Día de campo (Shaka&Saga)

Respondo a cada uno de sus besos, me seria imposible no hacerlo; el color en mis mejillas aparece nuevamente ante su corrección, es cierto, ambos lo necesitaremos pero definitivamente separados, tiene razón en que será dificil escabullirnos y de momento no se me ocurre una solución a nuestro problema.
-¿Se te ocurre alguna idea?- Le cuestiono abrazándolo con fuerza.
Creo que debería haber algunas termas o un lago por aqui pero no estoy seguro. -Tu que conocer el área, ¿Hay algun lugar donde podamos asearnos?- Mis mejillas se encienden porque por un momento mi mente me ha jugado una mala pasada con la imagen de ambos en un lago haciendo otro tipo de cosas.

Me quedo pensando por un momento, acaricio su espalda con pequeños circulos

—hay una termal cerca y es bastante discreta
Podríamos llegar sin que nadie lo note—

Renuente a separarme, me levanto tratando de no mostrar la pequeña incomodidad. Empiezo a colocar algunas cosas en la canasta. Le o fresco mi mano para que se levante

Sus caricias en mi espalda acompañadas de sus palabras me tranquilizan porque sé que lo mejor que podemos hacer es asearnos un poco.
Le veo levantarse para acomodar las cosas y tomo asiento para quitarme la playera y atarla a mi cintura intentando cubrir la prueva del delito, me avergonzaría demasiado que lo viera.
Tomo su manos con una sonrisa serena cuando me las ofrece para levantarme. -Te sigo.- Hablo suavemente disfrutando de la sensación de su cercanía y del viento moviendo mis cabellos.

Lo guio a través de los arboles hasta una pequeña termal escondida entre las rocas

lo ayudo a llegar y con la manta que he llevado hago una cortina improvisada

--Aqui podremos lavarnos, dame tu ropa, hay un arroyo cercano, puedo lavarla ahí mientras tu te bañas--

pongo las cosas cerca por si las necesitamos

Lo sigo tranquilamente durante el trayecto, las termas a las que hemos llegado son realmente bellas, lo veo acomodar la manta como una improvisada cortina.
Mis mejillan se tiñen ante la idea de que lave mi ropa y vea la mancha pero se que es la única alternativa pues no conozco el lugar.
Me coloco tras la cortina y me desnudo para posteriormente pasarle mis ropas. -Me apena mucho que tengas que hacer esto Saga.- Me disculpo en voz baja tras la cortina.
Mas avergonzado no podría estar.

Tomo su ropa y le acaricio la mano para reconfortarlo

--Está bien. todos alguna vez hemos lavado la ropa, así que no te preocupes demasiado, ahora vuelvo--

Me encamino al arroyo, una vez ahí me quito mi ropa y la sumerjo para quitar todo rastro de nuestro pequeño contratiempo, una vez que todo está limpio regreso y empiezo a colgar la ropa en los árboles cercanos, le tomará un tiempo secarse pero es lo mejor que podemos hacer

--¿Cómo está el agua?--

me acerco tratando a toda costa de no poner demasiada atención en la cortina, y me acerco a la termal

--¿necesitas algo?--

Una sonrisa se asoma en mi rostro ante sus palabras y la caricia que da a mi mano me reconforta aunque no puedo evitar seguir avergonzado.
Escucho sus pasos alejarse y me permito relajarme por completo sumergiéndome en las tibias aguas, la temperatura es deliciosa, antes de darme cuenta escucho su voz anunciandome su regreso.
-Está deliciosa- respondo a su pregunta recordando que en mi morrala traigo un trapo que pensaba usar para limpiar el aceite de su cuerpo y podría serverme para tallarme un poco.
-¿Podrias pasarme un pequeño trapo que está en mi morral por favor?- Le cuestiono no queriendo abusar de su amabilidad ni prestar mucha atención a su silueta.

--claro--

le respondo y empiezo a buscar en su morral hasta que encuentro lo que me ha pedido, no muy consciente de mi situación actual me acerco y le paso lo que me ha pedido

--Aquí tienes-- una vez que se la doy, empiezo a meterme en el agua, realmente está a la temperatura correcta

--En verdad que está deliciosa--

me asomo un poco ahora que ya estamos en el agua y nada peligroso queda a la vista

--está primera cita esta siendo poco ortodoxa--

-Gracias.- Le respondo tomando el trapo para restregar mi cuerpo un poco y tener una mayor sensación de limpieza.
Siento el movimiento del agua cuando entra y lo escucho atentamente.
Le veo asomarse un poco y no puedo evitar que una carcajada poco común brote de mis labios pero tiene razón nuestra cita ha sido muy poco ortodoxa.
-Es verdad.- Le respondo con mi voz un poco entrecortada. -Ahora si intentemos llevar las cosas con calma.- Le propongo aunque no se si pueda cumplirlo, me desconozco cuando estoy con el.
Cuando termino le paso el trapo por si quiere asearse un poco.

