Las palabras de Dohko pasaban a través de su oído quedandosele dentro, con la vista lo observaba como podía desde esa posición, lo notaba un poco raro pero no supo saber concretamente el que era, aun así continuó. Su mano no soltó la de Dohko que continuó agarrando, notaba la calidez bajo su cuerpo y eso le hacía las cosas todavía mas difíciles de lo que ya eran.
Se había pasado todo el camino de vuelta pensando, pensando como su cerebro pensaba en ese momento vamos, en porqué había hecho eso, en que no podía creérselo, y en que por qué el?, después, en una de las primeras miradas de reojo que le hecho tubo que admitir que Dohko era atractivo, y al final se acabó dando cuenta de que estaba excitado desde ese momento en el bar, durante todo el camino trató de disimularlo, cruzándose de piernas durante el viaje, o caminando por delante de el a la par que su lento cerebro decidía que hacer.
En un principio pensaba irse, tratar de darse una ducha fría y dormir la mona, quizás, si tenía mala suerte masturbarse en la ducha, pero resulta que tubo muy mala suerte, no solo se había dado cuenta de que encontraba atractivo a un chico, sino deseable, y ahora empezaba a hacerse un hueco en su vida.
Una sonrisa sincera se iluminó en su rostro pasando los segundos de asimilación a lo que escuchaba. Lo abrazó por la espalda pegando su cuerpo completamente al del otro imposible de disimular ahora que estaba excitado, a la vez que le susurró - no puedo por tu culpa.... Quieres pasar? -
La puerta continuaba abierta como una invitación silenciosa