Estaba tan cansado que no soñé nada.
No suelo dormir demasiado, incluso, puedo presumir de levantarme mucho antes de que el sol toque la tierra sin importar a que hora toque la cabeza mi almohada; pero en aquél momento, cuando desperté, noté que la luz había tocado por completo la cortina, y que la habitación se veía mucho mas niídida tras el despertar.
Miré hacia el frente, y observé que Ikki dormitaba todavía. Sus pestañas se adherian a la carne, y sus labios estaban tenuemente entre abiertos; sus musculos estaban relajados, aunque continuaban rodeando mi silueta.
Debía ser un cuadro extraño, siendo abrazado por alguien mucho mas bajo.
Anoche ni siquiera me despedí deseándole apacibles sueños, pero él me había dejado demasiado agotado.
Sonreí suavemente y perdí mi nariz sobre su pecho desnudo, abrazándole contra mi cuerpo un poco más, sin la intensión de despertarlo, aunque quizá mi movimiento podría alterarlo.
Nunca había dormido con otra persona, al menos, no desudo, así que ahora me sentía extraño... Tal vez no demasiado. Estaba feliz, pero también estaba inquieto porque mi reloj biologico se habia alterado un poco, y las cosas a las que usualmente estaba acostumbrado, ya tenían otro tinte. No me levantaria a tomar mi taza rutinaria de café, ni salir a entrenar como en cada amanecer; no usaría ropa antes de acomodarme en cama, ni tomaria esos baños con agua fría despues de mi larga ronda en el coliseo; todo eso seria cambiado por momentos al lado del hombre que amo, compartiendo su vida con la mia y buscando puntos por donde volver nuestra unión mucho más fuerte.
Se me ocurrió levantarme a conseguir algo que pudiéramos desayunar juntos, pero no queria que él se despertara solo; asi que esperé.
No suelo dormir demasiado, incluso, puedo presumir de levantarme mucho antes de que el sol toque la tierra sin importar a que hora toque la cabeza mi almohada; pero en aquél momento, cuando desperté, noté que la luz había tocado por completo la cortina, y que la habitación se veía mucho mas niídida tras el despertar.
Miré hacia el frente, y observé que Ikki dormitaba todavía. Sus pestañas se adherian a la carne, y sus labios estaban tenuemente entre abiertos; sus musculos estaban relajados, aunque continuaban rodeando mi silueta.
Debía ser un cuadro extraño, siendo abrazado por alguien mucho mas bajo.
Anoche ni siquiera me despedí deseándole apacibles sueños, pero él me había dejado demasiado agotado.
Sonreí suavemente y perdí mi nariz sobre su pecho desnudo, abrazándole contra mi cuerpo un poco más, sin la intensión de despertarlo, aunque quizá mi movimiento podría alterarlo.
Nunca había dormido con otra persona, al menos, no desudo, así que ahora me sentía extraño... Tal vez no demasiado. Estaba feliz, pero también estaba inquieto porque mi reloj biologico se habia alterado un poco, y las cosas a las que usualmente estaba acostumbrado, ya tenían otro tinte. No me levantaria a tomar mi taza rutinaria de café, ni salir a entrenar como en cada amanecer; no usaría ropa antes de acomodarme en cama, ni tomaria esos baños con agua fría despues de mi larga ronda en el coliseo; todo eso seria cambiado por momentos al lado del hombre que amo, compartiendo su vida con la mia y buscando puntos por donde volver nuestra unión mucho más fuerte.
Se me ocurrió levantarme a conseguir algo que pudiéramos desayunar juntos, pero no queria que él se despertara solo; asi que esperé.