El tacto de su mano es cálido y suave, a pesar de que ambos somos hombres la suya es mas pequeña que la mía, le observo retirar su mano para que la mesera coloque nuestro pedido y le hago espacio también.
En cuanto el tarro es colocado sobre la mesa lo levanto y doy un largo sorbo silencioso mientras escucho sus palabras, su formalidad hace que sienta mi malestar se vaya desvaneciendo poco a poco, son pocas las personas que conozco tan educadas como él, dejo el tarro sobre la mesa mientras le observo con un poco mas de ligereza y amabilidad deseando infundirle confianza.
- El gusto es mío por entero Lune, gracias por aceptar mi invitación, pero por favor... tutéame. - Pido deseando que tome confianza mientras le observo beber un poco también y mis ojos no se despegan de los suyos.
Sus palabras me hacen reír por primera vez en el día de forma suave pero sincera. - Tienes razón hay muchas cosas que me gustaría decir y me alegra haberme encontrado contigo esta noche, me gustaría conocerte Lune, saber que te gusta y que haces todo el tiempo, escucharte, porque creo que esta noche estabas algo aburrido. - Expongo sinceramente.
- Mis problemas son con mi hermano menor, me odia aunque no entiendo su motivo, creí que con este regreso a la vida, podría estar con él, pero tal parece que eso será imposible, no me deja acercarme, dice que soy muy blando por perdonar a mi supuesto asesino. - Respondo antes de dar otro trago a mi bebida. - ¿Qué te trae a ti por aquí? - Cuestiono algo curioso. - Me gustaría que pudieses relajarte conmigo esta noche, olvidándonos de todo. - Propongo sin dejar de observarle.