Departamento de Mu Sorainen

El lugar es un modesto departamento que si bien no llega a ser lujoso tampoco es de mal ver.
Tiene 4 habitaciones, una cocina, un comedor, la sala y 2 baños.
A la entrada esta la sala amplia y de un gusto hogareño, varias de las pinturas de Mu se exhiben en ésta, a la derecha esta la cocina, cálida y bie ordenada, a la izquierda el estudio, donde se hayan todos las pinturas y materiales del artista y despues le sigue un pasillo que tiene como única puerta el baño, donde se puedo uno dar el lujo de bañarse en tina.
Frente al baño están unas escaleras blancas de caracol que suben al segundo piso, donde está la habitación de Mu, el otro baño, la habitación de huespedes y un cuarto que hace la función de guardar triques.

Esa mañana Mu se despertó bastante tarde, se habia quedado la noche anterior en una tertulia con unos amigos y habia regresado ya tarde un poco tomado. Se duchó y bajó a hacerse algun remedio para la cruda, pues la cabeza le martillaba como si tuviese dentro un pajaro carpintero. Luego de eso se echó en el sillon y tomó el telefono....

-Si ya se papá ya lo sé... Si, si voy a ir.
No necesito que pases por mí, yo iré solo. Es solo estress, confia en mi, ya veras que solo me mandan algo para relajarme o similares.


Tras hablar con su padre se tomo un cafe y comió un pan tostado, luego se dispuso a salir para ir al psicologo.

No me parece justo...porque no lo es. No es justo que haga participe de mis problemas a Mu cuando se muy bien que el esta luchando fuerte por resolver los suyos. Y con eso abrir un poco la visión malfundada de mi tío sobre su noble ocupación. Asi que creo que no lo llamare...pero...

Él es quizás la unica persona que puede sacarme de la duda que me inquieta, y darme un argumento valido para detener y más que nada destruir la fantasia que comienza a tomar cuenta de mis sentidos o para ser participe de que estoy por perder la cordura y extraviarme bajo el influjo de los más hermosos ojos verdes que hayan sido testigos de las bellezas e incoherencias de este mundo.

Mis dedos casi innertes se abren dejando resbalar el celular hasta que se impacta debilmente contra el colchon que sirve de refugio a mi cuerpo aturdido por la falta de alimento y por....las horas de sueño perdido. De sueños extraviados Imaginando sus trazos, jugueteando con mechones fisticios de su cabello y acariciando sus rosados labios que no puedo dejar de ambicionar entre los mios.

Sacudo torpemente mi cabeza en busca de diluir su imagen y regresar a la dura realidad del camino que he escogido. Un camino en el que no tengo nada, mas que sueños por perseguir e infinidad de reveses y desprecios que soportar antes de que pueda obtener un poco de reconocimiento.

Antes de cosechar un poco de aprecio al arte que surge de mi más intimo.

Me siento debil, mareado y el agitarme asi lo empeora todo. No trato de mantenerme erguido por mas tiempo y me abandono a la superficie aspera y poco confortable del colchón. Cierro los ojos obligandome a contener un poco la respiración para luego exhalar el aire lentamente. Y al abrir mis ojos de nuevo la silueta deforme de su bufanda los cautiva. Hasta donde estoy recostado, su aroma me llega, ocasionando que mi esfuerzo sea en vano, pues con total claridad puedo ver su reflejo sonreirme a traves de cada uno de los haces de luz matinal.

Tomo el telefono, y con aire derrotado comienzo a digitar numero por numero, pulso llamar y escucho inquieto el timbre caracteristico de que esta marcando, el enlance comienza...ahora solo puedo esperar por que este en casa y atienda.

Regresé a casa después de mi agitaba aventura en el psicologo, justo estaba buscando las llaves para abrir la puerta de mi departamento cuando escuche mi telefono sonando dento de la casa.
Las llaves cayeron al suelo y al agacharme me golpee la cabeza con la reja.
Estaba oscuro y maldecia mi suerte, talvez era mi karma por haber importunado un dia antes a Milo a altas horas de la madrugada y en un estado de ebriedad.
Finalmente logre dar con el escurridizo objeto y lo mas rapido que puede debido a las condiciones abri la puerta, la empuje con el pie para cerrarla y luego corri a contestar el telefono totalmente agitado.

-ahhh bueno?

