Suspiro un poco al escuchar sus palabras y antes de responderle la monja abre las puertas y nos indica que entremos en silencio a la enorme sala, la cual era alumbrada por un camino de velas que estaba a nuestros costados. El olor de aquella sala era bastante agradable así como se experimentaba una energía bastante tranquila y pasiva. Pronto vislumbraríamos lo que parecía ser un altar el cual, parecía más bien un trono , que le daba la forma de una flor de loto,, en este se encontraba sentada una chica , de aproximadamente doce años, de tez color canela y de largos cabellos negros, sus ojos eran color ámbar mientras que sus labios plasmaban una sonrisa dulce y angelical
Vestía de un sencillo vestido blanco , el cual estaba decorado de pequeñas flores de ámbar , mientras que en su cuello portaba un dije bastante peculiar . La monja nos indica que nos hinquemos ante ella como si fuéramos a orar sin embargo un tranquilo ademan de la joven detiene el acto, mientras nos habla desde su lugar
-Es un gusto acogerlos aquí, me disculpo por tardar un poco en brindarles mi ayuda
Observo que su cabeza vuelve hacia Shura, mirándole con ternura
-Se que está usted, Shura Asturi se encuentra fastidiado de la situación y lo que desea es irse de aquí y su decepción por los seres celestiales es evidente, pero , debo decirle que todo sucede por un motivo y el hecho de que no haya acudido ante ustedes es simplemente que el ya no es más un arcángel
Aquella revelación me sorprende, sin embargo no me atrevo a preguntar detalles, mientras espero que continúe su plática
-Los he convocado para darles información que, les ayudara a saber un panorama de lo que afrontaran en futuro pero, es algo desalentador y con consecuencias irremediables, si no desean escuhar puede retirarse si gustan
Vuelvo mi mirada a Shura , esperando su respuesta