Se sienta en el colchón de la cama y le observa desde ahí con algo de ternura.
-Claro que no -le sonríe y niega levemente con la cabeza.- Siempre habrá uno que desea más poder, resaltar de los demás... sería un honor compartir información, puedo entender tu necesidad de detener todo este enfrentamiento por la abaricia...
Se acerca a unos de los extremos de la cama y apoya sus manos en la madera, a la vez que lentamente pega una mejilla ahí. Estar frente a Saga, escucharlo, verlo, le despertaba una admiración muy grande. Miró directo a esos ojos rosáceos y no se despegó de ahí. Por momentos pudo presenciar distintos tipos de sentimientos mezclados, reflejándose en esas iris. Saga emanaba una imponencia digna a esa edad, la de un rey si así podía clasificarle sin exagerar. Su forma de pensar, sus decisiones, entonces cayó en cuenta que lo estaba conociendo demasiado rápido y él apenas había dicho una que otras cosas.
-Tu padre estaría orgulloso de ti... -soltó sin pensar.
-Claro que no -le sonríe y niega levemente con la cabeza.- Siempre habrá uno que desea más poder, resaltar de los demás... sería un honor compartir información, puedo entender tu necesidad de detener todo este enfrentamiento por la abaricia...
Se acerca a unos de los extremos de la cama y apoya sus manos en la madera, a la vez que lentamente pega una mejilla ahí. Estar frente a Saga, escucharlo, verlo, le despertaba una admiración muy grande. Miró directo a esos ojos rosáceos y no se despegó de ahí. Por momentos pudo presenciar distintos tipos de sentimientos mezclados, reflejándose en esas iris. Saga emanaba una imponencia digna a esa edad, la de un rey si así podía clasificarle sin exagerar. Su forma de pensar, sus decisiones, entonces cayó en cuenta que lo estaba conociendo demasiado rápido y él apenas había dicho una que otras cosas.
-Tu padre estaría orgulloso de ti... -soltó sin pensar.