Tomo la tela y empiezo a limpiar mi cuerpo,, el agua caliente es agradable y pronto estoy completamente limpio, enjuago la pequeña tela y la coloco a un lado

─Porque no usas la manta para cubrirte, puse el mantel y los cojines para poder recostarnos mientras se seca la ropa, prometo no mirar─

me rio un poco mientras espero que salga del agua y trato de pensar en la solución para que salga yo también del agua

─Porque no usas la manta para cubrirte, puse el mantel y los cojines para poder recostarnos mientras se seca la ropa, prometo no mirar─

Sus palabras me hicieron sonrrojarme pero acepté su sugerencia pues no quería estar desnudo. ─Lo haré, gracias.─ Respondo tomando la manta y enrrollándola alrededor de mi cuerpo.

Salgo de las termas con calma evitando ver al gemelo, observo el mantel en el suelo y decido tomarlo para llevárselo a Saga para que se cubra, ya podremos sentarnos sobre los cogines solamente, además; hemos dicho que llevaremos las cosas con calma y no quiero ponerme tentaciones.

Me acerco poco a poco con los ojos cerrados a la orilla de las termas para no verlo. ─Saga, cúbrete tu con el mantel, ya podremos sentarnos sobre los cogines─ Explico extendiendo mi mano para dárselo.

Tomo el mantel de su mano, que acaricio suavemente

─Gracias─

Me levanto para cubrirme con aquella tela e ir asentarme en los cojines, el clima es agradable y la vista mejor

─Nunca hubiéramos imaginado, que terminaríamos en esta situación, lo bueno es que no hay nadie que nos vea, o nos harán burla por estar vestidos con manteles en medio del bosque─

Me acomodo tirándome sobre la hierba y colocando el cojín bajo mi cabeza

Le sonrio tranquilamente ante la caricia que deja en mi mano, me dirijo hacía los cojines y tomo asiento en mi clásica posición de loto, mis ojos se abren pero evito mirarlo directamente, no quiero caer en tentación si me pongo a ver lo que no debo.

─Nunca hubiéramos imaginado, que terminaríamos en esta situación, lo bueno es que no hay nadie que nos vea, o nos harán burla por estar vestidos con manteles en medio del bosque─

Una sonora carcajada escapa nuevamente de mis labios al imaginarme la escena pero mis mejillas se tiñen ante el hecho de que no sabría como reaccionar ante semejante situación. —Debemos dar gracias por ello.— Respondo imitando su posición pues creo que esperaremos un buen rato.

—Es la cita menos ortodoxa que he tenido, sin embargo; también la mejor... Gracias Saga.— Susurro observando su rostro con una sonrisa cargada de ternura.

me estiro para tomar su mano

─No salió como planeaba, se desvió un poco pero no ha salido tan mal─

Observo el cielo y acaricio con dulzura su mano

─Tanto tiempo he deseado un momento tranquilo como este, gracias por compartirlo conmigo─

aprieto un poco su mano

─¿A veces no sientes que esta paz es demasiado buena para ser cierta?, tengo la impresión que algo puede parar en cualquier momento─

Sus palabras me conmueven no me gusta verle melancólico, entrelazo nuestros dedos suavemente y respondo.

—Oro a Buda porque nada pase, pero; si llegara a ser así, siempre pelearé por lo que amo y... no te dejaré solo.—

Acaricio suavemente su mejilla. —Mírame Saga... pase lo que pase, no volverás a estar solo.— Le sonrio suavemente. —Siempre estaré contigo— Afirmo con sinceridad.

Mantengo su mano en mi mejilla para sentir su calor


─Gracias por decirlo─ beso su mano y no la suelto por ningún motivo, suspiro feliz de tener su compañía

─No quiero volver a estar solo, y tu me has dado mucha fuerza para enfrentar todo esto, en verdad espero no flaquear y poder ser feliz al final─

Me levanto un poco para darle un beso en los labios y regresar a mi posición

-Jamás volverás a estarlo Saga, aunque sea como un amigo voy a estar a tu lado, pero, no tedejaré solo.- Respondo acariciando suavemente su mejilla y mentón con suaves círculos con la mano que sostiene.

-Se que no vas a flaquear, tienes todo lo que necesario para triunfar, vas a ganarle, se que lucharás para que no te domine.- Susurro levantándome un poco para depositar un tierno beso en sus labios y regresar a recostarme sobre una de mis manos para poder verlo a los ojos.

