Templo de Acuario

Perfilandose contra el horizonte, a lo lejos se puede divisar la postura gallarda del onceavo guardián. Camus de Acuario. Si, un hombre gallardo, frio, indiferente al matiz de emociones que se entremezclan no solo en la pelea, sino en la vida.

Camus de Acuario/カミュ (Kamyu)

Sexo Masculino
Fecha de nacimiento 7 de febrero
Edad 20
Tipo de sangre O
Origen en Manga
Altura 184 cm
Peso 76 kg
Ocupación Santo de Atenea
Procedencia Francia
Familia Hyōga (alumno, en el manga y anime)
Isaac (alumno, en el manga)
Crystal (alumno, en el anime)
Lugar de entrenamiento Siberia, Rusia

Las técnicas que usa son:

1.Diamond Dust (ダイヤモンドダスト, Daimondo Dasuto?, Polvo de Diamantes): la técnica básica de los denominados "Santos de Hielo", es una descarga de hielo que lanza con su mano.
2.Koliso (カリツオー, Karitsuō?, Aro): Camus puede crear unos anillos de hielo que atrapan al oponente y bloquean todos sus movimientos.
3.Freeze Coffin (フリージングコフィン, Furīshingu Kofin?, Ataúd Congelante): con este ataque Camus puede encerrar el cuerpo de su rival en un bloque de hielo gigantesco siendo imposible de destruir.
4.Aurora Execution (オーロラエクスキューション, Ōrira Ekusekyūshon?, Ejecución Aurora): la técnica suprema de Camus y una de las más poderosas de la serie, con ella lanza una tremenda descarga de cosmos helado cuya temperatura alcanza los 273,15 grados bajo cero, es decir, el cero absoluto.

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Ya llego el que andaba ausente. perdon pero es que las vacaciones de invierno son letales para mi. Aunque finalmente arriba Camus y esta a su disposición.

Entro dudoso, he sentido su frío cosmo instalarse en el templo, pero hace tiempo que no nos hemos visto, y la última v ez no fue precisamente alegre o entrañable, nose de que forma reaccionar despues de lo sucedido, ni en como el vea mi presencia aqui, suspiro profundamente sintiendo el aire helado hundirse en mis fosas nasales y pasar por mi garganta, ironicamente eso me da mucha mas confianza pese a que el clima fria nunca fue mi favorito. Sonrio con cierto aire de melancolia y me atrevo a avanzar mucho mas decidido vistiendo unicamente las ropas de entrenamiento.

Enciendo ligeramente mi cosmo haciendome notar, posponer el reencuentro con quien antaño fue mi mejor amigo.

Recorro minuciosamente la vista por todo el interior concentrandome en la oscuridad de los rincones, y los huecos entre las columnas, mis pasos hacen un eco aterrador.

--Hace mucho que no vepia con tanta atencion este templo-- hablo conmigo mismo tratando de alejar el silecio.

Alguien se acerca, mi cosmo siempre atento a lo que pasa alrededor detecta trazos tenues de otro cosmo poderoso que viene en movimiento hacia aqui. Arqueo una ceja sin poder definir si es por hastio, enojo o simplemente sorpresa. No soy el más popular de todos los caballeros dorados y las visitas personales de quien quiera que sea procuro restringirlas al máximo a excepción de...

Ese mismo caballero que parece jugar a las escondidas entre los pilares del templo.

Hagasmole más interesante la visita, con un movimiento agil y practicamente invisible a sus ojos, rodeo algunos de los pilares hasta situarme a sus espaldas, contemplando esa piel morena, esa cabellera azul cobalto y su andar felino . Mis labios toman la postura sepultada en la distancia que suelo dedicarle a su inconsecuente proceder, pues sin duda no es lo más prudente de su parte hacerle frente al frío que emana mi templo, mis cosmo de hielo perpetuo portando unicamente su ropa de entrenamiento.

Con la cabeza ligaramente inclionada hacia un costado para apreciar mejor sus movimientos, cabilo sobre el tiempo que le llevara comenzar a frotarse los brazos para proporcionarse un poco de calor.

"Hace mucho que no vepia con tanta atencion este templo"

Sus palabras me sorprenden, se que aunque obligatorio su paso por aqui al ir y venir desde el templo del maestro al suyo, el templo no es algo que...cambie a menudo y requiera de tan concienzudo analisis.

-¿Hablandole a las paredes Milo? debes tener cuidado de que no te pillen a menudo o...podriasn pensar que algo no funciona bien en tu siempre cabecita loca.- Murmuro mientras sin darle tiempo a nada hago desaparecer la distancia entre nosotros y coloco mis palmas sobre sus hombros, proporcionandole un tenue pero calido apretón en los mismos. Un pequeño y discreto gesto de aprecio que...son muy pocas las personas que de mi parte lo han tenido.

