Arqueo un poco mis cejas haciendo una ligera mucha de molestia al escuchar su acento burlesco, sin embargo correspondo con la misma ansiedad y demanda aquel beso que me hace entrega.
Escuchando sus palabras sonrío brevemente , rozando mis labios con los suyos sin embargo los síntomas de la fiebre provocan nuestra separación
Tomo su temperatura y rápidamente me levanto para buscar algún frasco con tónico para la fiebre, sin embargo ya no había, todos habían sido empleados, y si había, los hombres de Hypnos se los llevaron para dárselos solo al rey Camus. Hurgo en la cabaña en busca de algo que pudiera servir y para mi sorpresa encuentro 3 frascos con hierbas muy peculiares, y difíciles de conseguir. Eso lo recuerdo porque mi madre me las había mostrado y enseñado sus largos nombres, los cuales parecían trabalenguas
Tomando porciones moderadas de cada frasco, los coloco sobre un pequeño tazón de barro que halle y comienzo a revolver y machacar los trozos de tallo de varáis hierbas. Tomo un frasco con solución para el ardor y derramo un poco de líquido en la mezcla y continúo revolviendo hasta que se forma un líquido espero y verdoso
Me dirijo hacia donde esta Shura y de reojo alcanzo a ver un frasco que tenía pétalos de rosa en buen estado, algo demasiado extraño de ver. Interrumpo mi andar tomando ese frasco y colocando pétalos a la mezcla para así revolverles y suavizar en gran medida el sabor de esta solución, además de que cambiaba su color a uno rosado pálido.
Una vez finalizado me aproximo hacia el cuerpo de Shura. Aproximo de nueva cuenta aquella bandeja con agua y el trapo, para así refrescar su cuerpo y disminuir su temperatura. Aproximo el tazón a sus labios mirándole fijamente
-No te daré ese privilegio de morirte- hago que beba el líquido de aquella solución- porque tampoco te dejare que te apartes de mí, de ser necesario te amarro contra mi cuerpo con unas cadenas
Le sonrío con cierta diversión y burlón terminándole de dar aquella solución. Una vez terminado le doy a beber un poco de agua para después entregarle un profundo y cuidadoso beso a sus labios. Entrelazo mi mano con la suya sentándome en su costado mirándole fijamente sonriéndole con cierta dulzura
-Duérmete, necesitas descansar para que la fiebre se te disminuya- desvío mí mirada brevemente a donde se halla Camus reposando, de un modo tranquilo y a su vez llevando un proceso muy lento de curación. Vuelvo mi vista hacia el semblante de Shura , que comenzaba a dormitar perdiéndome un poco en aquellas facciones de gran belleza varonil
-No sé si la siguiente vez podre tener suerte, mis siete vida se están agotando…-susurro bajito para mí mismo desviando mi mirada hacia la ventana
-Menos mal podré llevarte conmigo a través de mis recuerdos cuando llegue la hora…no estaré solo