Oficina de Milo Mitropoulos en el Ministerio de Cultura.

En el ultimo piso, en el ala poniente del edificio se encuentra una confortable oficina, perfectamente bien equipada para permitir el desarrollo de un trabajo diario arduo, creativo, y eficiente. Las paredes estan decoradas con detalles grecoromanos tallados en Madera, alineados en forma de elegantes frizos que en contraste con el color ocre y marfil que recubre cada uno de los elementos de la construcción otorgan un toque colorido de buen gusto.

Al fondo se ubica un escritorio del siglo XVIII tallado a mano en madera de cedro Inglés. El mismo se halla flanqueado por tres sillones revestidos de cuero natural, y moldurados en una fina hoja de oro. El detalle final en la decoración consiste en dos libreros de la misma madera elaborados artesanalmente por Artesanos Sicilianos.

Eludiendo al arte una pequeña replica de un piano de cola y un cuadro de Boticeli son quienes se encargan de recibir a los visitantes al abrir el marco de la puerta ubicada en la pared contraria al escritorio.

Este es el espacio donde se desarrolla profesionalmente Milo Mitropoulos, sobrino en segundo grado de un Músico Griego prominente llamado Dmitri Mitropoulos, para el que en breve, el gobierno de Austria prepara un homenaje a efectuarse en Viena, su capital. Viena sera un lugar que marcara un cambio definitivo para nuestro protagonista, pues es ahí donde él conoce al amor de su vida.

Milo tiene un hermano mayor, quien trabaja como Psicólogo de nombre Shaka Sabgani, tanto él como su hermano viven cada uno en un departamento, pues ambos tratan de esta forma de disminuir la presión constante de su madre en ellos.

Como pueden ver los apellidos de Milo y Shaka no son los mismos, pues son hijos de diferente padre. Por lo que su familia se reduce hasta ahora a su Madre y su hermano, como consanguineos directos. Dentro de su Familia tambien esta Pandora, prima de Milo, y sobrina y ahijada de su madre. Ella, es la mujer que su madre quiere como su nuera; por lo que a partir del momento en que Milo y Pandora se reencuentran ella los presiona hasta conseguir que se comprometan en matrimonio. Este compromiso no llega a concretarse pues Milo lo rompe tras enamorarse de Camus e iniciar una relación semi-oculta con él.

Miro atento al reloj digital sobre mi escritorio, es casi la una; hora de retirarse para la primer pausa del día y tomar el almuerzo. Ha sido un día largo y agotador pero en extremo provechoso. Y si a eso le sumo la agradable noticia que tuve con aquel llamado de Viena pues...este día marcha sobre ruedas para mi.

Y no es que por lo regular no disfrute de mi trabajo, al contrario. Más no todos los días recibo la noticia de un homenaje postumo para mi tío más querido. Aquel buen hombre y extraordinario creativo de la música Dmitri Mitropoulos. Y mas que nada me llena de orgullo la satisfacción de que sere yo quien reciba en su nombre el galardón allá en Viena; pues mi querido tío no se caso nunca ni tuvo algun descendiente, al menos que la familia conozca. Asi que como su heredero Universal asistire en su nombre.

Sonrio satisfecho, aún trepidando en mi loca cabeza la voz afilada y seria encargada de compartir conmigo tan agradable noticia. supongo que deberia mas bien estar planeando que, como y con quien efectuare el viaje pero eso puede esperar al menos algunos días. Lo que no puedo o debo postergar demasiado es comunicarselo a mi madre o dentro de mi maleta debere incluir sus mil reclamos por ignorarla deliberadmante y no hacerla participe de mi vida.

Pensando en ello tomo el telefóno, lo coloco a la altura de mi barbilla y comienzo con el martirio.

-Sofía...por favor comuniqueme con mi madre, a su celular de preferencia que es más localizarla con él que en casa. Espero en la linea la llamada.-

Viene de la casa de Tiita...

El ringtone de un celular se escucha en la estancia...

Pandora: ¿Es eso un celular?

Hera: Si querida es mi celular, me harías el favor de ir a contestar...

Levanto el aparato, de lo mas moderno y de color plata, buscando la tecla correcta para responder, el aparato da el mismo aspecto impecable que la propia tiita; el número del que marcan aparece identificado simplemente como M.