(Hola, gracias por jugar. Perdon por la demora. algunas restricciones de ultima hora en el trabajo. No se si estes de acuerdo pero, para dar la sensación de que Camus te habla de lejos, voy a colocar todo lo que diga entre asteriscos *...* de este modo y sus acciones en letra cursiva acciones. Si no te agrada por favor dime con toda confianza y lo modificamos.)


*Que bien que finalmente me contestas, estaba por desistir y arrojar por la ventana el telefono.* Comienzo bombardeandolo con palabras alteradas sin mediar aunque sea un saludo o pregunta de cortesia

*Creo que si no me hubieses contestado iba a enloquecer....no se a que divinidad agradecerle por ello. Escucha con mucha atención necesito que me orientes. ¡¡NO!! ¡¡Olvida eso!!....mas bien necesito que me digas absolutamente todo de él. No vayas a omitir palabra por favor...* Y como si con ello lograra que el pudiera comprender cada palabra y asi conseguir mayor celeridad en su respuesta estrujo el telefono hasta que la presión ejercida sumada a la fricción de mi piel provocan que esta se acalore y transpire bastante.

(si, por mi no hay problema, usa el estilo que gustes, no soy quisquillosa XD)

No habia logrado ni prender la luz y ademas me habia enredado con el cable del telefono. Maniobraba para sacarme de esa extraña posicion en la que habia quedado tan solo para escuchar gritos del otro lado del telefono que me hicieron apartar un poco la bocina de mi oreja.

-ahhh...-

Confundido balbucee pues en realidad esa voz me parecia familiar, muy familiar pero no acababa de reconocerla. Además tenia poco tiempo en el departamento y casi nadie tenia mi numero de telefono, asi que me mis opciones se reducian a familiares y amigos cercanos.

-Ehhh.... con quien desea hablar?

Por fin logre desenredarme del cable y alcanzar el interruptor de la luz. Suspiré aliviado y me acerqué una silla para sentarme y descansar un poco pues supuse que mi tono agitado podria dar a pensar no se que cosas.

*¿cómo que con quien deseo hablar?...pues contigo deseo hablar. De que otra forma tendria sentido el haber marcado tu numero.* Pronuncio sorprendido de que no reconociera mi voz, pero más aún por su tono agitado, bueno, considerando que es de noche y la demora en contestar el telefono...

*¡Oye primo no me digas que soy inoportuno y que...pues forze la interrupción a algun evento pasional. si es asi lo siento muchisimo de verdad pero es que mi vida actual y quizás futura depende de una sola respuesta tuya...¿Conoces a un bellisimo ángel de cabellos dorados y ojos esmeraldinos que responde al nombre de Milo Mitropoulos y vive en Athenas?. Solo dame un si o un no y cortare la comunicación para que pues....ehm....* Y carraspeo tratando de aliviar un poco la posible incomodidad que para los dos puede representar esto, pues nunca es agradable la irrupción de otra persona en nuestra vida íntima. En especial si se trata de un familiar.

*Tu puedas volver a ocuparte en buena forma y actitud de tus asuntos...*

Medité sobre las posibilidades, Jabu no podia ser porque a él lo veia con frecuencia y le hubiera reconocido la voz.
Solo podía ser...

-Camus? eres tu?- Frunci el entrecejo incredulo de lo que mis oidos escuchaban. Mi primo que tenia tanto tiempo sin ver, me llamaba por telefono, pero, como habia conseguido mi numero? y por que le urgía hablar sobre Milo?
Mientras meditaba todas estas cosas, me fui quitando lentamente los zapatos y depositandolos sobre la alfombra.

-Bueno calmate hombre, no me has interrumpido en nada, es solo que vengo llegando y corri para contestar el telefono. Ahora, tranquilizate un momento y explicame de que se trata todo esto porque no entiendo nada.-
Dije en un tono ya mas calmado y serio.
Tenia miles de cosas en la cabeza por lo que me habia pasado en los ultimos dias y con esa extraña llamada, las cosas solo se ponian cada vez mas confusas.
Suspiré cansado y entrecerré los ojos al tiempo que me hacia un poco de masaje en los pies.

-al menos podrias haber comenzado por un hola, te he extrañado no crees?-
le dije de manera recriminatoria pero sin estar realmente enojado.

"¿Camus? eres tu?"

*Por supuesto que soy yo...* Resoplo enfadado de que no me conociera, es decir; se que ha pasado mucho tiempo pero...somos casi hermanos. Uno no se olvida de la familia, ¿Oh si?

