...Templo De Piscis...

Reaccion al escuchar su profunda voz, le sonrío ampliamente y bajo el rostro levemente, para luego volver a alzarlo y quedarme mirando sus brillates ojos negros.

--Me alegra saberlo--

Susurro mas para mi mismo que para él.

Doy unos pasos mas, sujetando una de sus manos para encaminarlo hacia el interior de mi recinto.

--A mi tambien me gusta la compañia, y la tuya mas que la de nadie mas--

Me rio tiernamente al escucharle hablar tanto, mientras mis mejilas se tornan de un rojo suave debido a sus ultimas palabras, no sabe lo mucho que ha acelerado mi corazon al decir eso. Es tan lindo, amable y educado, no habia conocido hombre como él en mucho tiempo.

Cortesia era una palabra que dominaba al hombre que tenia frente a mi, era capaz de cautivar miles de corazones y no solo superficial si no profundamente, que mas podia hacer que dejarme guiar por sus pasos a donde el quisiera.

-Andaba caminando sin rumbo y me he llegado a cansar un poco, espero no te importe si me siento en tu sillon, estoy agotado y muy adolorido pues entrene un poco en el pequeño patio trasero de mi templo.

No puedo evitar volver a rei ante sus palabras, ha de ser que el tenerlo cerca al ponerme nervioso me hace reir demasiado, espero que no piense que soy un tonto por eso, trato de controlar mis risas pero me es algo imposible.

--Sientate a gusto, te traere un poco de agua, has de estar sediento por tanto entrenamiento--

Le digo dejando en una mesita el cepillo con el cual me peinaba, le sonrío y me dirijo a la cocina, andando con mucha sensualidad, seguramente habra tomado agua antes de venir pero no se que idear para atraer su atencion.

Regreso despues de un momento de la cocina, con una bandeja en las mano en la cual he colocado unas galletas de chocolate hechas por mi y dos vasos de jugo de naranja, si le dije agua, pero no me pude controlar al ver las naranjas, espero que si le guste el jugo.

-- En ultimo momento me decidi a prepararte un jugo de naranja, espero te guste--

Me siento a su lado, colocando la bandeja en una pequeña mesa de madera que tiene la forma de una mariposa con petalos de rosas alrededor, sujeto uno de los vasos con delicadeza y lo extiendo hacia él junto con un plato de galletas.

--Las galletas las hice yo--

Le digo con un leve rubor en mis mejillas, esperando a que acepte lo que le ofrezco gentilmente, mi mirada se mantiene en su pecho ya que no me atevo a alzarla un poco por el sonrojo en mi rostro y mis labios se aprietan formando una sola linea.

-Gracias

Dije por ultimo antes de ver como entra a su cocina, espero no haberle interrumpido algo, pienso para mi mismo, pero de cualquier manera me da mucho gusto poder estar con èl...

Regresa y en vez de agua trae jugo y galletas, de las cuales se ven excelentes.

Tomo la bandeja y el jugo, pero no se por que tiene la mirada baja, espero no tenga ningun problema, pero como decirle?, caramba si supieria que estoy terriblemente nervioso y bueno, cuando salimos la vez anteriror ya ni pude decirle nada, pero èl....èl... me gusta y mucho.

-Estoy seguro que saben delicioso y mas aun si las hiciste tu....

Me quede callado un rato y no sabia ni que hacer ni decir, asi que se me ocurrio decir algo para calmar mis nervios y mi corazon.

-Sabes...creo tenias actividades aqui y buen vine a interrumpirte y bueno para recordar eventos anteriores me gustaria......bueno yo...ham...-estaba muy nervioso- quiero invitarte a tomar una copa esta noche a mi templo, ya tiene algo de tiempo que no salimos y la verdad me la pase de maravilla aquella vez.

rei un poco

-Solo que mejor cena antes aqui por que soy malo para los alimetos...yo...te espero en mi templo y tomamos algo para que te haga probecho la cena y bueno la mia tambien, entonces....aceptas?

Me moria de miedo, que va a decir, espero todo salga bien, si no.....