- Hera Von Hassenstein - saludo de modo elegante tras llevarme el aparato cerca de la oreja, aguardando a que la persona al otro lado de la linea continue la charla.

Aguardo unos segundos junto al piano.

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Uh, patito, disculpa por el post tan inútil pero quiero describir todo lo quepensará pandora cuando descubra que es su némesis de toda la vida XDDDD

"Hera Von Hassenstein "

-¿Madre?...¿Eres tú?- Replico a mi interlocutora, no creo que Sofia haya errado el número pero esa voz...me parece conocida. Aunque definitivamente no corresponde a la persona con la que deseo hablar.

-Disculpe señorita, ¿Podria decirme quien es usted y por que tiene en su poder el teléfono de mi madre?- Le cuestiono tratando de no parecer rudo ni agresivo. No debo preocuparme, despues de todo contesto a su nombre y si no me equivoco debe estar en la mansión pues mi madre no sale a nada que no le sea indispensable. El medico le ordeno reposo y ni aunque el cielo se cayera a pedazos sobre nosotros sus hijos, ella iria contra la orden del doctor.

-No se ofenda por mi aparente descortesia al no saludarla como seria debido pero...me ha sorprendido escucharla. Mi madre puede llegar a ser algo quisquillosa en cuanto a sus cosas personales como lo es su celular.-


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No te preocupes, a mi me parece perfecto. se supone que Milo apenas se va a enterar que estas ahi asi que esto viene excelente. Un abrazo.

-¿Madre?...¿Eres tú?

Sonrio levemente al escuchar la voz del que supongo debe ser Shaka, pues como ya bien le dije a mi madrina, su otro hijo viene no existiendo para mí así que entreabro los labios, a punto de pronunciar el nombre de hermano postizo.

-Disculpe señorita, ¿Podria decirme quien es usted y por que tiene en su poder el teléfono de mi madre?--No se ofenda por mi aparente descortesia al no saludarla como seria debido pero...me ha sorprendido escucharla. Mi madre puede llegar a ser algo quisquillosa en cuanto a sus cosas personales como lo es su celular.-

Corrección.

Conforme el bienaventurado interlocutor al otro lado de la linea continua extasiado en su monólogo sobre la propiedad de tiita descubro que no se trata de mi adorado Shaka, sino de...

- Milo... - pronuncio con la voz fría, helada, tanto como deberá sentirse en el infierno cuando se congele - habla Pandora, ahora mismo te contesta.

Trato de ser lo mas educada posible sin embargo siento como si una nube de desgracia se hubiera instalado sobre mi cabeza, que desagradable tener que encontrarme con el hijo menor de mi madrina (aunque sea por teléfono) en mi primer día en Atenas, era un placer que deseaba evitar tanto como se pudiera.

En todo caso, sé que soy bien correspondida y Milo tampoco estará deseando encontrarse conmigo, nunca fue precisamente el hermano que tiita deseaba que hubiera sido, se la pasaba molestándome y, oh! la crueldad mas grande que pudiera ingeniar, jurando toda la vida que una rata de ojos rojos era mas bonita que yo. Aun así era divertido molestarse y no le guardé verdadero resentimiento hasta que él y sus odiosos amigos se robaron mis panquecitos para la feria del Country Club y si la humillación de aparecer con las manos vacías no hubiera sido suficiente... mis zapatos favoritos!

Deshago el camino andado con rapidez, deseando soltar el teléfono cuanto antes en manos de mi madrina.

- Tu hijo - informo extendiendo el aparato aun cunado todavía no llegaba hasta ella, con una expresión de fastidio ahí, esperando para saltar a mi rostro, mas cuando regresé al saloncito de té, tiita brillaba por su ausencia.

Miro a todos lados e incluso busco fuera, sin embargo no hay rastro ni de ella ni de nadie del servicio que me indique a donde se ha ido, así que casi con los dientes crujiendome del disgusto vuelvo a levantar el celular.

- Lo siento, estaba aquí hace un momento pero no sé ha donde ha ido - suena mi voz absolutamente mecánica.

Salgo al jardín todavía con la esperanza de encontrarla y que me libre de este martirio.

- Quieres dejarle algún mensaje?