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Sadal *le salta encima y la abraza* me da gusto que vengas a jugar conmigo, aunque soy sincera y confieso que Camus se me complica un poco. Espero mi post haya salido bien y refleje un poco la personalidad del Acuario lindo.

_Un breve espasmo recorre mi espalda ante el sorpresivo encuentro con el dueño del templo, un gesto completamente involuntario pero acompañado con el ligero temblor de mi cuerpo y los bellos de los brazos erizados a concecuencia del ambiente frio. Sonrio ampliamente sin poder evitarlo, es realmente muy grato verle de nuevo como antes,tan sincero, directo, elegante...... tan.... tan vivo...

-¿Hablandole a las paredes Milo? debes tener cuidado de que no te pillen a menudo o...podriasn pensar que algo no funciona bien en tu siempre cabecita loca.-

Rio con sinceridad al escuchar sus palabras, negando divertido provocando que los rizos de mi frente se muevan en una danza ritmica, mis ojos se clavan en las gemas brillas que Acuario porta por ojos. Regalando la sonrisa retorcida y coqueta ya tipica de mi, que aparece de forma mecánica de tantas veces que le he empleado. --A veces las paredes hablan mi queridisimo Camus de Acuario, y desde tu punto de vista mi cabecita loca nunca ha fucnionado muy bien..-- y finalmente me animo, armandome de valor gracias a los viejos receurdos y a la amistad de antaño rodeo con ambos brazos los hombros del frances atrayendolo hacia mi con fuerza a expensas de que me golpee o se queje, sinceramente no me importa su reaccion en este momento..--....... es un placer tenerte aqui de nuevo ..-- me séparo lentamente de el dejando sobre su palida mejilla un breve roce de mis labios -- ojala esta v ez no te me escapes de nuevo que empezare a creer que es personal -- y tras el breve comentario le giño el ojo separnadome de el y dirigirme con renovada confianza hacia el umbral de los aposentos privados comocuando eramos niños, tomando la dirección ya estudiada hacia la cocina.

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Patito seguro el pesonaje te queda genial =)....... a mi me da mucho gusto jugar contigo me encantan tus post detallados... n.n ...... te mando muchos saludos!!!! y tampoco esperes mucho de mi xD... hace much oque no juego..

"A veces las paredes hablan mi queridisimo Camus de Acuario, y desde tu punto de vista mi cabecita loca nunca ha fucnionado muy bien..."

Bueno, no puedo negar a mi mente lo que Milo detalladamente pone de manifiesto a ojos vistos. Es un ser increiblemente...incoherente. Lo que es cierto es que es por esa misma incoherencia que su compañia ha sido siempre un balsamo a la mía, un remanso de locura, libertar y alegría continuas. Tal como lo es su risa, el sonido armonico, elocuente y vivaz con que se deleitaron tanto las paredes de mi templo como mis oidos.

Este no es un sonido habitual dentro de este recinto.

"...es un placer tenerte aqui de nuevo ..."

Me abraza, y como antes cuando eramos pequeños un sonrojo discreto pigmenta mis mejillas, sonrojo traidor que apenas logro disfrazar entre las mechas sueltas de mi cabello rojizo que se escurren sobre mi rostro al verme forzado a inclinar mi cabeza en dirección de su cuerpo. No forcejeo, ni me revuelvo, tan solo gruño por lo bajo y finjo que me inclino a un lado para evitarle, aunque no lo hago, le permito cobijarme por un breve instante entre sus brazos y cuando finalmente el mismo rompe el contacto, echo en falta el calor de su cuerpo.

"...ojala esta v ez no te me escapes de nuevo que empezare a creer que es personal..."

-Tu no cambias...¿Verdad Bicho?- Lo sigo hacia mis aposentos donde con facilidad puedo prever sus movimientos, se tumbara en el sillón, y no se conformara con eso, sino que literalmente recostara su cuerpo y de almohada le serviran sus manos colocadas tras de su nuca. En una incomoda posición con los codos flexionados. Y yo como siempre le arrojare un cobertor y un cojin para evitar que se resfrie pues...

-Recuerda que no quiero ni admito el menor reclamo de tu parte cuando te resfries por ingresar a mi templo vistiendo apenas dos o tres ropas ligeras desgastadas y humedas debido a que las ocupas para entrenar a diario.-

Ropas cuya forma y tejido ya estan adheridos a cada pedazo de mueble posible en mi templo. Hago un puchero imaginando que como siempre tendre que limpiar el lodo de sus sandalias luego. Más de inmediato retomo mi mascara de hielo y sin inmutarme o alterar mi voz un decibel siquiera le espeto.

