Explanada del santuario

Un aroma algo peculiar y familiar fue lo que percibi mientras estaba en aquel portal..era el aroma de muerte, de desesperación y confusión ¿es que acaso volveré a vivir esas sensaciones como cuando fui el “traidor del santuario”?

La pesadez de mi cuerpo y ese asfixiante aroma que experimente me hicieron perder la conciencia por unos momentos, recobrándola al instante cuando sentí el fresco viento resbalarse sutilmente en mi rostro y que mi cuerpo era sostenido por unos firmes brazos. Habria deseado que fuera Shura, sin embargo al sentir el cosmos de aquella persona pude rápidamente percatarme quien era

-S…suéltame

Murmure con dificultad , por alguna razón sentía que mi cuerpo perdia fuerzas y que mi cosmos se desvanecía. Mis ojos solo podían centrarse en esas orbes doradas , malignas y misteriosas

Con ese rostro bien podría pasar por una princesa de no ser por el arduo entrenamiento con el que ha entrenado a su cuerpo. Cae en mis brazos como lo he planeado desde el principio, y su bello rostro es extremadamente tentador al encontrarse bajo los efectos de mi pequeña trampa

—un gusto que aceptaras esta invitación —

Me inclino sobre su rostro para depositar un beso en sus labios, mi lengua se abre paso de manera autoritaria en su boca para hacerle beber un néctar que guardaba en una flor de amapola en mi boca, lo suficiente para que caiga dormido profundamente y no me de problemas en el viaje de regreso.

Sostengo su cuerpo contra mi pecho y me alejo del poder de Athena y su santuario y regreso de inmediato al inframundo.

-¿De..de que hablas..mal..dito dios?

Murmura con una voz casi fantasmal antes de que mis labios fueran profanados por los ajenos, sintiendo el deslizar de su lengua cálida en la mía y con ello una profunda sensación de sueño me comenzó a invadir totalmente, perdiendo fuerza y mi conciencia sumergiéndose en un abismo incierto y desolador
Shura…Athena …perdónenme por no ser fuerte

Fue el pensamiento que surgió antes de desplomarme en ese sueño absoluto, pisando en contra de mi voluntad aquel lugar del cual crei haberme librado

Se sentia un aura muy rara... no hay duda, pero ya no veo nada traigo mi armadura y solo espero la llegada de Camus

Mientras avanzaba desde la sala de actos hasta la explanada pensé seriamente en cobrarle a Shura hacerme correr, sobre todo el haberme preocupado y pensar que no esperaria hasta mi llegada para irse. Definitivamente era muy impulsivo y eso me recordaba un poco a Aioria.

Lo vi a lo lejos y aceleré el paso para ponerme a su lado.

Cuando lo tuve de frente meneé la cabeza, pero no le dije nada más pues no queria ponerme a discutir antes de empezar. Coloqué las manos sobre sus hombros y le miré fijamente.

—Yo sé que tienes prisa por irnos, pero antes de cualquier cosa necesito que me hagas una promesa porque no voy a arriesgar mi vida en balde... ¿comprendes? Quiero que prometas que vas a respetar mi postura como lider de la misión y eso implica no correr, no hablar y no respirar si yo no te lo pido. Y no es una broma.— Frunci el ceño.

Lo veo con seriedad, iba a reirme pero no, no de burla o algo si no de locura por decirme algo de eso mientras pasamos por esto...

-Camus... antes te hubiera golpeado o ignorado y por como estoy, lo hare, ire pero no se si prometer porque exploto mucho, se que contigo estare bien porque sabes que con algunos caballeros no me llevo y me estalla la cabeza con ineptitudes como la de ellos.

Respiro profundo y le veo serio

-Vamos Camus, vamos amigo

Exhalé derrotado ante su respuesta, meneé la cabeza y dejé poco a poco libres sus hombros.

Me separé un poco y comencé a caminar por la explanada mientras le pedía que me siguiera.

—Quiero que sepas que no acostumbro coleccionar esculturas de hielo en mi templo, pero tú serías un digno ejemplo de lo que puede ocurrir si me haces perder la cabeza.

Bromeé ligeramente para quitar un poco la tensión, aunque no estaba seguro si él lo tomaria a mal. Después me puse serio y proseguí la marcha.

—Entraremos desde la cascada de Rozan pues ellos esperan que lleguemos por el castillo. Avisaré a Hyoga para que nos alcance en los cinco viejos picos.

En el estado de Shura no podia confiarle por entero mi vida, y mi discipulo podía ayudar.

-Me quieres contigo todo el tiempo verdad?

Sonrio y solo puedo respirar profundo, oirle y ponerme en marcha con el.

-esta bien, entre mas caballeros entremos esta bien no pasa nada, sirve que acabamos mas rapido...solo espero amigo que...Hyoga al ser yo un caballero dorado me tenga jerarquia, no que me alabe ni mucho menos, pero al menos que tenga lo que los otros "dorados" no tuvieron...

Al verle sonreír y sentir su ánimo templarse, mis labios se curvearon debilmente.

—Lo admito, me descubriste, no quiero separarme de tu lado ni un solo segundo...— Rodé los ojos con aire irónico tras su comentario, le regalé una sonrisa sincera y me limité a orientar nuestra posición con el movimiento del sol, finalmente encontrando el camino hacia nuestro destino. —No olvides de quien es pupilo Hyoga, por cierto.

Concentré mi cosmos y disparé un rayo congelado en la posición de la constelación donde sabia mi pupilo esperaba mi mensaje, justo como el ataque que emplee cuando hundí el barco de Natasha; enseguida volví a regalarle mi atención a Shura.

—¡Vamos!— Emprendí la marcha hacia la cascada de Rozan.

Sonrio y le miro muy decidido a pelear.

-vamos amigo!!!

Ojalá tuvieramos la habilidad de Mu para movernos con un simple pensamiento, al sonido de un chasquido; sin embargo, solamente podemos contar con nuestras piernas y la fuerza interna de nuestro de cosmo para desplazarnos... Espero que eso nos impida llegar a tiempo.

Comienzo a moverme mirando la dirección que nos aguarda mientras pienso y deseo que nuestros camaradas se encuentren bien. No quiero ni imaginar las tirturas y humillaciones a las que han de ser victimas.

-----------------------------------------------------------
Shura y Camus continuan en Rozan.