Cuarta Casa de Cáncer

Dohko sonrie -entonces si piensas igual que yo eso te hace humano aun mas.- y es que se referia a la frase "he creído que todos tenemos algo de extraño. Algunos más que otros pero a final del día todos somos una manga de raros." - y como dices todos tenemos nuestros grados de locura.

Al ver la mano de "Luciano" se sorprendio un poco pero le agrado el gesto, "Con mucho gusto te invitaré un día a cazar aprendices. Verás que te tratarán diferente por andar conmigo." -realmente no me importaria si es que estoy con un amigo disfrutando de una cita,- le guiñea el ojo.

Para extenderle la mano- entonces ¿es una cita que un dia de estos tomaremos una de esas copas y veremos que cara ponen para luego reirnos de ellos?

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post espero que esa extendida de mano sea para un apreton de manos xD

- entonces ¿es una cita que un dia de estos tomaremos una de esas copas y veremos que cara ponen para luego reirnos de ellos?

Incliné mi cabeza hacia la izquierda, alzándome de hombros y sonriendo, tratando de disimular el agradable sentimiento que me proporcionaba el sentir que alguien extendía su mano hacia mí.

Correspondí el apretón de manos.

-"Es una cita, en tonces. Aunque de una vez te advierto que a veces me paso un poco de copas."- Comenté, mirando descuidadamente hacia arriba. -"Cuando tomo demasiado me vuelvo algo pesado. Tú deberás de cuidarme. Algo me hace sospechar que tienes más resistencia al alcohol que yo."- Añadí, sonriéndole pero lanzándole una mirada acusadora. -"Yo siempre estoy de humor para burlarme de la gente. Cuando quieras cumplo con mi ofrecimiento y, con suerte, me enseñarás una que otra cosa para resistir más el alcohol."

Añadí, inseguro de si mi acompañante realmente era bueno con la bebida o no pero totalmente dispuesto a averiguarlo en cuanto se diera la oportunidad.

-sabes creo que ya no llegamos a la parrillada que habia, es una lastima, el dia se fue muy rapido

Parpadeé varias veces y seguí su mirada hacia el horizonte. Realmente se había hecho tarde muy rápido. Mi estómago seguía sin ser atendido prpiamente y estuve a punto de reclamarle mi hambruna a mi acompañante cuando éste pareció leerme la mente.

ya se, ¿y si te cocino algo como enmienda de esta parrillada ya perdida?

Asentí con más entusiasmo del que creí oindicado pero no me importó. Tenía demasiada hambre y si alguien estaba dispuesto a liberarme de la necesidad de cocinar estaba más que dispuesto a aceptar el ofrecimiento.

-"¡Pues más te vale hacerlo! Una noble criatura del Señor como yo merece sus tres comidas al día. Tengo un poco de carne por aquí, también algunos condimentos. Aunque tal vez prefieras prepararme unos fideos o algo así."- Me alcé de hombros mientras sonreía. -"Pero sea lo que sea, no creo que se abuena idea que pasemos la sobremesa mirándonos a la cara. Podría provocarte indigestión."- Reí, rascando mi nariz y cerrando los ojos. -"Pero podemos seguir hablando. Será mucho más edificante."

Le guié con la mano en dirección a la cocina.

-"Si crees que falta algo, podríamos ir a otro Templo a buscar lo que te falte."



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OMG... XD disculpa si hay mucho error... tengo mucho frío y no puedo escribir bien!

¿por que no mejor me dices que te gustaria comer y asi complasco a la criatura del señor?

-"¿Hum?"- Me alcé de hombros. -"Lasaña está bien. A veces me preparo un poco pero siempre me queda muy seca. Será bueno probar con un chef diferente."

habia escuchado que tenias algunas caras en las paredes, las cuales me gustaria ver con mas detenimiento dime ¿esa es tu forma de expresarte? ¿es tu arte?

Entrecerré los ojos, no muy seguro de las intenciones de aquella pregunta. Apreté la boca, y desvié la mirada pero al final suspiré y decidí que sería estúpido no responder. Hasta entonces Libra se había comportado muy amablemente conmigo y merecía saciar su curiosidad. Confiaba en que no se tomaría demasiado a mal mi respuesta.