*Oh vamos, se que nuestro contacto se ha visto...digamos muy espaciado ultimamente pero...tu sabes lo importante que eres para mi, ¿Cierto?* Y espero por su respuesta sin dejar de estrujar el telefono en mi palma e incapaz de permanecer por más tiempo acostado sobre la cama. Necesito su respuesta, necesito que me diga que...ese ángel esta libre y puedo aspirar genuinamente a que sea mío.

"Bueno calmate hombre, no me has interrumpido en nada, es solo que vengo llegando y corri para contestar el telefono. Ahora, tranquilizate un momento y explicame de que se trata todo esto porque no entiendo nada."

*Mu...me robaron el corazon un par de hermosas gemas color turquesa.* Suspiro sintiendo como tan solo por evocarlo mi corazón vibra intensamente en mi pecho. *Y lo mas serio es que; por pirmera vez renuncio a mi derecho a la voluntad que deberia tener para recuperarlo. Se que esto terminara por socabar la relación con mis padres, que ya es en este momento extremamente fragil pero....No es ni mi culpa ni la suya que ambos seamos...* Respiro profundo tratando de darle a mi voz la convicción y la firmeza cuya falta me ha tenido mas de tres dias dando vueltas sobre la cama pues se que...ni social, ni moralmente es algo visto con buenos ojos.

*hombres Mu*

"Unete al club" pense mientras desviaba la mirada y ponia una expresion de resignacion.
Después de eso mi tono se volvió mucho mas calmado pues comenzaba a darme cuenta que no era el único que tenia problemas de aquella indole.

-ya veo, te entiendo...

Dije sin ahondar en mas explicaciones pues a mi tambien me habian robado la razon unos ojos celestes en un rostro perfectamente enmarcado por unos largos y lacios cabellos dorados.

-bueno primo, parece que tu y yo nos parecemos más de lo que imaginaba.
Mi rostro se ensombreció un poco y mi mano se cerró hasta formar un puño que denotaba mi impotencia ante la situacion. Luego un largo suspiro salio de mi garganta.

-En fin, empecemos por el principio quieres? Cuentamelo todo!

*Ah Mu...querido primo, no sabes lo que he vivido. Quizás tengas noticias de que el ministro de Cultura de Austria como parte del festival regional Vienes de cada año, decidio rendir un homenaje a aquellos musicos que venidos de otros paises han participado en el conservatorio como parte del cuerpo académico.* Y sin darme cuenta mis pasos me llevan de uno a otro lado de la habitación. repitiendo el mismo proceso como si fuera un ave buscando un hueco por donde salir y ser libre. Aunque en mi caso, no volaria hacia la libertad sino al confort de unirme a él, de verme aprisionado en sus fuertes brazos.

*Uno de los músicos homenajeados es de origen griego, Ateniense más especificamente y se apellida....* Mis pasos se detienen abruptamente, ocasionando que casi suelte el telefono. Tan solo logro conservarlo entre mis dedos al efectuar mil y un malabarismos.

*¡Zeus y todos...* Exclamo molesto por mi propia torpeza al caer de rodillas para evitar perder el aparato y que este, consecuentemente se impacte contra el suelo.

*Se apellida como él Mu. Como mi hermoso ángel.*

me pasaba el dedo una y otra vez por el labio inferior escuchandole, sintiendo un poco de desesperacion por querer ir al grano y no entender tanto preludio de su charla.
Finalmente opté por comenzar a quitarme los zapatos y el saco, poniendome mas comodo pues esperaba que despues de eso pudiera irme por fin a dormir y soñar con mi dulce y la vez exquisito psicologo.
Me alejo el auricular al escuchar que grita, seguramente por algun accidente o desesperacion.
Su actitud me desconcierta y preocupa cada vez mas, aun a pesar de que mi mente practicamente anda volando por otro lado.

-Mhh ministro de cultura.... festival vienes.... ateniense...

me froto la barbilla y me quedo pensativo al tiempo que repito una y otra vez esas palabras como si de mantras se tratara.

-ahhh... pues... No, ni idea de que me estas hablando.
Podrias ser un poco mas especifico?

Por precaucion retire de nuevo a una prudente distancia el auricular, pues presentia que el animo de mi primo no era muy estable y que en cualquier momento mi oido podria sufrir de nuevo las consecuencias de su locura.