-Y por favor Mi...- Bueno el apelativo cariñoso no consegui contenerlo. - No subas los pies a la mesita de centro.-

Suspir o con profundidad al entrar y reconocer el orden del lugar, con la decoración austera reglamentaria, pero con la comodidad de reconocer el lugar dpnde pase algo de tiempo durante mi infancia, los muebles aun dispuestos como antaño y pese a que el lugar demuestra ese aire de abandono al que estuvo sujeto durante algun tiempo me sigue pareciendo reconfortable. Recorro el camino conocido en dirección a aquel que es mi lugar favorito.

-Tu no cambias...¿Verdad Bicho?-

Sonrio al escuchar el sobrenombre, hace algun tiempo que no lo escuchaba, después de eso solo me dejo caer de espaldas al viejo sillon que rechina ante mi peso, extiendo brazos y pies y practicamente me deshago sobre el, ciero los ojos disfrutando la comodidad del mueble. --Que quieres? me gusta este lugar, además para que cambiar si así me quieres... ---le miro entrecerrando los ojos, con sonrisa divertida después de todo se que me ha tolerado pese a la diferencia de comportamientos, y que el hecho de que haya venido a su templo muchas veces solo a dormirme en este lugar no le hace mucha gracia.

-Recuerda que no quiero ni admito el menor reclamo de tu parte cuando te resfries por ingresar a mi templo vistiendo apenas dos o tres ropas ligeras desgastadas y humedas debido a que las ocupas para entrenar a diario.-

Noto su gesto, y me parece adorable, se que el cree que no me doy cuenta de sus graciosas gesticulaciones, y me alegro de ser una de las pocas personas que le han visto asi, tan humano, lejos de esa versión porcelanizada de su cara cuando esta frente a todos. --- Bueno me gusta esta ropa, es mucho mas comoda que la armadura, y eso de traer un abrigo cada que venga a visitarte es algo.... cansado, además cuando me he quejado?, eres tu quien me reclama a mi, no es mi culp que te guste vivir en el interior de un refrigerador..-- Sonrio inocentemente llevando las manos a la nuca y dispuesto a hacer el moviemto final para terminar con la posicion definitiva, muevo un pie hacia arriba en direccion a la pequeña mesita de centro que adorna la sala de estar, pero escucho su comentario provocando que me detenga.

-Y por favor Mi......No subas los pies a la mesita de centro.-

Aun en mi pose congelada le volteo a ver solo para reir tontamente .--je je no como crees no pensaba subir los pies a la mesa..-- y con un mal disimulo decido cruzar la pierna suspendida en el aire sobre la rodilla de la otra extremidad...-- no me gustaria ponerte a limpiar.... sabes...-- murmuro lo ultimo cambiando drasticamente mis gesto manteniedome serio con la mirada fija en el.--.. en realidad me da mucho gusto verte...-- y pienso sinceramente en un "te extrañe" el cual no me atrevo a confesarle, quizas por temor a que no lo crea, o a hacer el ridiculo con un comentario tan cursi....

¡Aja! Justo como lo sospeche lo pille infraganti a segundos de completar el movimiento habitual que dejaria descansar sus pies sobre la mesa. Si no fuera algo ajeno a mi estilo me hubiera reido de su expresión sorprendida y atrapada, igual a la de un niño pillado en plena travesura. Frunzo el ceño más por costumbre que por molestia genuina y por que alguien debe esforzarse en reformar esa cabecita loca.

-¡Lo sabia!, ¡No lo niegues! ¿ibas a hacerlo no es cierto?- Le reclamo mirandolo serio y fijamente. Mi voz no podria delatarme pues para cualquiera que no sea él, es lo más impersonal, frio, aspero e indiferente del mundo. Y disfraza perfecto toda la emoción que me asalta al verlo sentado totalmente relajado bajo mi morada.

Pero reñirle por todo y por nada es tan divertido, es nuestro intimo ritual juntos desde que eramos niños. Un ritual para dos que el tiempo, la distancia y nuestro desarrollo como caballeros no ha modificado en lo absoluto.

-Bicho...- Pronuncio solemne. -Dime algo, ¿Es que acaso tu maestro no hizo el esfuerzo minimo por enseñarte como debes de comportarte en los templos ajenos?.- Y sin mayor contemplación rodeo el sillón hasta ubicarme junto al respaldo, justo a espaldas de Milo. Lo tomo de ambos codos y...de un rapido y brusco movimiento deshago la cruzeta sobre la que recarga su nuca, provocando que esta impacte con el sillón ligeramente; y sus manos queden rigidas a sus costados.