-Eres fuerte.- Le sonrio sereno pasando uno de mis dedos por sus labios en una suave caricia. -Confía en ti mismo.-

Me giro para poder verlo mejor, a propósito dejo su mano bajo mi mejilla para que este atrapado

─Tal vez no soy tan fuerte como piensan que soy─

le sonrió mientras lo veo, se ve hermoso después del baño

─He entrenado duro, pero no se si sea tan fuerte como todos los demás dicen que soy─

permanezco en silencio unos momentos

─¿por qué tú piensas que lo soy?─

puede ser una pregunta sin respuesta

En verdad Saga no se ve con claridad para preguntarme eso, le doy una sorisa cuando esa pregunta escapa de sus labios y por un instante me veo a mi mismo de niño admirándolo.

-Cuando llegué al santuario, tu ya eras mayor y tenías mas entrenamiento, sin embargo; jamás te portaste arrogante como muchos otros, en ocaciones cuando hablabas con Aioros lo hacías cerca de uno de mis lugares para meditar; te observaba esforzarte día a día por mejorar sin hacer menos a nadie, poco después mis sentidos se agudizaron al igual que mi habilidad para leer los corazones de las personas.- Hice una breve pausa.

-Me gustaba estar cerca cuando Aioria buscaba a su hermano porque sentía la nobleza y fortaleza de tu corazón, la dulzura y el amor tan puro que guardabas celosamente, la preocupación que te causaban los habitantes del planeta y nuestra formación, siempre estabas listo para lo que viniera, es extraño ver a personas con tus virtudes Saga.- Cometé pensativo.

-Incluso entre nuestros hermanos de armas hay corazones que guardan envidias y rencores pese a que cumplan con su deber, sus corazones juzgan injustamente, no puedo considerarme alguien 100 por ciento puro, pero... tu eres de los mas nobles entre nosotros, incluso como Arles la bondad de tu corazón perduro, si no fueses fuerte, te hbrias perdido.- Expliqué pacientemente con una sonrisa.

-No se si me explico correctamente pero es lo que siento independientemente de mis sentimientos hacia ti.- Susurro observándolo fijamente, quise acariciarle pero me percato que mi mano se encuentra atrapada, lo que me ocaciona un fuerte sonrojo.

le sonrió

─¿en verdad me ves de esa manera?, siento que hablas de otra persona y no de mi, no me siento ni tan virtuoso ni tan bueno, tu, Aioria, Mu, tienen esa luz blanca que los distinguen entre todos, me siento tan extraño tratando de pensar en mi de esa manera─

acaricio sus dedo pulgar de la mano que está atrapada bajo mi mejilla

─trataré de ser más fuerte─

─Si no te viera así no lo diría.─ Respondo sonriendo ante sus caricias. ─La luz de Mu y Aioria es diferente, Mu, es la inocencia hablando, Aioria es la valentía andante un alma guerrera y noble aunque la resguarde tan celosamente; y tu... Eres el amor, modestia y fortaleza personificado, completo, con virtudes y defectos aunque, a mi modo de ver, solo te hace falta confiar en tí mismo.─ Respondo sonriente.

─En cuanto a mi, realmente no se definirme.─

giro mi cabeza para dejar un beso en su palma antes de que vuelva a atraparla con mi mejilla

─Espero ser realmente el hombre que ven tus ojos, así puedo sentir que tal vez pueda aspirar a estar con alguien como tu─

acaricio su muñeca es agradable estar así

─cuando quieras tener tu mano de regreso puedes decírmelo, o puede que la tenga de rehén un largo rato─

el calor del ambiente es agradable aunque no lo suficiente para que nuestras ropas se sequen con rapidez

─me pregunto si alguien ha notado nuestra ausencia a esta altura─

Sus palabras me arrancan una sonrisa. -Puedes tenerla el tiempo que desees.- Respondo sonrojado. -No se si alguien haya notado nuestra ausencia pero, no cambiaria este dia por nada.- Susurro.

Deposito un suave beso en sus labios y regreso a mi posición para observarlo con amor. -Saga ya eres ese hombre, mereces a cualquiera.-

me acerco un poco más

─gracias por decir eso─

beso sus labios lentamente, suspiro mientras disfruto de aquel contacto por varios minutos, dando pequeños y tiernos besos en sus labios

─ ser el hombre que mereces es el reto y trataré de serlo hasta que me sienta completamente digno─

una caricia en su mejilla y otra lluvia de besos

Respondo a cada uno de sus besos disfrutando del contacto, de mis labios escapan débiles suspiros por la placentera sensación, siempre soñe estar así y ahora que lo estoy quiero disfrutarlo al máximo.

─ ser el hombre que mereces es el reto y trataré de serlo hasta que me sienta completamente digno─

Sus palabras resuenan en mi mente haciéndome sentir en el paraiso y disfruto de cada uno de sus besos antes de que el día finalice.