Una vez que Siegfried y Hilda quedaron solos de nuevo, la sacerdotisa pidio al guerrero del Doble Dragon que le acompanara a la magnifica biblioteca del palacio. Este era un lugar de grandiosas dimensiones, en el que se encontraban numerosos manuscritos de incalculable valor debido a su importancia historica, sus bellisimamente decoradas ilustraciones y su antiguedad.
En esa pieza ademas existian algunos pasadizos secretos que muy pocos conocian y que debian ser usados como ruta de escape en caso de una emergencia y tambien otros simplemente servian como atajos para acceder rapida y discretamente a otras estancias del palacio.
La joven cerro la puerta y dio orden de que nadie mas entrara.
-Dime... que querias preguntarme antes? -dijo en una voz algo nerviosa.
En esa pieza ademas existian algunos pasadizos secretos que muy pocos conocian y que debian ser usados como ruta de escape en caso de una emergencia y tambien otros simplemente servian como atajos para acceder rapida y discretamente a otras estancias del palacio.
La joven cerro la puerta y dio orden de que nadie mas entrara.
-Dime... que querias preguntarme antes? -dijo en una voz algo nerviosa.