Día de campo (Shaka&Saga)

─hace mucho que no tenía un motivo para sonreír, hasta hoy─

Sus palabras logran que una sonrisa aparezca en mi rostro, me alegra el saber que se siente tranquilo a mi lado, su abrazo me hace sentir como adormecido por lo cálido que se siente.

─Me alegra que te siéntas cómodo conmigo.─ Susurro sin moverme de mi cómoda posición. ─¿Que es lo que más te ayuda a relajarte?─ Le cuestiono deseando saber para poder decorar su templo.

─Quiero hacer de tu templo un santuario para ti, un lugar al que puedas llamar hogar.─ Hablo levantando mi rostro para observarle así, relajado, como deberìa estar siempre.

Le sonrio con suavidad deseando que este momento perdure aún en mis memorias, levanto mi mano para acariciar su rostro con suavidad recorriendo bebiéndome su imagen.

tenerlo entre mis brazos en tan tranquilizador que no quiero alejarme de esto, el aroma de su cuerpo es una delicia más allá de lo que jamás había imaginado.

Pensar en que es lo que me ayuda a relajarme, hace que trate de traer a mi memoria alguna cosa que me reconforte en mi templo, pero no puedo encontrar algo

─A parte de a ti, no encuentro otra cosa que ayude a relajarme... no, no puedo encontrar alguna cosa, así que lo dejaré a tu gusto─

Le veo y acaricio su rostro, paso su cabello tras su oreja para poder ver todo su rostro, me acerco a sus labios para poder besar sus labios una vez más.

Respondo a su beso sintiendo mis mejillas calentarse ante sus palabras, mi corazón salta de dicha al saber que lo relajo, siento correr un poco de brisa y eso hace que piel se refresque un poco recordándome que me encuentro desnudo sobre su cuerpo.
Me separo suavemente de sus labios y mi rostro debe estar terriblemente rojo por la pena, aunque no puedo negar que me siento cómodo entre sus brazos me averguenza mucho el no haber podido controlarme.
-Podemos hacerlo cuando... gustes- respondo un poco entrecortado al ser tan conciente de su presencia y las emociones que me hace sentir.
Muerdo muy poco mi labio inferior pensando que sería la correcto para decir o hacer, la humedad de nuestros simientes me recuerda cada detalle de lo que pasó instantes atrás y de lo cual no me arrepiento.

acaricio sus mejillas, le sonrió encantado por la respuesta de su cuerpo, se ve tan bien con ese color cubriendo sus mejillas, así que un largo suspiro sale de mi pecho

─tal vez cuando regresemos, tendrás mi templo a tu disposición─

se que debemos asearnos, empiezo a ser consciente de la situación en que nos encontramos, pero no deseo separarme de él y quiero permanecer así un largo rato.

Beso sus mejillas, para sentir lo cálido de su piel sonrojada ♠te he dicho que te ves muy bien así?─

Su sonrisa me deja embelezado, no es común verle sonriendo, su respuesta me agrada porque en verdad quiero que sienta paz en su hogar y entre mas pronto mejor.
Sus besos en mis mejillas me toman por sorpresa y sus palabras me hacen sonrojarme aún mas deseando ocultarme. -Si, me lo has dicho, pero... no me lo creo.- Susurro suavemente pues nunca me he considerado alguien atractivo.
Amo estar así con el, sobre su cuerpo, mis ojos se abren enormes al ser conciente de la posición en la que estamos, con mi cuerpo entre sus piernas y sobre el suyo, no se si mi rostro pueda adquirir un mayor carmín pero de poder seguramente ya lo trae.
Lo correcto seria levantarme y que nos asearamos pero no deseo separarme de él.
-¿No te... incomodo?- Es lo único que se me ocurre preguntar algo titubeante.

el color de sus mejillas es cada vez más adorable, no puedo evitar acariciarlas y sonreírle me hace sentir tan en paz que no podría desear estar en otro lugar

─¿incomodarme?─

empiezo a tener consciencia de nuestra posición, y no puedo evitar apenarme también, sintiendo un poco el calor de mis mejillas, pero mantengo mis brazos alrededor de sus hombros, al mover un poco mis piernas estoy consciente de la piel de sus muslos, y sonrió

─No me incomodas, aunque es la primera vez que estoy con alguien "así"─

lo atraigo un poco más a mi cuerpo para disfrutar de este tiempo

No se cual sea el límite en el cual una persona puede avergonzarse pero hoy he excedido el mio, porque siento mi rostro verdaderamente caliente ante sus palabras, por muy embelezado que estoy.
Sin embargo; una parte de mi no puede evitar alegrarse por sus palbras y una carcajada entre apenada y vivertida se me escapa al verle ruborizarse también, por lo que oculto mi rostro en su cuello intentando calmarla, mi cuerpo tiembla un poco ante el esfuerzo.
Es hilarante que uno de los santos mas serios de la orden no pueda controlarse, pero este hombre me hace feliz y no puedo evitarlo.
Esa primicia voy a guardarla por siempre en mi corazón. -Lo siento, me disculpo después de un rato, jamás me hubiese imaginado terminar "así"- Le bromeo un poco trantando de controlar mi verguenza y alegría. -Gracias.- Finalizo depositando un suave beso en sus labios y que comprenda que no es un simple gracias.

