Le emito una leve sonrisa al tiempo que beso sus manos que sostienen mi rostro para después tomarlas entre mis manos y desviar mí vista hacia la puerta de mi habitación. Suspiro profundamente cerrando por un momento mis ojos guardando en mi la mayor calma y serenidad posible, sin embargo una idea repentina asalta en mis pensamientos. Separándome un poco de Shura y liberando mi mano izquierda de su agarre elevo mi cosmos al máximo para provocar que las rosas sagradas que ocultaba en mi mano emergieran de esta sin embargo lo que obtuve solo fue una reacción de dos cosmos puros en mi vientre. Unos e manifestaba más que él otro. Sonreí con dulzura mientras iba moderando mi cosmos a la normalidad
-No se por dónde empezar-miro a Shura con una sonrisa pero a la vez con una preocupación - lo que acabo de hacer fue tratar de expulsar las rosas divinas de la diosa Afrodita que fusione a mi cuerpo para usarlas como una poderosa arma durante tu rescate con Thanatos pero al parecer-miro mi mano izquierda- se han funcionado a mi cuerpo brindándome poder y a su vez otros dones como la fertididad-elevo mi cosmos de nueva cuenta mientras voy tomando la mano de Shura colocándola en mi vientre para que sintiera aquel pequeño y puro cosmos que se manifestaba, el cual evidentemente haría una conexión con el
-¿Lo sientes? -sonrio con dulzura- es tu pequeño- beso con suavidad sus labios alejándome de él y elevando más mi cosmos haciéndole sentir el otro pequeño cosmos, el cual solo llevaba mi esencia pero la de él no. Libero un suspiro profundo mirándole con preocupación y temeroso ante su reacción- sin embargo, también albergo en mi cuerpo el hijo de uno de esos dioses…- aprieto sus manos con fuerza mirándole fijamente- es por eso que debemos irnos, tenemos que alejarnos para evitar que el pequeño que el dios engendro se vuelva el recipiente de otro de ellos- desvío la mirada- este pequeño al igual que nuestro hijo nacerán puros y depende de nosotros que continúen así –aguardo una pausa retomando mi mirada fija ante sus orbes oscuras y hablándole con seriedad
-Yo estoy totalmente seguro y decidido de tener a los dos pequeños y aunque me duela algún tipo de rechazo de tu parte –mis ojos se comienzan a humedecer- [/b]yo ya tome mi decisión y no la haras cambiar [/b]–aguardo una larga pausa liberando con lentitud sus manos
-Entonces ¿Aun estas dispuesto de irte conmigo a Suecia?