Una vez que me recuestan en la camilla Ernestine oprime un botón que se encontraba debajo de la camilla y en pocos minutos un doctor con una enfermera aparecen tomándome rápidamente los signos vitales y revisándome rápidamente, después de ello el doctor ordena que prepare una ampolleta con la solución “especial” acto que la enferma realiza rápidamente, sacando del almacén que estaba en la sala dos frasquillos con un líquido rojizo y ámbar respectivamente.
Limpiando mí brazo inmediatamente me inyectaron la solución rojiza y posteriormente la de color ámbar, provocando que sudara abundantemente y que mis manos y mis pies se irritaran por unos momentos . Vuelvo la mirada hacia Shura sonriéndole tranquilamente mientras Ernestine le explicaba a Shura lo ocurrido
-El joven Cardinale padece una extraña enfermedad hereditaria por parte de su madre, cada cuatro meses debe recibir estas dos inyecciones para controlar hemorragias internas que se producen en su estómago y esófago y evitar una hemorragia pulmonar y una muerte por complicación respiratoria. Ahorita debe guardar reposo y deberá comer muchos vegetales y algas, aunque al joven no le guste, estará bien después de dos días
Después de haberme inyectado y darme a tomar dos pastillas el medio y la enfermera se retiran junto con Ernestine , dejándonos solos en la habitación. Tomo algo cansado mi mano con la suya , suspirando un poco mientras clavaba mi mirada al techo
-Lo siento, no te dije esto porque no deseaba ser una carga para ti, bastantes problemas ya tienes como para lidiar con los míos
Sonrio levemente, mirándole fijamente a sus orbes oscuras
-Siempre estare a tu lado Shura, nunca lo olvides