No sonrio, ni esbozo el menor gesto que delate cuanto me divierte molestarlo, mi semblante parece impavido como si hubiese sido tallado sobre marmol: tan recio como el granito y apenas mis ojos brillan por un segundo, mayor reaccion de mi parte, dudo mucho que alguien sea capaz de obtenerla ni bajo tortura.

-¡Firme soldado y erguido con soltura que no eres un escudero cualquiera en este santuario¡- Y que darian los escuderos por tener la mitad del porte de mi amigo. -¡Eres Milo! ¡El orgulloso y ...y....y....- ¿Altivo? no, no quiero alimentar su ego. ¿Soberbio? mucho menos, eso alimentaria su vanidad frente al espejo. ¿Orgulloso? No eso podria darle la idea falsa de que es imbatible. ¡Ah ya se!.

-Y...Petulante caballero de Escorpio. Asi que ierguete.- Contengo el aire en un esfuerzo sobrehumano por que no escape el menor sonido de mi garganta que rompa con mi apariencia de hielo.

Para mi buena fortuna, el telefono suena a nuestras espaldas y consigo girarme apenas a tiempo de evitar que mis labios se currveen en una sonrisa franca. Descuelgo el aparato y atiendo a quien llama, algo intrigado sobre su identidad y como obtuvo este número.

-Onceavo templo del Zodiaco, la casa de acuario. Camus de Acuario al habla...-

- A que bueno que conteste,lo llamo para 2 cosas.

1-hyoga no hira a su templo como acordaron.

2-me podria quedar hay mientras que arreglan mi techo porvorrrr

-¡Lo sabia!, ¡No lo niegues! ¿ibas a hacerlo no es cierto?-

Ok, era cierto, lo iba a hacer, iba a acomodarme para descansar, subiria los pies, estiraria mis musculos tal felino, daria un gran bostezo y empezaría una platica sin sentido de aquello que he hecho en ausencia del frances, pero solo atino a murmurar un poco creible "No... como crees" pero la mirada seria e intimidante me impide decir más.

-Bicho...- Le escucho hablar mientras le sigo con la mirada prestandole toda mi atencion

. -Dime algo, ¿Es que acaso tu maestro no hizo el esfuerzo minimo por enseñarte como debes de comportarte en los templos ajenos?.- Podria responder eso, en serio podria, pero creo que el mismo vivio todos los castigos que tuve por no hacerle caso, asi que mejor me quedo callado esperando que termine, pero de pronto lo pierdo de vista ha rodeado el sillo nahora esta a mi espalda, me pongo ligeramente tenso, su voz fria y solemne retumba en mis oidos, y de sorpresa, con toda la alevosia y ventaja de un tramposo experimentado, atrapa mis brazos y los retira de forma brusca haciendo mi cabeza caiga sobre el respaldo del sillon, obligandome a cerrar los ojos y expresar un audible quejido.

--Oye auch!!!....... tienes que ser tan violento?? -- me quejo de forma infantil mientras paso mis dedos sobre la nuca para sobar el area afectada, no es tanto el dolor, pero quejarse con Camus siempre fue parte de la diversion.

-¡Firme soldado y erguido con soltura que no eres un escudero cualquiera en este santuario........¡Eres Milo! ¡El orgulloso y ...y....y............Y...Petulante caballero de Escorpio. Asi que ierguete.-

Abro los ojos con sorpresa preguntandome que diablos fue todo eso, debatiendome entre soltar una gran gran gran carcajada, enarco una ceja y sonrio con curiosidad levantandome de la comodidad de mi asiento para acercarme a mi amgio.

---No eres muy bueno con los halagos, y nunca lo has sido realmente, y podria pararme derecho y hacer todo un show militar pero la verdad, es que estoy en mi tiempo libre---

inoportunamente suena el telefono y ruedo los ojos con fastidio, a que idiota se le ocurrio poner telefonos en los templos??... que acaso no para eso es el cosmo??, en fin sigo avanzando coin sigilo situandome a las espaldas del pelirrojo frances, escuchandole contestar con su cortesia habitual, solo suspiro y tratando de distraerlo acomodo mi menton sobre su hombro, y rodeo con mis brazos su cintura fingiendo que trato de escuchar por el auricular aunque me concentro en percibir el aroma que despide su cuello.

--Sabes...--- murmuro suavemente sobre el oido contrario a donde esta el telefono alcanzando a tocar su lobulo con mis labios..--... si hubiera obedecido a mi maestro y me hubiera comportado en los templos ajenos no hubiera podido venir a visitarte cada que se me antojaba...-- termino la brase con una sonrisa traviesa.--