Dormitorio de Aioros

Escuchó todo de lo que hablaban a pesar de no entender la mitad de a lo que se referían, aunque ahora mismo le daba igual todo aquello, solo quería curar al muchacho, ver las heridas así le estaban revolviendo el estomago, por lo que podía intuir algunas estaban inflamadas o en proceso de poder llegar a salirle pus de las heridas, sus dudas quedaron aclaradas cuando lo vio salir después de bañarse, esas heridas solo podrían haberse dado después de una temporada sin recibir los cuidados adecuados y manteniendolo atado. Entre algunos colegas cuando les enseñaron eso en la facultad le pusieron el mote de "heridas de perro", las marcas de los pies y manos solo se daban después de haber estado rozando demasiado tiempo contra algo duro como el metal, y solía darse en casos de perros que han pasado demasiado tiempo atados.

Aioros esperó a ver que el chico iba a dejarse y se aproximó hacia el - mantente de pie por favor, voy a reconocerte, no te preocupes no te voy a hacer daño pero necesito verte entero y tocarte para asegurarme de tu estado - antes de ponerle una mano encima se giró hacia Dohko acercándose a su lado

- luego espero una explicación de esto, ahora da igual, necesito que vayas a la enfermería y me traigas algunas cosas - se acercó a una mesa y arrancando un papel de una agenda le escribió la lista de medicamentos, pomadas, y objetos que necesitaba - la mayoría se encuentran en los cajones y armarios, yo por ahora haré lo que pueda con lo que tengo aquí - aprovechando descolgó el botoquin de primeros auxilios de la parte superior de la estantería

Ve salir a Dohko y no puede evitar preocuparse por todo aquello que le había dicho. Se guardó el telefono de Robert y por si acaso hizo que Kanon y el se alejasen un poco de las puertas y ventanas. Cuando de pequeño jugaba a los policias y ladrones en ningun momento se imaginó teniendo que vigilar sus propios pasos para no caer en la trampa de un tercero y que, posiblemente, le fueran a volar los sesos.
De todas formas, se encntraa ahí por el chico frente a el, no por cualquier otra cosa.

Se aproximó a kanon con tranquilidad, intenando no asustarlo o hacer un movimiento brusco que pudiera mal interpretar como una agresión.

Colocó el botiquin encima de una de las mesas de la habitación, prcedió entonces a observarle las heridas y buscarle algun posible problema interno. Tenía varias magulladuras en todo tipo de colores de cicatrizado pero no eran nada grave. Sus organos, a pesar de las heridas mas externas se encontraban bien.
Posteriormente a ello se fue a la cocina y le sacó algo de comer al joven - Ya he terminado con reconocerte así que puedes comer con tranquilidad - con un movimiento de mano le invitó a sentarse para empezar con las curas -

En total tenía muñecas y tobillos unidos, varios mordiscos, golpes, algunas heridas sangrantes que habian comenzado a volverse amarillas como claro inidcio de pánico a la infección, y por ultimo un gran corte en la espalda.

Usando lo poco que tenía allí empezó encargandose de sus muñecas, cogiendole una con cuidado le hechó agua oxigenada por encima - Esto va a dolerte.. - para desinfectarla con total seguridad. Se la muñeca comenzó a salir algo de pus blanco limpiando la herida, pero en cuestion de minutos comenzó a verse mejor

Lo observó, habían estado en silencio, demasiado ocupado Aioros con diagnosticarlo - Mra.. me imagino que debe de ser complicado confiar en nosotros, pero hey, Dohko es un muy buen chico debajo de todo el lio este de familias que parece haber... y yo siempre estaré aqui para ayudarte, así que.. no tengas miedo si quieres decir algo - [/b]