Pensando en ti
Shion, se encontraba reparando algunas armaduras. Estaba exhausto, llevaba todo el día realizando dicha acción por ordenes del patriarca, el problema de todo esto era que se requería demasiada sangre y de seguir así no le quedaría nada para él.
La noche había caído así que decidió irse a dormir.
El joven ariano se arropó en la cama pensando, como ya era costumbre, en su compañero de armas y mejor amigo Dohko, tenia tiempo sin verlo y lo extrañaba.
El tigre, como lo apodaba, había prometido estar ahí en vísperas de su cumpleaños para pasarlo juntos como cada año desde que tenia memoria. Sabia que existía la posibilidad de que no llegara a hasta días después o no lo hiciera nunca, pero aun así se aferró a la idea de verlo ese día.
Los pensamientos del peli-verde siempre tornaban de vuelta a Dohko, Dohko, Dohko, llevaba años enamorado de él, pero no se lo diría, nunca lo haría, se conformaba con estar a su lado como amigo, a echar a perder su amistad con la posibilidad de un amor no correspondido.
Se preguntaba donde estaría su tigre, si se encontraba bien, si volvería, realmente lo extrañaba y quería verlo.
El ariano se quedo profundamente dormido.
¨*¨
Era de madrugada, Dohko de Libra entró al primer templo con cautela, cuando lo hizo, pudo ver las armaduras reparadas y las que faltaban por repararse, imaginó el trabajo que debió costarle a Shion.
Se dirigió a los aposentos del ariano y se metió entre las sabanas de este abrazándolo por la cintura.
-o-
Shion despertó de improviso al sentir que algo o alguien lo abrazaba, se preguntó ¿Quién?, miro por encima de su hombro y descubrió que su “captor” era Dohko. Quiso despertarlo pero se detuvo imaginando que estaría cansado, sonrió un poco y se acomodo de nuevo a lado de “su” tigre.
Despertó por la mañana y Dohko aun lo acompañaba ¡que buena forma de despertar en su cumpleaños!
-o-
Shion despertó por la mañana y, a pesar de que se sentía un poco mareado, estaba contento pues había soñado con su tigre, aunque no estaba completamente seguro de que hubiera sido un sueño. Se levantó y siguiendo un impulso de su corazón se dirigió a la cocina.
Un pequeño Tenma agradeció por la comida retirándose del lugar, no sin antes felicitar a Shion por su cumpleaños
El aludido asintió con la cabeza y luego sonrió al ver al santo de Libra.
— Espero que no te moleste, me tome la libertad de decirle a lo sirvientes que yo prepararía el desayuno — comentó el castaño sonriendo.
Dohko camino hacia Shion y lo abrazo con cariño desbordado susurrando un “feliz cumpleaños” a su oído.
Shion se sonrojo ante el contacto, Dohko era amable con él, pero nunca lo demostraba tanto como ahora, se sentía feliz, no quería desprenderse del abrazo pero tenía que hacerlo.
Dohko preguntó como se encontraba debido a todo el trabajo del día anterior.
— Estoy bien gracias — mintió.
La verdad estaba cansado y los mareos persistían, exagero con la cantidad de sangre que uso el día anterior y he ahí las consecuencias.
Shion caminaba rumbo a la mesa cuando la vista se le nublo y cayo al piso desmayado.
¨*¨
El ariano despertó en su cama, se incorporo de golpe y miró a su alrededor, observo que portaba una especie de toga transparente y se sonrojo al imaginar que el librano lo había cambiado.
El aludido entró a la habitación e inmediatamente preguntó si sentía mejor, Shion asintió y quiso levantarse pero el castaño se lo impidió con la excusa de que aún estaba débil y que debía cuidarse más.
Conversaron largo rato, Shion no podía evitar sonrojarse cuando la mirada de Dohko se fijaba en él que portaba una ropa totalmente transparente, por lo que se podía ver el bien trabajado cuerpo que poseía.
— ¿Qué soñabas anoche que sonreías tanto? — preguntó.
— Contigo — respondió sin percatarse de la respuesta y de la pregunta, el de libra sonrió — soñé que pasábamos la noche juntos – añadió rojo hasta las orejas.
El de libra se acercó a él diciéndole que no había sido un sueño, el ariano abrió los ojos como platos.
El castaño paso un brazo al rededor de la cintura del otro. Shion se quedo paralizado unos segundos y rojo como un jitomate. Dohko rió ante la actitud de Shion, acarició su brillante melena y con mimo atoro unos cuantos mechones tras su oreja, acarició su mejilla con delicadeza, sintió como el corazón de Shion latía con más y más fuerza con cada caricia por mínima que fuera. Lo beso con cariño.
Shion estaba sorprendido, su corazón no dejaba de latir a toda velocidad, correspondió el beso con felicidad desbordad. Recordaría sus 15 años para toda la vida.
FIN