¿Cenar?, hace mucho que no me invitaba a salir, desde aquella vez no nos habíamos comunicado mucho, y yo no me atrevía a buscarle, cuando llegaba a su templo siempre pasaba de largo sin mirar a los lados, en aquella cita él intento besarme pero yo no me deje, como me arrepiento de eso.

--Si… acepto--

Sonrío al pronunciar las palabras, parece como si me estuviera pidiendo matrimonio y yo aceptara tímidamente. Ladeo la cabeza con fuerza sacando esas ideas de mi cabeza, Shura no se fijaría en mí de esa manera, solo esta acá por que somos amigos, no creo que yo le guste.

--Y yo no tendría ningún problema en prepararte la cena, Shura. Estaría encantado de hacerlo, así nos hacemos compañía, claro si tu no tienes problema--

Aun con un leve rubor en mis mejillas levanto el rostro, sonriendo con… ¿ternura?, si con mucha ternura, mirándole contento de tenerlo acá conmigo, sentados los dos juntos, y él comiendo mis galletas con gusto.

Me encanta como se ve, tan timido, tan dulce y la forma en que me mira es tan..peculiar que me hace recordar tantos bellos momentos que me gustaria vivir a su lado.

-Bueno...hacerme la cena.vaya!!! ..no crei que eso fuera posible, pero dime...sera posible que eso sea ahorita mismo?.

Dije de forma divertida y amigable, espero no le moleste.

Sus galletas mitigan mi hambre y el mi vista....no puedo apartar mi vista de él, es tan...tan hermoso que mueve mi corazón, mi alma....creo que....Dioses....me...me gusta y mucho.

Mis ojos brillan transmitiendo mi emoción, intento levantarme de inmediato para buscar unas cosas e irme a su templo pero el ver que mi mira con intensidad me pone nervioso, ¿será que tengo algo en el rostro?, ¿me veré muy mal?, dioses, mis manos comienzan a jugar una con la otra, no puedo evitar sentirme muy emocionado, mis piernas comienzan a moverse de un lado para otro, levantándose y bajando. Como puedo apoyo mis manos en el sillón y me impulso para levantarme pero mis piernas tiemblan ante la idea de estar nuevamente con Shura en una cena… hemm… ¿romántica?, como me sonrojo al pensar en eso.

--Claro, no hay ningún problema Shura, yo también tengo algo de hambre, así que solo déjame buscar algo en mi cocina y me voy contigo a tu templo--

De nuevo mi control regresa, manteniendo la calma, respiro profundo y me voy a la cocina. Solo tardo unos minutos en recoger unos ingredientes, para entonces regresar al lado de Shura.

--Estoy listo, ¿nos vamos?--

En mis manos llevo unas tres bolsas, las cuales meso de un lado a otro, esperando a que él se levante, pero mientras me deleito al verle allí sentado, observándome con sus penetrantes ojos negros, su cuerpo un poco sudado marcando sus músculos en el traje de entrenamiento, sus cortos cabellos se mecen con la entrada de una suave brisa, sus labios me llaman a gritos que los bese, pero no me atrevo, en cambio lamo los míos con sensualidad, dejando mi boca entreabierta con mis ojos fijos en su persona, brillando de pura felicidad. Es tan atento conmigo, educado, simpático, hasta gracioso, siempre con sus ojos sobre mí, tal vez… Podría ser… Que él… ¿Sienta algo por mi?... Pero si lo siente, ¿Por qué no me lo dice?.

Nunca pense que fuera a aceptar hacer la cena, me siento emocionado y nervioso, lo mejor de todo es que vamos a mi templo a cenar...podre tenerlo un rato cenando a mi lado, no creo poder soportar mucho, el verlo asi, me siento muy atraido a el y me fascina su olor.

-Si vamos ya.

Sonrio y me dirijo a el en la puerta.

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Hola, bueno ahora vamos a la casa de capricornio, ahi te espero, bueno tu respuesta estaria bien si fuera ahi, bueno saludos. atte. Marycapri- shura