Estar acurrucados asi es algo que siempre guardaré en mi corazón, aunque hemos terminado en una situación que jamás planeamos, no deja de ser lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Sentir la piel de su rostro sobre mi pecho y mi cuello ha sido de las mejores experiencias de mi vida

─¿por que me das lasa gracias? debería ser al contrario─

Enredo un poco más mis piernas con las suyas y doy un largo suspiro. extiendo un poco su largo cabello cubriendonos un poco a los dos, me gusta como caé sobre su espalda

Un suspiro placentero escapa de mis labios ante sus atenciones, sus palabras me hacen pensar en cuantas veces anhelé esto a lo largo de los años, estar así con él, me levanto un poco para acariciar su rostro y verle directamente.
-Por darme este día, por abrirte conmigo y brindarme tu confianza, por... muchas cosas.- Finalizo.
Hubiese querido decir que por darme la oportunidad de estar cerca de él de esta forma, pero eso es algo que guardaré para mi.
Le apoyaré en todo cuanto necesite eso es inegable, sin importar si al final su felicidad no es conmigo, atesoraré este bello momento.
-Me pregunto, ¿Te gustan las cascadas?- Le cuestiono recordando algo que quiero darle otro dia.

lo medito un momento

─si, me agradan las casacadas, no he visitado muchas ¿porque lo preguntas?─

sigo acariciando su espalda y al oir sobre la cascada, me doy cuenta que debemos lavarmos, aunque este renuente de moverme

─creo que debemos tomar un baño...está vez no hay necesidad de una cortina─

Sus caricias y el calor de su cuerpo me tienen muy relajado, ahora que se que le gustan podré incluir mi regalo en su templo, levanto mi rostro y estoy a punto de responder cuando escucho sus palabras, mis mejillas inmediante adquieren color por la verguenza, aunque tiene la razón, ya nos hemos visto y tocado todo.
Suelto un suave suspiro y aun algo renuente a abandonar mi posición me deslizo un poco hacia abajo para levantarme.
Una vez de pie extiendo mi mano para ayudarle mientras respondo. -Es por algo que tengo para ti, pero... lo verás mas adelante.-
Ahora que estoy así puedo apreciar la perfección de su cuerpo que tocaba hace tan solo unos instantes y me obligo a mantener a raya mis emociones para no avergonzarme más de lo que ya lo he hecho.

Tomo su mano y sonrio, pues tengo una vista completa desu cuerpo en todo su esplendo desde esa posición, me quedo algo turbado ante tal imagen antes de terminarme de levantar.

Con su manos en la mia caminamos hacía la termal y entro para despues ofrecerle mi ayuda para que entre y compartamos este baño juntos

Correspondo a su sonrisa y hacemos el mínimo trayecto en silencio, aunque observo de reojo lo relajado que se ve y me siento satisfecho.
Entro a las termas con su ayuda e inmediatamente me sumerjo por completo para salir y acomodar un poco mi desordenado cabello.
Le invito a sumergirse en las aguas con una pequeña sonrisa y dejo que el agua me relaje con su tibia temperatura.
Froto un poco mis hombros y cuello para disfrutar del momento mientras le observo con atención, esta vez mantendre a raya mis emociones porque se supone que llevariamos las cosas con calma y hemos ido muy apresurados.

me sumerjo para que mi cabello se humedezca y al salir me acerco a él, beso su mejilla y acto seguido me coloco a su espalda, con cuidado vuelvo a trenzar su cabello y deposito un beso en su hombro y le ayudo a lavar su espalda

─Me gusta tu cabello, es tan suave─

el agua es agradable, sigo con mi labor usando mis manos para llevar agua a sus hombros

Le observo sumergirse y emerger, sonriendo, el agua me hace sentir mas relajado, siento su beso en mi mejilla y la forma en que trenza mi cabello, sus caricias me relajan de una forma única, nunca me habian tallado la espalda.
Escucho sus palabras y siento el cosquillero que deja su beso en mi hombro.
-Mmmm... - Susupiro de forma relajada. -A mi me gustan mucho tus ojos y tu aroma, es algo inconfundible de ti, nisiquiera tu gemelo puede igualarlos por mucho que se te parezca. - Explico, sumergido en un estado de relajación total.

Baja por sus hombros y bajo por sus brazos para frotarlos un poco, es una tarea agradable hacer esto por él, la tranquilidad y el calor del agua hacen mas agradable estas acciones, me encargo despyués de sy espalda

─Así que podrías diferenciarnos sin problemas, aun si intenta hacerse pasar por mi─

me acerco más para pasar misbrazos a su alrededor y lavar su pecho y frotar un poco su piel sin ir más alla de u cintura, mantengo mis caderas hacía atras para evitar que las cosas se salgan de control de nuevo.

