Saint Seiya Mythology Yaoi Universe
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Saint Seiya Mythology Yaoi Universe

Foro dedicado al juego de Rol de SS yaoi


No estás conectado. Conéctate o registrate

Necesito Decirte | Aioros x Aioria | Lime | AU

Ir abajo  Mensaje [Página 1 de 1.]

mirindanokoori

mirindanokoori
Aspros de Géminis
Aspros de Géminis

El poema es de mi autoria

Necesito Decirte

No sé como decirte
Pero necesito explicarte
Que vivir sin ti me es imposible
Pues te necesito conmigo.


Observaba a su hermano mayor, no soportaba verlo con nadie, en especial cuando se trataba de aquél español cuatro años menor. No lo soportaba, en esos momentos tenía ganas de ir y golpear al menor, pero sí lo hacia, también lastimaría a Aioros y eso es lo que menos deseaba, suspiro con pesadez y volvió a beber del vaso que tenía enfrente.

Maldigo una vez más al observar al español pegándosele a Aioros como vil sanguijuela y de manera insinuante.

Ya no soportaba la opresión en su pecho, sus sentimientos comenzaban a ahogarlo y lo mataban lentamente, tomo su bebida de golpe y pidió otra ronda, si bien esa no era la mejor opción, le ayudaba a olvidarse de Aioros y de el mismo, a lo lejos en el fondo del antro vio a un muy solitario chico rubio, tenía a su presa de la noche.



Quiero besarte
Tenerte en mí vida
Arroparte en mis brazos
Hasta mí ultimó día.



Llego a su casa a la mañana siguiente, tenía una terrible jaqueca y sólo deseaba dormir y olvidarse de la noche anterior. Apenas entró se dirigió a la cocina, antes de dormir tomaría café, al entrar se encontró con algo que no quería ver a esa hora de la mañana.

Aioros se encontraba casi desnudo besando al español sobre la mesa de la cocina. Sintió deseos de vomitar ahí mismo, no volvería a comer en esa mesa ni siquiera sentarse frente a esta.

— Aioria ¿estas bien? — preguntó Aioros al ver la expresión de su joven y casi idéntico hermano.

— Si estoy bien — respondió de mala gana.

— ¿Por qué no llegaste a dormir?

— ¿Ahora eres mi madre?

— Aioria no me contestes así.

El aludido de alguna manera que inclusive el desconocía logró ignorar a su hermano y controlarse para evitar empezar a hablar y hacer algo de lo que se arrepentiría.
Tomó el café que tanto necesitaba y dejo a Aioros muy enojado, pero estaba seguro de que Shura lograría hacerle olvidar su molestia.

Mientras subía las escaleras escuchó la risa de Aioros, esa risa que tanto le gustaba pero que no era para él. Una vez más sintió una gran opresión en el pecho y un deseo intenso de llorar.


Me basta con mirarte
Para saberme vivo
Porque hoy te digo
Que sin ti no existo.



Observar era lo único que hacía. El pequeño juguete de Aioros, Shura, había tenido que salir con su familia, y su hermano, no había perdido la oportunidad de intentar ligarse a Saga y Kanon, un par de gemelos en los que había puesto su mirada hacía mucho, pero que nunca le habían echo caso hasta ahora. Tampoco los quería cerca de Aioros, pero le agradan más que el español.

Ahora que se daba cuenta, ¿Desde cuando Aioros era así? Ya no lo recordaba, pero le gustaba. Suspiro al darse cuenta de que Aioros había logrado su cometido y tenía a Saga comiendo a sus pies.

Deseaba ser él quien estuviera recibiendo los besos y las caricias de Aioros, pero, eso sólo pasaría en sus mejores fantasías.



La ausencia y el olvido,
Han desaparecido
Se que es muy atrevido,
Pero me gustaría compartir mi vida contigo.


Un fin de semana más, una borrachera más y sus sentimientos ahogados en el alcohol como su hígado. Tirado sobre su cama, suspiró, debía dejar de vivir y beber así o terminaría tres metros bajo tierra más pronto de lo que debería.

— Aioria, ¿puedo pasar?

— Para que preguntas sí de cualquier manera vas a entrar.

Aioros entró y sonrió.

— Apestas a alcohol.

— Y tu apestas a Saga — arrugó la nariz.

— ¿Te diste cuenta? — sonrió feliz — La verdad la pase muy bien anoche.

— ¿Y Shura? ¿Qué harás con él?

— Aioria realmente te pusiste una grande — desvió el tema al darse cuenta de que su hermano aun estaba ebrio.

Aioria rió divertido, sí, realmente estaba muy ebrio.

— Aioria — llamó — Te traeré algo…

— No. Quédate a jugar conmigo — se engancho al cuello de su hermano y se las ingenio para hacerlo quedar debajo de su cuerpo.

— Aioria — suspiró — ¿Qué haces? Esto… — gimió quedo al sentir las traviesas manos de su hermano colarse debajo de su camisa — Para, esto no esta bien.

— Pero te gusta — rió — Eso es lo que me importa.

Aioria atrapó los labios del mayor saboreándolos por primera vez. Le parecían tan suaves, tan dulces, sabían mejor de lo que jamás había imaginado.

Aioros dejo de resistirse, entregándose al amor que Aioria le profesaba con tanta devoción.
La ropa sobro casi de inmediato, Aioria acariciaba cada parte del cuerpo de su hermano como sí de un cristal se tratase, el aludido disfrutaba del momento. No entendía por que permitía algo como eso, pero tampoco tenía la fuerza para detenerlo.

Ambos disfrutaban de las caricias dadas y recibidas. Los gemidos de Aioros eran un dulce cantó para Aioria, el clímax no tardo en llegar y Aioria se descargó dentro del mayor.

Lo que para uno era la gloría, al otro le causaba incertidumbre y no sabía como reaccionar.

— Te amo Aioros.

— Yo… lo siento — anunció el mayor saliendo de la habitación

Dos simples palabras, una frase, lo único que su corazón deseaba y que le era negado.



Solo amor te pido
Y que nunca te vayas de mi vida
Amor mío.

Fin.

Volver arriba  Mensaje [Página 1 de 1.]

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.