Sigo acariciando el cuerpo de Shura con una de mis manos, tratado de logras encontrar una abertura entre su armadura que me permita llegar a su virilidad, pero no logro dar con ella, que estresante, por eso es que yo no cargo mucho con mi armadura y nunca llevo ropa interior.
Aun asi, sigo gimiendo, producto de las caricias y palabras que me dedica, estoy conenctrado en él cuando escucho la dulce voz del felino dorado, entreabro mis ojos y lo veo acercarse a Dohko, comienzan a hablar y no puedo evitar emitir una leve risa maliciosa.
--Con que has aparecido... Esa siesta debio ser muy BUENA--
Hago mucho enfasis en la ultima palabra, sonriendo picaronamente, dirigiendo hacia ellos una mirada cargada de malicia. Ademas de emitir de vez en vez gemidos por el placer de tener a Shura haciendome lo que quiere.
--¿No muerdes?, si como no, y yo soy el angel mas puro del universo--
De nuevo me rio maliciosamente, estremeciendome entre los brazos de Shura.