibe una presencia agradable y fidedigna, con un aroma a jazmín durante las madrugadas o a cerezos frescos;.... allí puedes escuchar todo canto de diferentes aves, las cuales regocijan su tranquilidad dentro de esa parte del Santuario.
La llegada de la persona, por la cual todos los que entran, esperan, se siente cuando la calidez del lugar se destaca más, cuando percatas que la serenidad del espacio que te rodea, alcanza tu corazón, expulsando todo suspiro de preocupación, odio, nerviosismo, miedo o incluso desesperación.
Aunque no sea cierto, observas una luz en la cual se delinea una silueta, a la que te sientes atraído(a).
Esa encantadora y protectora existencia se aproxima a la entrada de ese pacífico templo.
Con pasos despacio, dirige su carismático rostro al enorme cielo que cada mañana lo recibe alegre y de buena cara por los iluminados y fieles actos que realiza a las personas que dejan a su cuidado.
Nuevamente el celeste espacio muestral, le sonríe…
La llegada de la persona, por la cual todos los que entran, esperan, se siente cuando la calidez del lugar se destaca más, cuando percatas que la serenidad del espacio que te rodea, alcanza tu corazón, expulsando todo suspiro de preocupación, odio, nerviosismo, miedo o incluso desesperación.
Aunque no sea cierto, observas una luz en la cual se delinea una silueta, a la que te sientes atraído(a).
Esa encantadora y protectora existencia se aproxima a la entrada de ese pacífico templo.
Con pasos despacio, dirige su carismático rostro al enorme cielo que cada mañana lo recibe alegre y de buena cara por los iluminados y fieles actos que realiza a las personas que dejan a su cuidado.
Nuevamente el celeste espacio muestral, le sonríe…