Una vez que calvagué un largo tramo del reino para las llanuras mis ojos comienzan a ver con gran satisfaccion aquel lugar que, podria llamarlo como mi segunda casa. El anochecer habia llegado cubriendo el cielo en un gran manto oscuro estrellado. Una vez que llego por la puerta trasera de la taberna bajo de mi caballo que paste un tanto lejos de aquellos fastidiosos aldeanos ebrio. Repentinamente un silbido muy familiar se ecsucha en los aires y enseguida dirijo mi vista hacia el cielo , encontrandome con Armand, mi halcon peregrino.
Elevo mi brazo para que el halcon posara sobre mi brazo llevando en su pata amarrada un pequeño rollo, el cual tenia un sello muy peculiar y familiar causando en una gran molestia al momento de retirarlo. Acariciando mi halcón susurro
- Armand Ú i vethed... nâ i onnad- rasco un poco su cabeza-
ve al castillo Wyvern y espera mi llamadoDejo que Armand emprena el vuelo mirando brevemente como se pierde en la oscuridad. Ocultando el pequeño rollo y escondiendo perfectamente el dije que el rey Camus me entrego ingreo a la taberna de manera altiva pateando a los borrachos caidos que estorbaban mi camino. Antes de que llegara a ese rincon oscuro, el ayudante del tabernero se aproximo temeroso a mi tartamudeando . Exasperandome le alzo del cuello
- Habla bien estupido antes de que te de el privilegio de degollarte
-E..ehh...u...un se..se..señor l...lo bu..busca- me señala la barra en dodne se encuentra sentado un hombre, que por sus ropas parecia un oficial del reino Kraken. Aventando al jovencillo me aproximo hacia la barra. Al llegar y mirar al tabernero de manera intimidante , enseguida se pone a preparar mi bebida. Volteo a ver al sujeto estudiandole rapidamente su persona de pies a cabeza
-Aqui tiene al Verudgo de la Rosa- le hablo con un duro acento-
cual es su asunto, hable de una vez y deje de joder mi noche - el tabernero coloca ante un tarro de cerveza al tiempo que me entrega envuelta a una de mis nenas . Sonrio mientras voy desenvolviendo la cubierta de mi belleza
-O su cabeza sera la privilegiada en estrenar esta hermosura