La forma en que frota mi cuerpo me relaja, es una sensación muy placentera compartir un momento tan privado y especial con él.
-Si, podría hacerlo.- Respondo seguro pues realmente son muy diferentes.
Me alejo un poco de su contacto para devolver sus atenciones mientras con la mirada le indico que se quede en su lugar, me muevo tras el y ahora soy yo quien limpia su cuerpo frotando suavemente de forma circular para limpiarle.
Lo hago con mucho cuidado para no tocar más de la cuenta con el resto de mi cuerpo.
Paso mis manos por su cabello humedeciendo y dando un masaje circular en su cabeza para que sea placentero para el.
-Tienes cualidades que te hacen único Saga.- Hablo con suavidad para que comprenda que en verdad, nadie podría reemplazarle.

Suspiro al sentirme relajado por aquéllas acciones, sus palabras me hacen girarme para verlo, lo tomo con suavidad de los hombros y lo veo directamente a los ojos

—se que de alguna manera lo que dices debe ser cierto, pero sigue habiendo algo que me hace sentir lo contrario, no puedo creer que pueda ser especial —

Acaricio su rostro con dulzura y me atrevo a jalarlo y tenerlo entre mis brazos

—aunque oírlo de ti me hace feliz, aun no me sienta digno de tan buenos pensamientos —

Me permito relajarme en su abrazo mientras levanto mi mano y acaricio su mejilla con suvidad. -Lo eres, eres merecedor de cada pensamiento, solo... no te vez con claridad.- Respondo a sus palabras.
-Tienes un corazón muy bondadoso, aunque ahora esté herido, cuando logre sanar y recuperes tu brillo, te darás cuenta que realmente eres muy especial.- Explico levantándome un poco para besar su frente. -Eres tan sincero y honesto como un niño Saga.- Hablo regresando a mi posición pero mirándole fijamente.
-Antes de lo que te imaginas, sanarás y podrás ser feliz y tener la paz que anhelas.- Prometo sonriéndole, pues no me gusta que se crea alguien indigno de nada.

Lo atraigo a mi para abrazarlo y besar su frente

—gracias por decirme estas cosas. Quiero creer que tengo un futuro y que sera cierto. Pero... A veces pienso que el destino lo decidió así. Los que hemos sido consagrados a esta constelación por las estrellas han tenido un final trágico. ¿tengo derecho a pensar que soy la excepción? —

Busco su calor con cierta desesperación por el frío que causa esta aseveración

Le abrazo fuerte para poder transmitirle mi calor, me entristece que piense así aunque sea fundamentado por la historia, atraigo su rostro hacia el mio y beso sus mejillas, para después sonreirle.
-Lo tienes y lo mereces, tenemos una nueva oportunidad para vivir lo que no hemos podido Saga, y te lo dije.... no voy a dejarte solo, te apoyaré en todo lo que necesites, para que sanes, creas en tí y logres ser feliz.- Explico tranquilo dando pequeñas caricias tranquilizantes en su ancha espalda.
-No importa lo que pase, tendrás un futuro mejor, un lugar pacífico para vivir y adoptarás un niño.- Le recuerdo su deseo para que se enfoque en él y continue adelante. -Yo voy a ayudarte.-

Me refugio en su abrazo, quiero creer, quiero confiar que es cierto. Pero cuanto puede ser real o cuanto una ilusión

—quiero confiar en ti. Pero el ayudarme es una carga que puede ser demasiado pesada

Beso su frente y busco su mirada, confiar completamente en el es tanto tentador como atemorizante

Aprieto un poco más el abrazo deseando que vea mi verdad, le sonrio suavemente mientras respondo.
-No lo suficiente como para abandonarte, soy una persona fiel a los ideales de su corazón y no importa que tan pesada pudiera ser, he decidio llegar hasta las últimas consecuencias.- Hago una pequeña pausa.
-Está bien si dudas, me basta con tu honestidad y que te apoyes en mi.- Beso su mejilla con suavidad.
-Recuperarás tu brillo Saga y seré feliz cuando ese momento llegue.-
Mi respuesta ha sido dincera, seré feliz cuando el pueda estar bien.

Me inclino a besarlo en los labios, el que este hombre tenga más confianza en mi que yo mismo me hace feliz, me pierdo en este beso para poder sentir su calor y tal vez que pueda robar algo de su confianza para sentirla yo mismo

Me separo y aunque el agua es agradable es hora de salir o nuestra piel lo lamentara

─Creo que es tiempo de salir del agua─

acaricio su cabello antes de ir a la orilla y salir, tomo una de las telas y la mantengo mi mano y con le ofrezco la otra para que pueda salir

Respondo su beso con dulzura, le sonrio asintiendo a sus palabras y le sigo para salir, tomo la mano que me ofrece disfrutando su contacto y la vista aunque de forma muy disimulada, suelto su mano con suavidad.
Sujeto mi cabello y le exprimo para quitar el exceso de agua y me giro a verle. - Creo que ya podremos vestirnos.- Hablo en tono bajo pensando que es lo mejor que podríamos hacer.