En algún lugar de Grecia

-Esta bien, pedire que me lleve a la habitacion, ten cuidado

Le comunico estas palabras por la mente, mientars veia que desaparecia en la lejania, custodiado por los guardias. Dejo que Saga me guie al interior del castillo, antes de que los guardias pudieran cumplir als ordenes del joven de cabellos castaños, no tardariamos en llegar a un lugar apartado, y al observar que no habia peligro alguno, inmediatamente vuelvo a mi forma humana, masajeando un poco mis muñecas, ya que, durante el trayecto habia pisado unos arbustos espinados, lastimandome un poco
Vuelvo la mirada hacia Saga a quien le sonrio entusiasta y tranquilo

-Ahora que mi hermano tomo tu lugar, debemos ir a la habiitacion donde estabas en la mañana ya que ahi es donde abrimos el portal dimensional y es ahi donde podemos escapar-suspiro un poco- hay que hacerlo rapido antes de que sea demsiado tarde y para que m i hermano tambien pueda salir de esta dimension

Caminos unos psos a su persona para retirarle unas pequeñas basurilla que se habian pegado a su cabello

-Bueno, me volvere a transformar en minino para que no exista sospecha alguna de la repentina aparicion de un segundo plebeyo

Sonrio y al decir eso me transformo de nuevo en el minino blanco, esperando a que me guiara y asi poder llegar al lugar indicado

Mu lanzó una terrible mirada de odio y furia contra su hermano.
-¿Quién te has creído que eres TÚ para dar órdenes en MI castillo a MIS criados?
No había terminado la frase cuando sintió que su hermanito lo arrastraba por el brazo.
-Vestirme... ¡No hay tiempo para eso!- Iba refunfuñando y protestando, con el orgullo herido aunque no sabía por qué.
"Tú no eres así". Esa frase tuvo mucha más fuerza de la que nadie podría haber previsto. Mu la contestó de malas maneras, diciendo lo harto que estaba y otras justificaciones que el brujo utilizaba muy bien, introduciéndolas en la mente del joven mientras lo empujaba a aquel abismo de su interior. Pero el cariño familiar (incluso en esta forma tan particular de su familia) es más fuerte que ninguna mágia posible, y la frase quedó rebotando en su cabeza.
Salió de la habitació a grandes zancadas, para entrar en la de su prometido.
-¡Tú!- lo agarró del brazo- Ya estas guapo, no necesitas arreglarte más.
"Tú no eres así"
El sol ya se había puesto en el horizonte, cosa que lo enervó toda más. Mirando a su hermano cogió su puñal y lo apoyó sobre el pecho de su (no) prometido, agarrandolo desde atrás.
-Que venga el puñetero sacerdote; si no es mío en la proxima media hora, no será de nadie.
La frase volvió a rebotar en su cabeza, esta vez con más fuerza.
"Tú no eres así"
Mu recobró la lucidez y la lucha interna se desató. Trató de tomar posesión de su cuerpo y de sus actos, pero no fue capaz; el cuchillo seguía en el mismo lugar, pese a sus esfuerzos por dejarlo caer. En tiempo real apenas fue un segundo, pero para los dos hombres que luchaban para dominar el cuerpo del Rey resultó eterno. Sintió un fuerte golpe en alguna parte y cayó al suelo.
Para Mu fue suficiente. Tardó el caer al suelo más de una hora ( décimas de segundo en tiempo real), tiempo que aprovechó para escudriñar todas su opciones. No eran muchas. Gastó todas las energías que le quedaban, pero logró ponerse en pie manteniendo sujeto a su "otro yo". Le hubiese gustado explicarse, pedir disculpas y liberar a Saga de su compromiso; pero no mantendría el control tanto tiempo. Tan solo corrió a la ventana y atravesó el cristal precipitándose al vacio, lo único bueno que podía hacer ya por ellos.