Observo mis zapatillas de diseño casi como una reacción natural. Aquellos eran mis primeros tacones y los adoraba por sobre todas las cosas! Nunca nadie me había humillado tanto como Milo y me juré que nunca nadie lo volvería a hacer, Milo menos que nadie.
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Patito, espero que no te moleste todo lo que me inventé de Milo, es que así me los imagino, como niños peléandose todo el tiempo, Milo diciéndole que estaba fea y Pandora toda esponjada por ello, jajaja, de todas maneras si quieres algun cambio me dices n_n

"Milo... habla Pandora, ahora mismo te contesta."

-¿Quien habla?- replico perplejo mientras que me enderezo en el asiento y descuelgo la bocina, dejando inactivo el altavoz. Pero del otro lado de la linea tan solo el ruido de pasos contesta a mi voz. -Disculpe Señorita...es decir Pandora ¿sigues ahi?-

Nada, tan solo el eco de sus pasos contra el frio piso de marmol de la mansión. Pandora, la ahijada de mi madre y su adoración vestida de terciopelo y seda como una muñeca obscura y atemorizante...tantos años, aún recuerdo aquella niña de pelo tan negro como el azabache y mirada penetrante con un ligero toque carmesi, a la que tan solo para molestarla comparaba con...

-Una rata de ojos rojos...- Rememoro en voz alta y cuando caigo en cuenta de mi error ya es demasiado tarde para tapar la bocina. Solo espero que ella ocupada como parece estar buscando a mi madre, no lo haya escuchado. Por que si lo hizo, una más añadida a todas las viejas cuentas que desde niños no deja de echarme en cara. Pero no es mi culpa que siempre anduviera vestida de negro y con la apariencia de una monja o de una viuda.

"Tu hijo" Me parece apreciar al otro lado de la linea aunque un tanto apagado, supongo que se dirige a mi madre. Bueno al menos no tendre que medir cada una de mis palabras pretendiendo prolongar cortesmente la charla con ella y mi madre sin duda alguna disipara todas y cada una de las preguntas que al oír su voz me asaltaron.

"Lo siento, estaba aquí hace un momento pero no sé ha donde ha ido. ¿Quieres dejarle algún mensaje?"

Por la emotividad de su voz me parece que no soy el unico al que este reencuentro aunque telefónico incomoda bastante.

-En realidad si me gustaria dejarle un mensaje pero...creo que no es esta ni la forma, ni la cortesia que deberia de existir entre dos personas que se han conocido de toda la vida. Asi que...te parece si comenzamos de nuevo y mas que eso, yo no te dire que pareces una monja sin velo y tu no me diras que parezco un duende sin dientes....- Y pausando un poco mi voz, tratando de darle a ella el tiempo necesario para que asimile mis palabras anteriores, respiro tratando de encontrar la soltura que me permita vencer las barreras que construi a su alrededor desde que eramos infantes. Barreras disfrazadas de desagrado y antipatia.

-Buenas tardes, un placer escuchar tu voz Pandora. No sabia que habias vuelto a Athenas, tu madrina querida supongo se olvido de comentarme...aún asi me alegra saber que la acompañas y que en tu compañia seguramente ella ya se siente mucho mejor.-

Trato de continuar con una charla que segun parece ella no desea prolongar más de lo que le sea posible.

-En realidad si me gustaria dejarle un mensaje pero...creo que no es esta ni la forma, ni la cortesia que deberia de existir entre dos personas que se han conocido de toda la vida.

Vuelvo los ojos al cielo, al menos la educación que siempre procuró en sus hijos permanece intacta en el menor de ellos.

Asi que...te parece si comenzamos de nuevo y mas que eso, yo no te dire que pareces una monja sin velo y tu no me diras que parezco un duende sin dientes....-


O quizá no. Definitivamente no. Aprieto el teléfono sin querer.

-Buenas tardes, un placer escuchar tu voz Pandora. No sabia que habias vuelto a Athenas, tu madrina querida supongo se olvido de comentarme...aún asi me alegra saber que la acompañas y que en tu compañia seguramente ella ya se siente mucho mejor.-

Resoplo sin molestarme en disimular tal hecho, agradecida por qu al fin se ha callado y esta conversación no durará mas de 60 segundos, una débil sonrisa aparece en mi rostro ante el pensamiento de cortar la llamada al fin.