-"Yo no le llamaría mi arte. Yo no soy como Afrodita que acicala y protege a sus rosas."- Aclaré. -"Más bien... son una consecuencia de mi arte. Son mis trofeos. Sólo eso. Cada uno es como una fotografía, ¿capisci? Como un momento que se detuvo y que le dice al mundo todo lo que he logrado. Yo no soy como tú que está rodeado de leyendas. Yo necesito algo que le recuerde al mundo lo poderoso que soy."

Concluí, en parte orgulloso y en parte temeroso de cómo serían tomadas mis palabras.

Se tomó su tiemo para responder. Un largo y tendido tiempo. Por algunos segundos pensé que ni siquiera me había puesto atención pero, por si acaso, vigilé sus movimientos. En una de esas sacaba veneno para ratas y lo añadía a la comida. No alcancé a ver ningún veneno pero de todos modos me aseguraría de esperar a que él diese la primera mordida a la hora de comer.

-¿aun asi me las mostras?-

Un fino nervio tembló a un costado de mi ojo, sorprendido quizás por la entusiasta insistencia. No pude evitar sonreír.

-"Como gustes, pero si luego tienes pesadillas no me eches la culpa."

-oye... has mencionado algo curioso acerca de mi cuentame esas leyendas Luciano-

-"¿Hum?"- Rasqué mi nariz, imaginando que su curiosidad estaba más dirigida a conmocionar su ego que cualquier otra cosa. -"Pues es fácil: el gran Santo de Libra que es tan sabio como poderoso. He de admitir que tú no luces precisamente sabio."- Reí. -"Uno de los más poderosos que ha habido, el que sobrevivió a la última Guerra Santa. Todas las historias se limitan a eso. Después de todo has llegado hasta este punto. No ha de haber sido nada fácil."

Tomé asiento y sonreí expectante, admitiendo que la comida lucía bastante bien. Tenía que admitir que estaba algo sorprendido de que algo con tan buena pinta saliera de mi propia cocina. Sin esperarme a que el otro me acompañara en la mesa comencé a comer pero le indiqué con un movimiento de cabeza que se sentara.

ufff, si fue todo un desastre esa batalla, aunque en verdad pense que habias muerto ahi Manigoldo, al igual que Alfabica, Cardia, Cid... en verdad que les daba por muertos.. oh perdon, perdi la memoria y aun creo que vivo con mis compañeros de antaño

Le miré en silencio mientras masticaba. No pude evitar sonreír de lado. No estaba muy seguro de qué es de lo que estaba hablando. O más bien de quién estaba hablando pero no le di importancia. Sus palabras me llenaron de nostalgia. Fue un sentimiento extraño pero no precisamente desagradable.

-"Ah, supongo que morimos. No sé. Nosotros no somos esas personas de quienes hablas. Al menos no en nombre pero si estando aquí hay momentos en los que no sientes diferencia... Supongo que..."- Di una nueva mordida al guisado. -"Creo que puedes verlo como que nosotros también tuvimos amnesia, ¿no? Como si no recordáramos esas épocas. Supongo que yo no puedo ayudarte a recordar pero tal vez tú a nosotros sí."- Cerré los ojos. -"Admito que me gustaría escuchar de ese Manigoldo. Seguro que no era tan fabuloso como yo."

Mis últimas palabras fueron emitidas en un volumen bajo. Algo molestaba al Santo de Libra y por algún motivo eso me molestó a mí.

-"Actúas como si fuese tu culpa. Como si fueses tú el que obligó a su cerebro a olvidar las cosas. Esas mierdas pasan, ¿sabes? Y no estoy muy seguro de cuál sea el problema pero si hay algo importante que debes de recordar seguramente alguien como tú lo hará tarde o temprano."

-aunque no lo creas a veces siento la presencia de que alguien sabe de mis pensamientos y me susurra cosas aunque no las entiendo del todo.- suspira con pesar -solo quiero saber si en verdad soy yo o alguien mas..

Arqueé la ceja, confundido e inquieto. No estaba seguro de qué era de lo que estaba hablando aquel hombre y sospechaba que no quería saberlo. Torcí la boca, incómodo por la melancolía de Libra. Estaba acostumbrado a lidiar con el miedo o la inseguridad, ¿la tristeza? Admirarla a la distancia era algo nuevo para mí. Usualmente mis conocidos morían antes de demostrarme aquél sentimiento.

Tal vez era por eso que me era tan fácil tomar sus vidas. No es igual alzar tu mano ante alguien que no tiene el valor para defenderse que alzarla en contra de alguien con cabeza gacha y meditabunda.

