Calabozos y cuartos de castigo

- Vaya, parece que eso de "atarte" a alguien te lo has tomado muy literal - Entró por la puerta, Hypnos lo había dejado en frente de ella cuando llegaron al palacio, todo el camino había sido bastante hermoso, no veía una ciudad así desde hacía años, no parecía un mal lugar donde uno pudiera vivir, pero entonces entró por la puerta y todo ese positivismo pareció desaparecer.

y Ahí estaba magullado, herido, encadenado, enjaulado, Aioros caminó hasta lo máximo que la jaula se lo permitió observándole el cuerpo y haciendo una valoración mental, vale, no conocía al chico hasta el punto en el que entregaría su vida por el sin dudarlo, pero sabía que en el fondo no era un mal tipo y no se merecía ese trato, solo muy poca gente se podría llegar a merecer ese trato.

- Quien te ha hecho esto Dohko? - puso las manos en los barrotes apretándolos con fuerza - ha sido tu hermano? - su expresión demostraba ira mientras lo observaba, por un segundo hasta el dudó de si lo que estaba viendo era real, su vista pareció nublarse un segundo, la imagen de Dohko fue sustituida por la de su hermano en la misma posición, con las mismas heridas pero llorando y preguntándole porque no le había ayudado. Apretó tan fuerte los barrotes que hasta se hizo daño consiguiendo salir del lapsus, la vista volvió a ser clara, Dohko volvió a recuperar su forma a ojos de Aioros.

- Se que es una tontería preguntarlo.. pero como te encuentras chaval? - sonrió - Hey, he venido a verte. los traidores debemos de apoyarnos -

Al tomar un atajo rapidamente logro llegar a los calabozos y alcabzo a visualizar a Tong Hu en la area de armas. Rapidamente corro hacia el y le volteo para que me mire tomando sus manos- ESTAS LOCO!!!-le arrebato las armas que tenia en su mano- ¿Por que siempre malinterpretas lo que te digo?-le acentuo molesto y algo tenso- te dije que haria etse acto si Dohko vuelve a repetir esa estupidez mas no que lo haria ahorita..- aviento las armas- quieres dejar de tomar decisiones precipitadas -le miro un poco acusador

- Hey, eso no importa. Estoy aquí - Su mano atravesó los barrotes y aunque no se podía mover demasiado entre ellos estiró la mano hasta su cabeza, le toco el pelo y le sujetó del mentón para verlo bien en una caricia tierna observando no solo la herida que se había provocado el mismo cuando se encontraron sino también todas las magulladuras y heridas de su cuerpo, entendía que el chico había actuado mal, muy mal, era comprensible darle un castigo, estar decepcionado, cabreado, o histérico, pero eso no les daba derecho a poder maltratarlo hasta tal nivel, pero claro, era la realeza no?

Apoyó la cabeza en los barrotes un instante sintiendo que por un momento no podía sostener la cabeza sobre sus hombros y apartó la mano agarrando los barrotes con ambas - Siento haberte aconsejado que volvieras - Pasó unos segundos en silencio y volvió a levantar la cabeza aun apoyada en uno de los barrotes - Esto te lo ha hecho tu hermano verdad? - Iba a reventarle la cara a ese hijo de P****

IDIOTA , HASTA CUANDO ENTENDERAS QUE MI FELICIDAD ES QUE TU ME AMES Y ESTES A MI LADO!!!!- le grito muy molesto y con la cara colorada alejandome de el para aventar todas las armas que había alrededor volviendo a su persona- NO NECESITAS HACER DAÑO A OTROS PARA QUE YO TE AME, ENTIENDOELO- lo abrazo con fuerza para después soltarle varios golpes sobre su espalda- ya no quiero ser tu monarca, no quiero ser tu lord, quiero ser tu esposo...CUESTA MUCHO PEDIR?!!!- le volteo a ver fijamente con los ojos llorosos de coraje-Tu amor es puro con el simple hecho de que me me digas "Te amo"

Espera... aquello había pasado mas veces? De haber estado en otra situación hubiese mantenido la cabeza mas fria, se hubiese planteado si el hermano tenía alguna razon del caracter del chico que no conociese para actuar de esa forma, quizas en el fondo Dohko solo era un maniaco y era la única manera de contenerlo. Pero en ese momento tenía toda en estado de alerta y el cerebro bloqueado y a pesar de que le habian llegado a condecorar por su cabeza fria en las batallas pero hasta el podía llegar a perderla, y ese concretamente era uno de los temas que mas le afectaban.