- Buenas tardes, Milo - replico, mi voz suena educada y clara, aunque no amistosa - que gusto saber de tí al cabo de tantos años - sueno tan sincera que el resto del mundo dificilmente creería que no lo soporto - he venido a Atenas para cerciorarme yo misma de que tiita se encuentra bien, la miro muy decaida y pienso quedarme con ella hasta que se recupere por completo.

Esto es una primicia, tantas palabras juntas hacia Milo sin que algunas de ellas fueran insultos es algo que nunca había visto esta teatral casa.

- Inclusive antes de que tú llamaras estaba diciéndole que me encantaría tenerla en mi casa, la recuerdas? - claro que debía recordarla, quizá no fueron tantas las veces que los dos hijos de mi madrina estuvieron en mi casa, pero si las suficientes para que los pocos ratos que nos llevábamos bien, jugáramos en los amplios jardines o nos escondiéramos en los mil y un rincones de la mansión o que nos descubrieran tomando sin permiso las figuras de porcelana de mamá.

- Supongo que estarás de acuerdo - aventuro - después de todo ella está sola aquí, con la servidumbre.

-Pues, en definitiva yo no tengo inconveniente alguno pero...supongo que tambien debemos consultar a Shaka y antes que cualquier cosa a tu madrina. La conozco, su apego por esa mansión, por su espacio propio como ella lo denomina seguro que se constituira en un transtorno.- Jugueteo con una pluma que mis dedos algo tensos atraparon por casualidad de la superficie pulida del escritorio. No se porque estoy sintiendome asi, bueno, no es como si ella pudiera saltarme encima atraves del teléfono ¿Cierto?.

Pero se que de niños no era mucha la simpatia que me profesaba y se que en gran medida, eso no es responsabilidad de nadie mas que mía.

-Aunque...- Continuo, pues de golpe me ha venido una alternativa posible a la mas que segura negativa de mi madre.

-SI ella no se muestra demasiado apegada a la idea de moverse, nuestra vieja casa es grande y de seguro que una joven tan bella como tú la hara lucir mucho más agradable. Por que tu siempre fuiste una niña bella, asi que no dudo ni por un segundo que esa belleza se haya asentado ahora.- Le digo cortés, pues en cierta forma creo que me siento reconfortado de que el interes, el cariño por mi madre aun prevalezca, pese a la distancia y a los años ocurridos. Además de mis ocurrencias.

-Sabes Pandora...en realidad me parece que un ángel se ha apiadado de mi. Aunque tu juzgues que no me lo merezco y probablemente sea asi debido a mi comportamiento anterior contigo, pero ¿Te gustaria ir a Venecia?- Demando sin dejar de garabatear una hoja blanca de mi escritorio y acercar al mismo tiempo con la punta de la pluma la invitación al evento.

-Pues, en definitiva yo no tengo inconveniente alguno pero...supongo que tambien debemos consultar a Shaka y antes que cualquier cosa a tu madrina. La conozco, su apego por esa mansión, por su espacio propio como ella lo denomina seguro que se constituira en un transtorno

La verdad, coincido, conozco a tiita lo suficiente para saber que es mas probable que sea yo quien tenga que dejar de disfrutar mi reencuentro con la mansión donde pasé mi infancia antes que ella acceda a mudarse conmigo, aunque claro, no lo aceptaría frente a Milo.

-Aunque...- -SI ella no se muestra demasiado apegada a la idea de moverse, nuestra vieja casa es grande y de seguro que una joven tan bella como tú la hara lucir mucho más agradable. Por que tu siempre fuiste una niña bella, asi que no dudo ni por un segundo que esa belleza se haya asentado ahora.-


Estuve a punto de espetar que había hecho un magnífico trabajo en nuestra infancia disimulando que me consideraba una belleza, sin embargo guardo silencio porque evidentemente ese no es el final del halago, el cual me supongo tiene como finalidad ablandarme un poco antes de pedirme un favor, se trata de Milo y de mí! Qué mas podría ser?!