-bueno eso no importa, aunque si te puedo contar de Manigoldo, en verdad para nada era tan famoso como tu aunque tenia sus toques. Y una personalidad fuerte. Debes estar orgulloso de eso.

-"¿Personalidad fuerte?"- reí secamente, imaginándome a qué era a lo que se refería. -"¿Y físicamente? ¿Era fuerte?"- Desvié la mirada, disimulando mi curiosidad. -"Digo, debió de haberlo sido porque era un Caballero Dorado pero, ¿qué tan fuerte era?"

Le escuché atento pero disimulando mi atención. Sonreí ligeramete a sus palabras pero oculté aquella sonrisa con la servilleta, aprovechando la situación.

-lo extraño... a él y a los demas...

Fruncí el ceño, molesto de que la melancolía volviera a entrar al corazón de mi invitado. Eché mi espalda hacia atrás y golpeé la mesa con el puño cerrado.

-"Es de comprenderse."- Concordé y me alcé de hombros. -"Pero por donde busques, ellos ya no están por aquí. Y créeme yo sabría decírtelo. Si estuvieran por estos rumbos yo ya los habría visto."- Incliné entonces mi peso hacia adelante. -"La muerte es la muerte. Una vez que caes ahí nada es igual."- Callé por unos segundos. -"No... desde antes. Desde que llegas al Seki Shiki. Desde ese punto ya eres una persona diferente y sólo hasta que los Dioses decidan otorgarte un nuevo cuerpo mortal no hay esperanzas de regresar. A mí me parece que deberías de prestarle más atención a los vivos, Dohko. El hacerlo no equivaldría a que olvidaras a los demás, ¿no crees?"

Me puse de pie y saqué de un gabinete una botella de Campari, tomando también dos pequeños vasos y sirviéndolos hasta la mitad.

-"Ahora, el alcohol. Ese sí ayuda a olvidar."

-tu eres un gran tipo tambien, tienes tus toques de bondad... eres como una cebolla debajo de tantas capas tienes un lado bueno.


Apreté los labios, algo molesto por la comparación.

-"A mí no me gustan las cebollas. ¿Qué no podías decir como un pastel? Esos también tienen capas, ¿a que no?"

-por que se aplace la hora de morir, salud

Aún arrugando el ceño, alcé mi vaso y lo choqué con el suyo, tomando después un largo trago y exhalando mientras posaba el resto de mi bebida a un lado.

-Dime una cosa Luciano ¿tu tambien puedes ver almas?

Arqueé la ceja, inseguro de qué mórbida curiosidad alentaba a Libra a hacerme semejante pregunta. Por unos instantes hasta pareció que él mismo quisiera tener la capacidad de verlas.

-"Li vedo, li vedo. Claro que también puedo verlas. Están en todos lados y me siguen a todas horas. No creo ser como Manigoldo que tanto disfrutaba de su compañía. De repente me parecen molestas. Algo patéticas, ¿sabes? No es siempre así pero admito que de cuando en cuando tienen a cansarme. Es como..."- Desvié la mirada. -"La muerte me siguiera. Yo no quiero que sea así. Debería de ser al contrario. Debería de ser yo el que siguiera a las almas a todas partes."

-creo que te he incomodado con mis palabras, en verdad no era mi intension, solo queria platicar contigo amenamente, si hice algo que te enfadara en verdad mis disculpas-

-"¡Bah! No te preocupes. No es nada malo... si acaso, las que deberían de sentirse culpables son todas esas almas entrometidas..."- Gruñí para mí más que para mi acompañante.

-Neh... Luciano... ¿quieres ser mi amigo? espero no te incomode mi propuesta, pero eres una persona muy interesante y deseo en verdad ser tu amigo y no solo un conocido

Le miro extrañado, imitando su posición aparentemente desinteresada apoyando mi rostro en mi mano. Callo por unos segundos, confundido por la extraña propuesta que acababa de recibir.

-"Creo yo, Libra, que no sirve de mucho pedirle a alguien que se convierta en tu amigo."- Fruncí el ceño pero no dejé de sonreír. -"No es como si tuvieras que andar pidiendo permiso."- Estiré mis brazos en el aire, dejando que mi peso se recargara en el respaldo de mi silla e inclinándola un poco hacia atrás. -"Puedes ser lo que tú quieras de mí. Solo..."- Di un fuerte respingo hacia adelante recuperando el equilibrio de la silla. -"Compórtate como sea lo que elijas. Por mi parte haré lo mismo. Aunque he de admitir que has empezado por excelente camino ofreciéndome tan buena comida. ¡Si sigues así te convertiré en mi inseparable!"