- Me lo dijo... un amigo - guardó silencio de nuevo escuchando pacientemente - tu ya habias aprendido, hay formas de enseñar! - espera.. "que lo suavizo el amor", estaba a punto de soltar una carcajada, oh, espera, que lo decía en serio, oh claro entonces? que tenía que esperar si hubiese pillado a su hermano en una pelea matrimonial? - El te curo?... - Eso ya era suficiente. Empezó a temblarle la espalda y las manos y estalló en una especie de carcajada durante algunos segundos

- HAHAHA! a esto le llamas curar!? No amigo mio, esto se llama tortura - Se levantó del suelo apartandose de los barrotes

-Lo dije porque estaba molesto y lo sigo estando un poco pero, se que Dohko recapacitara y ya no cometerá ese error- le acaricio con suavidad su mejilla besandole con dulzura trasladando mis labios a los suyos para darle un breve beso- perdóname... no queria hacerte enfurecer, sabes que Saga es mi hermano y le quiero mucho y que a ti te amo- tomo sus manos para que las coloque sobre el raz de mi espalda- solo tu eres el dueño de mi corazón, de mi amor y de mi cuerpo. eso nunca lo olvides- acaricio su abdomen cubierto por sus ropas, besando con profundidad su cuello, llevando que una de sus manos me acaricie mis glúteos- tu eres el unico que puede ver que hay debajo de estas ropas- le menciono en un susurro divertido

Entonces vamos a mi habitacion...-le susurro con sensualidad y dulzura correspondiendo aquel pasional beso paar despues entrelazar mi mano con la suya y salir del lugar

- No me rio porque me haga gracia - se cruzó de brazos observandolo con el cabreo y la sangre hirviendo todavía en su cuerpo - se lo que es la sangre murdock, he peleado contra ella y es terrible en combate, pero todo el mundo puede entrenarse y ellos no eran los de menos, eran organizados e impracables, no uses ni dejes que usen tu sangre como una escusa o una maldición usala como algo con lo que puedes proteger a tus seres queridos!! y si esto que te digo soy el único que te lo ha dicho hasta ahora es porque estas rodeado de imbeciles - realmente estaba bastante cabreado o no hablaría de esa manera tan facilmente en un territorio como ese.

Cuando mencionó a Saga Aioros pareció relajarse un poco, lo miró directamente y sonrió con cierta ternura al verlo tan emocionado de que lo hubiese perdonado, se volvio a sentar al lado de los barrotes tratando a si mismo de calmarse tambien - y como es? nunca me lo has dicho -

- Todos estamos locos en cierta manera - lo dijo mas como una especie de pensamiento pronunciado como mas hacia si mismo como para que lo oyese el otro - por lo que me dices parece un chico muy tierno - sonrie relajandose un poco por la conversación - lo que necesitas es relajarte con el, dejar que viva su vida y haga sus propios problemas, entonces el acudirá a ti cuando necesite protección -

- y bueno, al menos sabemos que esto no se repetirá - apoyó su espalda contra la pared al lado de la verja observandolo entre la penumbra - creo que debes de caerle bien a ese tal Hypnos, fue el que vino a buscarme - sonrió de medio lado - me pidió que viniera a verte -

Cuando me interno en aquel lugar veo a los dos hombres hablando, el joven Dohko parece haberse dormido, pero su descanso deberá ser postergado, abro la celda y lo libero de su ataduras

Necesito la ayuda de ustedes dos, síganme

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cita: las habitaciones de Hypnos

- no es nada... - hubo sonreido placidamente al lado de los barrotes mientras descansaba la espalda, el le protegería mientras tenía su descanso, pero al parecer el tiempo no quería dejarles tranquilamente a ninguno de los dos. Cuando justo decidió relajarse un poco la puerta abriendose le dio un susto viendo entrar al general. Y ahora que pasaba?

se levantó y lo siguio fuera de la habitación al ver como liberaba al otro.