-Sabes Pandora...en realidad me parece que un ángel se ha apiadado de mi. Aunque tu juzgues que no me lo merezco y probablemente sea asi debido a mi comportamiento anterior contigo, pero ¿Te gustaria ir a Venecia?-

Abrí la boca tratando de articular palabra, mas estas quedaron como meros balbuceos, lo cual me mortificó sobremanera por hacerme quedar como una tonta impactada ante la “invitación”, sin embargo la proposición me dejó sin habla, qué podía decirle si de la nada me hcía una petición tan familiar?

Al menos había atinado en pensar que quería pedirme algo.

- Qué? - replico sin disimular lo incrédula que me encuentro luego de tomar aire – no me digas que ahora te vas a portar como una persona civilizada conmigo – inquiero recuperando mi habitual tono entre divertido y burlón – no sería divertido, Milo – afirmo sonando decepcionada – aunque no creo que tengas en mente unas vacaciones, mas bien quieres que te ayude en algo, no es así?

Me deslizo por la estancia ya como si fuera mi casa, acomodándome con elegancia sobre uno de los sillones claros, reposando la espalda ya sin la tensión inicial, no es que me sienta en control de la situación ni que haya olvidado el punto que le he dado a Milo con mi falta de elocuencia de hace un momento, pero la conversación comienza a interesarme genuinamente.

Sonrio.

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Patito, gomen que no había contestado, ya sabes, las ocupaciones ¬¬

¡Vaya! parece que logre arrebatarle su elocuencia caracteristica por lo menos unos segundos. Y en realidad su reacción me parece normal. No es usual que de la nada una persona a la que no has visto en años y de la que probablemente tienes los peores recuerdos te haga una invitación tal. Pero detrás de ella no hay ningun tipo de mala voluntad, por el contrario quizas esto nos sirva para aliviar tensiones.

Esperando divertido su respuesta los garabatos sobre la hoja de papel finalmente han tomado forma y muestran el burdo diseño de dos niños jugueteando en un jardín. Pandora y yo no solo peleamos durante nuestra infancia, tambien hubieron momentos buenos como aquellas ocasiones en que ella insistia en perseguirme para adornar mi frente con guirnaldas de flores.

"Qué?"

Primera palabra que articula confirmando mis sospechas sobre su sorpresa.

"no me digas que ahora te vas a portar como una persona civilizada conmigo"

Ey eso me ofendio, aunque no pude evitar sonreir al visualizar a mi persona como un barbaro de garrote y piel de tigre como unica vestimenta.

-Señorita me ofende...que sea por naturaleza un ser algo impertinente, poco disciplinado, relajado en el cumplimiento de las buenas maneras , obsesivo en enterarme de la vida ajena y....- En definitiva Shaka tiene razón cuando argumenta que me defiendo mejor callado. Pero soy honesto, es parte de mi manera de ser, prefiero enrojecer hasta la muerte una vez que palidecer cien por ocultar u disfrazar mis emociones y pensamientos. -Ok. Dejesmolo en incivilizado solamente. Es más amable y un buen detalle de tu parte.-


"no sería divertido, Milo...aunque no creo que tengas en mente unas vacaciones, mas bien quieres que te ayude en algo, no es así? "

-Pero contigo siempre lo ha sido. Siempre fue divertido. Contigo las cosas simplemente fluian naturalmente y siempre tenia ganas de sonreir. A tu lado siempre me senti en libertad de ser yo mismo, y no ocultarme tras del disfraz del manequi que tomaba té y nunca erraba al escoger que cubierto utilizar al comer. Ese principito que siempre debia sonreir a las niñas que visitaban su casa al lado de sus madres. Aunque estas simplemente no le cayeran nada bien. Como Helena la de las trenzas...¿La recuerdas?-

Inhalo profundo y por reflejo deslizo mi lengua sobre mis resecos labios. No deberia hablar tanto ni tan rapido pero...con ella me es inevitable comportarme asi.

-Y por cierto...no quiero tu ayuda, solo tu compañia en una de las ciudades mas hermosas y romanticas del mundo.- ¿Yo dije eso? Espero que ella no lo toma a mal, es decir que no lo interprete como...una insinuación de mi parte auqne sono como tal.

-¡¡Cómo amigos claro esta!!- Me apresuro en aclarar con tal vehemencia que la invitación vuela lejos de mi mano y al tratar de recuperarla del piso mi cabeza hace contacto con la madera del escritorio.

-¡Auchhh!-