Reí y asentí con entusiasmo. Tener un cocinero de cuando en cuando no estaría nada mal.

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Off Topic: Holas! Quería decirte que me voy a ir de vacaciones este fin de semana así que no estaré hasta como por el 8 de enero. ¡Te deseo unas muy felices fiestas! ^^

-"¿Modales? Entonces sigue con ellos. ¿Quién sabe? Tal vez se me pegue algo de ellos. Tal vez."

ahora dime una cosa ¿te estas molestando en este instante las almas? te ves algo irritado cuentame ¿que haces?, ¿te hablan?, ¿te hacen ver cosas o revolotean a tu alrededor? ¿algunas de esas almas tienen rostro y etan colgados en la pared?

Volví a colgar mi silla hacia atrás, dirigiendo mi mirada hacia el techo y planteándome si había una sola respuesta que satisficiera todas aquellas preguntas. No tardé en descubrir que eso era imposible.

-"Ellas no hablan ni tienen rostros."- Inicié, alzándome de hombros. -"Es como... si fuesen sombras. Sabes que están ahí. Puedes verlas, incluso sentirlas pero sólo eso. Aún así me molestan. Aunque no hablen ni tengan rostros puedo sentir lo que piensan. De cuando en cuando me molesta. Si sufren demasiado, tal vez deberían de irse al mundo de los muertos de una buena vez. Sé que están conscientes de mi presencia pero si pueden verme o escucharme lo ignoro. Solo sé que saben dónde estoy porque muchas de ellas me siguen. ¿Quién sabe? Tal vez ellas también quieran ser mis amigas."

Sonreí secamente, con sarcasmo y viendo hacia atrás de reojo, como si con ello pudiese confirmar si alguna de ellas escuchó mi broma o no.

No estoy seguro de qué gesto hacía mientras escuchaba tan extrañas palabras. No era que pensara que Libra estuviese en un error. O más bien, no es que tuviese algún argumento para debatir el suyo. Era solo que la idea me era extraña. Nunca había pensado demasiado en los fuegos fatuos que me seguían. Procuraba mantenerlas a un margen de mis pensamientos. Sospechaba que si pensaba demasiado en ellos me producirían algún tipo de malestar emocional.

-"Dudo mucho que yo pueda guiarlas al Yomotsu."- Indiqué. -"Después de todo soy un maestro en enviarlas allá. Es sólo que algunas deciden quedarse. Aunque supongo que tienes razón en eso de que por algo es que me siguen."

Ya se, ¿y si me llevas a conocer ese mundo? claro puedes negarte pero, seria fantastico verlo sin tener que morir, aunque... si te niegas no importara te vendre a visitar estando muerto para que me guies hasta el mismo infirno

Sonreí y cerré los ojos, de cierta forma complacido por la petición.

-"Escucha, si por mi fuera te llevaría cuando quisieras. Es un lugar de lo más divertido."- Me acerqué a él en tono de confidente pero mantuve un tono serio. -"Pero créeme cuando te digo que no es un lugar bello. O más bien, tiene una belleza muy diferente. Ver almas caminar en fila hacia lo que será su final no es para todos. Aunque supongo que eres un Caballero Dorado. Podrías soportar una imagen así, ¿no lo crees?"

Parpadeé varias veces, si bien no incomodado por la repentina cercanía, definitivamente muy sorprendido.

Asustado, quizá.

Le miré a los ojos con recelo, buscando encontrar algún signo burlón en ellos pero terminé suspirando en frustración al no encontrar ninguno. Si acaso, me pareció ver un par de entusiastas chispitas centelleando en sus pupilas. Desvié la mirada y disimulé un carraspeo de garganta.

-"Ya, ya. Yo siempre cumplo con mi palabra. Aunque aún no entiendo muy bien por qué es que quieres conocer ese lugar."- Subí mi brazo derecho y extendí el índice hacia el cielo. -"Si tanto desconfías de mi palabra podemos ir ahora, aprovechando que no tenemos el estómago vacío. ¿Qué opinas? El viaje es rápido así que no deberás temer de que el vértigo te provoque náuseas."